Diferencia entre revisiones de «Cronología Bíblica»
De Enciclopedia Católica
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Revisión de 15:48 29 ago 2012
En este artículo, los datos que existen para la formación de una cronología de la Biblia se discuten brevemente bajo los siguientes títulos:
Contenido
- 1 Introducción
- 2 Creación del mundo
- 3 Creación del hombre
- 4 Desde la Creación hasta el Diluvio
- 5 Desde el Diluvio hasta el nacimiento de Abraham
- 6 Desde el nacimiento de Abraham hasta el Éxodo
- 7 Desde el Éxodo hasta la construcción del Templo de Salomón
- 8 Desde la construcción del Templo hasta su destrucción
- 9 Desde la destrucción de Jerusalén hasta el nacimiento de Jesucristo
- 10 Fecha del nacimiento de Jesucristo
- 11 Fecha de comienzo del ministerio
- 12 Duración del ministerio
- 13 Fecha de la crucifixión
- 14 Los apóstoles
Introducción
La cronología bíblica trata sobre las fechas de los distintos eventos registrados en la Biblia. Debe considerar hasta qué punto la Biblia contiene una cronología en absoluto; hasta qué punto los escritores sagrados apuntaron a la exactitud, o estaban satisfechos con números redondos; si, y en qué medida, los errores textuales y otras fuentes de corrupción se han introducido en los números de la Biblia; y, por último, qué relación existe entre las cronologías transmitidas por las naciones vecinas y las que existen en la Biblia.
"No hay una cronología de la Biblia", escribió Silvestre de Sacy, y aunque esta frase es demasiado general, puede decirse con verdad que para gran parte de la Biblia hay poco que nos guíe a una determinación exacta de cuándo sucedieron los eventos relatados. No se trata simplemente de que en el asunto de los números el texto hebreo no siempre nos ha llegado incorrupto (cf. las diferencias entre el Pentateuco hebreo, los Setenta y el samaritano), sino que los libros de la Escritura, por otra parte, no son una mera historia. Algunos de ellos, como los Salmos, no están en tal sentido. E incluso los que están así, no fueron escritos principalmente desde el punto de vista de la historia. Si no, por ejemplo, ¿por qué dos historias paralelas del reino, Reyes y Crónicas? Es porque, como dice el Padre Cornely sobre el Libro de los Reyes ("Introductio", II vol., I, p. 284), tuvo un fin más alto que el histórico, a saber, mostrar a los pueblos de Israel y de Judá que fue su maldad la que les trajo la destrucción, y, poner ante ellos las pruebas de la misericordia de Dios, para llevarlos de nuevo a la observancia de la Ley.
Por otra parte, el Libro de las Crónicas (Paralipómenos B. D.), escrito después del Exilio, al manifestar los esplendores del antiguo ritual, intentó moverlos a la digna celebración del culto divino (op. cit., p. 324). Lo que complica los primeros períodos de la historia bíblica es el hecho de que no había una era reconocida (como la era dionisíaca de nuestros días) para contar eventos a partir de ella, aunque para el mundo romano la fundación de Roma, en el siglo VIII a.C., comenzó gradualmente a ser reconocida como tal y, en épocas posteriores, entre los judíos, la fecha de la derrota de Nicanor por Seleuco Nicator, y el establecimiento de la dominación seléucida en Siria (312 a.C.) llegó a ser considerada como una era fija.
Creación del mundo
En un artículo sobre la cronología bíblica casi no es necesario discutir la fecha de la Creación. Se han sugerido al menos 200 fechas, que varían desde 3483 hasta 6934 años a.C., todas ellas basadas en la suposición de que la Biblia nos permite resolver la cuestión; pero no hace nada por el estilo. Fue natural que en los primeros tiempos de la Iglesia, los Padres, escribiendo con poco conocimiento científico, tuviesen una tendencia a explicar los días del cap. 1 del Génesis como días naturales de veinticuatro horas; aun así, no todos lo hicieron. Así, los Padres de Alejandría (San Clemente, Orígenes, San Atanasio y San Cirilo) interpretaron los días de la Creación idealmente, y sostuvieron que Dios creó todas las cosas al mismo tiempo. Así lo hizo San Agustín; y Santo Tomás de Aquino vaciló entre el idealismo y la exactitud literal. La interpretación literal ha sido totalmente abandonada, y se admite que el mundo es de inmensa antigüedad. El Profesor Dana declara que su edad es 50 millones de años; otros sugieren cifras aún más alarmantes (cf. Guibert, "In the Beginning"; Molloy, "Geology and Revelation"; Hummelauer, "Genesis"; Hastings, "Dictionary of the Bible"; Mangenot en Vig., "Dict. de la Bible"; Driver, "Genesis"). Quizás las palabras de Génesis (1,2), "La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo”, se refieren a la primera fase de la Creación, la astronómica, antes de que comenzara la era geológica. No tenemos evidencia bíblica para tales cuestiones, y el católico es libre seguir la enseñanza de la ciencia.
Creación del hombre
La pregunta que este tema sugiere es: ¿Podemos limitar el tiempo que el hombre ha existido en la tierra dentro de los límites normalmente asignados, es decir, dentro de unos 4,000 años del nacimiento de Cristo? La Iglesia no interfiere con la libertad de los científicos para examinar este tema y formar el mejor criterio que puedan con la ayuda de la ciencia. Evidentemente ella no atribuye una influencia decisiva a la cronología de la Vulgata, la versión oficial de la Iglesia de Occidente, ya que en el martirologio en el día de Navidad, la creación de Adán se sitúa en el año 5199 a.C., la cual es la lectura de los Setenta. Sin embargo, es cierto que no podemos confinar los años de permanencia del hombre en la tierra a los usualmente establecidos.
Pero, por otro lado, de ninguna manera estamos impulsados a aceptar las conclusiones extravagantes de algunos científicos. Como dice Mangenot (Vig., Dict. de la Bible, II, 720 sq}s.), hablando del derecho de los católicos a seguir la enseñanza de la ciencia ---“certains tenants de l'archeologie prehistorique ont abuse de cette liberty et assigne une antiquity tres reculee a I'humanite" (ciertos campeones de la arqueología prehistórica han abusado de esta libertad y han asignado a la raza humana una antigüedad sumamente remota). Así Guibert escribe (op. cit, p 28.): "Haeckel nombra más de cien mil años; Burmeister supone que Egipto estaba poblado hace más de 72,000 años atrás; Draper le atribuye al europeo más de 250,000 años; según M. Joly, ciertos geólogos le otorgan a la raza humana 100,000 siglos; y G. de Mortillet muestra que la existencia de ese hombre llega a unas 240,000 años". Añade, sin embargo: "Estas cifras se han construido sobre bases tan arbitrarias y frágiles, que la verdadera ciencia no podía tolerarlas mucho tiempo."
De hecho, M. Guibert opina que con nuestro conocimiento actual no hay nada que nos obligue a extender la existencia del hombre más allá de 10,000 años. Cuestiones tales como la antigüedad de la civilización, que había llegado a un punto alto en Babilonia y Egipto 4,000 a.C., las diferencias radicales del lenguaje en el mismo período temprano, las diferencias de raza (cf. las razas blancas, negra y amarilla), que no parece que hayan sido modificadas durante el período histórico, y los restos de la mano de obra humana que se remontan a una antigüedad muy remota: todas estas cosas parecen llevar a la conclusión de que la existencia del hombre en la tierra se remonta mucho más allá de los tradicionales 4,000 años. El profesor Driver dice ("Génesis", p XXXVI): "Sobre la estimación más moderada, no puede ser inferior a 20,000 años."
Desde la Creación hasta el Diluvio
El periodo desde la Creación hasta el Diluvio se mide por la tabla genealógica de los diez patriarcas en Génesis 5 y Gén. 7,6; pero el significado exacto del Cap. 5 no ha sido claramente definido. Escritores críticos señalan que el número diez es muy común entre los pueblos antiguos en la lista de sus héroes prehistóricos, y que atribuyen longitudes fabulosas a las vidas de estos hombres; así, los caldeos cuentan para sus primeros diez héroes, que vivieron en el período desde la Creación hasta el Diluvio, un espacio de 432,000 años. Esto parece apuntar a un cierto núcleo común de verdad o de tradición primitiva, que se distorsionó y exageró en el curso de las edades. Se han dado diversas explicaciones del capítulo 5 para explicar el poco tiempo que parece permitir entre la Creación y el Diluvio. Uno de ellos es la existencia de lagunas en el mismo, y, aunque no es fácil ver cómo puede ser eso, todavía hay que tener en cuenta que existen en San Mateo (1,8) en circunstancias precisamente similares. Sabemos que hay dificultades sobre la tabla genealógica en el capítulo V; pues, como puede verse en la tabla adjunta, el número total de años en la Biblia Hebrea]], la samaritana, y la los Setenta difieren: en el hebreo, 1,656, en la samaritana, 1,307, y en los Setenta, 2,242.
Nombres de los patriarcas______ | Edad al nacer el hijo | ||
Hebreo _____ | Samaritano | Versión de los Setenta | |
Adán | 130 | 130 | 230 |
Set | 105 | 105 | 205 |
Enós | 90 | 90 | 190 |
Quenán | 70 | 70 | 170 |
Mahalalel | 65 | 65 | 165 |
Yéred | 162 | 62 | 162 |
Henoc | 65 | 65 | 165 |
Matusalén | 187 | 67 | 167 |
Lámek | 182 | 53 | 188 |
Noé | 500 | 500 | 500 |
Desde Noé hasta el Diluvio | 100 | 100 | 100 |
Creación hasta el Diluvio | 1656 | 1307 | 2342 |
A partir de una inspección de la tabla anterior, es evidente que la diversidad se debe al cambio sistemático ---no sabemos si fue para aumentar la longitud total del período o para reducir la edad a la que los patriarcas tuvieron hijos o por alguna otra razón. Una cosa se puede afirmar con seguridad, que el período de tiempo entre la creación de Adán y el Diluvio no puede restringirse dentro del plazo establecido tradicionalmente. También se puede decir que "para este período, la cronología de la Biblia es muy incierta" (Vigouroux, Dict., 273), y que la libertad de los católicos para la investigación de la cronología de este período es poco restringida.
Desde el Diluvio hasta el nacimiento de Abraham
Desde el nacimiento de Abraham hasta el Éxodo
Desde el Éxodo hasta la construcción del Templo de Salomón
Desde la construcción del Templo hasta su destrucción
Desde la destrucción de Jerusalén hasta el nacimiento de Jesucristo
Fecha del nacimiento de Jesucristo
Fecha de comienzo del ministerio
Duración del ministerio
Fecha de la crucifixión
Los apóstoles
Bibliografía: HUMMELAUER, Genesis (París, 1895); Judges (1888); Samuel (1886); CORNELY, Introductio (París, 1886); VIGOUROUX, Dict. de la Bible (París, 1899); DRIVER, Genesis (Londres, 1904); BURNEY, Hebrew Text of the Books of Kings (Oxford, 1903); SAYCE, Early History of the Hebrews (Londres, 1897); SAYCE, Higher Criticism and the Monuments (Londres, 1894); GIGOT, Introduction (Nueva York, 1900); WELLHAUSEN, Prolegomena (tr. Edimburgo, 1885); HASTINGS, Dict. of the Bible (Edimburgo, 1898); CHEYNE, Encyclopædia Biblica (Londres, 1899); VAN HOONACKER, Varias obras sobre el regreso del Exilio (París y Ghent); LENORMANT, The Beginnings of History (Eng. tr., Londres, 1893); RAMSAY, St. Paul the Traveller (Londres, 1895); SCHÜRER, Jewish People in the Time of Jesus Christ (tr. Edimburgo, 1906); BLASS, Acta Apostolorum (Göttingen, 1895). Vea también las obras mencionadas en el artículo.
Fuente: Howlett, James. "Biblical Chronology." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. 26 Aug. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/03731a.htm>.
Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina