Comodiano
De Enciclopedia Católica
Poeta cristiano, cuya fecha de nacimiento es incierta, pero es generalmente asignada a cerca de la mitad del siglo III, o entre el final de la persecución de Diocleciano y la emisión del decreto de Majencio (305-11). Recientemente se ha afirmado, sin embargo, que Comodiano vivió durante el gobierno de Juliano o incluso a mediados del siglo V. No se le conoce fuera de sus propios escritos, excepto a través de una mención por Genadio, "De Viris Illustribus" (cap. XV), y la condena del pseudo-Gelasio, que prohíbe la lectura de sus libros ("De Libris recipiendis et non recipiendis ", en Migne, PL, LIX, 163). Genadio parece obtener su información principalmente de las propias obras, y afirma que Comodiano imitó a Tertuliano, a Lactancio y a Papías. A partir de dos pasajes en sus manuscritos se extrae que Comodiano vino de Gaza en Palestina y que había sido investido con la dignidad episcopal, pero el primero de estos pasajes tiene un significado muy incierto, y el segundo se ha atribuido al error de un copista. Comodiano declara que no es un "doctor", lo que ha llevado a la creencia de que él era un laico. Se llama a sí mismo "mendigo de Cristo", mendicus Christi, pero que también podría significar "el que implora a Cristo" o "el que pide a Cristo". Lo que es cierto, sin embargo, es que, después de varias experiencias religiosas, como la asociación con los paganos y la práctica de las ciencias ocultas, y, probablemente, conforme a las doctrinas religiosas y los ritos de los judíos, adoptó el cristianismo, después de haberse convertido por la lectura de la Biblia.
Sus obras son una colección de "Instrucciones" y un "Carmen apologeticum". La primera se compone de ochenta ensayos acrósticos o alfabéticos, divididos en dos libros. El plan de esta obra y las citas bíblicas introducidas allí revelan la influencia del “Testimonia” de San Cipriano. El primer libro está en contra de los judíos y paganos y el segundo va dirigido a las diferentes categorías de fieles: los catecúmenos, los cristianos bautizados, los penitentes, las matrones, clérigos, sacerdotes y obispos. En algunas partes su tono es decididamente satírico. El autor está manifiestamente absorto con la ética, y recomienda el dar limosnas por encima de todo.
La "Carmen Apologeticum" tiene un título engañoso, gracias a Pitra, su primer editor (1852). Puede ser dividido en cuatro partes: un preámbulo (I-88); un resumen de la doctrina sobre Dios y Cristo (89-578); una demostración de la necesidad de la fe para la salvación (579-790), y una descripción del fin del mundo (791-1060). Es principalmente esta imagen la que ha hecho famoso el nombre de Comodiano. De acuerdo a ella, los cristianos son presa de la séptima persecución ---el número es simbólico e indica la última persecución. Los godos sorprenden y destruyen a Roma. De repente, Nerón, el Anticristo de Occidente, reaparece, recaptura Roma de los godos, se asocia con dos Césares y maltrata a los cristianos durante tres y medio años. A continuación, un segundo Anticristo, el hombre de Persia, viene del Oriente, Nerón conquista, quema a Roma, se establece en Judea y obra maravillas. Pero Dios, con un ejército de los bienaventurados, avanza más allá de Persia en una marcha triunfal; el Anticristo es vencido y Cristo y sus santos se establecen en Jerusalén. Para saber lo que sigue, debemos consultar las "Instrucciones" (II, 1-4). En primer lugar los elegidos resucitan de entre los muertos, y por mil años llevan una vida de placer y felicidad. Al final de ese tiempo el mundo es destruido por el fuego, Cristo aparece, y todos los muertos resucitan para el Juicio Final, que lleva ya sea a las alegrías del Paraíso o a las penas del infierno.
Las fuentes de información de Comodiano eran la Biblia ---sobre todo el Apocalipsis, los profetas, y el cuarto libro de Esdras--- los oráculos sibilinos, Tertuliano, Minucio Félix, Cipriano y Lactancio. De Terencio, Lucrecio, Horacio, Cicerón y sobre todo de Virgilio, toma prestado los modos de expresión. Su teología no es confiable; además del milenarismo, parece profesar el monarquismo y el patripasianismo, dos herejías respecto a la Trinidad. Su lenguaje es no sólo crudo, sino incorrecto, y sería un error buscar en Comodiano el origen de la versificación basada en el acento. Aunque poco familiarizado con la prosodia, trata de escribir en hexámetros dactílicos, y lo logra sólo en 63 de más de 2,000 versos. Sin embargo, sus deficiencias son un tanto atenuadas por el uso del paralelismo, la rima y el acróstico, y la división regular de sus versos; además, a pesar de sus defectos, su obra es decididamente enérgica. Tiene fórmulas bien definidas; evoca imágenes magníficas, y entre los muchos artistas y escritores que han intentado un retrato del fin del mundo, Comodiano ocupa un lugar destacado. Sus obras han sido editadas por Ludwig (Leipzig, 1877-78) y por Dombart (Viena, 1877, en el "Corpus Scriptorum eccles. latinorum", XV). El poema contra Marción, que algunos críticos le atribuyen a Comodiano, es la obra de un imitador.
Bibliografía: SCHANZ, Geschichte der römischen Literatur en the Handbuch der klassischen, Altertumswissenschaft de VON MÜLLER (Munich, 1905), VIII, pt. III, 427-36; MONCEAUX, Histoire littéraire de l'Afrique chrétienne (París, 1905), III, 451-89; BREWER, Kommodian von Gaza, ein arelatensischer Laiendichter aus der Mitte des fünften Jahrhunderts (Paderborn, 1906) — la tesis implicada en este título es muy incierta, vea Revue critique d'histoire et de littérature (París, 1907), II, 199.
Fuente: Lejay, Paul. "Commodianus." The Catholic Encyclopedia. Vol. 4. New York: Robert Appleton Company, 1908. 10 Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/04165a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.