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Domingo, 22 de diciembre de 2024

Majencio

De Enciclopedia Católica

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(MARCO AURELIO MAJENCIO)

Emperador romano de 306-12, hijo del emperador Maximiano Hercúleo y yerno del supremo emperador Galerio. Luego de la abdicación de su padre, vivió en Roma como un ciudadano privado, pero cuando Galerio estableció en Italia y Roma el nuevo padrón e impuestos sobre la tierra decretados por Diocleciano, Majencio fue elegido emperador rival (28 de octubre de 306). Majencio debió su elevación no a méritos personales, sino a la actitud y decisión de senadores y pretorianos quienes, debido a las medidas extraordinarias tomadas por el emperador, temieron perder sus privilegiadas posiciones. Los seguidores de Majencio hicieron traer a su padre desde Campaña a Roma, y el joven gobernante le invistió con la púrpura como corregente. Así, el Imperio Romano tenía seis gobernantes. Severo, el Augusto de Occidente, recibió la comisión por parte de Galerio de expulsar al joven usurpador de Roma; pero cuando llegó a la capital, parte de su ejército desertó hacia su anterior comandante, Maximiano. Severo, con unos pocos seguidores escapó a Ravena a fin de mantener relaciones militares con Galerio. Entonces hizo arreglos con Maximiano y se rindió ante él, esperando un tratamiento honorable, pero fue encarcelado poco después y, ante la aproximación de Galerio desde Iliria con un ejército, se le obligó a cometer suicidio. Alarmado con la intervención de Galerio, Maximiano a nombre de Majencio, negoció con Constantino a quien dio su hija Fausta como novia. Mientras tanto Galerio con sus legiones ilíricas presionó en las cercanías de Roma; pero viendo que no podía ocupar la capital ni ninguna de sus plazas fortificadas retiró sus tropas. Siguiendo su sugerencia, se realizó una conferencia con todos los césares en Carnunto en el Danubio (306), en la cual tuvo mucha influencia el prestigio de Diocleciano. Majencio retuvo su dignidad imperial. Aunque es verdad que pronto después de esto puso fin a la persecución contra los cristianos en Italia y África, su reinado estuvo manchado con actos de libertinaje y crueldad.

Luego de la muerte de su padre, Majencio y Maximino, emperador de Oriente, temiendo a la alianza política de Constantino y Licino, llegaron a un acuerdo antipático para Constantino. Majencio hizo preparativos militares extensos y destruyó las estatuas y pinturas de Constantino. Constantino avanzó en lo que es ahora el Monte Cenis con un ejército comparativamente pequeño pero bien instruido y, victoriosos en muchas batallas, ocuparon la Alta Italia; luego marcharon contra Roma donde su oponente, fuertemente atrincherado detrás del Tiber y las murallas de Aurelio, esperaba resistirlo exitosamente. Atolondradamente y falto de perspicacia, Majencio abandonó su excelente posición, hizo un puente de botes sobre el Tiber (cerca del puente Milviano, ahora puente Molle) y esperó por las tropas de Constantino en la rivera derecha del río. Fue entonces que ocurrió el milagro narrado por Eusebio (Vita Constant, I, 28-30), que cuando Constantino imploró ayuda sobrenatural, una cruz ardiente apareció sobre el sol, con la leyenda: toúto níka (conquista con esto). Además, Jesucristo le había aconsejado en un sueño la noche anterior, que fuera a la batalla armado con dicha señal. Los soldados de Majencio fueron confundidos por la impetuosidad de los jinetes galos, y al esforzarse en escapar en masa por el estrecho puente, muchos cayeron al río y murieron ahogados, entre ellos el propio Majencio (28 de octubre de 312). Su hijo y sus consejeros fueron ejecutados, pero sus oficiales y dependientes retuvieron sus posiciones.


Bibliografía: SCHILLER, Gesch. d. römischen Kaiserzeit, II (Gotha, 1887); DE WAAL, Roma Sacra (Munich, 1905).

Fuente: Hoeber, Karl. "Marcus Aurelius Maxentius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 10. New York: Robert Appleton Company, 1911. <http://www.newadvent.org/cathen/10073b.htm>.

Traducido por Giovanni E. Reyes y Luz María Hernández Medina.