Diferencia entre revisiones de «Tobías»
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+ | A pesar del rechazo de Tobías del canon [[protestantismo|protestante]], su lugar en el canon [[cristianismo|cristiano]] de la Sagrada Escritura es in[[duda]]ble. [[La Iglesia]] [[católico|Católica]] siempre lo ha estimado como [[inspiración de la Biblia|inspirado]]. | ||
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+ | * [[San Policarpo]] (117 d.C.), "Ad Philippenses", X, insta a la [[limosna]], y cita Tobías 4,10, y 12,9, como autoridad para su insistencia. | ||
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+ | * Deutero-Clemente (150 d.C.), "Ad Corinthios", XVI, tiene alabanzas a la limosna que son un eco de Tob. 12,8-9. | ||
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+ | * San [[Clemente de Alejandría]] (190-210 d.C.), en "Stromata", VI, 12 (PG, IX, 324), cita como las palabras de la Sagrada Escritura "El [[ayuno]] es [[bien|bueno]] con la [[oración]]” (Tob. 12,9); y en “Stromata”, I, 21, II, 23 (P.G., VIII, 853, 1089), “No hagas a otro lo que tú [[odio|odias]].” (Tob. 4,16). | ||
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+ | * [[Orígenes y Origenismo|Orígenes]] (c. 230 d.C.) cita como Escritura a Tob. 3,24 y 12,15, en “De oratione”, II; Tob. 2,1, en sec. 14; Tob. 12,12 en sec. 31 (cf. P.G., XI, 448, 461, 553); y en una carta a [[Julio Africano]] (P.G., XI, 80) le explica que, aunque los hebreos no usan el Libro de Tobías, aún así la Iglesia sí lo usa. | ||
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+ | * [[San Atanasio]] (350 d.C.) cita a Tob. 12,7 y 4,19, con la frase distintiva “como está escrito”, cf. "Apol. contra arrianos", II, y "Apol. ad Imper. Constantium" (P.G., XXV, 268, 616). | ||
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+ | * En la [[Iglesia Latina]], [[San Cipriano]] (c. 248 d.C.) a menudo se refiere a Tobías como de autoridad divina justo como se refiere a los otros libros de la [[Biblia]]; cf. "De mortalitate", X; "De opere et eleemosynis", V, XX; "De patientia", XVIII (P.G., IV, 588, 606, 634); "Ad Quirinum", 1,20 por Tob. 12; 3,1 por Tob. 2,2; y 4,5-11; 3,62 por Tob. 4,12 (P.G., IV, 689, 728, 729, 767). | ||
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+ | * [[San Ambrosio]] (c. 370 d.C.) escribió un libro titulado "De Tobia" contra la [[usura]] (P.L., XIV, 759), y lo introdujo con una referencia a la obra bíblica de ese nombre como “un libro [[profecía|profético]]”, “Escritura”. | ||
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+ | * Sin embargo, en toda la Iglesia Latina la pertenencia de Tobías al canon es clara por su presencia en la Versión Latina Antigua, el texto [[auténtico]] de la Escritura para la Iglesia Latina desde cerca de 150 d.C. hasta la [[Revisión de la Vulgata|Vulgata]] de San Jerónimo. | ||
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+ | * El uso canónico de Tobías en esa parte de la [[rito de Constantinopla|Iglesia Bizantina]] cuyo lenguaje era el [[Siria|siríaco]] se ve en los escritos de [[San Efrén]] (c. 362 d.C.) y de San Arquelao (c. 278 d.C.). | ||
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+ | * Todas las primeras listas canónicas contienen el Libro de Tobías; son las del [[Concilios de África|Concilio de Hipona]] (393 d.C.), los Concilios de Cartago (397 y 419 d.C.), [[Papa San Inocencio I) (405 d.C.), [[Vida de San Agustín de Hipona|San Agustín]] (397 d.C.). | ||
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+ | * Por otra parte, los grandes [[manuscritos]] de los siglos IV y V de los Setenta son [[prueba]] de que no sólo los judíos, sino también los cristianos usaban a Tobías como canónico. | ||
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+ | * Para los católicos la cuestión sobre el estatus en el canon de Tobías quedó [[infalibilidad|infaliblemente]] establecida por las decisiones del [[Concilio de Trento]], Ses. IV (8 de abril de 1546) y del [[Concilio Vaticano I]], Ses. III, cap. 2 (24 abril 1870). | ||
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+ | Contra la pertenencia al canon del Libro de Tobías se han presentado varias objeciones bastante triviales, que a primera vista parecerían impugnar la inspiración del relato. | ||
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+ | (a) Rafael dijo una [[falsedad]] cuando dijo que era "Azarías el hijo del gran Ananías" (5,13). No hay ninguna falsedad en eso. El [[ángeles|ángel]] estaba justo en la apariencia que dijo. Además, pudo haber querido decir por ''azaryah'', el sanador de Yah ", y por ''ananyah'', “la bondad de Yah”. En este caso él sólo le dijo al joven Tobías que él era el ayudante de [[Dios]] y el hijo de la gran bondad de Dios; en esto no hubo falsedad. | ||
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+ | (b) Una segunda objeción es que la angelología de Tobías está tomada de la del [[Avesta]] ya sea directamente, por la influencia iraní, o indirectamente por la incursión del folklore siríaco o griego. Pues Rafael dice: “Soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la [[gloria]] del Señor.” (12,15). Estos siete son los Amesha Spentas del [[zoroastrismo]]: cf. Fritzsche, "Exegetisches Handbuch zu den Apocr.", II (Leipzig, 1853), 61. La respuesta es que la lectura ''siete'' es [[duda|dudosa]]; es en ''Aleph'', AB, Latín Antiguo y Vulgata; no aparece en el texto cursivo griego, siríaco y HM. Sin embargo, admitiendo la lectura de la Vulgata, los Amesha Spentas se infiltraron en la [[religión]] avéstica a partir de los siete ángeles de la [[revelación]] hebraísta y no viceversa. Además, no hay siete Amesha Spentas en la angelología del Avesta, sino sólo seis, y están subordinados a [[Ahura Mazda]], el primer principio del [[bien]]. Es cierto que a veces se les agrupa con los seis [[espíritu]]s inferiores como siete Amesha Spentas; pero en esta agrupación no tenemos de ningún modo siete [[ángeles]] ante la [[deidad]]. | ||
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Revisión de 20:29 28 abr 2010
Primero enumeraremos las diversas personas bíblicas y luego trataremos sobre el libro que lleva ese nombre.
Contenido
Personas
A. Tobías: (2 Crón. 17,8). Hebreo tobyyahul “Yahveh es bueno”; los LXX Tobias. Uno de los levitas que Josafat envió como maestro a las ciudades de Judá. El nombre es omitido en los códices Vaticano y Alejandrino, pero sí aparece en otros importantes manuscritos griegos y en la Vulgata.
B. Tobías: (Zac. 6,10). Heb. tobyyahu, qeri tobyyah, la cual es la variante también en el versículo 14; Set. chresimon (v. 10), tois chresimois autes (v. 14), que infiere la traducción tobeha; Vulgata Tobia. Uno de los miembros del partido de los judíos que vinieron de Babilonia a Jerusalén, en la época de Zorobabel, con plata y oro con los cuales fabricar una corona para la cabeza de Josué, el hijo de Yehosadaq.
C. Tobías: (Esd. 2,60). Hebreo tobyyah, “Yah es mi bien”; Set. Tobeia (Vaticano); Tobias (Alejandrino), el mismo nombre aparece en Neh. 7,62, como Tobia y en el apócrifo III Esdras 5,37 como baenan (Vaticano) o ban (Alejandrino)---una de las familias que, a su regreso del Exilio, no pudieron mostrar prueba escrita de su genealogía.
D. Tobías: (Neh. 2,10). Un ammonita que, junto con Sambal-lat el joronita, se opuso a que Nehemías fortificara a Jerusalén (Neh. 2,19; 4,3; 6,17; 13,4.8). Es llamado “el siervo”; sólo podemos conjeturar qué significa eso. Cheyne (Encyclopedia Biblica, s.v.) piensa que haebed, siervo, es un error por ha arbi, el árabe.
E. Tobías: (2 Mac. 3,11). El padre de Hircano.
F. Tobías: (Tobías 1,9 ss). Hijo del siguiente.
G. Tobías el Mayor: Personaje principal en el libro que lleva su nombre.
Libro de Tobías
Libro canónico del Antiguo Testamento.
Nombre
En el Códice Alejandrino, biblos logon Tobit; en el Códice Vaticano, Tobeit; en el Sinaítico, Tobeith; en manuscritos en latín, Liber Tobiae, Liber Tobit et Tobiae, Liber utriusque Tobiae. En la Vulgata y hebreo fagii tanto el padre como el hijo llevan el mismo nombre, Tobías, tobyyah. En otros textos y versiones, el nombre del padre varía: tobi, "mi bien" es Yahveh; en Heb. Munster; Tobit o Tobeit en los LXX; Tobis o Tobit, traduciendo a tobith "bondad" de Yahveh, en el latín antiguo.
Texto y versiones
El texto original, el cual se supone fue en hebreo, está perdido; las razones aducidas para un original en arameo aseguran sólo una opinión probable de que una traducción al arameo influyó nuestras versiones griegas actuales.
(1) Versiones de la Vulgata
San Jerónimo aún no había aprendido el arameo, cuando, con la ayuda de un rabino que conocía tanto el arameo como el hebreo, hizo la versión de la Vulgata. El rabino expresaba en hebreo el pensamiento de los manuscritos arameos y San Jerónimo en seguida los ponía en latín. Fue obra de un solo día (cf. Praef. in Tobiam). El latín antiguo ciertamente influyó en esta versión apresurada. La recensión de la Vulgata de la versión aramea cuenta la historia en tercera persona en todas partes, al igual que el arameo de Neubauer y los dos textos hebreos de Gaster (HL y HG), mientras que todos los otros textos hacen que Tobías hable en primera persona hasta 3,15. Los pasajes siguientes aparecen sólo en la Vulgata: el meneo de la cola del perro (11,9); la comparación del recubrimiento en los ojos de Tobías con la membrana de un huevo (11,14); la espera de media hora, mientras que la hiel del pez efectuaba su curación (11,14), el que Tobías cerrara los ojos de Ragüel y Edna en la muerte; también 2,12.18; 3,19.24; 6,16-18.20.21; 8,4.5; 9,12b.. Algunas partes de la Vulgata, como la continencia de Tobías (6,18; 8,4), fueron consideradas a veces como interpolaciones cristianas de Jerónimo, hasta que se encontraron en uno de los textos en hebreo de Gaster (HL). Por último, la Vulgata y HL omiten toda mención de Ajikar; el Akior de la Vulgata 11,20, es probablemente una adición al texto.
(2) Versiones arameas
Además de la versión en arameo utilizada por San Jerónimo y ahora perdida, existe el texto arameo encontrado recientemente en un comentario sobre el Génesis, "Midrash Bereshit Rabá". La redacción de este Midrás es una obra del siglo XV; contiene el Libro de Tobías como una haggada sobre la promesa que hizo Jacob de dar el diezmo a Dios (Gén. 28,22). Neubauer editó el texto, "The Book of Tobit, a Chaldee Text from a unique manuscript in the Bodleian Library" (Oxford, 1878). Él piensa que es una forma más breve del texto arameo de San Jerónimo, lo cual no es probable. El lenguaje es a veces una transliteración del griego y da pruebas de ser una traducción de uno u otro de los textos griegos. Concuerda con la Vulgata en que desde el principio la historia de Tobías se cuenta en la tercera persona; de lo contrario está más cerca del Códice Vaticano y más aún al Códice Sinaítico.
(3) Versiones griegas
Hay tres recensiones griegas de Tobías. Nos referiremos a ellas por los números dados en los Códices Vaticano y Sinaítico en Vigouroux, "La sainte bible polyglotte", III (París, 1902).
(a) AB: El texto de los códices Alejandrino (siglo V) y Vaticano (siglo IV). Esta recensión se encuentra en muchos otros códices del texto griego, La Iglesia Griega la ha utilizado durante siglos, aparece incorporada en la edición Sixtina de los Setenta, y ha sido traducida al armenio como el texto auténtico de ese rito. Nöldeke, Grumm y otros prefieren AB a la recensión sinaítica, y aún así Nestel, Ewald y Harris la han clasificado como un compendio en lugar de una versión del texto original completo. Condensa la oración de Edna (10,13), omite la bendición de Gabael (9,6), y tiene tres o cuatro variantes únicas (3,16; 14,8-10; 11,8).
(b) Aleph, el texto del Códice Sinaítico (siglo IV). Su estilo es mucho más difuso que el de AB, el cual parece haber omitido a propósito muchos stichoi de Aleph---cf. 2,12, "el siete del mes de Dystros acabó un tejido"; 5,3, el incidente del recibo dividido en dos partes, una para Tobías y la otra para Ragüel; 5,5, la larga conversación entre Rafael y el joven Tobías; 6,8; 10,10; 12,8, etc. Aleph omite 4,7-19 y 13,6b-9, de AB.
(c) El texto de los códices 44, 106, 107 para 6,9 - 13,8: La primera parte (1,1 - 6,8) y la última (13,9 hasta el final) son idénticas con AB; el restante parece ser un intento de una mejor versión del texto original. Los pasajes 6,9 a 7,17 muestran una obra independiente; 8,1 a 12,6 está más cercano al siríaco y más cercano a Aleph que a AB; 12,7 - 13,8 se parece a ambos textos en varios pequeños detalles. Lecturas distintivas de estas cursivas son la oración gnóstica de Edna, "Que todos los eones te alaben.” (7,15)); y el hecho de que Ana vio el perro corriendo delante de Tobías (11,5).
(d) Lo que parece ser una tercera recensión del segundo capítulo está presentado en Grenfell y Hunt, "Oxyrhyneus Papyri" (Oxford, 1911), parte VIII. El texto difiere tanto de AB como de Aleph y en consecuencia de las cursivas griegas.
(4) Antiguas versiones en latín
Antes de la traducción latina de la Vulgata de la recensión aramea (vea arriba), existían al menos tres versiones en el latín antiguo de un texto en lengua griega que era sustancialmente Aleph; (a) La recensión del Codex Regius Parisiensis 3654 y el códice 4 de la Biblioteca de San Germán, (b) la recensión del Cod. Vat. 7, que contenía 1 - 6,12; (c) la recensión de la "Speculum" de San Agustín.
(5) Versión siríaca
Hasta 7,9 es una traducción de AB; de ahí en adelante, concuerda con la texto cursivo griego, excepto que omite 13,9 - 18. Esta segunda parte es claramente una recensión, sus nombres propios no se pronuncian en la primera parte. Ajikar (14,10 es Aquior (2,10); ‘Edna (7,14) es ‘Edna (7,2), ‘Arag (9,2) es Raga (4,1.20).
(6) Versiones hebreas
Hay cuatro versiones hebreas de esta historia deuterocanónica:
(a) HL, hebreo londinii: un manuscrito del siglo XIII encontrado por Gaster en el Museo Británico, y traducido por él en “Proceedings of the Soc. of the Bibl. Archaeology” (XVII y XX). Además un centón de exhortaciones bíblicas, este manuscrito contiene la porción narrada de Tobías, traducida, según piensa Gaster, de un texto que tuvo la más estrecha relación al arameo usado por San Jerónimo. Es muy posible, aunque no probable, que el autor judío de HL (siglo XIII) hiciese uso de la Vulgata.
(b) HG, Hebreo Gasteri: un texto copiado por Gaster de un Midrás sobre el Pentateuco y publicado en el "Proc. of the Soc. of Bib. Arch." (XIX). Este manuscrito, ahora perdido, concordaba con el arameo de Neubauer y estaba en un estilo compacto como el de la recensión de la Vulgata.
(c) HF, Hebrew Fagii: una traducción muy libre de AB, hecha en el siglo XII por un erudito judío; se encuentra en la “Políglota” de Walton.
(d) HM, Hebrew Munsteri; publicado por Munster en Basilea, 1542 d.C., se encuentra en la “Políglota” de Walton. Este texto está de acuerdo en principio con el arameo de Neubauer, aun cuando este último esté en desacuerdo con AB. De acuerdo con Ginsburg, originó en el siglo V. Las versiones en hebreo junto con la aramea omiten toda referencia al perro, que desempeña un papel importante en las otras versiones.
La revisión anterior de las diferentes y diversas recensiones del Libro de Tobías muestra lo difícil que sería reconstruir el texto original y cuán fácilmente los errores textuales se pudieron haber deslizado en nuestra Vulgata o el arameo de los que depende.
Contenido
A menos que se indique lo contrario, estas referencias son a la recensión de la Vulgata, de la cual la Biblia de Douay es una traducción. La historia se divide naturalmente en dos partes:
(1) La fidelidad de Tobías el Viejo y de Sarra al Señor (1,1 - 3,25);
- (a) la fidelidad de Tobías (1,6), antes de la cautividad (1,1-10), durante el cautiverio (i,11 - 3,6) mostrada por sus actos de misericordia hacia sus compañeros de cautiverio (1,11-17) y, especialmente, hacia los muertos (1,18-25), actos que dieron lugar a su ceguera (2,1-18), las burlas de su mujer (2,19-23), y el recurso de Tobías a Dios en oración (3,1-6).
- (b) La fidelidad de Sarra, hija de Ragüel y Edna (3,7-23). El mismo día en que Tobías en Nínive fue insultado por su esposa y se volvió a Dios, Sarra en Ecbataná fue insultada por su doncella como la asesina de siete maridos (3,7-10), y se volvió hacia Dios en oración (3,11-23). Las oraciones de ambas fueron oídas (3,24-25).
(2) La fidelidad del Señor hacia Tobías y Sarra a través del ministerio del ángel Rafael (4,1 - 12,22)
- (a) Rafael cuida del joven Tobías en su viaje a Gabael en Ragués de Media para obtener los diez talentos de plata dejados en depósito por su padre (4,1 - 9,12). El joven sale, después largas instrucciones de su padre (4,1-23); Rafael se une a él como guía (5,1-28); mientras Tobías se bañaba en el río Tigris fue atacado por un pez grande, lo atrapa y, por consejo de Rafael, guarda la hiel, el corazón y el hígado (6,1-22); luego pasan por Ecbataná y se detienen en la casa de Ragüel. Tobías pide a Sarra por su esposa y la recibe (7,1-20); por la continencia y el exorcismo y el olor de la quema del hígado del pez y la ayuda de Rafael, vence al diablo que había matado a los siete ex maridos de Sarra (8,1-24); Rafael recibe el dinero de Gabael en Ragués, y lo trae a Ecbataná a la celebración del matrimonio del joven Tobías (9,1-12).
- (b) Rafael cura la ceguera del anciano Tobías, al regreso de su hijo, y manifiesta la verdad de que él es un ánge (10,2 - 12,31). Conclusión: El himno de acción de gracias de Tobías el Viejo, y la posterior historia de ambos, padre e hijo (13,1 - 14,7).
Propósito
Evidentemente, el propósito principal del libro es demostrar que Dios es fiel a los que le son fieles a Él. Neubauer (op. cit., p. XVI) dice que el enterramiento de los muertos es la lección principal; pero la lección de dar limosnas es más prominente. Ewald, "Gesch. Des Volkes Israel", IV, 233, establece la fidelidad al código mosaico como la corriente principal del autor, que escribe para judíos de la diáspora, pero el libro está dirigido a todos los judíos, y claramente les inculca muchas lecciones secundarias y una que es fundamental para el resto: Dios es fiel a los que son fieles a Él.
Estatus en el canon
(1) En el Judaísmo
El Libro de Tobías es deuterocanónico, es decir, no figura en el Canon de Palestina, sino en el de Alejandría. Su lugar en la Versión de los Setenta evidencia que los judíos de la diáspora aceptaban el libro como Escritura canónica. La reverencia que los judíos de Palestina sentían por el libro de Tobías como un libro sagrado se puede argumentar por la existencia de la traducción aramea utilizado por San Jerónimo y publicada por Neubauer, como también por las cuatro traducciones hebreas existentes. Entonces, la mayoría de estas versiones semitas fueron encontradas como Midrás, o haggada, del Pentateuco.
(2) Entre cristianos:
A pesar del rechazo de Tobías del canon protestante, su lugar en el canon cristiano de la Sagrada Escritura es indudable. La Iglesia Católica siempre lo ha estimado como inspirado.
- San Policarpo (117 d.C.), "Ad Philippenses", X, insta a la limosna, y cita Tobías 4,10, y 12,9, como autoridad para su insistencia.
- Deutero-Clemente (150 d.C.), "Ad Corinthios", XVI, tiene alabanzas a la limosna que son un eco de Tob. 12,8-9.
- San Clemente de Alejandría (190-210 d.C.), en "Stromata", VI, 12 (PG, IX, 324), cita como las palabras de la Sagrada Escritura "El ayuno es bueno con la oración” (Tob. 12,9); y en “Stromata”, I, 21, II, 23 (P.G., VIII, 853, 1089), “No hagas a otro lo que tú odias.” (Tob. 4,16).
- Orígenes (c. 230 d.C.) cita como Escritura a Tob. 3,24 y 12,15, en “De oratione”, II; Tob. 2,1, en sec. 14; Tob. 12,12 en sec. 31 (cf. P.G., XI, 448, 461, 553); y en una carta a Julio Africano (P.G., XI, 80) le explica que, aunque los hebreos no usan el Libro de Tobías, aún así la Iglesia sí lo usa.
- San Atanasio (350 d.C.) cita a Tob. 12,7 y 4,19, con la frase distintiva “como está escrito”, cf. "Apol. contra arrianos", II, y "Apol. ad Imper. Constantium" (P.G., XXV, 268, 616).
- En la Iglesia Latina, San Cipriano (c. 248 d.C.) a menudo se refiere a Tobías como de autoridad divina justo como se refiere a los otros libros de la Biblia; cf. "De mortalitate", X; "De opere et eleemosynis", V, XX; "De patientia", XVIII (P.G., IV, 588, 606, 634); "Ad Quirinum", 1,20 por Tob. 12; 3,1 por Tob. 2,2; y 4,5-11; 3,62 por Tob. 4,12 (P.G., IV, 689, 728, 729, 767).
- San Ambrosio (c. 370 d.C.) escribió un libro titulado "De Tobia" contra la usura (P.L., XIV, 759), y lo introdujo con una referencia a la obra bíblica de ese nombre como “un libro profético”, “Escritura”.
- Sin embargo, en toda la Iglesia Latina la pertenencia de Tobías al canon es clara por su presencia en la Versión Latina Antigua, el texto auténtico de la Escritura para la Iglesia Latina desde cerca de 150 d.C. hasta la Vulgata de San Jerónimo.
- El uso canónico de Tobías en esa parte de la Iglesia Bizantina cuyo lenguaje era el siríaco se ve en los escritos de San Efrén (c. 362 d.C.) y de San Arquelao (c. 278 d.C.).
* Todas las primeras listas canónicas contienen el Libro de Tobías; son las del Concilio de Hipona (393 d.C.), los Concilios de Cartago (397 y 419 d.C.), [[Papa San Inocencio I) (405 d.C.), San Agustín (397 d.C.).
- Por otra parte, los grandes manuscritos de los siglos IV y V de los Setenta son prueba de que no sólo los judíos, sino también los cristianos usaban a Tobías como canónico.
- Para los católicos la cuestión sobre el estatus en el canon de Tobías quedó infaliblemente establecida por las decisiones del Concilio de Trento, Ses. IV (8 de abril de 1546) y del Concilio Vaticano I, Ses. III, cap. 2 (24 abril 1870).
Contra la pertenencia al canon del Libro de Tobías se han presentado varias objeciones bastante triviales, que a primera vista parecerían impugnar la inspiración del relato.
(a) Rafael dijo una falsedad cuando dijo que era "Azarías el hijo del gran Ananías" (5,13). No hay ninguna falsedad en eso. El ángel estaba justo en la apariencia que dijo. Además, pudo haber querido decir por azaryah, el sanador de Yah ", y por ananyah, “la bondad de Yah”. En este caso él sólo le dijo al joven Tobías que él era el ayudante de Dios y el hijo de la gran bondad de Dios; en esto no hubo falsedad.
(b) Una segunda objeción es que la angelología de Tobías está tomada de la del Avesta ya sea directamente, por la influencia iraní, o indirectamente por la incursión del folklore siríaco o griego. Pues Rafael dice: “Soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la gloria del Señor.” (12,15). Estos siete son los Amesha Spentas del zoroastrismo: cf. Fritzsche, "Exegetisches Handbuch zu den Apocr.", II (Leipzig, 1853), 61. La respuesta es que la lectura siete es dudosa; es en Aleph, AB, Latín Antiguo y Vulgata; no aparece en el texto cursivo griego, siríaco y HM. Sin embargo, admitiendo la lectura de la Vulgata, los Amesha Spentas se infiltraron en la religión avéstica a partir de los siete ángeles de la revelación hebraísta y no viceversa. Además, no hay siete Amesha Spentas en la angelología del Avesta, sino sólo seis, y están subordinados a Ahura Mazda, el primer principio del bien. Es cierto que a veces se les agrupa con los seis espíritus inferiores como siete Amesha Spentas; pero en esta agrupación no tenemos de ningún modo siete ángeles ante la deidad.
Valor histórico
Origen
Bibliografía: Las introducciones de CORNELY, KAULEN, DANKO, GIGOT, SEISENBERGER. Aunque los Padres usan a Tobías, solo BEDA (P.L., XCI, 923-38) y WALAFRID STRABO (P.L., CXIII, 725) nos han dejado comentarios sobre él. Durante la Edad Media,, HUGO DE SAN VÍCTOR, Allegoriarum in Vetus Testamentum, IX (P.L., CLXXV, 725), y NICOLÁS DE LIRA, DENIS EL CARTUJO, HUGO DE SAN CARO, en sus comentarios sobre toda la Escritura, interpretaron el Libro de Tobías. Comentaristas posteriores son SERRARI (Monza, 1599); SANCTIUS (Lión, 1628); MAUSCHBERGER (Olmutz, 1758); JUSTINIANI (Roma, 1620); DE CELADA (Lión, 1644); DREXEL (Amberes, 1652); NEUVILLE (París, 1723); GUTBERLET (Munster, 1854); REUSCH (Freiburg, 1857); GILLET DE MOOR, Tobie et Akhiahar (Lovaina, 1902); VETTER, Das Buch Tobias und die Achikar-Sage in Theol. Quartalschrift (Tübingen, 1904). Las principales autoridades protestantes han sido citadas en el cuerpo del artículo.
Fuente: Drum, Walter. "Tobias." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/14749c.htm>.
Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina.