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Martes, 19 de marzo de 2024

San Oliver Plunket

De Enciclopedia Católica

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San Oliver Plunket: Arzobispo de Armagh y primado de toda Irlanda; nació en Loughcrew, cerca de Oldcastle, Condado de Meath, Irlanda, en 1629; murió el 11 de julio de 1681. El suyo es el nombre más brillante en la Iglesia irlandesa a través de todo el período de persecución. Estaba relacionado por nacimiento con las familias recién ennoblecidas, los condes de Roscommon y Fingall, así como con los lores Louth y Dunsany. Hasta los dieciséis años, su educación fue atendida por Patrick Plunket, abad de St. Mary's, Dublín, hermano del primer conde de Fingall, luego obispo, sucesivamente, de Ardagh y Meath.

Fue testigo de los primeros triunfos de los confederados irlandeses y, como aspirante al sacerdocio, partió hacia Roma en 1647, bajo el cuidado del padre Scarampo, del Oratorio romano. Como estudiante del Colegio Irlandés, en Roma, que había sido fundado veinte años atrás por el cardenal Ludovisi, su historial fue particularmente brillante. En años posteriores el rector atestiguó que "se dedicó con tal ardor a la filosofía, la teología y las matemáticas, que en el Colegio Romano de la Compañía de Jesús estaba justamente entre los más destacados en talento, diligencia y progreso en sus estudios, y prosiguió con abundantes frutos el curso de derecho civil y canónico en la Sapienza romana, y en todas partes, en todo momento, fue modelo de mansedumbre, integridad y piedad".

Ascendido al sacerdocio en 1654, el doctor Plunket fue designado por los obispos irlandeses para actuar como su representante en Roma. Durante todo el período de la usurpación de Cromwell y los primeros años del reinado de Carlos II, defendió muy eficazmente la causa de la Iglesia sufriente, mientras que al mismo tiempo desempeñó los deberes de profesor de teología en el Colegio de Propaganda. En la Congregación de Propaganda fue nombrado a la sede primacial de Armagh (9 julio 1669) y fue consagrado el 30 de noviembre en Gante, Bélgica, por el obispo de Gante, asistido por el obispo de Ferns y otro obispo. Recibió el palio en el Consistorio el 28 de julio de 1670.

El doctor Plunket permaneció algún tiempo en Londres, utilizando su influencia para mitigar el rigor de la administración de las leyes anticatólicas en Irlanda, y no fue hasta mediados de marzo de 1670 cuando inició su apostolado en Armagh. Desde el principio fue muy celoso en el ejercicio del sagrado ministerio. En tres meses había administrado el sacramento de la confirmación a unos 10,000 fieles, algunos de ellos de sesenta años, y, al escribir a Roma (dic. 1673) pudo anunciar que "durante los últimos cuatro años", había confirmado no menos de 48,655 personas. Para poner este sacramento al alcance de los fieles que sufrían, tuvo que pasar las penurias más severas, a menudo sin más alimento que un poco de pan de avena; tenía que buscar sus moradas en las montañas y en los bosques, y por regla general, era bajo el amplio dosel del cielo que se administraba el sacramento, tanto el rebaño como el pastor expuestos al viento y la lluvia.

Hizo esfuerzos extraordinarios para llevar las bendiciones de la educación al alcance de la juventud católica. Sus esfuerzos tuvieron mucho éxito, pues los llevó a cabo durante el breve intervalo de paz que marcó el comienzo de su episcopado. A menudo se refiere en sus cartas a la escuela secundaria que abrió en Drogheda, en este momento la segunda ciudad del reino. Invitó a los padres jesuitas de [Roma]] a hacerse cargo de ella, y muy pronto tuvo una matrícula de 150 muchachos, de los cuales no menos de 40 eran hijos de la nobleza protestante. Realizó ordenaciones frecuentes, celebró dos sínodos provinciales y fue incansable en erradicar los abusos y promover la piedad.

Un incidente de su episcopado merece una mención especial: había un número considerable de los llamados conservadores (tories) esparcidos por la provincia de Ulster, la mayoría de los cuales habían sido despojados de sus propiedades en virtud del Acta de Establecimiento. Se agruparon al resguardo de la fragosidad de las montañas y, como forajidos, vivían del saqueo de los que los rodeaban. Cualquiera que los protegiera incurría en la pena de muerte por parte del Gobierno, quien les negara tal refugio se encontraba con la muerte por parte de ellos. El doctor Plunket, con la sanción del señor lugarteniente, fue a buscarlos, no sin gran riesgo, razonó con ellos de manera amable y paternal y los indujo a renunciar a su carrera de pillaje. Además, obtuvo indultos para ellos para que pudieran trasladarse a otros países, y así se restableció la paz en toda la provincia.

El arzobispo contemporáneo de Cashel, el doctor Brennan, que fue compañero habitual del doctor Plunket, esboza en pocas palabras el fructífero celo del primado: «Durante los doce años de su residencia aquí demostró ser vigilante, celoso e infatigable; ni encontramos, en la memoria de los del presente siglo, que ningún primado o metropolitano visitase su diócesis y provincia con tanta solicitud y celo pastoral como él, beneficiando, en la medida de sus posibilidades, a los necesitados; por lo que fue aplaudido y honrado tanto por el clero como por el pueblo.»

La tormenta de la persecución estalló con renovada furia sobre la Iglesia irlandesa en 1673; las escuelas se dispersaron, las capillas se cerraron. Sin embargo, el doctor Plunket no abandonaría a su rebaño. A partir de entonces, su palacio fue una choza con techo de paja en una parte remota de su diócesis. Por regla general, en compañía del arzobispo de Cashel, yacía escondido en el bosque o en las montañas, y con un abrigo tan escaso que a través del techo podían por la noche contar las estrellas del cielo. Él relata sus penurias en una de sus cartas:

«La nieve caía pesadamente, mezclada con piedras de granizos, que eran muy grandes y duras. Un viento cortante del norte soplaba en nuestras caras, y la nieve y el granizo golpeaban tan terriblemente en nuestros ojos que hasta el presente apenas hemos podido ver con ellos. A menudo estuvimos en peligro de perdernos en los valles y asfixiarnos en la nieve, hasta que por fin llegamos a la casa de un caballero humilde que no tenía nada que perder. Pero desafortunadamente tenía un extraño en su casa por quien no deseábamos ser reconocidos; de ahí que nos alojaron en una buhardilla sin chimenea y sin fuego, donde llevamos los últimos ocho días. Que todo sea para la gloria de Dios, la salvación de nuestras almas y las del rebaño que se nos ha confiado.»

Repetidamente el Gobierno emitía órdenes para el arresto del doctor Plunket; finalmente, fue apresado y encarcelado en el castillo de Dublín (6 dic. 1679) y había a mano una gran cantidad de informantes perjuros para hacerle perder su vida. El carácter de esos testigos era bien conocido en Irlanda y ningún jurado quiso escuchar sus relatos perjuros, pero en Londres no era así, por lo que su juicio fue trasladado a Londres. De hecho, la conspiración de Shaftesbury contra los católicos en Inglaterra no podía sostenerse sin la suposición de que se estaba organizando una rebelión en Irlanda. El primado podría, por supuesto, estar a la cabeza de tal rebelión. Sus visitas a los tories de Ulster se establecieron ahora como parte integrante de tal rebelión. Contrató una flota francesa o española para que desembarcara un ejército en la bahía de Carlingford, y se le hicieron otras acusaciones similares. Pero no era ningún secreto el hecho de que su verdadero crimen era ser obispo católico.

Lord Brougham en "Lives of the Chief Justices of England" califica al juez presidente Pemberton, quien presidió el juicio del Dr. Plunket, como traidor a la causa de la justicia y como el que trajo la deshonra al Colegio de Abogados de Inglaterra. Este juez presidente expuso desde el estrado que no podía haber mayor crimen que esforzarse por propagar la fe católica, "ante el cual (declaró) no hay nada más desagradable para Dios o más pernicioso para la humanidad en el mundo". La sentencia de muerte se pronunció de forma natural, a lo que el primado respondió con voz alegre y enfática: "Deo Gratias".

El viernes 11 de julio (estilo antiguo, el 1) de 1681, el doctor Plunket, rodeado por una numerosa guardia de militares, fue llevado a Tyburn para su ejecución. Se reunieron grandes multitudes a lo largo de la ruta y en Tyburn. Según atestigua el Dr. Brennan, arzobispo de Cashel, en una carta oficial a Propaganda, que todos estaban edificados y llenos de admiración, "porque mostraba tal serenidad de semblante, tal tranquilidad de mente y elevación de alma, que parecía más bien un cónyuge que se apresuraba a la fiesta nupcial, que un culpable conducido al cadalso". Desde el cadalso pronunció un discurso digno de apóstol y mártir. Un testigo ocular de la ejecución declaró que con su discurso y con su heroísmo en la muerte dio más gloria a la religión que la que podría haber ganado por muchos años de fructífero apostolado.

Sus restos fueron recogidos con amoroso cuidado y enterrados en el cementerio de San Giles. En los primeros meses de 1684 fueron trasladados al monasterio benedictino de Lambspring en Alemania, de donde, después de 200 años, fueron trasladados con la debida veneración y guardados en una urna en el Colegio de San Gregorio, Downside, Inglaterra. La cabeza, en excelente estado de conservación, desde el principio fue guardada aparte, y desde 1722 ha estado bajo el cuidado de las monjas dominicas en su convento Siena en Drogheda, Irlanda. Allí van peregrinos de todas partes de Irlanda y de países distantes a venerar esta reliquia del glorioso mártir, y se han registrado muchos milagros.

El nombre del arzobispo Plunket aparece en la lista de los 264 heroicos siervos de Dios que derramaron su sangre por la fe católica en Inglaterra en los siglos XVI y XVII, que fue sometida oficialmente para la aprobación de la Santa Sede, y por la que León XIII firmó el Decreto (9 dic. 1886) que autorizaba que su causa de beatificación fuese sometida a la Congregación de Ritos. El martirio de San Oliver Plunket cerró la larga serie de muertes por la fe en Tyburn. Al día siguiente de su ejecución estalló la burbuja de la conspiración: Lord Shaftesbury, el principal instigador de la persecución, fue enviado a la Torre, y su principal testigo perjuro, Titus Oates, fue encarcelado. Durante unos años las bendiciones de una paz comparativa fueron restauradas a la Iglesia de Irlanda.

Escritos

El discurso del mártir en Tyburn se imprimió y tradujo repetidamente a otros idiomas. Dr. Plunket publicó en 1672 un pequeño octavo de cincuenta y seis páginas con el título "Jus Primatiale"; o la antigua preeminencia de la sede de Armagh sobre todos los demás arzobispados del reino de Irlanda, afirmada por "O.A.T.H.P.", cuyas iniciales representan "Oliver Armacanus Totius Hiberniae Primas", es decir "Oliver de Armagh, Primado de toda Irlanda".

(N. de la T.: Fue beatificado en 1920 por Benedicto XV y canonizado el 12 de octubre de 1975 por Paulo VI.)

Vea también los artículos CONFESORES Y MÁRTIRES INGLESES y CONFESORES Y MÁRTIRES IRLANDESES.


Bibliografía: MORAN, Memoir of the Ven. Oliver Plunkett (Dublín, 1861); IDEM, Life of Oliver Plunkett (Dublín, 1895); IDEM, Spicileg, Ossoriense (3 vols. Dublín, 1874-85); IDEM, Canonization of the Ven. Oliver Plunkett en Irish Eccl. Record, XII, (1902), 385-415; O´SHEA, Martyrdom of Primate Plunkett en American Cath. Quarterly, XXIX (1904), 377-94; HORNE, Beatification of the Ven. Oliver Plunkett en Downside Review, 21 marzo 1908, pag. 15; CAMM en Heroes of Faith (Nueva York, 1910); DORGAN, The Last Martyr for the Faith in England en Ave Maria (18 feb. 1911), 193 ss.; Tablet (Londres, 10 feb. 1883).

Fuente: Moran, Patrick Francis Cardinal. "Blessed Oliver Plunket." The Catholic Encyclopedia. Vol. 12, págs. 169-171. New York: Robert Appleton Company, 1911. 17 oct. 2021 <http://www.newadvent.org/cathen/12169b.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina