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Martes, 19 de marzo de 2024

Genealogía de Jesucristo

De Enciclopedia Católica

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Se admite generalmente que la genealogía bíblica de Cristo implica varias dificultades exegéticas; pero los racionalistas no tienen ninguna razón sólida para negarse a admitir cualquiera de las soluciones intentadas; tampoco nosotros podemos estar de acuerdo con recientes escritores que han renunciado a toda esperanza de armonizar las genealogías de Cristo encontradas en el Primer y Tercer Evangelios. La verdadera condición de la pregunta se hará evidente estudiando las genealogías bíblicas de Cristo, primero separadamente, después en yuxtaposición, y finalmente en relación a ciertas excepciones para su armonización o concordancia.

La genealogía de Cristo según San Mateo

La genealogía de Cristo según el Primer Evangelista desciende de Abraham a través de tres series de catorce miembros cada una; la primera pertenece al orden patriarcal, la segunda al real y la tercera al de ciudadanos privados. Mateo 1,17, muestra que este ordenamiento fue intencional; porque el escritor expresamente expone: "De manera que todas las generaciones, de Abraham a David, fueron catorce generaciones. Y de David a la deportación a Babilonia, fueron catorce generaciones y de la deportación a Babilonia a Cristo fueron catorce generaciones"

Primera Serie....... Segunda Serie....... Tercera Serie.......
1. Abraham 1. Salomón 1. Jeconìas
2. Isaac 2. Roboam 2. Salatiel
3. Jacob 3. Abiá 3. Zorobabel
4. Judá 4. Asaf 4. Abiud
5. Fares 5. Josafat 5. Eliakim
6. Esrom 6. Joram 6. Azor
7. Aram 7. Ozías 7. Sadoq
8. Aminadab 8. Joatam 8. Aquim
9. Naassón 9. Ajaz 9. Eliud
10. Salmón 10. Ezequías 10. Eleazar
11. Booz 11. Manasés 11. Mattán
12. Obed 12. Amón 12. Jacob
13. Jesé 13. Josías 13. San José
14. David 14. Jeconías 14. Jesucristo

La lista del primer evangelista omite a ciertos miembros en la genealogía de Cristo:

  • El escritor da sólo tres nombres durante el tiempo del exilio egipcio (Esron, Aram, y Aminadab), aunque el período duró 215 ó 430 años; esto concuerda con Génesis 15,16, donde Dios promete guiar a Israel de vuelta en la cuarta generación. Pero según Génesis 15,13, el extranjero afligirá a Israel durante cuatrocientos años.
  • Los tres nombrados Booz, Obed y Jesé cubren un período de 366 años. Omitiendo otras explicaciones menos probables, la dificultad se resuelve más fácilmente admitiendo una laguna entre Obed y Jesé.
  • Según 1 Crón. 3,11-12, Ocozías, Joas, y Amasías median entre Joram y Azarías (el Ozías de San Mateo); estos tres nombres no pueden haber sido desconocidos para el Evangelista, ni puede suponerse que fueron omitidos por los transcriptores, pues esta conjetura destruiría el cómputo de catorce reyes del Evangelista.
  • Según 1 Crón. 3,15, Joaquín interviene entre Josías y Jeconías. Podemos ignorar la pregunta de si San Mateo habla de un solo Jeconías o de dos personas con ese nombre; ni hay necesidad de exponer aquí todas las dudas o dificultades conectadas con cualquier respuesta.
  • San Mateo pone sólo nueve eslabones entre Zorobabel y San José para un período que cubre unos 530 años, así que cada generación debe haber durado más de 50 años. La genealogía como la presenta San Lucas enumera dieciocho generaciones para el mismo período, número que armoniza mejor con el curso ordinario de los eventos.

Acerca de la omisión de miembros en las listas genealógicas vea genealogía.

La genealogía de Cristo según San Lucas

La genealogía en Lc. 3,23-28 asciende de San José a Adán o más bien hasta Dios; esta es la primera diferencia notable entre las genealogías según presentadas en el Primer y Tercer Evangelio. Otra diferencia se encuentra en su disposición: San Mateo pone la lista al principio de su Evangelio; San Lucas, al comienzo de la vida pública de Cristo. El carácter artificial de la genealogía de San Lucas puede observarse en la tabla siguiente:


Primera Serie....... Segunda Serie....... Tercera Serie....... Cuarta Serie.......
1. Jesús 22. Salatiel 43. David 57. Tara
2. José 23. Nerí 44. Jesé 58. Najor
3. Helí 24. Melkí 45. Obed 59. Serug
4. Mattat 25. Addí 46. Booz 60. Ragáu
5. Leví 26. Cosam 47. Sala 61. Fálek
6. Melkí 27. Elmadam 48. Naassón 62. Eber
7. Jannái 28. Er 49. Aminadab 63. Sala
8. José 29. Jesús 50. Aram 64. Cainam
9. Mattatías 30. Eliezer 51. Esron 65. Arfadax
10. Amós 31. Jorim 52. Fares 66. Sem
11. Naúm 32. Mattat 53. Judá 67. Noé
12. Eslí 33. Leví 54. Jacob 68. Lámek
13. Nangay 34. Simeón 55. Isaac 69. Matusalén
14. Maaz 35. Judá 56. Abraham 70. Henoc
15. Mattatías 36. José 71. Járet
16. Semein 37. Jonam 72. Maleleel
17. Josec 38. Eliaquim 73. Cainam
18. Judá 39. Meleá 74. Enós
19. Joanán 40. Menná 75. Set
20. Resá 41. Mattatá 76. Adán
21. Zorobabel 42. Natán 77. Dios


La estructura artificial de esta lista puede inferirse a partir de las siguientes peculiaridades: contiene once septenios de nombres; tres septenios nos llevan de Jesús al Cautividad; tres, desde la cautividad al tiempo de David; dos, de David a Abraham; tres, asimismo, desde el tiempo de Abraham a la creación del hombre. San Lucas no llama explícitamente la atención sobre la construcción artificial de su lista, pero este silencio no prueba que el número repetitivo de nombres no fuese intencional, al menos en la fuente del evangelista. En la genealogía de San Lucas, los nombres Jesé, Obed, Booz, también cubren un periodo de 366 años; Aminadab, Aram, Esron llenan un hueco de 430 (ó 215) años, así que aquí se deben haber omitido varios nombres. En la cuarta serie, que da los nombres de los patriarcas antediluvianos y postdiluvianos, Cainán se ha insertado según la variante de los Setenta; el texto hebreo no contiene este nombre.

Concordancia entre las genealogías de Cristo según San Lucas y según San Mateo

La cuarta serie de la lista de San Lucas cubre el período entre Abraham y la creación del hombre; San Mateo no llega hasta ese tiempo, así que no puede haber discusión sobre cualquier concordancia. La tercera serie de San Lucas concuerda nombre por nombre con la primera de San Mateo; solamente se invierte el orden de los nombres. En esta sección las genealogías son más bien idénticas que meramente armoniosas. En la primera y segunda serie, San Lucas presenta los descendientes de David a través de su hijo Natán, mientras que San Mateo enumera, en su segunda y tercera serie, a los descendientes de David a través de Salomón. Es verdad que el Primer Evangelio da sólo veintiocho nombres para este período, contra los cuarenta y dos nombres del Tercer Evangelio; pero no puede esperarse que dos líneas diferentes de descendientes, deban mostrar el mismo número de vínculos para un período de mil años. Resumiendo, desde el carácter inspirado de las fuentes, uno está dispuesto a considerar el número dado por el tercer evangelista, como más en armonía con la extensión de tiempo que el número del Primer Evangelio; pero hemos señalado que San Mateo omitió conscientemente varios nombres en su lista genealógica, para reducirlos al múltiplo requerido de siete.

Excepciones a la explicación anterior

Se proponen tres dificultades principales contra la concordancia anterior de las genealogías: Primera: ¿cómo pueden converger en San José, si dan linajes diferentes desde David en adelante? Segunda: ¿cómo podemos explicar su convergencia en Salatiel y Zorobabel ? Tercera: ¿qué sabemos sobre la genealogía de la Santísima Virgen?

Primera dificultad

La convergencia de las dos líneas genealógicas distintas en la persona de San José se ha explicado de dos maneras:

(a) La genealogía de San Mateo es la de San José; la de San Lucas es la de la Santísima Virgen. Esta afirmación implica que la genealogía de San Lucas incluye solo aparentemente el nombre de José. Está basada en el texto griego aceptado, on (os enomizeto ouios Ioseph) tou Heli, "siendo el hijo (tal como se supuso, de José, pero realmente) de Helí”. Este paréntesis realmente elimina el nombre de José de la genealogía de San Lucas, y hace a Cristo, por medio de María, hijo directo de Helí. Esta opinión es apoyada por una tradición que llama “Joaquín” al padre de la Virgen, una variante de la forma Eliacim, o su abreviación Elí, una variante de Helí, la cual se encuentra en la genealogía del tercer evangelista. Pero estas dos consideraciones, es decir, el texto aceptado y el nombre tradicional del padre de María, que favorecen la opinión de que San Lucas da la genealogía de la Virgen, se contrapesan con dos consideraciones similares, que hacen que la lista de San Lucas termine con el nombre de José. Primero, el texto griego preferido por los críticos textuales lee, on ouios, hos enomizeto, Ioseph tou Heli, "siendo hijo, tal como se supuso, de José, hijo de Helí", de modo que el paréntesis anterior se vuelve menos probable. Segundo, según Patrizi, la opinión de que San Lucas da la genealogía de María empezó a ser defendida solamente hacia fines del siglo XV por Annio de Viterbo, y tuvo seguidores en el siglo XVI: San Hilario menciona esta opinión como adoptada por muchos, pero él la rechaza (Mai, "Nov. Bibl, Patr"., t. I, 477). Puede decirse con seguridad que la tradición patrística no considera que la lista de San Lucas representa la genealogía de la Santísima Virgen.

(b) Tanto, San Mateo como San Lucas dan la genealogía de San José, uno a través del linaje de Salomón y el otro a través del de Natán. Pero, ¿cómo pueden converger ambas líneas en San José? San Agustín sugirió que José, hijo de Jacob y descendiente de David a través de Salomón, pudo haber sido adoptado por Helí y así pudo haber llegado a ser descendiente adoptivo de David, a través de Natán. Pero Agustín fue el primero en abandonar esta teoría después de conocer la explicación ofrecido por Julio Africano. Según éste, Estha se casó con Matán, un descendiente de David a través de Salomón, y vino a ser la madre de Jacob. Después de la muerte de Matán, ella tomó por segundo marido a Matat, un descendiente de David a través de Natán, y por él vino a ser madre de Helí. Jacob y Heli fueron, por consiguiente, hermanos uterinos. Heli se casó, pero murió sin descendencia; por lo tanto, su viuda vino a ser esposa de Jacob por levirato, y dio a luz a José que fue hijo carnal de Jacob, pero hijo legal de Heli, combinando así en su persona dos linajes de los descendientes de David.

Segunda dificultad

La segunda dificultad presentada contra la concordancia entre las dos genealogías se basa en la ocurrencia de los nombres Zorobabel y Salatiel en ambas listas; aquí, nuevamente, dos linajes distintos descendientes de David parecen converger. Y nuevamente, dos respuestas son posibles:

(a) Se admite usualmente que los dos nombres en la lista de San Mateo, son idénticos a los dos en la serie de San Lucas; pues deben de haber vivido aproximadamente en la misma época, y siendo nombres tan raros, sería extraño encontrarlos apareciendo al mismo tiempo, en el mismo orden y en dos series genealógicas diferentes. Pero dos matrimonios de levirato explicarían la dificultad. Melkí, descendiente de David a través de Natán, puedo haber engendrado a Nerí de la viuda del padre de Jeconías; esto hizo hermanos uterinos a Nerí y a Jeconías. Jeconías puedo haber contraído, entonces, un matrimonio por levirato con la viuda sin hijos de Nerí, y engendrado a Salatiel que fue, por consiguiente, hijo de Neri por levirato. Zorobabel, el hijo de Salatiel, engendró a Abiud; quien también pudo haber sido obligado a pactar un matrimonio por levirato con la viuda de un pariente legal sin hijos, perteneciente a los descendientes de David a través de Natán y haber engendrado a Resá, quien continuó legalmente el linaje de Natán.

(b) Una solución más simple de la dificultad se obtiene, si no admitimos que el Salatiel y el Zorobabel que aparecen en la genealogía de San Mateo son idénticos a aquéllos en San Lucas. Las pruebas anteriores para su identidad no son convincentes. Si Salatiel y Zorobabel se distinguieron en absoluto entre los descendientes de Salomón, no sorprendería que aproximadamente al mismo tiempo dos miembros de los descendientes de Natán se llamasen como ellos. El lector observará que solamente sugerimos posibles respuestas a la dificultad; siempre y cuando estas posibilidades se puedan señalar, nuestros oponentes no tienen ningún derecho a negar que puedan armonizarse las genealogías que se encuentran en el Primer y Tercer Evangelio.

Tercera dificultad

¿Cómo puede llamarse a Jesucristo "hijo de David", si la Santísima Virgen María no es hija de David?

(a)Si en virtud del matrimonio de San José con María, Jesús pudo llamarse hijo de José, por la misma razón pudo llamarse "hijo de David" (San Agustín, Sobre la Concordancia de los Evangelios, II, I, 2).

(b) La tradición nos dice que María también fue descendiente de David. Según Números 36,6-12, una hija única tenía que casarse dentro de su propia familia para asegurar el derecho de herencia. Después de San Justino (Adv. Tryph. 100) y San Ignacio (Carta a los Efesios 18), los Padres generalmente concurren en mantener la descendencia davídica de María, ya sea que supiesen esto por tradición oral o lo dedujeron a partir de la Escritura, por ejemplo, Rom. 1,3; 2 Tim. 2,8. San Juan Damasceno (De fid. Orth, IV, 14) expone que el bisabuelo de María, Pantero, fue un hermano de Matat; que su abuelo, Barpantero, fue primo de Helí; y que su padre Joaquín, era primo de José, hijo de Helí por levirato. Aquí Matat ha sido sustituido por Melkí, puesto que el texto usado por San Juan Damasceno, Julio Africano, San Ireneo, San Ambrosio y San Gregorio Nacianceno omite las dos generaciones que separan a Helí de Melkí. De todos modos, la tradición presenta a la Virgen María como descendiente de David a través de Natán.


Bibliografía: KNABENBAUER in HAGEN, Lexicon Biblicum (París, 1907), II, 389 ss.; PRAT en Dictionnaire de la Bible (París, 1903), III, 166 ss. El asunto también se trata en la reciente Lives of Christ por FOUARD, DIDON, GRIMM, etc. El lector también hallará el tema tratado en los comentarios al Evangelio según San Mateo, o San Lucas, por ejemplo, KNABENBAUER, SCHANZ, FILION, MACEVILLY, etc. DANKO, Historia revelationis divinae Novi Testamenti (Viena, 1867), 180-192, da todas las principales publicaciones sobre el asunto hasta 1865.

Fuente: Maas, Anthony. "Genealogy of Christ." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/06410a.htm>.

Traducido por José Luis Anastasio. rc