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Lunes, 30 de diciembre de 2024

Angelo Mai

De Enciclopedia Católica

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Cardenal romano y célebre filólogo; nació en Schilpario, en la Diócesis de Bérgamo, el 7 de marzo de 1782; murió en Albano el 9 de septiembre de 1854. A temprana edad entró a la Compañía de Jesús (era novicio para el 1779 [sic; ¿1799?]), fue enviado a la residencia en Nápoles (1804), y fue destinado también a Orvieto y Roma. Sin embargo, debido a su habilidad en paleografía, en 1811 fue designado a un puesto en la Biblioteca Ambrosiana, en Milán. Esto dio lugar a sus primeros descubrimientos: los discursos de Cicerón: “Pro Scauro”, “Pro Tullio”, “Pro Flacco”, “In Clodium” e “In Curionem” (1814); la correspondencias de Fronto, Marco Aurelio y Vero (1815); el discurso de Isaeo: , “De hæreditate Cleonymi” (1915); un fragmento de la “Vidularia” de Plauto y comentarios sobre Terencio (1816); Filo Judeo, “De Virtute”; un discurso de Temistio; un fragmento de Dionisio de Halicarnaso (1816); una versión gótica de San Pablo; el “Itinerarium Alexandri"; una biografía de Alejandro por Julio Valerio (1817); y una versión armenia de la Crónica de Eusebio (1818). Tantos textos nuevos, la mayoría de los cuales se hallaron en palimpsestos, por no mencionar algunas ediciones de textos conocidos, le ganaron a Mai la atención mundial.

En 1819 sus superiores decidieron que podía ofrecer mayor servicio en las filas del clero secular, por lo tanto dejó la Compañía y fue llamado por el Papa a laborar en la Biblioteca Vaticana. Entonces trabajó con mayor entusiasmo en un campo más amplio. Su más grande hallazgo en ese momento lo fue La República de Cicerón (1822). Para asegurar la publicación regular de sus hallazgos, comenzó una serie regular de Anécdota: “Scriptorum veterum nova collectio” (10 vols., 1825-38); “Classici auctores” (10 vols., 1825-38); “Spicilegium Romanum” (10 vols., 1839-44); “Novum Patrum Bibliotheca” (7 vols. 1852-54), publicados por el propio Mai. Los autores profanos que se beneficiaron de la labor de Mai son Diodoro de Sicilia, Polibio, Oribasio, Procopio, Cicerón (especialmente las oraciones de Verres), y los jurisconsultos romanos. Igualmente, realizó importantes hallazgos relacionados a las obras de los Padres: Agustín, Hilario, Cipriano, Jerónimo, Ambrosio, Atanasio, Cirilo, Basilio, Ireneo, así como de Orígenes, Eusebio de Cesarea, etc.

A estos escritores antiguos hay que añadirles los humanistas italianos, los poetas latinos de los siglos XIV y XV: Policiano, Sanazaro, Bembo, Sadoleto y otros, cuyas obras publicó por primera vez en el “Spicilegium Romanum”. Le dio al mundo las páginas inéditas de más de 350 autores. Finalmente, no ignoró la Biblia. Luego de largos atrasos, inspirado por la timidez, finalmente fue autorizado a dar a conocer uno de los más importantes manuscritos griegos de la Biblia (“Vetus et Novum Testamentum ex antiquissimo codice Vaticano” 1858). Se ha afirmado que la tintura de agallas que usó Mai para restaurar los escritos de los palimpsestos los destruyó parcialmente. La verdad es que todos los agentes reactivos dañan los pergaminos. Pronto quedará poco de los palimpsestos de Plauto en la Biblioteca Ambrosiana. Pero los trabajos de Studemund, el sucesor de Mai, le aseguran su perpetuidad.

Los maravillosos hallazgos de Mai le ganaron el homenaje y el afecto de muchos. Fue amigo íntimo de Leopardi, el poeta de la Nueva Italia, una amistad igualmente honrosa para ambos. Se acusa a Mai por su gran renuencia a permitir que los eruditos compartiesen los tesoros que él custodiaba tan celosamente; deseaba disfrutar de todos ellos él solo. En 1838, el Papa lo nombró cardenal, pero continuó con sus investigaciones y sus publicaciones fueron interrumpidas sólo por su muerte.


Bibliografía: SOMMERVOGEL, Bibliothèque de la compagnie de Jésus, V, 323, till 1819; BONNETTY, Table alphabétique analytique et raisonnée de tous les auteurs sacrés et profanes qui ont été découverts et édités récemment dans les 43 vol. publiés par le cardinal Mai (París, 1850); POLLETO, PHINA, y otros, Nel primo centenario del cardinale Angelo Mai, atti della solenne Accademia tenustasi in suo onore il 7 Marzo 1882 (Bérgamo, 1882); POLLETTO, Del cardinale Angelo Mai e de' suoi studi e scoperte (Siena, 1886); CHATELAIN, Les palimpsestes latins in Annuaire de L'Ecole pratique des hautes études (1904), 5.

Fuente: Lejay, Paul. "Angelo Mai." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/09538a.htm>.

Traducido por Anónimo de Borinquen. rc