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Sábado, 21 de diciembre de 2024

Santa Genoveva

De Enciclopedia Católica

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Santa Genoveva es la patrona de París; nació en Nanterre cerca del 419 o 422; murió en París en el 512. Su fiesta se celebra el 3 de enero. Fue hija de Severo y Geroncia; la tradición popular representa a sus padres como unos campesinos pobres, aunque parece más probable que fuesen unos ricos y respetables habitantes de la ciudad.

En el 429 San Germán de Auxerre y San Lupo de Troyes fueron enviados desde la Galia a Bretaña para combatir el pelagianismo. De camino se detuvieron en Nanterre, una pequeña villa a unas ocho millas de París. Los habitantes acudieron en masa para darles la bienvenida, y San Germán predicó a la multitud reunida. Dio la casualidad de que la actitud piadosa y reflexiva de una joven entre sus oyentes atrajo su atención. Después del sermón mandó a traer a la joven, le habló con interés y la animó a perseverar en la senda de la virtud. Al enterarse de que ella estaba deseosa por dedicarse al servicio de Dios, él se entrevistó con los padres de ella, y les predijo que su hija llevaría una vida de santidad y que por su ejemplo e instrucción traería muchas vírgenes a consagrarse a Dios. Antes de partir a la mañana siguiente la vio de nuevo, y al renovar su consagración la bendijo y le dio una medalla grabada con una cruz, y le pidió que la guardara en recuerdo de su dedicación a Cristo. Asimismo la exhortó a contentarse con la medalla y a usarla en lugar de sus perlas y ornamentos dorados.

Parece que no había conventos cerca de su pueblo y Genoveva, como tantas otras que deseaban practicar la virtud religiosa, se quedó en casa, y llevó una vida inocente y de oración. No está claro cuándo recibió formalmente el velo religioso. Algunos escritores afirman que fue con motivo del regreso de San Gregorio de su misión a Bretaña; otros dicen que lo recibió cerca de su decimosexto año, junto con dos compañeras, de manos del obispo de París. A la muerte de sus padres se fue a París a vivir con su madrina. Se dedicó a las obras de caridad y practicaba severas austeridades corporales, se abstenía completamente de carne y suspendía su ayuno solo dos veces en semana. Continuó estas mortificaciones durante treinta años, hasta que sus superiores eclesiásticos pensaron que era deber de ellos hacerla disminuir sus austeridades.

Muchos de sus vecinos, llenos de celos y envidia, acusaron a Genoveva de ser una impostora e hipócrita. Al igual que Santa Juana de Arco en tiempos posteriores, tenía comunión frecuente con el otro mundo, pero sus visiones y profecías fueron tratadas como fraudes y engaños. Sus enemigos conspiraron para ahogarla; pero, a través de la intervención de Germán de Auxerre, finalmente superaron su animosidad. El obispo de la ciudad le encomendó velar por el bienestar de las vírgenes dedicadas a Dios, y por su instrucción y ejemplo las condujo a un alto grado de santidad.

En 451 Atila y sus hunos arrasaban la Galia, y los habitantes de París se preparaban para huir. Genoveva los alentó a esperar y confiar en Dios; ella los instó a hacer obras de penitencia, y que si las hacían, la ciudad se salvaría. Sus exhortaciones los persuadieron; los ciudadanos recobraron la calma y las hordas de Atila se marcharon hacia Orleans habiendo dejado a París intacta. Algunos años después Meroveo tomó París; durante el sitio Genoveva se distinguió por su caridad y sacrificio personal. A través de su influencia Meroveo y sus sucesores, Childerico y Clodoveo mostraron una clemencia inusitada hacia los ciudadanos. Fue ella la que concibió el plan de erigir una iglesia en París en honor a los Santos Pedro y Pablo. Clodoveo la comenzó en Mont-les-Paris poco antes de su muerte en 511. Genoveva murió al año siguiente y cuando la iglesia estuvo completada su cuerpo fue enterrado dentro de ella. Este hecho y los numerosos milagros obrados en su tumba hicieron que se le pusiera el nombre de Santa Genoveva. Reyes, príncipes y el pueblo la enriquecieron con sus regalos. En el 847 fue saqueada por los normandos y fue parcialmente reconstruida, pero no fue terminada hasta el 1177. Debido a que esta iglesia estaba de nuevo en ruinas, Luis XV comenzó la construcción de una nueva iglesia en 1764. La Revolución estalló antes de que fuese dedicada y en 1792 la Asamblea Constituyente la tomó y le dio el nombre de el Panteón, para que fuese el lugar de enterramiento para franceses distinguidos. Fue devuelta para fines católicos en 1821, y en 1852, tras haber sido laicizada como un mausoleo nacional en 1831, y, finalmente, en 1885.

Las reliquias de Santa Genoveva se conservaron en su iglesia, con gran devoción, durante siglos, y París recibió pruebas sorprendentes de la eficacia de su intercesión. Ella salvó a la ciudad de la inundación completa en 834. En 1129, una violenta plaga, conocida como mal des ardents, causó la muerte a más de 14,000 víctimas, pero cesó repentinamente durante una procesión en su honor. En 1130 Inocencio II, que había venido a París a implorar la ayuda del rey contra el antipapa Anacleto, examinó personalmente el milagro y estuvo tan convencido de su autenticidad, que ordenó que se celebrase, el 26 de noviembre de cada año, una fiesta en honor del evento. Una pequeña iglesia, llamada Santa Genoveva des Ardents, conmemoró el milagros hasta 1747, cuando fue derribada para hacer espacio para el hospital para niños expósitos. Las reliquias de la santa eran llevadas anualmente en procesión a la catedral, y Madame de Sévigné da una descripción del desfile en una de sus cartas. Los revolucionarios de 1793 destruyeron la mayoría de las reliquias de la Iglesia de Santa Genoveva, y el resto fue arrojado al viento por el populacho en 1871. Afortunadamente, sin embargo, se había conservado una gran reliquia en Verneuil, Oise, en el siglo XVIII, la cual existe todavía.

La iglesia construida por Clodoveo fue confiada a los benedictinos. En el siglo IX fueron reemplazados por canónigos seculares. En 1148, bajo Eugenio III y Luis VII, se introdujeron canónigos de la Abadía de San Víctor en Senlis. Alrededor de 1619 Luis XIII nombró al cardenal François de La Rochefoucauld abad de Santa Genoveva. Los canónigos habían sido laxos y el cardenal escogió a Charles Faure para reformarlos. Este hombre santo nació en 1594 y entró a los canónigos regulares en Senlis. Fue notable por su piedad y, cuando fue ordenado, logró, después de una dura lucha, reformar la abadía. Muchas de las casas de los canónigos regulares adoptaron su reforma. Él y una docena de compañeros se hicieron cargo de Sainte-Geneviève-du-Mont, en París, en 1634, la cual se convirtió en la casa madre de una nueva congregación, los Canónigos Regulares de Santa Genoveva, que se extendió ampliamente por Francia.

Otro instituto llamado como la santa fue las Hijas de Santa Genoveva, fundado en París en 1636 por Francesca de Blosset, con el objeto de cuidar a los enfermos y enseñar a las jóvenes. En 1611, un instituto algo similar, popularmente conocido como Miramiones, había sido fundado bajo la invocación de la Santísima Trinidad por Marie Bonneau de Rubella Beauharnais de Miramion. Estos dos institutos se unieron en 1665 y las asociadas se llamaron Canonesas de Santa Genoveva. Los miembros no hacían votos, sino simplemente prometían obediencia a la regla mientras estuviesen en el instituto. Suprimido durante la Revolución, fue revivido en 1806 por Jeanne-Claude Jacoulet bajo el nombre de Congregaciones de la Sagrada Familia. Para 1909 estaban a cargo de más de 150 escuelas y orfanatos.


Bibliografía: Vie de Sainte Geneviève, ed. Charpentier (París, 1697); Acta SS., enero, I, 137-8, 725; Tillemont, Mémoires (París, 1712), XVI, 621 and 802; Gallia Christiana, VII, 700; Butler, Lives of the Saints, I, 17-20; Bennett in Dict. Christ. Biog., s.v.; Delalain, Légendes historiques de Sainte Geneviève (París, 1872); Trianon in Revue du Monde Catholique (París, 1872), XXXIV, 470-82; Park in Dublin University Magazine (Dublin, 1876), LXXXVII, 102; Guérin, Vie des Saints (París, 1880), I, 92-104; Vidieu, Sainte Geneviève et son influence sur les destinées de la France (París, 1896); Fleury, Hist. ecclés., LXIX, 22, LXXIV, 39.

Fuente: MacErlean, Andrew. "St. Genevieve." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6, págs. 413-415. New York: Robert Appleton Company, 1909. 29 dic. 2019 <http://www.newadvent.org/cathen/06413f.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina