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Miércoles, 30 de octubre de 2024

Libro de los Jubileos

De Enciclopedia Católica

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El Libro de los Jubileos (ta `Iobelaia) es un escrito apócrifo, llamado así por el hecho de que las narraciones y relatos contenidos en él están organizados en un fantasioso sistema cronológico de períodos de jubileo de cuarenta y nueve años cada uno; se registra cada evento como realizado en tal semana de tal mes de tal año jubilar. El autor asume un imposible año solar de 364 días (es decir, doce meses de treinta días cada uno, y cuatro días intercalares) al que corresponde exactamente el año eclesiástico judío de trece meses de veintiocho días cada uno. Toda la cronología, para la cual el autor reclama autoridad celestial, se basa en el número siete. Así, la semana tenía 7 días, el mes 4 x 7 = 28; el año 52 x 7 = 364; la semana año 7 años, y el jubileo, 7 x 7 = 49. También se le llama "Pequeño Génesis" ( griego: he Lepte Genesis), o "Lepto Génesis", no debido a su tamaño, ya que es considerablemente más grande que el Génesis canónico, sino debido a su autoridad menor o inferior en comparación con este último. También se le llama "Apocalipsis de Moisés", "La vida de Adán", y en etíope se llama "KufƒÅlē". En el "Decretum Gelasianum" (vea Papa San Gelasio I), relativo a los libros canónicos y apócrifos de la Biblia, encontramos entre los apócrifos una obra titulada "Liber de filiabus DAE Leptogenesis" (Libro de las hijas de Adán Pequeño Génesis), que es probablemente una combinación de dos títulos pertenecientes a dos obras separadas. El libro también es mencionado por Jerónimo, en su Epístola "ad Fabiolam", en relación con el nombre de un lugar llamado Rissa ( hebreo: RSH) ( Núm. 33,21), y por Epifanio y por Dídimo de Alejandría, lo que demuestra que era bien conocido tanto en Oriente como en Occidente.

El Libro de los Jubileos fue escrito originalmente en hebreo y, según Charles ("Libro de los Jubileos", Londres, 1902), en parte en verso; pero nos ha llegado en su forma completa sólo en etíope, y también en varios fragmentos en griego y en latín. El texto etíope fue primero editado por Dillmann en 1859 ("KufƒÅlē sive Liber Jubilaeorum, aethiopice ad duorum librorum manuscriptorum fidem, primum edidit Dillmann" Kiel, 1859), quien en 1850-51 ya había publicado una versión en alemán del mismo en el 11 Jahrbucher der Biblischen Wissenschaft" de Ewald, vol. II, 1850, págs. 230-256; vol. III, 1851, págs. 1-96. La versión latina incompleta fue descubierta y editada en 1861, por el fallecido monseñor Ceriani, prefecto de la Ambrosiana, en su "Monumenta Sacra et Profana", vol. I, fasc. I, págs. 15-54. Los fragmentos griegos se encuentran dispersos en los escritos de varios cronistas bizantinos como Sincelo, Cedreno, Zonoras y Glycas. La versión latina incompleta, que al igual que la etíope fue hecho a partir de la griega, fue reeditada en 1874 por Rönsch, acompañada de una traducción al latín de la parte correspondiente de la versión etíope (por Dillmann), con un comentario muy valioso y varios excursos ("Das Buch der Jubiläen oder die kleine Genesis, etc. ", Leipzig, 1874). En 1900 el doctor Littmann public una nueva versión en alemán del texto etíope en el "Apocryphen und Pseudoepigraphen," de Kautzsch, 3ra ed., vol. III, págs. 274 ss., y en 1888, el Dr. Schodde public la primera versión al inglés del libro ("Book of Jubilees," Oberlin, Ohio, 1888). En 1895 Charles reeditó el texto etíope en forma revisada, y lo tradujo al inglés en 1893-5 en el "Jewish Quarterly Review" (Oct., 1893, julio 1894, enero 1895), y posteriormente en un volumen separado con muchas notas y discusiones adicionales ("The Book of Jubilees," Londres, 1902). El abad F. Martin, profesor de lenguas semitas en el Instituto Católico de París, prometió una traducción al francés (1910) en su valiosa colección titulada "Documents pour l'Etude de la Bible".

El contenido del Libro de los Jubileos trata sobre los hechos y los acontecimientos relatados en el libro canónico del Génesis, enriquecidos con una gran cantidad de leyendas e historias que han surgido en el curso de los siglos en la imaginación popular del pueblo judío, y escrito desde el rígido punto de vista farisaico del autor y de su época; y como el autor trata de reproducir la historia de los tiempos primitivos en el espíritu de su época, trata con el texto bíblico de una manera muy libre. Según él, el hebreo era la lengua hablada originalmente por todas las criaturas, los animales y el hombre, y es el idioma del cielo. Después de la destrucción de la Torre de Babel quedó en el olvido hasta que los ángeles se lo enseñaron a Abraham. Henoc fue el primer hombre iniciado por los ángeles en el arte de escribir, y escribió, en consecuencia, todos los secretos de la astronomía, de la cronología y de las épocas del mundo. Se menciona cuatro clases de ángeles, a saber; ángeles de la presencia, ángeles de las santificaciones, ángeles de la guarda sobre los individuos y los ángeles que presiden los fenómenos de la naturaleza. En cuanto a demonología, la posición del escritor es en gran parte la del Nuevo Testamento y de los escritos apócrifos del Antiguo Testamento.

Todos estos detalles legendarios, a su juicio, fueron revelados por Dios a Moisés a través del ángel de la presencia (probablemente Miguel), junto con la Ley, todo lo cual fue originalmente conocido por sólo pocos de los patriarcas del Antiguo Testamento, como Henoc, Matusalén, Noé, Sem, Abraham, Isaac, Jacob y Leví. Es un tanto difícil determinar la escuela judaica en particular a la que pertenece su autor, el cual niega abiertamente la resurrección de la carne, no cree en la tradición escrita, no reprueba los sacrificios de animales, etc.; y el hecho de que escribió en hebreo excluye la hipótesis de sus tendencias helenísticas. Igualmente insostenible es la hipótesis propuesta por Beer de que era un samaritano, porque excluye el monte Garizim, el monte sagrado de los samaritanos, de la lista de los cuatro lugares de Dios en la tierra, a saber: el Jardín del Edén, el Monte del Este, el Monte Sinaí y el Monte Sión. Si el autor pertenecía a alguna escuela particular debe haber sido con toda probabilidad un fariseo (asideo) de la forma más rígida de la época de Juan Hircano, en cuyo reinado los estudiosos concurren generalmente que fue escrito el libro (135-105 a.C.). Dr. Headlam sugiere que el autor era un ferviente opositor de la fe cristiana (ver Hastings, "Diccionario de la Biblia"). Pero si el autor, como se sugiere en esta bastante improbable hipótesis, hubiese vivido en los primeros tiempos cristianos, debió haber escrito su libro antes de la caída de Jerusalén y la destrucción del Templo, ya que se asume que este último sigue en existencia como el gran centro de culto judío.


Bibliografía: Además de la literatura mencionada en el cuerpo del artículo, vea los diversos artículos sobre el tema en los Diccionarios de la Biblia, y especialmente en la Historia del Pueblo Judío en la Época de Cristo de Schürer, tr., V, 134-141.

Fuente: Oussani, Gabriel. "Book of Jubilees." The Catholic Encyclopedia. Vol. 8. New York: Robert Appleton Company, 1910. 3 Feb. 2013 <http://www.newadvent.org/cathen/08535a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina