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Lunes, 30 de diciembre de 2024

Guéranger, Prosper Louis Pascal

De Enciclopedia Católica

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Benedictino y polígrafo; nació el 4 de abril de 1805 en Sablé-sur-Sarthe; murió en Solesmes el 30 de enero de 1875.

Fue ordenado sacerdote el 7 de octubre de 1827; fue administrador de la parroquia de las Missions Etrangères casi hasta que se cerró en 1830; entonces dejó París y volvió a Le Mans donde comenzó a publicar varias obras históricas tales como "De la prière pour le Roi" (oct. 1830) y "De l'élection et de la nomination des évêques" (1831), cuyos temas eran inspirados por la situación política y religiosa de su tiempo. En 1831 el priorato de Solesmes, a una hora de viaje de Sablé, estaba a la venta y el P. Guéranger vio el medio de realizar su deseo de restablecer en este monasterio la vida religiosa bajo la Regla de San Benito. Se decidió en junio de 1831 y en diciembre de 1832, gracias a donaciones privadas, el monasterio fue de su propiedad. El obispo de Le Mans sancionó las constituciones por las que se iba a organizar y adaptar ulteriormente la nueva sociedad para entrar a la Orden Benedictina. El 11 de julio de 1833 cinco sacerdotes entraron al priorato restaurado de Solesmes, y el 15 de agosto declararon públicamente su intención de dedicar sus vidas al restablecimiento de la orden de San Benito. En un breve publicado el 1 de septiembre de 1837, el Papa Gregorio XVI elevó el anterior priorato de Solesmes en una abadía y la constituyó en cabeza de la "Congrégation Française de l'Ordre de Saint Benoît". Dom Guéranger fue nombrado abad de Solesmes (31 de oct.) y superior general de los benedictinos de la "Congrégation de France", y los de la pequeña sociedad que habían recibido el hábito el 15 de agosto, hicieron su profesión solemne bajo la dirección del nuevo abad, que había pronunciado sus votos en Roma el 26 de julio de 1837.

De ahí en adelante la vida de Dom Guéranger fue dedicada a desarrollar la joven comunidad monástica, a procurar el material necesario y los recursos indispensables e inspirarla con una absoluta devoción a la Iglesia y al Papa. Entre los que llegaron a Solesmes, ya para seguir la vida monástica o para buscar el mejoramiento personal por medio de los retiros, Dom Guéranger encontró muchos colaboradores y valiosos amigos duraderos. Dom Pitra, después cardenal, renovó las grandes tradiciones literarias de los benedictinos de los siglos XVII y XVIII; los obispos Pie de Poitiers y Berthaud de Tulle, Père Lacordaire, el Conde de Montalembert y Louis Veuillot, estaban todos interesados en los proyectos del abad y hasta compartían sus trabajos. Desafortunadamente la controversia ocasionada por algunos de los escritos de Dom Guéranger tuvieron el efecto de llamar su atención sobre cuestiones secundarias y le desviaron de la gran empresa de la ciencia eclesiástica, por la que siempre manifestó una viva preocupación. El resultado fue una obra en que la polémica ocupó un lugar destacado y que al presente tiene poco interés, y aunque el tiempo que se le dedicó no fue perdido para la causa de la Iglesia, las actividades litúrgicas e históricas de Guéranger sufrieron las consecuencias. Dedicó demasiado tiempo a impresiones personales y descuidó la investigación detallada y perseverante. Su rapidez de percepción y su educación clásica le permitieron disfrutar y establecer, tratar de forma interesante, temas litúrgicos e históricos que por su naturaleza eran poco atractivos. El entusiasmo genuino, viva imaginación y un estilo con impulsos románticos le llevaron a veces, como él mismo percibió, a expresarse y juzgarse demasiado duramente.

Siendo un devoto y ferviente servidor de la Iglesia Dom Guéranger quería restablecer relaciones más respetuosas y filiales entre Francia y la Santa Sede y pasó toda su vida intentando una unión más íntima entre las dos. Con este propósito en miras se aprestó a combatir, dondequiera que pensaba que hallaba sus rastros, contra todo resto del espíritu separatista que desde antiguo se había aliado con el galicanismo y con el jansenismo. Con una habilidad estratégica, que merece un reconocimiento especial, Dom Guéranger trabajó con el principio de que para suprimir lo que está equivocado, ha de ser remplazado y trabajó duramente para sustituir en todas partes lo que reflejase la opinión contra la que luchaba. Luchó para que la liturgia romana sustituyera a las liturgias diocesanas, y vivió para ver sus aspiraciones cumplidas con éxito.

En el terreno filosóficos luchó con firme esperanza contra el naturalismo y el liberalismo, los cuales consideraba un impedimento fatal para la constitución de una sociedad absolutamente cristiana. Ayudó, en cierta medida, a preparar las mentes de los hombres para la definición de la infalibilidad papal, ese triunfo brillante que siguió a la lucha contra la autoridad papal que había sido tan amargamente llevada a cabo en el siglo anterior por muchos obispos galicanos y josefitas. A lo largo de líneas históricas, las acciones fueron menos exitosas y su influencia, aunque muy fuerte en un tiempo, se fue debilitando.

En 1841 comenzó a publicar una obra mística con la que esperaba despertar a los fieles del torpor espiritual y suplantar lo que pensaba que era una literatura sin vida o errónea que había sido producida por los escritores espirituales franceses de los siglos XVII y XVIII. "L'Année liturgique", de la que el autor no llegaría a completar las largas series de quince volúmenes, es probablemente la obra de Dom Guéranger que mejor cumplía los objetivos que se había propuesto. Acomodándose al desarrollo de los períodos litúrgicos del año, el autor trabajaba para familiarizar a los fieles con la oración oficial de la Iglesia introduciendo copiosamente fragmentos de las liturgias orientales y occidentales, con interpretaciones y comentarios.

Entre sus muchos trabajos Dom Guéranger tuvo la satisfacción de ser testigo de la difusión de la Orden Benedictina restaurada. Dos intentos infructuosos de fundar en París y Acey respectivamente no le impidieron nuevos esfuerzos y gracias a su celosa perseverancia, se establecieron monasterios en Ligugé y Marsella. Más aún, en sus últimos años, el abad de Solesmes fundó, a corta distancia de su monasterio, una comunidad de mujeres bajo la Regla de San Benito. Su vida fraguada con tantos proyectos y llena de grandes logros, llegó pacíficamente a su fin en Solesmes.


Bibliografía: La bibliografía completa se halla en 126 números en CABROL, Bibliographie des Benedictins (Solesmes, 1889), 3-33. Aquí sólo mencionaremos las obras más importantes: Origines de l'Église romaine (París, 1836); Institutions liturgiques (París, I, 1840, II, 1841, III, 1851), 2da. Ed., 4 vols. 8vo (París, 1878-1885); Lettre a Mgr. l'archeveque de Reims sur le droit de la liturgie (Le Mans, 1843); Defense des Institutions liturgiques, lettre a Mgr. l'archeveque de Toulouse (Le Mans, 1844); Nouvelle defense des Institutions liturgiques (París, 1846-47); L'Annee liturgique (París, 1841-1901, tr. SHEPHARD, Worcester, 1895-1903); Mémoire sur la question de l'Immaculee Conception de la tres sainte Vierge (París, 1850); Essais sur le naturalisme contemporain, 8vo (París, 1858); Essai sur l'origine, la signification et les privileges de la medaille ou croix de Saint Benoit, 12mo (Poitiers, 1862); L'Église romaine contre les accusations du P. Gratry (Le Mans, 1870); Deuxieme defense (París, 1870); Troisieme defense, Eng. tr., Defence of the Roman Church against Father Gratry, by WOODS (Londres, 1870); De la Monarchie pontificale, a propos du livre de Mgr. l'eveque de Sura, 8vo (París, 1870); Sainte Cecile et la Societe romaine aux deux premiers siecles, 4to (París, 1874), y Reglements du noviciat pour les Benedictins de la Congregation de France, 16mo (Solesmes, 1885).

Fuente: Leclercq, Henri. "Prosper Louis Pascal Guéranger." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/07058a.htm>.

Traducido por Pedro Royo. rc