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Martes, 3 de diciembre de 2024

Aves (en Simbolismo)

De Enciclopedia Católica

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Aves (en Simbolismo) : En el simbolismo cristiano se utilizan muchas clases de aves. La primera en ser usada de ese modo fue la paloma la cual representaba a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, pues cuando Jesús fue bautizado el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal de paloma (Lc. 3,22). También se usaba como símbolo de paz, porque fue una paloma la que trajo a Noé un ramo de olivo como señal de que el Diluvio de ira había finalizado. En el arte cristiano primitivo generalmente se representaba a los Apóstoles y a los fieles como palomas, los primeros porque eran los instrumentos del Espíritu Santo, y llevaban la paz al mundo, y los segundos porque en su bautismo recibieron el don de la reconciliación, al entrar con la paloma (el Espíritu Santo) al Arca de Dios, la Iglesia. A veces en la escritura simbólica representa el descanso: “¿Quién me dará alas como de paloma para volar y reposar?” (Sal. 55(54),7); a veces la simplicidad, la inocencia y el amor: “Sed, pues, prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas.” (Mateo 10,16); “¡Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, mi perfecta!”; “Única es mi paloma, mi perfecta” (Cant. 5,2; 6,8).

El águila es un símbolo de Cristo y de su naturaleza divina, de la regeneración por el bautismo; también es un emblema de San Juan Evangelista. “Como el águila puede contemplar el orbe brillante del sol con los ojos firmes, así mismo Cristo puede mirar la gloria refulgente de Dios el Padre. Dante se refiere al ojo fuerte del águila (Parad., I, 47, 48):

Vi a Beatriz vuelta, y en el sol
Mirando, como nunca águila fijó su alcance.

Fue un engaño popular entre los antiguos que el águila podía renovar su juventud al zambullirse tres veces en un manantial de agua pura, una creencia mencionada por David: “…mientras tu juventud se renueva como el águila.” (Sal. 103(102),5); de ahí que los cristianos primitivos, y más tarde los que simbolizaban en la Edad Media, utilizaran el águila como símbolo de bautismo, el manantial de la salvación, en cuyas aguas se sumergía tres veces al neófito, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con el fin de lavar de su alma al antiguo hombre de pecado y ponerle la juventud de un niño de luz. Esta ave fue utilizada como el emblema de San Juan, porque en su Evangelio San Juan se detiene especialmente en la divinidad del Redentor y contempla con el ojo firme de un águila las verdades supremas.

El pelícano es un símbolo de la expiación y del Redentor. Se suponía que él mismo se hería para alimentar a sus crías con su sangre y devolverle la vida a los que habían muerto ---el "pelícano que se saca sangre de su propio cuerpo para hacer bien a otros" (Lyly, Euphues). Se hace alusión a esta creencia en "Hamlet" (acto iv):

A su buen amigo le abriré los brazos así de amplio,
Y, como el generoso y dador de vida pelícano,
Los alimentaré con mi sangre.

Por lo tanto, se le consideraba un símbolo apropiado del Salvador, el nostro pelicano de Dante, que derramó su sangre para dar vida eterna a los hijos de los hombres. Skelton en su "Armorie de las Aves", dice:

Entonces dijo el pelícano:
cuando mis polluelos sean asesinados,
los reviviré con mi sangre.
La Escritura registra
que lo mismo hizo nuestro Señor
y se levantó de la muerte a la vida.

El fénix es un símbolo de la resurrección y de la eternidad. Cuenta la leyenda que esta ave mítica no podía morir; al cumplir los quinientos años se entregaba a las llamas de una hoguera, sólo para levantarse renacida de sus propias cenizas. Dante lo utilizó como un símbolo de las almas de los condenados (Inf., XXIV, 197-208).

En el arte románico primitivo y en el bizantino se utilizaba el pavo real para denotar la resurrección, porque se creía que su carne era incorruptible. (San Agustín, Ciudad de Dios, XXI, c, IV). Era también un símbolo del orgullo. El cuervo es un símbolo de confesión y penitencia para los judíos. El gallo es un símbolo de vigilancia, y también un emblema de San Pedro. El buitre siempre ha tipificado la codicia.

Durante la Edad Media se utilizaron muchas otras aves con fines simbólicos y eclesiásticos; mientras que los predicadores de estos siglos desarrollaron el simbolismo de cada uno de estos emblemas a un grado que ahora parece inverosímil y a menudo oscuro, sin embargo, dejaron en claro que la enseñanza religiosa se puede obtener de aves e incluso de las cosas comunes de la vida.


Bibliografía: LAUCHERT, Geschichte des Physiologus (Estrasburgo, 1889); CAHIER, Mélanges d'archéol. (París, 1847-56); NEAL AND WEBB, The Symbolism of Churches and Church Ornaments (Nueva York, 1896); DIDRON, Christian Iconography (Londres, 1851); EVANS, Animal Symbolism in Ecclesiastical Architecture (Londres, 1896); VIOLLET-LE-DUC, Dictionnaire raisonné de l'architecture française du XIe au XVIe siècle (París, 1853).

Fuente: Coleman, Caryl. "Birds (In Symbolism)." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. 25 Jan. 2013 <http://www.newadvent.org/cathen/02576b.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina