Diferencia entre revisiones de «Candelaria»
De Enciclopedia Católica
Línea 1: | Línea 1: | ||
− | + | Llamada también Fiesta de la Purificación de María (griego, ''Hupapante''), Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo. En el [[rito romano|rito latino]] se observa el día 2 de febrero. | |
− | De acuerdo a la ley mosaica, una madre que había dado a luz a un | + | De acuerdo a la [[Legislación de Moisés|ley mosaica]], una madre que había dado a luz a un hijo varón era considerada [[pureza e impureza|impura]] por siete días; además debía permanecer treinta y tres días "en purificación de su sangre"; pero si daba a luz a una niña, se duplicaba el [[tiempo]] que excluía a la madre del [[santuario]]. Al cumplirse el [[tiempo]] de su purificación (cuarenta u ochenta días) la madre debía traer al [[Templo de Jerusalén|Templo]] un cordero para el [[holocausto]] y un pichón de [[paloma]] o una tórtola por el [[pecado]]"; si no era capaz de ofrecer un [[cordero]], podía presentar dos tórtolas o dos pichones; el [[sacerdote]] [[oración|oraba]] por ella y entonces quedaba limpia. ([[Levítico]] 12,2-8). |
− | + | Cuarenta días después del nacimiento de [[Jesucristo|Cristo]] [[María]] cumplió con este [[precepto]] de la Ley; ella redimió a su [[primogénito]] en el Templo ([[Números]] 18,15), y fue purificada por la oración del [[Bendito Simeón]], en la presencia de [[Ana]] la [[profecía, profeta y profetisa|profetisa]] ([[Evangelio según San Lucas|Lucas]] 2,22 ss.). Sin [[duda]], la primitiva [[la Iglesia|Iglesia]] de [[Jerusalén]] celebraba este acontecimiento, la primera presentación solemne de Cristo en la casa de [[Dios]]. Lo encontramos testimoniado para la primera mitad del siglo IV por la peregrina de [[Burdeos]], Egeria o Silvia. El día (14 de febrero) se guardaba [[solemnidad|solemnemente]] con una [[procesiones|procesión]] a la [[basílica|Basílica]] [[Constantino el Grande|Constantiniana]] de la [[Resurrección de Jesucristo|Resurrección]], una [[homilía]] sobre Lucas 2,22 ss., y el [[Sacrificio de la Misa|Santo Sacrificio]]. Pero todavía la [[fiestas eclesiásticas|fiesta]] no tenía nombre propio; se le llamaba simplemente día cuadragésimo después de la [[Epifanía]]. Esta última circunstancia [[prueba]] que la Epifanía en Jerusalén era entonces la Fiesta del [[Navidad|Nacimiento de Cristo]]. | |
− | + | Desde Jerusalén esta fiesta del día cuadragésimo se extendió a toda la Iglesia, y más tarde se celebraba el 2 de febrero, ya que en los últimos veinticinco años del siglo IV se introdujo la fiesta [[Roma|romana]] de la Natividad de Cristo (25 de diciembre). Fue atestiguada en [[Iglesia de Antioquía|Antioquía]] en 526 (Cedrenue); el emperador [[Justiniano I]] la introdujo a todo el [[Impero Bizantino|Imperio Oriental]] (542) en acción de gracias por el cese de la gran pestilencia que había despoblado la ciudad de [[Constantinopla]]. En la [[Iglesia Griega]] fue llamada ''Hypapante tou Kyriou'', el encuentro (''occursus'') del Señor y su Madre con Simeón y Ana. Los [[Armenia|armenios]] la llaman: "La Venida del [[Hijo de Dios]] al Templo" y todavía la observan el 14 de febrero (Tondini di Quaracchi, Calendrier de la Nation Arménienne, 1906, 48); los [[Iglesia de Alejandría|coptos]] la llaman "la presentación del Señor en el Templo" ([[Nikolaus Nilles|Nilles]], Kal. Man., II 571, 643). Quizás el [[decreto papal|decreto]] de Justiniano también le dio ocasión a la [[Santa Sede|Iglesia Romana]] (¿a [[Papa San Gregorio I Magno|Gregorio I]]?) para que introdujera esta fiesta, pero aún falta información definida sobre este punto. | |
− | + | La fiesta aparece en el sacramentario gelasiano ([[Tradición y Magisterio Vivo|tradición]] [[manuscritos|manuscrita]] del siglo VII) bajo el nuevo título de Purificación de la Santísima Virgen María, pero no se menciona la procesión. El [[Papa]] [[Papa San Sergio I |Sergio I]] (687-701) introdujo una [[procesiones|procesión]] para este día. El gregoriano (tradición del siglo VIII) no habla de esta procesión, cuyo dato prueba que la procesión de Sergio era "la estación" ordinaria, no el acto [[liturgia|litúrgico]] de hoy. Ciertamente que el Papa Gelasio no introdujo esta fiesta para suprimir los excesos del “lupercalia” [1] ([[Jacques-Paul Migne|Migne]], Missale Gothicum, 691), y esto se extendió lentamente en Occidente; no se encuentra en "el Leccionario" de Silos (650), ni en el "Calendario" (731-741) de [[Santa Genoveva]] de [[París]]. En Oriente se celebraba como un fiesta del Señor; en Occidente como una fiesta de [[María]]; aunque el [[invitatorio]] (Gaude et lætare, Jerusalén, occurrens Deo tuo), las [[antífona]]s y [[responsorio]]s nos recuerden su concepción original como una fiesta del Señor. La [[bendición]] de las [[velas]] no entró al uso común antes del siglo XI; esto no tiene nada en común con la procesión del “lupercalia”. En la Iglesia Latina esta Fiesta (''Purificatio'' B.M.V.) es una doble de segunda clase. En la [[Edad Media]] tenía una [[octava]] en la [[mayoría]] de las [[diócesis]]; también hoy día las órdenes [[religión|religiosas]] cuyo objeto especial es la [[dulía|veneración]] de la Madre de Dios ([[Orden Carmelita|carmelitas]], [[Orden de los Servitas|servitas]]) y muchas diócesis (Loreto, la provincia de [[Siena]], etc.) celebran la octava. | |
− | + | ==Bendición de las velas y procesión== | |
− | + | De acuerdo al [[misal|Misal]] Romano, después de [[tercia]] el celebrante, vestido con la [[estola]] y [[capa pluvial]] de color púrpura, se para la lado del [[altar]] desde donde se lee la [[epístola]] y [[bendición|bendice]] las velas (las cuales deben ser elaboradas con ceras de abeja) habiendo cantado o recitado las cinco oraciones prescritas, rocía e inciensa las candelas. Luego de haber cantado o recitado las cinco [[oración|oraciones]] prescritas, [[asperges|asperja]] e [[incienso|incensa]] las velas; luego las distribuye al [[clero secular|clero]] y a los [[laicos]] mientras el [[coro (grupo de cantantes)|coro]] canta "El Cantico de Simeón ([[Nunc Dimittis]]). Se repite la [[antífona]] "Lumen ad revelationem gentium et gloriam plebis tuæ Israel" después de cada verso, según la [[costumbre]] medieval de cantar las antífonas. Durante la [[procesiones|procesión]] que ahora sigue, y en la que todos los presentes llevan velas encendidas en sus manos, el coro canta la antífona "Adorna thalamum tuum, Sion", compuesta por [[San Juan Damasceno]], una de los pocas piezas cuyos texto y música la Iglesia Romana ha tomados prestados de los [[Iglesia Griega|griegos]]. Las otras antífonas son de origen romano. | |
− | + | La procesión solemne representa la entrada de [[Jescuristo|Cristo]], que es la Luz del Mundo, al [[Templo de Jerusalén]]. Forma una parte esencial de los servicios litúrgicos del día, y se debe celebrar en cada [[parroquia]] donde se pueda tener los [[ministro]]s requeridos. La procesión siempre se celebra el 2 de febrero aun cuando el [[Oficio Divino|Oficio]] y la Misa de la [[fiestas eclesiásticas|fiesta]] fueran transferidas al 3 de febrero. Antes de la reforma de la liturgia latina por [[Papa San Pío V|Pío V]] (1568), en las iglesias del norte y del oeste de los Alpes esta [[ceremonia]] era más [[solemnidad|solemne]]. Después de la quinta oración se cantaba un [[prefacio]]. La antífona “Ave María” precedía al "Adorna". Mientras que ahora la procesión se celebra dentro de la iglesia, en la Edad Media el clero abandonaba la iglesia y visitaba el cementerio que lo rodeaba. Una vez que regresaba la procesión, un [[sacerdote]] con la imagen del Niño Dios, la recibía en la puerta y entraban a la iglesia con el clero, quienes cantaban el cántico de Zacarías, el “[[[Benedictus|Benedictus Dominus Deus Israel]]". En la conclusión, al entrar al [[santuario]], el coro cantaba el [[responsorio]], "Gaude Maria Virgo" o la prosa, "Inviolata" o alguna otra antífona en [[honor]] a la [[María|Santísima Virgen]]. | |
− | |||
− | + | '''NOTAS''': | |
− | + | [1] Lupercalia: Festival de la fertilidad en la antigua Roma que se celebraba el 15 de febrero en honor al dios pastoral Luperco. | |
− | + | '''Fuente''': Holweck, Frederick. "Candlemas." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. 30 Oct. 2010 | |
− | + | <http://www.newadvent.org/cathen/03245b.htm>. | |
− | Traducido por Margarita Mayorquín | + | |
+ | Traducido por Margarita Mayorquín. rc |
Última revisión de 19:47 30 oct 2010
Llamada también Fiesta de la Purificación de María (griego, Hupapante), Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo. En el rito latino se observa el día 2 de febrero.
De acuerdo a la ley mosaica, una madre que había dado a luz a un hijo varón era considerada impura por siete días; además debía permanecer treinta y tres días "en purificación de su sangre"; pero si daba a luz a una niña, se duplicaba el tiempo que excluía a la madre del santuario. Al cumplirse el tiempo de su purificación (cuarenta u ochenta días) la madre debía traer al Templo un cordero para el holocausto y un pichón de paloma o una tórtola por el pecado"; si no era capaz de ofrecer un cordero, podía presentar dos tórtolas o dos pichones; el sacerdote oraba por ella y entonces quedaba limpia. (Levítico 12,2-8).
Cuarenta días después del nacimiento de Cristo María cumplió con este precepto de la Ley; ella redimió a su primogénito en el Templo (Números 18,15), y fue purificada por la oración del Bendito Simeón, en la presencia de Ana la profetisa (Lucas 2,22 ss.). Sin duda, la primitiva Iglesia de Jerusalén celebraba este acontecimiento, la primera presentación solemne de Cristo en la casa de Dios. Lo encontramos testimoniado para la primera mitad del siglo IV por la peregrina de Burdeos, Egeria o Silvia. El día (14 de febrero) se guardaba solemnemente con una procesión a la Basílica Constantiniana de la Resurrección, una homilía sobre Lucas 2,22 ss., y el Santo Sacrificio. Pero todavía la fiesta no tenía nombre propio; se le llamaba simplemente día cuadragésimo después de la Epifanía. Esta última circunstancia prueba que la Epifanía en Jerusalén era entonces la Fiesta del Nacimiento de Cristo.
Desde Jerusalén esta fiesta del día cuadragésimo se extendió a toda la Iglesia, y más tarde se celebraba el 2 de febrero, ya que en los últimos veinticinco años del siglo IV se introdujo la fiesta romana de la Natividad de Cristo (25 de diciembre). Fue atestiguada en Antioquía en 526 (Cedrenue); el emperador Justiniano I la introdujo a todo el Imperio Oriental (542) en acción de gracias por el cese de la gran pestilencia que había despoblado la ciudad de Constantinopla. En la Iglesia Griega fue llamada Hypapante tou Kyriou, el encuentro (occursus) del Señor y su Madre con Simeón y Ana. Los armenios la llaman: "La Venida del Hijo de Dios al Templo" y todavía la observan el 14 de febrero (Tondini di Quaracchi, Calendrier de la Nation Arménienne, 1906, 48); los coptos la llaman "la presentación del Señor en el Templo" (Nilles, Kal. Man., II 571, 643). Quizás el decreto de Justiniano también le dio ocasión a la Iglesia Romana (¿a Gregorio I?) para que introdujera esta fiesta, pero aún falta información definida sobre este punto.
La fiesta aparece en el sacramentario gelasiano (tradición manuscrita del siglo VII) bajo el nuevo título de Purificación de la Santísima Virgen María, pero no se menciona la procesión. El Papa Sergio I (687-701) introdujo una procesión para este día. El gregoriano (tradición del siglo VIII) no habla de esta procesión, cuyo dato prueba que la procesión de Sergio era "la estación" ordinaria, no el acto litúrgico de hoy. Ciertamente que el Papa Gelasio no introdujo esta fiesta para suprimir los excesos del “lupercalia” [1] (Migne, Missale Gothicum, 691), y esto se extendió lentamente en Occidente; no se encuentra en "el Leccionario" de Silos (650), ni en el "Calendario" (731-741) de Santa Genoveva de París. En Oriente se celebraba como un fiesta del Señor; en Occidente como una fiesta de María; aunque el invitatorio (Gaude et lætare, Jerusalén, occurrens Deo tuo), las antífonas y responsorios nos recuerden su concepción original como una fiesta del Señor. La bendición de las velas no entró al uso común antes del siglo XI; esto no tiene nada en común con la procesión del “lupercalia”. En la Iglesia Latina esta Fiesta (Purificatio B.M.V.) es una doble de segunda clase. En la Edad Media tenía una octava en la mayoría de las diócesis; también hoy día las órdenes religiosas cuyo objeto especial es la veneración de la Madre de Dios (carmelitas, servitas) y muchas diócesis (Loreto, la provincia de Siena, etc.) celebran la octava.
Bendición de las velas y procesión
De acuerdo al Misal Romano, después de tercia el celebrante, vestido con la estola y capa pluvial de color púrpura, se para la lado del altar desde donde se lee la epístola y bendice las velas (las cuales deben ser elaboradas con ceras de abeja) habiendo cantado o recitado las cinco oraciones prescritas, rocía e inciensa las candelas. Luego de haber cantado o recitado las cinco oraciones prescritas, asperja e incensa las velas; luego las distribuye al clero y a los laicos mientras el coro canta "El Cantico de Simeón (Nunc Dimittis). Se repite la antífona "Lumen ad revelationem gentium et gloriam plebis tuæ Israel" después de cada verso, según la costumbre medieval de cantar las antífonas. Durante la procesión que ahora sigue, y en la que todos los presentes llevan velas encendidas en sus manos, el coro canta la antífona "Adorna thalamum tuum, Sion", compuesta por San Juan Damasceno, una de los pocas piezas cuyos texto y música la Iglesia Romana ha tomados prestados de los griegos. Las otras antífonas son de origen romano.
La procesión solemne representa la entrada de Cristo, que es la Luz del Mundo, al Templo de Jerusalén. Forma una parte esencial de los servicios litúrgicos del día, y se debe celebrar en cada parroquia donde se pueda tener los ministros requeridos. La procesión siempre se celebra el 2 de febrero aun cuando el Oficio y la Misa de la fiesta fueran transferidas al 3 de febrero. Antes de la reforma de la liturgia latina por Pío V (1568), en las iglesias del norte y del oeste de los Alpes esta ceremonia era más solemne. Después de la quinta oración se cantaba un prefacio. La antífona “Ave María” precedía al "Adorna". Mientras que ahora la procesión se celebra dentro de la iglesia, en la Edad Media el clero abandonaba la iglesia y visitaba el cementerio que lo rodeaba. Una vez que regresaba la procesión, un sacerdote con la imagen del Niño Dios, la recibía en la puerta y entraban a la iglesia con el clero, quienes cantaban el cántico de Zacarías, el “[[[Benedictus|Benedictus Dominus Deus Israel]]". En la conclusión, al entrar al santuario, el coro cantaba el responsorio, "Gaude Maria Virgo" o la prosa, "Inviolata" o alguna otra antífona en honor a la Santísima Virgen.
NOTAS:
[1] Lupercalia: Festival de la fertilidad en la antigua Roma que se celebraba el 15 de febrero en honor al dios pastoral Luperco.
Fuente: Holweck, Frederick. "Candlemas." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. 30 Oct. 2010 <http://www.newadvent.org/cathen/03245b.htm>.
Traducido por Margarita Mayorquín. rc