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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Escuela Árabe de Filosofía»

De Enciclopedia Católica

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Hasta el siglo VIII los Árabes, a pesar de lo que expresaba su religión, sintiendo un algo de poesía mística, cayeron en dar expresión a sus pensamientos acerca del rededor del mundo de ellos, excepto no muy lejos como esos pensamientos podría haber dicho ser expresados en el Corán. Fué solo cuando ellos vinieron en contacto con otras civilizaciones, notable, como la persa, cuando sus actividades especulativas y científicas fueron estimuladas en acción. Una circunstancia en la que favorecieron el estudio de cartas y filosofía, fue la ascensión al trono cerca de 750 A: D: de Abassides una línea culta de Caliphs, quien animo aprendiendo y patrocinando las representatividades principalmente, Siria y Persia de cultura extranjera. La introducción de ideas extranjeras resulto al primero en duplicidad movimiento entre los seguidores de Mohamed. Fue de una parte el movimiento en dirección de heterodoxia, una forma de racionalismo preguntante de autoridad del Corán que guió la expulsión de corriente antropomorfista y fatalista. Los representativos de este movimiento fueron llamados "Motazilites" O " Disidentes" Fueron los primeros herejes del Islam. Opuestos a este movimiento fue la corriente ortodoxa tendiendo a enfatizar mas y más la autoridad del Corán, mientras, al mismo tiempo intentaba hacer esto con la ayuda de la filosofía griega y ciencia. Los representantes de este movimiento llamado "Motacallimim" O " profesores del mundo" Ellos fueron racionalistas, su verdad, no lejos de caer en la filosofía griega por sus explicaciones metafísicas y físicas del fenómeno. Aun, su apuntar a guardar entre los limites ortodoxos de su creencia. En esto ellos taladraron cerca la semejanza de su primer escuela de hombres del cristianismo europeo. En reacción contra ambas los "Motozilites" contra "Motacallimim" elevaron a "Sufis" o "Místicos" quien floreció principalmente en la porción de Persia, del Imperio Árabe. Ellos representaron la mas extrema fase de protesta contra toda pregunta filosófica. Ellos condenaron el uso de filosofía griega, aun entre los limites de ortodoxia, y enseñaron que toda verdad que haya puede ser conseguida por lecturas reverentes del Corán y meditación de palabras del texto sagrado. Ellos colocaron la contemplación sobre la observación y pregunta y colocaron valor en meditación estática, más que en el estudio de Platón y Aristóteles. Desde el conflicto de estas fuerzas divergentes se elevo sobre el siglo IX, la tendencia de pensamientos representados por los filósofos del Islam. Estos filósofos tenían mas en común que los disidentes y los teólogos que con los místicos, ellos hicieron amplio uso de la filosofía griega y en su libre interrogar en los secretos de la naturaleza, en los que ellos pronto aventajaron los griegos ellos mismos, ellos pagaron poca atención a la autoridad del Corán. Por esta razón ellos cayeron en desprecio con las reglas ambos en el Norte de África y Espala, también como en el Este, e instancias de persecución, exilio, y muerte impuesta por Caliphs en los filósofos del Islam, fue de frecuente ocurrencia del siglo IX al XIII.
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Hasta el siglo VIII, aunque los árabes expresaron sus sentimientos religiosos en una poesía un tanto [[misticismo | mística]], fallaron en expresar sus pensamientos sobre el mundo que los rodeaba, excepto en la medida en que se puede decir que expresaron esos pensamientos en el [[Corán]]. Fue sólo cuando entraron en contacto con otras civilizaciones, en particular con la de [[Persia]], que entraron en acción sus actividades especulativas y científicas. Una circunstancia que favoreció el estudio de las letras y la [[filosofía]] fue la ascensión al trono hacia el año 750 de los Abásides, una línea de califas ilustrados que fomentaron el aprendizaje y patrocinaron a los representantes de la cultura extranjera,  principalmente [[Siria | sirios]] y persas. La introducción de [[idea]]s extranjeras resultó al principio en un doble movimiento entre los seguidores de [[Mahoma y mahometismo | Mahoma]]. Hubo, por una parte, un movimiento hacia la [[heterodoxia]], una especie de cuestionamiento [[racionalismo | racionalista]] de la autoridad del Corán, que dio lugar al rechazo del actual [[antropomorfismo]] y al [[fatalismo]]. Los representantes de este movimiento fueron llamados "Motazilites" o "disidentes". Ellos fueron los primeros [[herejía | herejes]] del [[Mahoma y mahometismo | Islam]].
  
Hablando del origen de las escuelas neoplatónicas de Siria y Persia, el filosofo de los arabes, fue al principio Platónico en espíritu y tendencia. Los árabes tradujeron a "Timaeus" la "República" y las "Leyes" y cuando atrajeron por los tratados médicos de Galen, ellos fueron guiados al estudio de Aristóteles, ellos tradujeron no solo los escritos genuinos de Stagirite, sino, también ellos también llamaron "Teología Aristotélica" en la que fueron meramente una compilación de "Eneas" y Plotinus, y el famoso "Libre de Causa" que fue una compilación de "Elementos de Teología" de Proclus. Esto del principio, ellos impartieron enseñanza de Aristóteles un neoplatonismo significante y aun esos entre ellos quienes vinieron a ser reconocidos como los más fieles exponentes del Aristotelismo, no fueron enteramente libres de la influencia de los neoplatonistas. La vista de Plotinus de la realidad como una forma de pirámide con Dios, en el ápice y cosas materiales en la base y la vista de Proclus de constitutivos universales como constitución de una jerarquía de "Causas" mediantes entre Dios y Materia, vino a ser reconocidas vistas en escuelas filosóficas del este y Oeste del Islam.
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La corriente [[ortodoxia | ortodoxa]] se opuso a este movimiento, y tendió a enfatizar más y más la autoridad del Corán, mientras que, al mismo tiempo, trató de hacerlo con la ayuda de la [[ciencia y la Iglesia | ciencia]] y la [[filosofía]] griega.   Los representantes de este movimiento fueron llamados los “Motacallimin” o “profesores de la palabra”.  Eran los racionalistas, es cierto, en la medida en que volvieron a caer en la filosofía griega para sus explicaciones metafísicas y físicas de los fenómenos; sin embargo, su objetivo era mantenerse dentro de los límites de la [[creencia]] ortodoxa.  En esto se parecían mucho a los primeros [[escolasticismo | escolásticos]] de la [[Europa]] [[cristianismo | cristiana]].
  
Entre los más famosos de los filósofos arabes del Este fueron Alkendi o Alkindi (cerca del año 870) Alfarabi ( cerca de 950) Avicena o Ibn Sina (980-1037) el astrónomo Alhasen ( siglo XI) y Algazel o Gazali (1059-1111) En el Oeste, que esta en el Norte de Africa y en la España Mora, los filósofos mas celebrados fueron Avempace, o Ibn Badsha (d. 1138), Abubacer, o Abn Bekr, también llamado Ibn Tofail (1100-85), y Averroes, o Ibn Roshd (1126-98). De estos Avempace, Avicenna, y Averroes fueron bien conocidos de los escolásticos. Avicebrol, quien la escuela de hombres veía como un árabe, fue en realidad un filósofo judío y escritor poeta llamado Salomon ben Gabirol.  
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En reacción tanto contra los “Motazilites” como contra los “Motacallimin" surgieron los “sufíes”o "místicos ", que florecieron principalmente en la parte persa del Imperio Árabe.  Ellos representaron la fase más extrema de protesta contra toda investigación filosófica; condenaron el uso de la filosofía griega incluso dentro de los límites de la ortodoxia, y enseñaban que todo lo que hay de [[verdad]] se podía encontrar en la lectura reverente del Corán y en la meditación de las palabras del texto sagrado. Colocaron la contemplación por encima de la observación y la investigación, y le dieron más valor a la meditación [[éxtasis | extática]] que al estudio de [[Platón y platonismo | Platón]] y [[Aristóteles]].
  
La filosofía de los árabes no es distinguida por su originalidad, en punto, de hecho es una mera interpretación de la filosofía griega y aun como una interpretación, agrega un poco a las interpretaciones ya dadas por Plotinus, Proclus, Simplicius, y los neoplatonistas Sirios.
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Desde el conflicto de estas fuerzas divergentes surgió, hacia el siglo IX, la tendencia de pensamiento representada por los filósofos del Islam.  Estos filósofos tenían más en común con los disidentes y los [[teología dogmática | teólogos]] que con los místicos; usaban ampliamente la filosofía griega, y en su investigación libre de los secretos de la [[naturaleza]], en el que pronto superaron a los propios griegos, prestaron poca atención a la autoridad del Corán.  Por esta [[razón]] cayeron en descrédito con los gobernantes, tanto en el norte de [[África]] y [[España]], como en Oriente, desde el siglo IX al XIII ocurrieron frecuentemente casos de [[persecución]], exilio y muerte infligidos por los califas contra los filósofos del Islam.  
  
Es árabe, solo en el sentido que fue escrita en árabe, los más grandes de estos representantes Avicena y Averroes, no fueron nativos de la península árabe, del todo. En un respeto solo fue el desarrollo árabe de la filosofía griega, llamada en relación con medicina y fue en vista que ellos ejercieron la mas lejana influencia de alcance en Europa.
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Teniendo su origen en las [[escuelas]] [[neoplatonismo | neoplatónicas]] de [[Siria]] y [[Persia]], la filosofía de los árabes fue al principio platónica en espíritu y tendencia.  Los árabes tradujeron el "Timeo", la "República" y las "Leyes", y cuando, atraídos por los tratados médicos de Galeno, fueron llevados al estudio de Aristóteles, tradujeron no sólo los escritos [[auténtico | genuinos]] del Estagirita, sino también la llamada "Theologia Aristotelis" que no era más que una recopilación de las “Enéadas” de Plotino, y el famoso "Liber de Causis”, que era una compilación de los" Elementos de Teología "de Proclo.  Así, desde el principio, le impartieron un sentido neoplatónico a la enseñanza aristotélica, e incluso aquellos de entre ellos que llegaron a ser reconocidos como los más fieles exponentes del aristotelismo no estaban del todo libres de la influencia de los neo-platónicos. La visión de la realidad de Plotino, como una especie de pirámide con [[Dios]] en el ápice y las cosas materiales en la base, y la opinión de Proclo sobre los [[universales]] hipostáticos como constitutivos de una jerarquía de "[[causa]]s" mediadoras entre Dios y la materia, llegaron a ser puntos de vista reconocidos en las escuelas filosóficas del Islam oriental y occidental.
  
Como los neoplatonistas de quienes ellos tomaron prestada su interpretación de Aristóteles, los árabes fueron panteístas y semipanteístas. Aristóteles enseñó que objeto es sustrato eterno de movimiento en eternidad, enseñó los comentarios árabes, no hay distinción entre lo actual y lo posible, entre el sustrato o sujeto del movimiento y motor. Sin embargo cuando los árabes dieron valor a sus convicciones ellos enseñaron mas o menos abiertamente que Dios es el primer motor, es realmente el sujeto de movimiento, que El y el universo son sustancialmente idénticos. Los maestros variados, sin embargo, compromiso mas o menos exitoso entre panteísmo filosófico y monoteísmo del Corán, Con miras del gobierno del universo, los árabes enseñaron que la Divina Providencia concierne solo con el universo, no con lo particular. El mundo dice Averroes, es una ciudad que es gobernada por el centro con leyes que son inmediatamente autoridad extendidas solo en su propio palacio, pero quien a través de sus subordinados, regula cada y todo distrito de la ciudad, sujeto a su imperio. Esta doctrina implicada con la meditación de sin número de seres de la alta inteligencia, bajo la mas baja criatura material. Desde Dios, quien es verdaderamente el Autor, pensó el no puede ser llamado el Creador del Universo, ahí emana en el primer lugar, la primera inteligencia (consanguíneo de Logos de Filo), entonces la segunda inteligencia, y así, abajo del más bajo de todas las inteligencias cósmicas, la inteligencia que anima y dirige la esfera de la luna. Cada una de estas inteligencias es incorporada o habita la dura esfera. De ahí, la cercana dependencia de la astrología medieval de los árabes y sus discípulos inmediatos en astronomía, como por instancia, Roger Bacon. La más baja inteligencia que refiere tiene solo hecho ( la inteligencia, que regula la esfera de la luna) juega una importante parte en la psicología de los árabes. En tratados de conocimiento intelectual Aristóteles enseñó que la adquisición de ideas mentales de principio doble está envuelto en una activa y otra pasiva. El texto de Aristóteles siendo obscuro de este punto (De Anima, libro III).
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Entre los más famosos de los filósofos árabes de Oriente estaban Alkendi o Alkindi (m. hacia el año 870), Alfarabi (m. alrededor del 950), [[Avicena]] o Ibn Sina (980-1037), el astrónomo Alhazen (siglo XI), y Algazel o Gazali (1059-1111). En Occidente, es decir, en el norte de África y en la España musulmana, los filósofos más célebres fueron [[Avempace]] o Ibn Badsha (m. 1138), Abubacer o Bekr Abn, también llamado Ibn Tofail (1100-1185), y [[Averroes]], o Ibn Roshd (1126-1198). De éstos, Avempace, Avicena, y Averroes fueron más conocidos de los escolásticos.  [[Avicebrol]], a quien los escolásticos consideraban como un árabe, era en realidad un filósofo y escritor poético judío llamado Salomon ben Gabirol. La filosofía de los árabes no se distingue por su originalidad; de hecho, no es más que una interpretación de la filosofía griega, e incluso como una interpretación, añade poco a las interpretaciones ya dadas por Plotino, Proclo, Simplicio y los neoplatónicos sirios.  Es árabe sólo en el sentido de que fue escrita en arábigo---sus representantes mayores, Avicena y Averroes, no eran nativos de la península arábiga en absoluto. Sólo en un aspecto los árabes desarrollaron la filosofía griega, es decir, en su relación con la [[historia de la medicina | medicina]], y fue en este sentido que ejercieron la influencia de mayor trascendencia en Europa.  
  
Los comentarios fueron de un conocimiento perdido que Stagirita, significo por su "intelecto activo" es como algo físico distinto del alma individual, una inteligencia llamada, que es como algo común a todo hombre. Los árabes adoptaron este monopsiquismo e hicieron parte de su psicología. Esto es, ellos enseñaron pero un intelecto activo y que es común a los hombres. Esto reside en la esfera de la luna, pero siendo traído, en algún camino, en contacto con el alma individual ( que por ahí, "participa" en el) esto genera, donde el universo abstracto, inmaterial, idea. Fue principalmente contra esta doctrina de unidad y separación del intelecto activo que los escolásticos dirigieron sus ataques en los árabes. Los escolásticos objetaron de la doctrina en dos cuentas. Ellos negaron que fue doctrina defendible tenaz en psicología y ellos negaron que fuera fiel interpretación de Aristóteles. Esto es la principal contención de Alberto el Grande y Santo Tomás, ambos a quienes escribieron tratados especiales en unidad el intelecto y en un punto, al menos el mas no simpática critica del escolasticismo, de acuerdo con ellos, llamado cuando ellos arguían el monopsiquismo no es guardado con tono general y espíritu de filosofía aristotélica.
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Al igual que los neoplatónicos de quienes tomaron su interpretación de Aristóteles, los árabes eran [[panteísmo | panteístas]] o semipanteístas.   Aristóteles enseñó que la materia es el sustrato de movimiento eterno; en la [[eternidad]], enseñaban los comentaristas árabes, no hay distinción entre lo real y lo posible, entre el sustrato, o sujeto, de movimiento y el Movedor.  Por lo tanto, cada vez que los árabes tuvieron el coraje de sus convicciones enseñaron más o menos abiertamente que [[Dios]], el primer motor, es realmente el sujeto de movimiento, que Él y el [[Universo]] son sustancialmente idénticos.  Sin embargo, varios profesores transigieron más o menos exitosamente entre el [[panteísmo]] filosófico y el [[monoteísmo]] del Corán.
  
Otro aspecto del monopsiquismo, al que los escolásticos no cayeron en tomar atención fue esto conducido a una pregunta de perecedero. El intelecto pasivo, las enseñanzas árabes, es material y peligro con el cuerpo. El intelecto activo a pesar de su inmaterialidad y de ahí inmortalidad, no es parte del alma individual. Ahí, nada , entonces en el hombre qut tiene el poder de resistir la muerte, y decir este hombre es inmortal porque lo impersonal, universal, intelecto es inmortal, no tiene mas significado entonces si uno fue a decir que el hombre es inmortal porque las leyes de la naturaleza son inmortales. Esta conclusión es francamente admitida por Averroes, quien enseña que de acuerdo a la filosofía, el alma humana es mortal, a pesar de acuerdos con teología es inmortal. Esta admisión del principio de duplicidad verdadera (llamada, que es falsa en filosofía, pero verdadera en teología y viceversa) enseña más claramente que ninguna otra cosa la irreconciabilidad inherente de la filosofía griega y el escolasticismo. El movimiento escolástico desde el principio a fin, sin embargo puede ser desviaciones y aberraciones en oros puntos, tomados lealmente a este principio, que entonces Dios es el Autor de toda verdad, la verdad de la razon y la verdad de la revelación (esto es filosofía y teología) no puede venir a ningun conflicto real. El principio de declinar del escolasticismo, data desde la introducción (de fuentes árabes) en las escuelas de un principio dje doble verdad. En la adquisición del conocimiento los árabes enseñaron que hay un contacto (copulatio, continuatio) del intelecto activo impersonal con el pasivo intelecto individual.
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En lo que respecta al gobierno del universo, los árabes enseñaron que la [[Divina Providencia]] se ocupa sólo de lo universal, no de lo particular. El mundo, dice Averroes, es una ciudad que es gobernada desde el centro por un gobernante cuya autoridad inmediata se extiende sólo a su propio palacio, pero quien, a través de sus subordinados, gobierna cada uno y todos los distritos de la ciudad bajo su dominio.  Esta doctrina implica la mediación de innumerables seres desde la inteligencia superior hasta la criatura material más baja.  De Dios, que es de hecho el autor, aunque no puede ser llamado el Creador, del Universo, emana, en primer lugar, la primera inteligencia (similar al [[el Logos | Logos]] de [[Filo Judeo | Filón]]); luego la segunda inteligencia, y así sucesivamente, hasta la más baja de todas las inteligencias cósmicas, la inteligencia que anima y dirige la esfera de la luna.   Cada una de estas inteligencias es incorporada en, o habita en una esfera celeste---de ahí la estrecha dependencia de la [[astrología]] [[Edad Media | medieval]] sobre los árabes, y sobre sus [[discípulo]]s inmediatos en la [[astronomía]], como, por ejemplo, [[Roger Bacon]].  La inteligencia [[menor]], a la que se ha hecho referencia (la inteligencia que rige la esfera de la luna), juega un papel importante en la [[psicología]] de los árabes.
  
El contacto verdadero es solo momentáneo. El intelecto pasivo, sin embargo tiene un largo para el intelecto activo, lo desea, como forma de deseo objeto. De ahí, la tendencia de una parte del alma individual hacia una unión mas permanente con el gran intelecto impersonal, una unión que es para ser lograda con una práctica de asceticismo y el ejercicio de poderes contemplativos de mente. En esta unión el hombre se vuelve santo y profeta, un ser divino, mas que humano, en este estado de extasis, todo eso es base y se vuelve despreciable en lo sublime y noble, hasta que el último hombre puede exclamar "Yo soy Dios" Aquí, nuevamente uno ve como cercanamente los árabes reproducen la doctrina neoplatónica de purificación y extasis. Es solo sereno, cuando agrega algo de lo más fiel aristotélico entre los árabes como Averroes fue satisfecho de poner conocimiento científico en lugar de estática contemplación y esos éxitos logrados en contradicciones implicadas en el misticismo de Sufis.
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En el tratamiento del [[conocimiento]] intelectual de Aristóteles, (véase [[Aristóteles]]) enseñaron que en la adquisición de las ideas está involucrado un doble principio [[mente | mental]], uno activo y otro pasivo. El texto de Aristóteles es oscuro en este punto (De Anima, Libro III), debido a lo cual los comentaristas no sabían qué hacer para saber lo que el Estagirita denotaba por “[[intelecto]] activo”.  Los árabes aquí, como en todas partes, tomaron la tradición de los neo-platónicos.  Éstos habían enseñado que el "intelecto activo" es algo físicamente distinto del [[alma]] [[individuo, individualidad | individual]]; una inteligencia, es decir, de alguna manera, común a todos los [[hombre]]s.  Los árabes adoptaron este monopsiquismo y lo hicieron parte de su psicología. Enseñaron que hay sólo un intelecto activo, y que es común a todos los hombres.  Reside en la esfera de la luna, pero, siendo traído, de alguna manera, en contacto con el alma individual (que de ese modo "participa" en él), genera la [[idea]] universal, abstracta, inmaterial.  Fue principalmente contra esta doctrina de la unidad y separación del intelecto activo que los escolásticos dirigieron sus ataques contra los árabes. Los escolásticos se opusieron a la doctrina por partida doble.  Negaron que fuera una doctrina defendible en psicología, y negaron que fuese una fiel interpretación de Aristóteles.  Este es el argumento principal de [[San Alberto Magno]] y [[Santo Tomás de Aquino | Santo Tomás]], quienes escribieron tratados especiales sobre la unidad del intelecto, y en un punto al menos el crítico más antipático del [[escolasticismo]] está de acuerdo con ellos, a saber, cuando argumentan que monopsiquismo no es acorde con el tono general y el espíritu de la filosofía aristotélica.  
  
La filosofía árabe, es bien conocida, ejercida en profunda influencia con la filosofía escolástica del siglo XII y centurias exitosas. No es tan bien conocida como el escolasticismo fue en su elevación, cuando Alberto y Tomás fueron atraída atención con sus brillantes exposiciones de filosofía Aristotélica, fue un gran corazón del refugio escolástico, la universidad de Paris, un grupo de filósofos quienes abiertamente profesaron adherencia a la doctrina de Averroes, Y esta cuenta corriente de Averroísmo, es trazo en el progreso de la filosofía escolástica, baja al tiempo del Renacimiento.
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Otro aspecto del monopsiquismo al que los escolásticos no dejaron de llamar la atención fue su incidencia en la cuestión de la [[inmortalidad]].  Los árabes enseñaban que el intelecto pasivo es material y perece con el cuerpo.  El intelecto activo, aunque es inmaterial y, por lo tanto, incorruptible, no es parte del alma individual.  Por lo tanto, no hay nada en el hombre que tenga el poder de resistir a la muerte; y decir que el hombre es inmortal porque el intelecto impersonal y universal es inmortal no tiene más sentido que si uno dijera que el hombre es inmortal porque la [[ley natural]] es inmortal.  Esta conclusión es francamente admitida por Averroes, quien enseña que de acuerdo a la filosofía el alma humana es mortal, aunque de acuerdo a la [[teología dogmática | teología]] es inmortal.  Esta admisión del principio de la doble verdad (es decir, que lo que es [[falsedad | falso]] en filosofía puede ser cierto en teología, y viceversa) muestra con más claridad que cualquier otra cosa la incompatibilidad inherente de la filosofía árabe y el escolasticismo.  El movimiento escolástico de principio a fin, sin importar cuáles sean sus desviaciones y aberraciones en otros puntos, se adhirió firmemente al principio de que, puesto que Dios es el Autor de toda verdad, la verdad de la [[razón]] y la verdad de la [[revelación]] (es decir, filosofía y teología) no pueden entrar en cualquier conflicto real.
  
Aún uno no debe encarecer la deuda con el escolasticismo obligado al Arabismo, como fue llamado. Los árabes contribuyeron en un muy amplio grado a hacer conocido Aristóteles en la Europa cristiana, sin embargo, haciendo esto, ellos fueron trasmitiendo que ellos mismos había recibido de las fuentes cristianas y sin embargo Aristóteles quien finalmente gano reconocimiento en la Europa Cristiana, no el Aristóteles árabe, pero el Aristóteles griego, quien vino a Europa del Oeste, con camino de Constantinopla. Los Árabes en segundo lugar contribuyeron a la medicina medieval, geografía, astronomía, aritmética y química, pero cayeron en arrojar con influencia directa en filosofía. Ellos provocaron discusiones, sus doctrinas fueron ocasión de disputa y controversia, y esto indirectamente, ellos contribuyeron a desarrollar la filosofía de las Escuelas, pero entre ellos no pudieron decir tener contribución hacia formación del pensamiento del curso escolástico. Verdaderamente el espíritu entero de filosofía árabe, su tendencia hacia el materialismo panteísta, es doctrina de unidad del intelecto, su titubeo en el problema de la inmortalidad individual y sobre todo su doctrina de doble verdad, debe ser revelada y cada punto de posible contacto el expresar imposibilidad de reconciliación entre árabes y escolásticos aristotélicos. Esta es verdad de hombres de escuela o alguien de ellos al menos dibujaron largamente de Avicebrol "Fons Vitae" pero a pesar de ello ellos no sospecharon, sus maestros en el caso fue un judío, no un árabe. Verdaderamente toda influencia vino de la Mezquita pasada a través de la Sinagoga, antes de alcanzara la iglesia. Cuando los árabes trabajaron fueron traducidos al latín, la traducción fue a menudo hecha de la traducción hebrea, de los textos árabes y el judío fue a menudo el único significado de intercambio de ideas entre moros y cristianos españoles. Sin embargo el escolasticismo se debe a los árabes, y se debe igualmente, si no en gran medida a los judíos.  
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El comienzo de la decadencia del escolasticismo se remonta a la introducción en las [[escuelas]] (desde fuentes [[Arabia | árabes]])  del principio de la doble verdad. Los árabes enseñaban que en la adquisición de conocimientos hay un contacto (''copulatio, continuatio'') del intelecto activo impersonal con el intelecto pasivo individual.   El contacto, de hecho, es sólo momentáneo.  Sin embargo, el intelecto pasivo tiene un anhelo por el intelecto activo, lo desea así como la [[materia]] desea la forma. De ahí la tendencia por parte del alma individual hacia una unión más permanente con el gran intelecto impersonal, una unión que se alcanzará por medio de la práctica del [[ascetismo]] y el ejercicio de las facultades contemplativas de la [[mente]].  En esta unión el hombre se convierte en un [[santidad | santo]] y un vidente, un ser más bien divino que humano; en este estado de [[éxtasis]] todo lo que es inferior y pequeño se transforma en lo sublime y lo noble, hasta que al fin el hombre pueda exclamar: "Yo soy Dios". Una vez más vemos cuan cercanamente los árabes reproducen la doctrina neoplatónica de la purificación y el éxtasis. Sin embargo, es justo añadir que algunos de los árabes aristotélicos más fieles, como Averroes, se contentaron con poner el conocimiento científico en el lugar de la contemplación extática, y así lograron evitar las contradicciones implícitas en el [[misticismo]] de los sufíes.  
  
MUNK, Mezcla de filosofía judía y árabe, , . . . (Paris, 1859); DIETERICI, Die Philosophie der Araber (Berlin, Leipzig, 1858); Archiv f. Gesch. Der Phil., especially for 1889 and 1904; UEBERWEG- HEINZE, Gesch. der Phil., II, (9th ed., Berlin, 1905), 234 sqq.; TURNER, Hist. of Phil. (Boston, 1903), 311 sqq.  
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Como es bien sabido, la filosofía árabe ejerció una profunda influencia en la filosofía escolástica de los siglos XII y posteriores. No es tan conocido que, incluso cuando la escolástica estaba en su apogeo, cuando Alberto y Tomás atraían la atención por su brillante exposición de la filosofía aristotélica, había en el corazón mismo de la fortaleza escolástica, la [[Universidad de París]], un grupo de filósofos que profesaban abiertamente la adhesión a la doctrina de Averroes. Y esta contracorriente del averroísmo es detectable en el progreso de la filosofía escolástica hasta el tiempo del [[Renacimiento]]. Sin embargo, no hay que sobrevalorar lo que el escolasticismo le debe al "arabismo", como se le llamaba. Los árabes contribuyeron en gran medida en dar a conocer a Aristóteles en la Europa cristiana; sin embargo, al hacerlo, estaban sólo transmitiendo lo que ellos mismos habían recibido de fuentes cristianas; y, por otra parte, el Aristóteles que finalmente ganó el reconocimiento en la Europa cristiana no fue el Aristóteles árabe, sino el Aristóteles griego, que llegó a Europa Occidental a través de [[Constantinopla]].
  
WILLIAM TURNER  
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En segundo lugar, los árabes contribuyeron a la medicina, la geografía, la astronomía, la aritmética y a la química medieval, pero no pudieron ejercer ninguna influencia directa en la [[filosofía]].  Provocaron discusiones, sus doctrinas fueron motivo de disputa y controversia, y así, indirectamente, contribuyeron al desarrollo de la filosofía de las escuelas; pero, más allá de esto no se puede decir que hubiesen contribuido a la formación del curso de pensamiento escolástico.  Ciertamente todo el espíritu de la filosofía árabe---su tendencia hacia el panteísmo materialista, su doctrina de la unidad del intelecto, su [[duda]] en el problema de la inmortalidad individual, y, sobre todo, su doctrina de la doble verdad---debe haber revelado en cada punto de posible contacto la absoluta imposibilidad de una reconciliación entre el aristotelismo árabe y el escolástico.  Es verdad que los escolásticos, o por lo menos algunos de ellos, extrajeron en gran parte de la “Fons Vitae” de Avicebrol; pero, aunque no lo sospecharan, su maestro en ese caso fue un [[judaísmo | judío]], no un árabe.  De hecho toda la influencia proveniente de la mezquita pasó a través de la [[sinagoga]] antes de llegar a [[la Iglesia]].  Cuando las obras árabes fueron traducidas al latín, la traducción fue hecha a menudo de la traducción al hebreo del texto árabe, y el judío era a menudo el único medio de intercambio de ideas entre la España cristiana y la árabe.  Cualquier cosa que el escolasticismo le deba a los árabes, se debe en igual, si no en mayor medida, a los judíos.
Transcrito por Frank O'Leary
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Traducido por Patricia Reyes
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'''Bibliografía''':  MUNK, Mélanges de philosophie juive et arabe, . . . (París, 1859); DIETERICI, Die Philosophie der Araber (Berlin, Leipzig, 1858); Archiv f. Gesch. Der Phil., especialmente para 1889 y 1904; UEBERWEG- HEINZE, Gesch. der Phil., II, (9na. ed., Berlín, 1905), 234 ss.; TURNER, Hist. of Phil. (Boston, 1903), 311 ss.
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'''Fuente''':  Turner, William. "Arabian School of Philosophy." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907.
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<http://www.newadvent.org/cathen/01674c.htm>.
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Traducido por L M H.

Última revisión de 03:36 31 may 2010

Hasta el siglo VIII, aunque los árabes expresaron sus sentimientos religiosos en una poesía un tanto mística, fallaron en expresar sus pensamientos sobre el mundo que los rodeaba, excepto en la medida en que se puede decir que expresaron esos pensamientos en el Corán. Fue sólo cuando entraron en contacto con otras civilizaciones, en particular con la de Persia, que entraron en acción sus actividades especulativas y científicas. Una circunstancia que favoreció el estudio de las letras y la filosofía fue la ascensión al trono hacia el año 750 de los Abásides, una línea de califas ilustrados que fomentaron el aprendizaje y patrocinaron a los representantes de la cultura extranjera, principalmente sirios y persas. La introducción de ideas extranjeras resultó al principio en un doble movimiento entre los seguidores de Mahoma. Hubo, por una parte, un movimiento hacia la heterodoxia, una especie de cuestionamiento racionalista de la autoridad del Corán, que dio lugar al rechazo del actual antropomorfismo y al fatalismo. Los representantes de este movimiento fueron llamados "Motazilites" o "disidentes". Ellos fueron los primeros herejes del Islam.

La corriente ortodoxa se opuso a este movimiento, y tendió a enfatizar más y más la autoridad del Corán, mientras que, al mismo tiempo, trató de hacerlo con la ayuda de la ciencia y la filosofía griega. Los representantes de este movimiento fueron llamados los “Motacallimin” o “profesores de la palabra”. Eran los racionalistas, es cierto, en la medida en que volvieron a caer en la filosofía griega para sus explicaciones metafísicas y físicas de los fenómenos; sin embargo, su objetivo era mantenerse dentro de los límites de la creencia ortodoxa. En esto se parecían mucho a los primeros escolásticos de la Europa cristiana.

En reacción tanto contra los “Motazilites” como contra los “Motacallimin" surgieron los “sufíes”o "místicos ", que florecieron principalmente en la parte persa del Imperio Árabe. Ellos representaron la fase más extrema de protesta contra toda investigación filosófica; condenaron el uso de la filosofía griega incluso dentro de los límites de la ortodoxia, y enseñaban que todo lo que hay de verdad se podía encontrar en la lectura reverente del Corán y en la meditación de las palabras del texto sagrado. Colocaron la contemplación por encima de la observación y la investigación, y le dieron más valor a la meditación extática que al estudio de Platón y Aristóteles.

Desde el conflicto de estas fuerzas divergentes surgió, hacia el siglo IX, la tendencia de pensamiento representada por los filósofos del Islam. Estos filósofos tenían más en común con los disidentes y los teólogos que con los místicos; usaban ampliamente la filosofía griega, y en su investigación libre de los secretos de la naturaleza, en el que pronto superaron a los propios griegos, prestaron poca atención a la autoridad del Corán. Por esta razón cayeron en descrédito con los gobernantes, tanto en el norte de África y España, como en Oriente, desde el siglo IX al XIII ocurrieron frecuentemente casos de persecución, exilio y muerte infligidos por los califas contra los filósofos del Islam.

Teniendo su origen en las escuelas neoplatónicas de Siria y Persia, la filosofía de los árabes fue al principio platónica en espíritu y tendencia. Los árabes tradujeron el "Timeo", la "República" y las "Leyes", y cuando, atraídos por los tratados médicos de Galeno, fueron llevados al estudio de Aristóteles, tradujeron no sólo los escritos genuinos del Estagirita, sino también la llamada "Theologia Aristotelis" que no era más que una recopilación de las “Enéadas” de Plotino, y el famoso "Liber de Causis”, que era una compilación de los" Elementos de Teología "de Proclo. Así, desde el principio, le impartieron un sentido neoplatónico a la enseñanza aristotélica, e incluso aquellos de entre ellos que llegaron a ser reconocidos como los más fieles exponentes del aristotelismo no estaban del todo libres de la influencia de los neo-platónicos. La visión de la realidad de Plotino, como una especie de pirámide con Dios en el ápice y las cosas materiales en la base, y la opinión de Proclo sobre los universales hipostáticos como constitutivos de una jerarquía de "causas" mediadoras entre Dios y la materia, llegaron a ser puntos de vista reconocidos en las escuelas filosóficas del Islam oriental y occidental.

Entre los más famosos de los filósofos árabes de Oriente estaban Alkendi o Alkindi (m. hacia el año 870), Alfarabi (m. alrededor del 950), Avicena o Ibn Sina (980-1037), el astrónomo Alhazen (siglo XI), y Algazel o Gazali (1059-1111). En Occidente, es decir, en el norte de África y en la España musulmana, los filósofos más célebres fueron Avempace o Ibn Badsha (m. 1138), Abubacer o Bekr Abn, también llamado Ibn Tofail (1100-1185), y Averroes, o Ibn Roshd (1126-1198). De éstos, Avempace, Avicena, y Averroes fueron más conocidos de los escolásticos. Avicebrol, a quien los escolásticos consideraban como un árabe, era en realidad un filósofo y escritor poético judío llamado Salomon ben Gabirol. La filosofía de los árabes no se distingue por su originalidad; de hecho, no es más que una interpretación de la filosofía griega, e incluso como una interpretación, añade poco a las interpretaciones ya dadas por Plotino, Proclo, Simplicio y los neoplatónicos sirios. Es árabe sólo en el sentido de que fue escrita en arábigo---sus representantes mayores, Avicena y Averroes, no eran nativos de la península arábiga en absoluto. Sólo en un aspecto los árabes desarrollaron la filosofía griega, es decir, en su relación con la medicina, y fue en este sentido que ejercieron la influencia de mayor trascendencia en Europa.

Al igual que los neoplatónicos de quienes tomaron su interpretación de Aristóteles, los árabes eran panteístas o semipanteístas. Aristóteles enseñó que la materia es el sustrato de movimiento eterno; en la eternidad, enseñaban los comentaristas árabes, no hay distinción entre lo real y lo posible, entre el sustrato, o sujeto, de movimiento y el Movedor. Por lo tanto, cada vez que los árabes tuvieron el coraje de sus convicciones enseñaron más o menos abiertamente que Dios, el primer motor, es realmente el sujeto de movimiento, que Él y el Universo son sustancialmente idénticos. Sin embargo, varios profesores transigieron más o menos exitosamente entre el panteísmo filosófico y el monoteísmo del Corán.

En lo que respecta al gobierno del universo, los árabes enseñaron que la Divina Providencia se ocupa sólo de lo universal, no de lo particular. El mundo, dice Averroes, es una ciudad que es gobernada desde el centro por un gobernante cuya autoridad inmediata se extiende sólo a su propio palacio, pero quien, a través de sus subordinados, gobierna cada uno y todos los distritos de la ciudad bajo su dominio. Esta doctrina implica la mediación de innumerables seres desde la inteligencia superior hasta la criatura material más baja. De Dios, que es de hecho el autor, aunque no puede ser llamado el Creador, del Universo, emana, en primer lugar, la primera inteligencia (similar al Logos de Filón); luego la segunda inteligencia, y así sucesivamente, hasta la más baja de todas las inteligencias cósmicas, la inteligencia que anima y dirige la esfera de la luna. Cada una de estas inteligencias es incorporada en, o habita en una esfera celeste---de ahí la estrecha dependencia de la astrología medieval sobre los árabes, y sobre sus discípulos inmediatos en la astronomía, como, por ejemplo, Roger Bacon. La inteligencia menor, a la que se ha hecho referencia (la inteligencia que rige la esfera de la luna), juega un papel importante en la psicología de los árabes.

En el tratamiento del conocimiento intelectual de Aristóteles, (véase Aristóteles) enseñaron que en la adquisición de las ideas está involucrado un doble principio mental, uno activo y otro pasivo. El texto de Aristóteles es oscuro en este punto (De Anima, Libro III), debido a lo cual los comentaristas no sabían qué hacer para saber lo que el Estagirita denotaba por “intelecto activo”. Los árabes aquí, como en todas partes, tomaron la tradición de los neo-platónicos. Éstos habían enseñado que el "intelecto activo" es algo físicamente distinto del alma individual; una inteligencia, es decir, de alguna manera, común a todos los hombres. Los árabes adoptaron este monopsiquismo y lo hicieron parte de su psicología. Enseñaron que hay sólo un intelecto activo, y que es común a todos los hombres. Reside en la esfera de la luna, pero, siendo traído, de alguna manera, en contacto con el alma individual (que de ese modo "participa" en él), genera la idea universal, abstracta, inmaterial. Fue principalmente contra esta doctrina de la unidad y separación del intelecto activo que los escolásticos dirigieron sus ataques contra los árabes. Los escolásticos se opusieron a la doctrina por partida doble. Negaron que fuera una doctrina defendible en psicología, y negaron que fuese una fiel interpretación de Aristóteles. Este es el argumento principal de San Alberto Magno y Santo Tomás, quienes escribieron tratados especiales sobre la unidad del intelecto, y en un punto al menos el crítico más antipático del escolasticismo está de acuerdo con ellos, a saber, cuando argumentan que monopsiquismo no es acorde con el tono general y el espíritu de la filosofía aristotélica.

Otro aspecto del monopsiquismo al que los escolásticos no dejaron de llamar la atención fue su incidencia en la cuestión de la inmortalidad. Los árabes enseñaban que el intelecto pasivo es material y perece con el cuerpo. El intelecto activo, aunque es inmaterial y, por lo tanto, incorruptible, no es parte del alma individual. Por lo tanto, no hay nada en el hombre que tenga el poder de resistir a la muerte; y decir que el hombre es inmortal porque el intelecto impersonal y universal es inmortal no tiene más sentido que si uno dijera que el hombre es inmortal porque la ley natural es inmortal. Esta conclusión es francamente admitida por Averroes, quien enseña que de acuerdo a la filosofía el alma humana es mortal, aunque de acuerdo a la teología es inmortal. Esta admisión del principio de la doble verdad (es decir, que lo que es falso en filosofía puede ser cierto en teología, y viceversa) muestra con más claridad que cualquier otra cosa la incompatibilidad inherente de la filosofía árabe y el escolasticismo. El movimiento escolástico de principio a fin, sin importar cuáles sean sus desviaciones y aberraciones en otros puntos, se adhirió firmemente al principio de que, puesto que Dios es el Autor de toda verdad, la verdad de la razón y la verdad de la revelación (es decir, filosofía y teología) no pueden entrar en cualquier conflicto real.

El comienzo de la decadencia del escolasticismo se remonta a la introducción en las escuelas (desde fuentes árabes) del principio de la doble verdad. Los árabes enseñaban que en la adquisición de conocimientos hay un contacto (copulatio, continuatio) del intelecto activo impersonal con el intelecto pasivo individual. El contacto, de hecho, es sólo momentáneo. Sin embargo, el intelecto pasivo tiene un anhelo por el intelecto activo, lo desea así como la materia desea la forma. De ahí la tendencia por parte del alma individual hacia una unión más permanente con el gran intelecto impersonal, una unión que se alcanzará por medio de la práctica del ascetismo y el ejercicio de las facultades contemplativas de la mente. En esta unión el hombre se convierte en un santo y un vidente, un ser más bien divino que humano; en este estado de éxtasis todo lo que es inferior y pequeño se transforma en lo sublime y lo noble, hasta que al fin el hombre pueda exclamar: "Yo soy Dios". Una vez más vemos cuan cercanamente los árabes reproducen la doctrina neoplatónica de la purificación y el éxtasis. Sin embargo, es justo añadir que algunos de los árabes aristotélicos más fieles, como Averroes, se contentaron con poner el conocimiento científico en el lugar de la contemplación extática, y así lograron evitar las contradicciones implícitas en el misticismo de los sufíes.

Como es bien sabido, la filosofía árabe ejerció una profunda influencia en la filosofía escolástica de los siglos XII y posteriores. No es tan conocido que, incluso cuando la escolástica estaba en su apogeo, cuando Alberto y Tomás atraían la atención por su brillante exposición de la filosofía aristotélica, había en el corazón mismo de la fortaleza escolástica, la Universidad de París, un grupo de filósofos que profesaban abiertamente la adhesión a la doctrina de Averroes. Y esta contracorriente del averroísmo es detectable en el progreso de la filosofía escolástica hasta el tiempo del Renacimiento. Sin embargo, no hay que sobrevalorar lo que el escolasticismo le debe al "arabismo", como se le llamaba. Los árabes contribuyeron en gran medida en dar a conocer a Aristóteles en la Europa cristiana; sin embargo, al hacerlo, estaban sólo transmitiendo lo que ellos mismos habían recibido de fuentes cristianas; y, por otra parte, el Aristóteles que finalmente ganó el reconocimiento en la Europa cristiana no fue el Aristóteles árabe, sino el Aristóteles griego, que llegó a Europa Occidental a través de Constantinopla.

En segundo lugar, los árabes contribuyeron a la medicina, la geografía, la astronomía, la aritmética y a la química medieval, pero no pudieron ejercer ninguna influencia directa en la filosofía. Provocaron discusiones, sus doctrinas fueron motivo de disputa y controversia, y así, indirectamente, contribuyeron al desarrollo de la filosofía de las escuelas; pero, más allá de esto no se puede decir que hubiesen contribuido a la formación del curso de pensamiento escolástico. Ciertamente todo el espíritu de la filosofía árabe---su tendencia hacia el panteísmo materialista, su doctrina de la unidad del intelecto, su duda en el problema de la inmortalidad individual, y, sobre todo, su doctrina de la doble verdad---debe haber revelado en cada punto de posible contacto la absoluta imposibilidad de una reconciliación entre el aristotelismo árabe y el escolástico. Es verdad que los escolásticos, o por lo menos algunos de ellos, extrajeron en gran parte de la “Fons Vitae” de Avicebrol; pero, aunque no lo sospecharan, su maestro en ese caso fue un judío, no un árabe. De hecho toda la influencia proveniente de la mezquita pasó a través de la sinagoga antes de llegar a la Iglesia. Cuando las obras árabes fueron traducidas al latín, la traducción fue hecha a menudo de la traducción al hebreo del texto árabe, y el judío era a menudo el único medio de intercambio de ideas entre la España cristiana y la árabe. Cualquier cosa que el escolasticismo le deba a los árabes, se debe en igual, si no en mayor medida, a los judíos.


Bibliografía: MUNK, Mélanges de philosophie juive et arabe, . . . (París, 1859); DIETERICI, Die Philosophie der Araber (Berlin, Leipzig, 1858); Archiv f. Gesch. Der Phil., especialmente para 1889 y 1904; UEBERWEG- HEINZE, Gesch. der Phil., II, (9na. ed., Berlín, 1905), 234 ss.; TURNER, Hist. of Phil. (Boston, 1903), 311 ss.

Fuente: Turner, William. "Arabian School of Philosophy." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01674c.htm>.

Traducido por L M H.