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Miércoles, 30 de octubre de 2024

Paladio

De Enciclopedia Católica

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Paladio (Palladios) nació en Galacia en el año 368 d.C.; probablemente murió antes de 431. La tan discutida identidad del autor de la “Historia Lausiaca”, del Paladio que escribió una vida de San Juan Crisóstomo y del obispo de Helenópolis ha sido reivindicada en los últimos años (Preuschen, Butler,op. cit.) y ahora es generalmente aceptada. Un discípulo de Evagrio del Ponto y un admirador de Orígenes, a los veinte años de edad se convirtió en monje en el Monte de los Olivos bajo la guía de un tal sacerdote Inocencio. Después de tres años se fue a Egipto a estudiar la vida de los famosos monjes egipcios (vea MONACATO), pero luego, al caer gravemente enfermo, pasó de una a otra comunidad de monjes, y se relacionó con Dídimo el Ciego (murió 395), quien había conocido a San Antonio. Conoció a Evagrio en el desierto de Nitria, entonces habitado por miles de monjes que vivían algunos en comunidades y otros completamente solos. Permaneció con estos monjes durante nueve años, observando su vida y oyendo las tradiciones de sus fundadores, Antonio, Pablo, Pacomio, Pambo, etc.; también visitó a los monjes y monjas de la Tebaida y Escete, de modo que vio todas las colonias monásticas de Egipto.

A la muerte de Evagrio (399), Paladio se marchó a su propio país (Asia Menor) cruzando Alejandría y Palestina. En Belén conoció a San Jerónimo, cuyo gran conocimiento, declara él, era empañado por “la envidia y los celos” (Hist. Laus., l, De Posidonio). Al gran oponente de Orígenes naturalmente no le simpatizaba su visitante. En Jerusalén Paladio vio a Rufino de Aquilea y Melania. En Bitinia San Juan Crisóstomo lo ordenó obispo (ibid., XLIX, De Juan de Licos) para la sede de Helenópolis, pero Bardenhewer piensa que el Paladio de Helenópolis mencionado por Sócrates (Historia de la Iglesia VII.36) es otra persona. Para este época se convierte en un celoso seguidor de su patriarca, cuyos problemas del año 403 él compartió. Fue encarcelado por once meses en una oscura celda (Hist. Laus., loc. cit.).

Luego vivió un tiempo en Palestina cerca de Jericó al amparo de un famoso ermitaño, Elpidio de Capadocia (Hist. Laus., LX, De Elpidio). En el 405 se fue a Roma a defender la causa de Crisóstomo ante Inocencio I (401-17) y el emperador Honorio (395-423). Regresó a Constantinopla como miembro de la misión enviada por Honorio a Arcadio (395-408) a favor del patriarca desterrado. Pero allí él y sus colegas fueron encarcelados y luego desterrados; Paladio fue enviado a Siena en el Alto Egipto. Luego se fue a Antinoe y estuvo en Ancira después de 412. En 417 cambió su diócesis de Helenópolis por Aspuna en Galacia (Sócrates, loc. Cit.). En 420 escribió su “Historia Lausiaca” (Butler, "The Lausiac History", I, 179 ss.). Luego de eso desaparece; pero aparentemente murió antes de 431, en cuyo año cierto Eusebio era obispo de Aspuna.

Su principal obra es la “Historia Lausiaca”, una historia sobre los monjes de Egipto y Palestina en forma de anécdotas y biografías cortas. Su nombre viene de la dedicación a Lauso, el tesorero público de Teodosio II (408-50) He prosLauson historia y luego brevemente Lausiakon or Lausaikon. El abad Cuthbert Butler (vea más abajo) examinó y en gran parte resolvió las dificultades sobre el texto. La principal dificultad es que Paladio repite casi todo el contenido de la “Historia monachorum” de Rufino (escrita a partir de una fuente griega entre 404 y 410). El texto, según aparece en Migne, evidentemente depende de la fuente de Rufino. También hay muchos textos diferentes. El libro fue popular entre los monjes a través de todo Oriente, quienes parecen haber le añadido considerablemente al transcribirlo.

La primera edición fue una versión latina por Gentiano Herveto (París, 1555), reimpreso por H. Rosweyde ("Vitæ patrum", VIII, París, 1628). Un texto griego más corto fue publicado por J. Meursius (Leyden, 1616), y uno más extenso por Fronton du Duc ("Auctarium bibliothecæ Patrum", IV, París, 1624), y una más completa aún por Cotelerio ("Monumenta eccl. græcæ", III, París, 1686; reimpresa en P.G., XXXIV, 995-1260) . Esta versión más larga contiene el texto de Rufino. Butler, Preuschen y otros piensan que el texto más corto (de Meursio) es la obra auténtica de Paladio, y la versión más larga es una interpolación. Amélineau (op. cit.) sostiene que el texto más largo es todo obra de Paladio, y que los primeros treinta y siete capítulos (sobre los monjes del Bajo Egipto) son mayormente un relato de lo que el autor vio y oyó, aunque incluso aquí él también usó documentos. Pero él piensa que la segunda parte (sobre el Alto Egipto) es meramente una compilación de un documento copto o griego que Rufino también usó; de tal modo que la visita de Paladio al Alto Egipto debe ser una ficción literaria (Vea también Fessler-Jungmann, op. cit.) Pero el texto más corto mismo existe en varias formas. Un monje sirio, Anan-Isho, que vivió entre los siglos VI y VII en Mesopotamia, tradujo la “Historia Lausiaca” al siríaco con más interpolaciones ("Paradisus Patrum", ed. Bedjan, "Acta martyrum et sanctorum", VII, Paris, 1897; tr. E. A. Wallis Budge, "el Paraíso de los Padres", 2 vols. Londres, 1907).

En un tiempo la “Historia Lausiaca” fue considerada una compilación de leyendas imaginarias (vea Weingarten, "Der Ursprung des Mönchtums", Gotha, 1877, y otros). Investigación posterior ha rehabilitado muy considerablemente a Paladio; las principales autoridades ahora (Butler, Preuschen) consideran la "Historia Lausiaca" como un documento histórico serio así como un retrato valioso de las vidas e ideas de los monjes cristianos primitivos (cf. Preuschen, op. cit., 210). El objetivo de Paladio no es tanto conservar material para la historia sino proveer lectura espiritual; al mismo tiempo el autor tiene un propósito controversial como origenista. Rosweyde en su edición añade a la “Historia Lausiaca” una lista alfabética de “Dichos de los Padres” (Apophthegmata ton pateron, en la "Vitæ Patrum", V-VI). Éstas son posteriores y consisten en parte de viejas tradiciones de monjes egipcios, en parte de adiciones apócrifas (Butler, "La Historia Lausiaca", I, 208-15).

Bajo el nombre de Paladio existe también una vida de San Juan Crisóstomo (Diálogo con Teodoro, diácono de la Iglesia Romana, sobre la vida y obras de Juan Crisóstomo). Fue editada por primera vez en griego con una traducción al latín por E. Bigot (París, 1680); está incluida en la edición de Crisóstomo de Montfaucon (XIII, París, 1718-38), y en P.G. (XLVII, 5-82). Hay dificultades sobre la identificación de su autor con el de la “Historia Lausiaca” y el obispo de ’Helenópolis, de modo que se han sugerido todas las posibles combinaciones, incluyendo la de tres personas diferentes. La principal de estas dificultades es que el biógrafo se distingue él mismo del obispo (c. III, "P.G.", loc. cit., 13). Bardenhewer ("Patrología", 354) y Fessler-Jungmann ("Institutiones Patrologiæ", II, i, 209-10) identifican al autor de la "Historia Lausiaca" y al biógrafo, pero lo distinguen del obispo. Por lo tanto, ahora es muy común identificar al obispo y al autor lausiaco (Dr. Wallis Budge, "El Paraíso de los Padres", p. XXI), de modo que llegamos a identificar a los tres como se supone en este artículo. Preuschen explica la dificultad en el Diálogo como una ficción literaria (Paladio o Rufino, 246).


Bibliografía: La mejor edición moderna de la Historia Lausiaca es DOM CUTHBERT BUTLER, Paladio,, La Historia Lausiaca; I. Una discusión crítica; II. El texto griego en Textos y Estudios, VI (Cambridge, 1898, 1904); PREUSCHEN, Palladius u. Rufinus, ein Beitrag zur Quellenkunde des ältesten Mönchtums (Giessen, 1897) AMÉLINEAU, De hist. Lausiaca (París, 1887); HURTER, Nomenclator, I (Innsbruck, 1903), 322; FESSLER-JUNGMANN, Institutiones Patrologiæ, II, I (Innsbruck, 1892), 209-12.

Fuente: Fortescue, Adrian. "Palladius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 11, pp. 425-426. New York: Robert Appleton Company, 1911. <http://www.newadvent.org/cathen/11425a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina