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Sábado, 23 de noviembre de 2024

Epístola a los Gálatas

De Enciclopedia Católica

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Galacia

En el curso de los siglos, tribus de galos, emparentadas con las que invadieron Italia y saquearon Roma, vagaron hacia el este a través de Ilírico y Panonia. Con el tiempo penetraron en Macedonia (279 a.C.) y se reunieron en gran número bajo un príncipe llamado Breno con el propósito de invadir Grecia y saquear el rico templo de Delfos. Los jefes no se pusieron de acuerdo y pronto la hueste se dividió. Un grupo, bajo Breno, marchó al sur hacia Delfos; la otra división, bajo Leonorio y Luterio se volvió al este e invadió la Tracia, el país alrededor de Bizancio. Poco después se les unió el pequeño resto del ejército de Breno, que había sido repelido por los griegos, y quien se suicidó desesperado. En 278 a.C. 20,000 galos, bajo Leonorio, Luterio y otros quince jefes, cruzaron al Asia Menor, en dos divisiones. Al reunirse ayudaron a Nicomedes I, rey de Bitinia, a derrotar a su hermano menor y como pago por sus servicios el rey les dio una gran parte del país, en el corazón de Asia Menor, que en adelante se conoció como Galacia.

Los gálatas consistían de tres tribus: (a) los tolistoboii, en el oeste, con Pesino como su ciudad principal; (b) :* los tectosages, en el centro, con su capital Ancira; y (c) :*los trocmii, en el este, alrededor de su principal ciudad, Tavio. Cada territorio tribal se dividía en cuatro cantones o tetrarquías. Cada uno de los doce tetrarcas tenía bajo su mando un juez y un general. Un consejo de la nación, compuesto por los tetrarcas y 300 senadores, se reunía periódicamente en un lugar llamado Drinemeton, a veinte millas al suroeste de Ancira. El testimonio de escritores griegos y latinos ha probado que estos pueblos eran galos (y no germanos, como se ha sugerido a veces) por el lenguaje galo que retuvieron hasta el siglo V, y por sus nombres personales y de sus lugares. Una tribu del oeste de la Galia, en tiempos de César, (Bell. Gall., VI, xxiv) se llamaba Tectosages. En Tolistoboii tenemos la raíz de la palabra Toulouse y en Boii la bien conocida tribu gala. Breno probablemente significaba príncipe; y Estrabón dice que él era llamado Prauso, que en celta significa “terrible”. Luterio es igual al celta Lucterio, y había una vez en Bretaña un santo llamado Leonorio.

Otros nombres de jefes son sin duda de origen galo, por ejemplo, Belgius, Achichorius, Gaezatio-Diastus. Brogoris (misma raíz que Brogitarus, Allobroges), Bitovitus, Eposognatus (comparar con el Boduognatus de César, etc.), Combolomarus (Caesar tiene a Virdomarus, Indutionmarus), Adiorix, Albiorix, Ateporix (como los Dumnorix, Ambbiorix, Vercingetorix de César), Brogitarus, Deiotarus, etc. Con los nombres de los lugares ocurre lo mismo: por ejemplo, Drinemeton, el "templo de los robles" o El Templo, a partir de nemed, "templo" (comparar Augustonemetum en Auvergene, y Vernemeton, "el gran templo", cerca de Burdeos), Eccobriga, Rosologiacum, Teutobodiacum, etc. (Para más detalles, vea Lightfoot "Galatians", dissertation i, 4ta ed., Londres, 1874, 235.)

En cuanto estos galos, o gálatas, se hubieron asentado firmemente en el territorio que les fue asignado, comenzaron a enviar expediciones de pillaje en todas direcciones. Se convirtieron en el terror de sus vecinos e impusieron tributos a toda el Asia Menor al oeste del Tauro. Lucharon con éxito variado contra Antíoco, rey de Siria, que fue llamado Soter por haber salvado a su país de ellos. Finalmente, Atlao, rey de Pérgamo, amigo de los romanos, les obligó a retirarse y los confinó a Galacia hacia el 235 -232 a.C. Después de esto muchos se convirtieron en soldados mercenarios; y en la gran batalla de Magnesia (180 a.C.) un cuerpo de tales tropas gálatas luchó contra los romanos, junto a Antíoco el Grande, rey de Siria, que fue completamente derrotado por los romanos dirigidos por Escipión Asiático, y perdió 50,000 hombres.

Al año siguiente, el cónsul Manlio entró a Galacia y derrotó a los gálatas en dos batallas que describe gráficamente Tito Livio XXXVIII, xvi. Se habla de estos sucesos en el capítulo 8 del Primer Libro de los Macabeos. Debido al mal trato que recibían de parte de Mitrídates I, rey del Ponto, los gálatas tomaron el lado de Pompeyo en las guerras contra Mitrídates (64 a.C.). Como recompensa por sus servicios, Deiotaro, el principal tetrarca, recibió el título de rey y sus dominios se extendieron enormemente. Desde entonces los gálatas estuvieron bajo la protección de los romanos y se involucraron en los problemas de todas las guerras civiles que siguieron. Apoyaron a Pompeyo contra Julio César en la batalla de Farsalia (48 a.C.). Amintas, su último rey, fue nombrado por Marco Antonio el 39 a.C. Su reino incluía no solo Galacia sino también los grandes llanos del sur, junto con partes de Licaonia, Panfilia, Pisidia y Frigia, es decir, el país contenía las ciudades de Antioquía, Iconio, Listra y Derbe. Amintas fue a Actio el 31 a.C. para ayudar a Marco Antonio, pero como muchos otros, en el momento crítico se pasó al bando de Octaviano, después llamado Augusto. Este le confirmó en su reino, el cual retuvo hasta que fue asesinado en una emboscada (25 a.C.) Luego de la muerte de Amintas, Augusto convirtió su reino en la provincia romana de Galacia, así que la provincia llevaba más de 75 años de existencia cuando San Pablo escribió a los gálatas.

Teorías de Galacia Norte y Sur

San Pablo dirige su carta a las iglesias de Galacia (Gál. 1,2) y los llama gálatas (Gál. 3,1); y en 1 Cor. 16,1 habla de las colectas que ordenó se hicieran en las iglesias de Galacia. Pero hay dos teorías respecto a lo que significan estos términos. Lipsio, Lightfoot, Davidson, Chase, Findlay, etc. opinan que la Epístola iba dirigida a la gente de la Galacia propiamente dicha, situada en el centro de Asia Menor, hacia el norte (teoría de Galacia del Norte). Otros como Renan, Perrot, Weizsacker, Hausrath, Zahn, Pfleiderer, Gifford, Rendell, Holtzmann, Clemen, Ramsay, Cornely, Page, Knowling, etc., afirman que iba dirigida a la parte sur de la provincia romana de Galacia, que contiene a Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe que fueron visitadas por los santos Pablo y Bernabé durante su primer viaje misionero (teoría de Galacia del Sur). Lightfoot fue el principal defensor de la teoría de Galacia del norte, pero a medida que se ha sabido más de la geografía del Asia Menor, ya que él escribió en el siglo XVIII, la teoría de Galacia del sur ha ganado terreno proporcionalmente. Sin embargo, Stinmann, un profesor católico alemán (Der Liserkreis des Galaterbriefes, 1908) le ha dado a Lightfoot un fuerte apoyo, aunque hay que admitir que ha hecho poco más que enfatizar y expandir los argumentos de Chase. El gran corifeo de la teoría de Galacia del sur lo fue el Prof. Sire W.M. Ramsay. A continuación, un breve resumen de los argumentos de ambos lados.

(1) Lightfoot toma el hecho de que los gálatas se cambiaran tan pronto a otro evangelio como evidencia de la inconstancia característica de los galos. Ramsay replica que la tenacidad en cuestiones de religión ha sido siempre característica de los celtas. Además es precario probar a partir de la movilidad política de los galos, en tiempos de César, la inconsistencia religiosa de los gálatas, cuyos ancestros habían dejado Occidente cuatrocientos años antes. Los gálatas recibieron a San Pablo como un ángel del cielo (Gál. 4,14). Lightfoot ve en esta recepción entusiasta la prueba de la volubilidad de carácter de los celtas. De la misma manera se puede probar que los 5,000 convertidos por San Pedro en Jerusalén y, de hecho, que casi todos los convertidos por San Pablo eran celtas. En Hechos (13 – 14) se dan suficientes indicaciones de la inconstancia en Galacia del sur. Para tomar un solo caso: en Listra la multitud apenas se pudo evitar que la multitud ofreciese sacrificios a San Pablo y poco después le apedrearon y lo dieron por muerto.

(2) San Pablo aconseja a los gálatas que no abusen, al sentirse libres de las obligaciones de la ley de Moisés, siguiendo las obras de la carne. Luego les da un largo catálogo de vicios. De estos Lightfoot selecciona dos (methai, komoi) como que apuntan evidentemente a las debilidades celtas. Contra esto se puede argüir que San Pablo, en su carta a los romanos (13,13), les exhorta a evitar estos dos mismos vicios. Evidentemente cuando San Pablo enumera esos vicios aquí y en otros lugares no está intentando describir los fallos peculiares de ninguna raza sino simplemente reprobar las obras de la carne, del hombre carnal o inferior; “quienes hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gál. 5,21).

(3) En esta lista también se menciona la brujería. La devoción extravagante de Deiotaro, dice Lightfoot “confirma completamente el carácter atribuido a la raza principal”. Pero el emperador Tiberio y muchos oficiales en el Imperio eran ardientes devotos de los augurios. San Pablo asocia la hechicería con la idolatría, y era su aliada habitual no solo entre los galos sino en todo el mundo pagano.

(4) Lightfoot dice que los gálatas fueron arrastrados a las observancias judías y toma esto como evidencia de la propensión innata de los celtas al ceremonial externo “que apela más bien a los sentidos y a las pasiones que al corazón y a la mente”. Esta llamada característica racial puede ser cuestionada, y es un hecho bien conocido que todos los habitantes aborígenes de Asia Menor se entregaban con corazón y alma a los groseros ceremoniales paganos. A partir de la Epístola a los Gálatas no podemos colegir que estos se sintieran naturalmente atraídos a las ceremonias judías. Simplemente estaban perplejos, o más bien aturdidos (3,1), por los argumentos engañosos de los judaizantes que intentaban persuadirles de que no eran cristianos tan perfectos como lo serían si adoptasen la circuncisión y la ley de Moisés.

(5) Según la teoría de Galacia del sur, se supone que la Epístola fue escrita poco después de la segunda visita de San Pablo a Derbe, Listra, Iconio, etc. (Hch. 16). Lightfoot usa un fuerte argumento contra esta fecha temprana. Mediante un examen detallado demuestra que la epístola se parece mucho, tanto en la argumentación como en el lenguaje, a partes de la Epístola a los Romanos. Dice que esto solo se puede explicar bajo la suposición de que ambas fueron escritas casi al mismo tiempo, y por consiguiente, varios años después de la fecha requerida para la opinión de Galacia del sur. A esto Rendell (Texto griego del Expositor, Londres, 1903, p. 144) replica que la coincidencia no se debe a ninguna semejanza en las circunstancias de las dos comunidades. “Mucho menos se puede alegar la identidad de lenguaje para probar una aproximación de las dos epístolas, pues estas verdades fundamentales formaban, sin duda, el elemento básico de las enseñanzas de los apóstoles a través de los años de continua transición de la doctrina judía a la cristiana, y su lenguaje respecto a ella no podía dejar de volverse estereotipado en cierta medida”.

(6) La controversia ha sido más intensa respecto a los dos versículos en Hch. 16,6 y 18,23, únicos sitios donde hay una referencia a Galacia en los Hechos: (a) “Atravesaron Frigia y la región de Galacia” (ten phrygian kai Galatiken choran); (b) “marchó a recorrer una tras otra las regiones de Galacia y Frigia” (o “frigias”) (ten Galatiken choran kai phrygian). Lightfoot sostenía que el primer pasaje se refiere a la Galacia propiamente dicha y el segundo a la propia Galacia y Frigia. Otros partidarios de la teoría de Galacia del norte piensan que en ambos casos se denota la Galacia del norte y Frigia. Sus oponentes, confiando en la expresión de escritores contemporáneos, afirman que en ambos casos se refiere a Galacia del sur. El primero también interpreta que la segunda parte de 16,6 (texto griego) quiere decir que los viajeros atravesaron Frigia y Galacia después de haber pasado por Galacia Sur, porque se les prohibió predicar en Asia. Por otro lado, Ramsey afirma que después que hubieron pasado a través de la parte de Frigia que había sido añadida a la parte sur de la provincia de Galacia (y que se podía llamar indistintamente Galacia o Frigia), pasaron al norte debido a que se les prohibió predicar en Asia. Sostiene que el orden de los verbos del pasaje esta ordenado por tiempo y da ejemplos de usos similares del participio aoristo (St. Paul The Traveller, Londres, 1900, pp. ix, 211, 212). Los argumentos de ambas partes son demasiado técnicos para ser dados en un artículo corto. El lector se puede referir a las siguientes: North-Galatian: Chase, "Expositor", dic. 1893. p. 401, mayo, 1894, p. 331; Steinmann, "Der Leserkreis des Galaterbriefes" (Münster, 1908), p. 191. On the South-Galatian side: Ramsey, "Expositor", enero 1894, p. 42, feb., p. 137, abril, p. 288, "St. Paul The Traveller", etc; Knowling, "Acts of the Apostles", Nota adicional al cap. 18 (Expositor's Greek Test., Londres, 1900, p. 399); Gifford, "Expositor", julio 1894, p. I.

(7) Evidentemente las iglesias gálatas eran importantes. En la teoría de Galacia del norte, San Lucas ignoró su conversión en una frase "Atravesaron Frigia y la región de Galacia” (Hch. 16,6). Esto es extraño pues su plan es relatar el establecimiento del cristianismo por San Pablo en cada nueva región. Lightfoot admite plenamente la fuerza de esto, pero trata de evadirlo preguntando:” ¿Podría ser que el historiador de buen grado corriese un velo sobre la infancia de una iglesia que se desvió tan pronto y tan ampliamente de la pureza del Evangelio?”. Pero los fallos posteriores de los corintios no impidieron que San Lucas diese un relato sobre su conversión. Además, los gálatas no se habían alejado tanto de la pureza del Evangelio. Los argumentos de los judaizantes hicieron que algunos vacilaran, pero no aceptaron la circuncisión; y esta epístola los confirmó en su fe, de modo que varios años después San Pablo escribe sobre ellos a los corintios (1 Cor. 16,1): “En cuanto a la colecta en favor de los santos, haced también vosotros como mandé a las iglesias de Galacia.” Y los Hechos se escribieron mucho después de que Pablo ordenara confiadamente a los Gálatas las colectas.

(8) San Pablo no menciona esta colecta en su epístola. Según la teoría de Galacia del norte, la epístola fue escrita luego del pedido de la colecta; por lo tanto, la omisión es inexplicable. En la teoría de Galacia del sur es bastante natural porque la epístola fue escrita varios años antes de que se llevara a cabo la colecta. En Hch. 20,4, etc. se da una lista de los que llevaban las colectas a Jerusalén. Hay representantes de Galacia sur, Acaya, Macedonia y Asia; pero no hay ningún diputado de Galacia del norte –de los pueblos de Ancira, Pesino, Tavio. Los siguientes fueron a Jerusalén en esta ocasión, y la mayoría probablemente se reunía en Corinto: San Pablo, San Lucas y Sópatros de Berea (probablemente representando a Filipos y Acaya; ver 2 Cor. 8,18-22); Aristarco y Segundo de Macedonia; Gayo de Derbe y Timoteo de Listra (Galacia del sur); y Tíquico y Trófimo de Asia. No hay una sola palabra sobre alguien de Galacia del norte, cuya razón más probable es que San Pablo nunca estuvo allí (vea Randall, Expositor, 1893, vol. II, p. 321).

(9) San Pablo, el ciudadano romano, utiliza invariablemente los nombres de las provincias romanas, tales como Acaya, Macedonia, Asia, y no es probable que se alejara de esta práctica en su uso de “Galacia”. La gente del sur de Galacia podían llamarse propiamente gálatas. Dos de las ciudades. Antioquía y Listra eran colonias romanas y las otras dos presumían de sus nombres romanos, Claudio-Iconio y Claudio-Derbe. “Gálatas” era un título honorable cuando se les aplicaba, pero se sentían insultados si se les llamaba frigios o licaonios. Todos admiten que San Pedro nombraba las provincias romanas cuando escribió ”a los elegidos extranjeros dispersos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia “ (1 Pedro 1,1).

(10) La forma en que San Pablo menciona a San Bernabé en la epístola indica que éste era conocido por aquellos a los que se dirigía en principalmente la epístola. San Bernabé había visitado Galacia del sur con San Pablo (Hch. 13 y 14), pero era desconocido en Galacia del norte.

(11) San Pablo establece (2,5) que la razón de su forma de proceder en Jerusalén fue para salvaguardar la verdad del Evangelio para los gálatas. Esto parece implicar que ya se habían convertido. Había visitado la parte sur de la provincia gálata antes del concilio, pero no la parte norte. La opinión favorecida anteriormente recibe confirmación de una consideración, como se adjunta, de las personas a las que se dirige.

Clase de Gente a la que se Dirige

El sur de Galacia responde a las condiciones de la epístola admirablemente, lo que no puede decirse de norte. De la epístola se deduce que la mayoría eran gentiles convertidos y que muchos eran probablemente prosélitos judíos, por su conocimiento del Antiguo Testamento, y que los judíos que los perseguían desde el principio vivían entre ellos; que S. Pablo los había visitado dos veces y que los pocos judaizantes aparecieron entre ellos sólo tras su última visita. Sabemos por los Hechos iii, xiv (e historia anterior), que en el sur de Galacia se habían establecido judíos. Durante su primer viaje misionero, judíos que no creían hicieron que su presencia se notara por todas partes. En cuanto Pablo y Bernabé volvieron a Antioquia de Siria, algunos conversos judíos llegaron de Judea y enseñaron que la circuncisión era necesaria para ellos y fueron al concilio, donde se decretó que la circuncisión y la ley de Moisés no era necesaria para los gentiles. Pero nada se decidió respecto a los conversos judíos, que siguiendo el ejemplo de Santiago, aunque estaba implícito en el concilio que era indiferente. Esto se mostró después cuando S. Pedro comió con gentiles. Y la retirarse de ellos, y cuando muchos otros siguieron su ejemplo, Pablo reivindico la igualad de los cristianos gentiles. La mayoría estuvo de acuerdo, pero parece que quedaron “falsos hermanos” entre ellos (Gal. 2:4) que solo eran cristinos de nombre y que odiaban a Pablo. Algunos de ellos, con toda probabilidad, le siguieron a Galacia del sur, poco después de su segunda visita pero no podían ya enseñar la necesidad de a circuncisión puesto que los decretos apostólicos ya los había entregado allí S. Pablo (Hechos 16:4).

Estos decretos no se mencionan en la epístola por los judaizantes, por ser aconsejable para los Gálatas que aceptaran la circuncisión y la ley de Moisés “para llegar a una perfección mayor”. Por otra parte no hay evidencias de que hubiera judíos ya establecidos entonces en Galacia norte (ver Ramsay, "St. Paul The Traveller"). No era un país atractivo para ellos. Los galos eran la clase dominante, vivían en castillo y llevaban una vida semi-pastoral, semi-nómada y hablaban su propio idioma galo. La zona estaba poco poblada por los habitantes campesinos subyugados. Durante el largo invierno la tierra se cubría de nieve y en verano e calor era intenso y el suelo se cuarteaba; se viajaban muchos kilómetros sin encontrar una sola alma. Había algunas franjas fértiles, pero la mayor parte era tierra de pastos muy pobre y estéril con colinas de terreno ondulante.

El conjunto de los habitantes de las pocas ciudades no eran galos. En comercio era escaso y casi exclusivamente algodón. Un decreto de Augusto a favor de los judíos que se supone emitido para los de Ancira, en Galacia, pero hoy se sabe que era para otra parte.

Por qué fue Escrita

La epístola se escribió para contrarrestar la influencia de los pocos judaizantes que se habían establecido entre los Gálatas y trataban de persuadirles de que para ser perfectos cristianos tenían que circuncidarse y observar la ley de Moisés. Sus argumentos eran lo bastante imprecisos para confundir a los gálatas. Decían que lo enseñado por S. Pablo era bueno pero que no había enseñado todo sobre la perfección de la vida cristiana. Y esto no era sorprendente puesto que no era uno de los grandes Apóstoles a quienes había enseñado el mismo Cristo y habían recibido su misión de El. Lo que S. Pablo sabía lo había aprendido de otros y había recibido el encargo de predicar no de Cristo sino de los hombres en Antioquía (Hechos 13).

Circuncisión y Ley no eran necesarios para la salvación, verdaderamente, pero eran esenciales para la completa perfección del la cristiandad. Se demostraba con el ejemplo de Santiago, de los otros Apóstoles y de los primeros discípulos en Jerusalén. En este punto, Pablo el Apóstol, se opuso en Antioquía a Cefas, el príncipe de los Apóstoles. Su propia acción de circuncidar a Timoteo mostraba lo que esperaba de su compañero personal y ahora probablemente estaba enseñando el bien de la circuncisión en otros lugares. Estas afirmaciones confundían a los Gálatas y les hacían dudar. Estaban enfadados, decían, porque les había dejado en una situación de inferioridad. Comenzaron a celebrar las fiestas judías, pero aún no habían aceptado la circuncisión.

El apóstol refuta estos argumentos tan efectivamente que nunca más volvió a surgir el tema. Co ello sus enemigos se refugiaron en los ataques personales (ver II Corintios).

Contenido de la Epístola

Los seis capítulos se dividen en tres partes cada una de dos capítulos.

• En los dos primeros capítulos, después de una introducción general, muestra que es un Apóstol no por los hombres, no por las enseñanzas de un hombre, sino por Cristo; y el evangelio que el enseña está en armonía con las enseñanzas de los grandes Apóstoles, que le aceptaron como Apóstol.

• A continuación (iii, iv) muestra la ineficacia de la circuncisión y de la Ley y que debemos nuestra redención solo a Cristo. Apela a la experiencia del los conversos gálatas y aposta pruebas de la Escritura

• Les exhorta (v, vi) a que no abusen de su libertad ante la ley para cometer crímenes, “porque los que hacen tales cosas no obtendrán el reino de Dios”.

• Y no es por el amor a ellos por lo que les advierte que los judaizantes desean que los Gálatas sean circuncidados. Si hubiera alguna virtud en el mero corte de la carne, la consecuencia debiera ser que los judaizantes aún se podrían ser más perfectos si se hicieran eunucos – mutilándose como los sacerdotes de Cibeles. Escribe el epílogo en grandes letras de su propia mano.

Importancia de la Epístola

Todos admiten que S. Pablo la escribió y su autenticidad nunca ha sido cuestionada seriamente. La carta es importante no solo por los datos biográficos y enseñanza directa, sino también porque las enseñanzas implican lo que ya se sabía en ese tiempo. Reclama, indirectamente, haber realizado milagros entre los gálatas y que ellos recibieron al Espíritu Santo (iii, 5), casi como en las palabras de S. Lucas en los sucesos de Iconium (Hechos 14:3). Es la doctrina de que la fe es un don gratuito de Dios, pero es la enseñanza de la Iglesia, como es la S. Pablo, que la fe si sirve de algo es “la fe que obra con caridad” (Gálatas 5:6); y afirma muy enfáticamente que es necesaria una buena vida para la salvación , porque, después de enumerar las obras de la carne, escribe (v, 21), " de de las que ya os previne, que los que hacen tales cosas no tendrán el reino de los cielos” y en vi, 8, escribe: "Porque lo que el hombre siembre eso recogerá. Si siembra para su carne recogerá corrupción. Pero si siembra en el espíritu, recogerá la vida eterna” Estas mismas enseñanzas están en otras de sus epístolas y está en perfecto acuerdo con Santiago(2:17; “…si la fe no tiene obras está realmente muerta”. La Epístola implica que los Gálatas conocían la doctrina de la Trinidad, la Divinidad de Cristo, la Encarnación, la Redención, el Bautismo, la Gracia etc. Como nunca tuvo que defender sus enseñanzas sobre esos puntos contra los judaizantes, y como la epístola es tan temprana, parece claro que su enseñanza era idéntica que la de los Doce, y ni siquiera en apariencia se la atacaba.

Fecha de la Epístola

(1) Marción decía que era la primera de s. Pablo. El Prof. Sir W. Ramsay (Expositor, agosto 1895, etc.) y el profesor católico Dr. Valentin Weber (ver abajo), mantienen que fue escrita desde Antioquía, antes del Concilio (49 – 50 d.C.) Los argumentos de Weber so muy plausibles pero no convencen del todo. Hay un buen resumen hecho por Gayford en una revista "Journal of Theological Studies", julio, 1902. Las dos visitas a Galacia son el doble viaje a Derbe y vuelta. Esta solución se ofrece para obviar las aparentes discrepancias en te Gal. ii y Hechos XV.

(2) Cornel y la mayoría de los que defienden la teoría de Galacia –Sur suponen, con mayor probabilidad, que fue escrita hacia el 53,54 d.C. (3) Los que defienden la teoría de Galacia Norte la colocan hacia el 57 ó 58 d.C.

Dificultades de Gálatas 2 y 1

(a)”Subí…y les comuniqué el evangelio…para ver si corría o había corrido en vano”. Esto no implica ninguna duda sobre la verdad de su enseñanza, pero quería neutralizar la oposición de los judaizantes probando que estaba en la misma línea con los otros.

(b) Lo que sigue parece tener un matiz irónico: “Comuniqué con los que parecían ser algo…(ii,2); pero de ellos que parecían ser algo…porque para mi los que parecían ser algo eran nada”(ii,6): pero por el contrario…Santiago y Cefas y Juan, que parecían ser los pilares”. Aquí tenemos tres expresiones tois dokousin en el versículo 2; ton dokounton einai ti, y oi dokountes en el versículo 6; y oi dokountes styloi einai en el versículo 9. Los especialistas no católicos están de acuerdo con S. Juan Crisóstomo en que no hay nada irónico en el contexto original. Como los verbos están en presente, la traducción debería ser: “los que tiene reputación”; los que son (correctamente) vistos como los pilares”.

Es mejor entender, con Rendall, que habla de dos clases de personas: primero los líderes de Jerusalén y en segundo lugar los tres Apóstoles. El argumento de Pablo era mostrar que tenía la aprobación de los grandes hombres. Se menciona primero a Santiago porque los judaizantes utilizaban su nombre como ejemplo. “Y de parte de los que eran tenidos por notables – no importa lo que fuesen: Dios no mira la condición de los hombres – en todo caso los notables nada nuevo me impusieron” (Gal. 2:6. Tri. Biblia de Jerusalén). Agustín es el único en su interpretación de que no importaba a S. Pablo lo que los Apóstoles fueran en un momento pobres hombres ignorantes. Otros mantienen que S. Pablo se refería al privilegio de ser discípulos personales del Señor. Decía que eso no alteraba el hecho de su propio apostolado, puesto que Dios no mira la condición de los hombres. Es muy probable que este verso no se refiera a los Apóstoles, en absoluto. Corneli supone que S. Pablo habla de la elevada posición que tenían los presbíteros en el concilio e insiste que eso no derogaba su apostolado.

(c) “Me enfrenté a Cefas » --Mas cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él, cara a cara, porque era censurable”. Pues antes de que llegaran algunos de parte de Santiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquellos llegaron, empezó a evitarlos y a apartarse de ellos por miedo a los circuncisos. Y los demás judíos disimularon como él hasta el punto que el mismo Bernabé se vio arrastrado a la simulación. Pero cuando vi que no procedían rectamente, conforme a la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: “si tu, siendo judío, vives como gentil y no como judío ¿como fuerzas a los gentiles a judaizar?”(Gal. 2:11-14, (Tri. Biblia de Jerusalén).

Pedro fue encontrado en falta, probablemente por los conversos. No se retiraba porque tuviera miedo, dice Juan Crisóstomo, sino porque como su misión especial en este momento eran los judíos, tenía miedo de asustara los que aún eran débiles en la fe.

Su forma normal de proceder, a la que había sido llevado por la visión de años antes, muestra que esta forma excepcional de retirarse no se debía a un error de la doctrina. Tenía motivos como los que indujeron a S. Pablo a circuncidar a Timoteo etc. y no hay pruebas de que al actuar sobre ellos cometiera pecado. Los que venían de parte de Santiago probablemente venían no con un propósito malo, ni se supone que los enviara él. Los apóstoles, en su carta (Hechos 15:24) dicen: “Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras…” No podemos suponer que S, Pedro previera el efecto de su ejemplo. Todo este asunto debió haber necesitado algún tiempo. S. Pablo tampoco se opuso al principio. Solo habló cundo vio el resultado. El silencio de S. pedro muestra que debió estar de acuerdo con él. Y así parece por el argumento a los Gálatas. La exaltada posición de S. Pedro se indica por la manera en que Pablo dice (i, 18) que fue a observar a Pedro, de la misma manera que la gente a ver algo extraordinario y por el hecho de que a pesar de que la predicación de Pablo y Bernabé ya llevaban tiempo en Antioquía, el mero hecho de retirarse fue suficiente para arrastrarles tras de sí y de alguna manera obligar a los gentiles a circuncidarse. En la expresión “cuando vi que no procedían rectamente,” ese plural no incluye necesariamente a S. Pedro. El incidente no se menciona en los Hechos, porque fue algo transitorio. Eusebio (Hist. Ecol., I, Hsi) dice que S. Clemente de Alejandría en el quinto libro de su Hypotyposeis, afirma que este Cefas no era el Apóstol, sino un de los setenta discípulos. Pero en esto Clemente tiene pocos seguidores.

S. Jerónimo y S. Agustín tuvieron una animada controversia sobre al interpretación de este pasaje. En su “Comentario a los Gálatas”, Jerónimo, siguiendo a escritores anteriores como Orígenes y S. Crisóstomo, suponía que el asunto se arregló de antemano entre Pedro y S, Pablo. Acordaron que S. Pedro se retiraría y S. Pablo le reprendería públicamente, para que sirviera de ocasión de instruir a todos. De ahí que Pablo dice que se le opuso en apariencia (kata prosopon). De otra manera, dice S. Jerónimo, con qué cara podía Pablo que se convertía en Judío con los judíos, que circuncidó a Timoteo, que se afeitó la cabeza y estuvo dispuesto a sacrificar en Jerusalén podría atrever se a culpar a S. Pedro por actuar de forma semejante? S. Agustín, poniendo el acento en las palabras “cuando vi que no procedían rectamente,” etc. mantiene que tal interpretación sería subversiva de la verdad de la Escritura. Pero contra esto se puede decir que no está tan claro que S. pedro fuera incluido e esta sentencia. Toda la controversia puede leerse en el primer volumen de la edición de Venencia de las obras de S. Jerónimo, Epp., lvi, lxvii, civ, cv, cxii, cxv, cxvi.

(d) Aparentes Discrepancias entre La Epístola y Los Hechos. -- (1) S. Pablo dice que tres años después de su conversión (después de haber visitado Arabia y vuelto a Damasco), subió a Jerusalén (i, 17, 18). Los hechos constatan que después de su bautismo “estuvo con los discípulos que estaban en Damasco durante algunos días” (ix, 19). “Inmediatamente comenzó a predicar en las sinagogas” (ix, 20). “Pero Pablo se fortalecía y confundía a los judíos que vivían en Damasco” (ix, 22). “Y al cabo de bastante tiempo los judíos tomaron la decisión de matarle” (ix, 23). Entonces escapó y fue a Jerusalén. Estos relatos no se contradicen, como se ha objetado a veces, sino que fueron escritos desde distintos puntos de vista y para diferentes fines. El tiempo de la visita a Arabia se puede colocar entre Hechos ix, 22 y 23; o entre "algunos días" y "muchos días".

Los “muchos días “de S. Lucas (hemerai ikanai), muchos quiere decir algo así como tres años (ver 1 Reyes 2:38; así Paley, Lightfoot, Knowling, Lewin.)El adjetivo El adjetivo ikanos es uno favorito de S. Lucas, y lo usa con mucha elasticidad, pero generalmente en el sentido de gran escala i.e., una viuda en un gran multitud de la ciudad " (Lucas 7:12); "Se encontró con un cierto hombre que tenía un diablo desde hacía mucho tiempo” (Lucas 8:27); “una gran piara de puercos que pacían “ (Luke 8:32); "estuvo en el extranjero durante mucho tiempo” (Luke 20:9); "durante mucho tiempo los había tenido embrujados” (Hechos 8:11). Ver también Hechos 14:3, 21 (texto griego); 18:18, 19:19, 26; 20:37.

(2) Leemos en Hechos):27, que S. Bernabé llevó a Pablo a los Apóstoles. Pablo afirma (Gal. 1:19) que en esta ocasión, además de S. Pedro “Y no vi a ningún otro apóstol sin a Santiago, el hermano del Señor”. Los que hallan aquí un contradicción so difíciles de satisfacer. S. Lucas emplea la palabra Apóstoles a veces en un sentido más amplio y otras en uno más restringido. Aquí quiso decir los Apóstoles que estaban en Jerusalén (Pedro y Santiago) o la asamblea que presidían. La objeción puede emplearse con fuerza solo contra los que niegan que Santiago era un Apóstol en los sentidos que utiliza S. Lucas. ( ve HERMANOS DEL SEÑOR)


Bibliografía

Uno de los mejores comentarios críticos a los Gálatas el de CORNELY, Commentarius in S. Pauli Epistolam ad Galatas en el Cursus Scripturae Sacrae (Paris, 1892). Otros comentarios católicos útiles son los bien conocidos de A LAPIDE, ESTIUS, BISPING, PALMIERI, MACEVILLY.

LITERATURA PATRISTICA.

Hay comentarios a la Epístola en AMBROSIASTER, S. AUGUSTIN, S. CRYSOSTOMO, S. JERONIMO (ECUMENIUS, PELAGIUS, PRIMASIUS, THEODORET, THEODORE OF MOPSUESTIA (un fragmento), y TEOFILACTO ( todos en ), y por Sto. TOMAS DE AQUINO. Edición crítica en inglés, LIGHTFOOT, Galatians (4th ed., Londres 1874); RAMSAY, Historical Commentary on Galatians (Londres 1900): RENDALL, Galatians in Expositor's Greek Test., III (Londres, 1903).

PARA LA TEORIA DE GALACIA DEL NORTE:

LIGHTFOOT8 (ver arriba) ; CHASE En Expositor, Dic., 1893, mayo 1894; FINDLAY en Expositor Times, VII; CHEETHAM y Classical Review, vol. III (Londres 1894): SCHMIEDEL, Galatia en Encyc. Bibl.; BELSER, Die Selbstvertheidigung des heiligen Paulus (Freiburg, 1896); STEINMANN, Der Leserkreis des Galaterbriefes (Munster, 1908) contiene un abibliografía completa.

PARA LA TEORIA DE GALACIA DEL SUR:

RAMSAY En Expositor, En., Feb., Abr., Ag, 1894, Julio 1895; IDEM en Expository Times, VII; IDEM, The Church in the Roman Empire (Londres 1900); IDEM, St. Paul the Traveller ( Londres 1900); IDEM en HAST., Dict. of the Bible; KNOWLING, Acts of the Apostles (nota adicional al cap xviii) en Texto Griego Expositor. (Londres 1900); RENDALL, op. cit. arriba IDEM en Expositor, Nov., 1893, Ab., 1894; GIFFORD en Expositor, Julio 1894; BACON en Expositor, 1898, 1899; WOODHOUSE, Galatia in Encyc. Bibl,; WEBER, Die Abfassung des Galaterbriefes von dem Apostelkonzil (Ratisbon, 1900); IDEM, Die Adressaten des Galaterbriefes (Ratisbon, 1900); IDEM, Das Datum des Galaterbriefes (Passau, 1900); IDEM in Katholik (1898-99), Die theol.-praki. Monatsschrift, and Die Zeitschrift fur kath. Theolgie.

Fuente: Aherne, Cornelius. "Epistle to the Galatians." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6, págs. 336-340. New York: Robert Appleton Company, 1909. 2 feb. 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/06336a.htm>.

Traducido por Pedro Royo