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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Fiesta de la Asunción de María

De Enciclopedia Católica

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La fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, 15 de agosto; también llamada en los viejos libros litúrgicos
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Pausatio, Nativitas (por cielo), Mors, Depositio, Dormitio S. Mariae. La fiesta tiene un doble objetivo: (1) la feliz partida de María de esta vida; (2) la asunción de su cuerpo al cielo. Es la fiesta principal de la Sagrada Virgen.

El hecho de la Asunción

No se conoce nada cierto en relación al día, año, y modo en que murió Nuestra Señora. La referencia literaria más antigua de la Asunción se encuentra en el trabajo griego De Obitu S. Dominae. Sin embargo, la fe católica siempre derivó su conocimiento de este misterio de la tradición apostólica. San Epifanio (m. 403) reconoce que no sabe nada definitivo sobre el tema (Haer., LXXIX, 11). Las fechas asignadas varían entre tres y quince años luego de la Ascensión de Cristo. Dos ciudades proclaman ser el lugar de la partida: Jerusalén y Éfeso. La opinión general favorece a Jerusalén, donde se muestra su tumba; pero algunos argumentan a favor de Éfeso. Durante los seis primeros siglos nada se supo sobre la tumba de María en Jerusalén.

La creencia en la asunción del cuerpo de María se halla en el tratado apócrifo De Obitu S. Dominae, que lleva el nombre de San Juan, y que pertenece, sin embargo, al siglo IV o V. También se encuentra en el libro De Transitu Virginis, falsamente imputado a San Melito de Sardes, y en una carta espuria atribuida a San Dionisio el Aeropagita. Si consultamos los escritos auténticos de oriente (v. Imperio Bizantino), este hecho es mencionado en los sermones de San Andrés de Creta, San Juan Damasceno, San Modesto de Jerusalén y otros. En occidente, San Gregorio de Tours (De gloria mart., I, IV) es el primero que lo menciona. Los sermones de San Jerónimo y San Agustín para esta fiesta, de todos modos, son apócrifos. San Juan Damasceno (P. G., I, 96) formula así la tradición de la Iglesia de Jerusalén:

San Juvenal, Obispo de Jerusalén, en el Concilio de Calcedonia (451), hace saber al emperador Marciano y a Santa Pulqueria, quienes desean poseer el cuerpo de la Madre de Dios, que María murió en presencia de todos los Apóstoles, pero que al abrir su tumba, a pedido de Santo Tomás, fue hallada vacía; de esa forma los apóstoles concluyeron que el cuerpo fue llevado al cielo.”

Hoy, la creencia de la asunción del cuerpo de María es Universal tanto en Oriente como Occidente; de acuerdo a Benedicto XIV (De Festis B.V.M., I, viii, 18) es una opinión probable, cuya negación es impía y blasfema.

La fiesta de la Asunción

Existe también una gran incertidumbre respecto al origen de esta fiesta. Probablemente se trate del aniversario de la dedicación de alguna iglesia, más que la fecha real del aniversario de la muerte de Nuestra Señora. Son sólo hipótesis el que se originara en tiempos del Concilio de Éfeso, o que San Dámaso la introdujera en Roma.

De acuerdo a la vida de San Teodosio (m. 529) se celebraba en Palestina antes del año 500, probablemente en agosto (Baeumer, Brevier, 185). En Egipto y Arabia, sin embargo, se mantuvo en enero, y dado que los monjes de Galia adoptaron muchos usos de los monjes egipcios (Baeumer, Brevier, 163), hallamos esta fiesta en las Galias en el siglo VI, en enero [mediante mense undecimo (Greg. Turon., De gloria mart., I, IX)]. La liturgia galicana la fija el 18 de enero bajo el título: Depositio, Assumptio, or Festivitas S. Mariae (confrontar las notas de Jean Mabillon sobre la liturgia galicana, P. L., LXXII, 180). Esta costumbre permaneció en la Iglesia galicana hasta el tiempo de la introducción del rito romano. En la Iglesia griega, parece que algunos mantuvieron la fiesta en enero, como los monjes egipcios; otros en agosto, como aquellos de Palestina; por lo cual el emperador Mauricio (m. 602), si es correcto el relato de "Liber Pontificalis" (II, 508), fijó la fiesta para el imperio griego el 15 de agosto.

En Roma (Batiffol, Brev. Rom., 134) la única y más antigua fiesta de Nuestra Señora era el 1 de enero, la octava del nacimiento de Cristo. Primero se celebró en Santa María la Mayor, más tarde en Santa María de los Mártires. Las otras fiestas son de origen bizantino. Louis Marie Olivier Duchesne piensa (Origines du culte chr., 262) que antes del siglo VII ninguna otra fiesta se guardaba en Roma, y en consecuencia, la Fiesta de la Asunción, hallada en los sacramentales de Gelasio y Gregorio, es un agregado espurio hecho en el siglo VII u VIII. De todos modos, Probst (Sacramentarien, 264 sqq) brinda fuertes y buenos argumentos que prueban que la Misa de la Santísima Virgen María, hallada el 15 de agosto en el gelasiano, es genuina, ya que no hace mención a la Asunción corporal de María; esto muestra, por lo tanto, que la fiesta era celebrada en la Iglesia de Santa María la Mayor en Roma, por lo menos en el siglo VI. Él prueba, más aún, que la Misa Sacramental Gregoriana, tal como la tenemos, es de origen galicano (dado que la creencia en la Asunción corporal de María, bajo la influencia de los escritos apócrifos, es más antigua en Galia que en Roma), y que ésta suplantó la antigua Misa gelásica. Para la época de Sergio I (700) esta fiesta era una de las principales festividades en Roma; la procesión comenzaba en las puertas de la Iglesia de San Adrián. Siempre fue un doble de primera clase y un día santo de obligación.

La octava fue agregada en 847 por León IV; en Alemania esta octava no se celebraba en muchas diócesis hasta la época de la Reforma. La Iglesia de Milán no la aceptó hasta la actualidad (Ordo Ambros., 1906). La octava es privilegiada en la diócesis de las provincias de Siena, Fermo, Michoacán, etc.

La Iglesia Griega continúa esta fiesta hasta el 23 de agosto inclusive, y en algunos monasterios del Monte Athos se prolonga hasta el 29 de agosto (Menaea Graeca, Venice, 1880), o así lo era anteriormente. En la diócesis de Bavaria el día treintavo de la Asunción (una especie de mente del mes) se celebraba durante la Edad Media, el 13 de septiembre con el Oficio de la Asunción (doble); en la actualidad, sólo la Diócesis de Augsburgo ha mantenido esta vieja costumbre.

Algunas de las diócesis de Baviera y las de Brandenburgo, Maguncia y Frankfort mantienen el 23 de septiembre como la “Fiesta de la Segunda Asunción”, o los “Cuarenta Días de la Asunción” (doble) creyendo, de acuerdo a las revelaciones de Santa Isabel de Schönau (m. 1165) y de San Bertrand, O. C. (m. 1170), que la Bienaventurada Virgen María fue llevada al cielo a los cuarenta días luego de su muerte (Grotefend, Calendaria 2, 136). Las brigidinas guardaban la fiesta de la “Glorificación de María” (doble) el 30 de agosto, desde que Santa Brígida de Suecia dijo (Revel., VI, l) que María fue llevada al cielo quince días después de su partida (Colvenerius, Cal. Mar., 30 Aug.). En América Central se celebra una fiesta especial, “La Coronación de María en el Cielo” (doble mayor), el 18 de agosto. La ciudad de Gerace, en Calabria mantiene tres días sucesivos el rito de primera clase doble, conmemorando el 15 de agosto la muerte de María, y el 16 de agosto su Coronación.

En [[Piazza], Sicilia, hay una conmemoración de la Asunción de María (doble de segunda clase) el 20 de febrero, que es el aniversario del terremoto de 1743. Una fiesta similar (doble mayor con octava) se sigue en Martano, Diócesis de Otranto, en Apulia, el 19 de noviembre.

Nota del traductor: Mediante la promulgación de la Bula Munificentissimus Deus ("Dios, que es sumamente magnánimo") el 1 de noviembre de 1950, el Papa Pío XII declaró en forma infalible que la Asunción de la Santísima Virgen María era un dogma de la fe católica. De la misma manera, el Concilio Vaticano II enseña en la Constitución Dogmática Lumen Gentium que “la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del Cielo, y exaltada por el Señor como Reina sobre todas las cosas (n. 59)”.


Fuente: Holweck, Frederick. "The Feast of the Assumption." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/02006b.htm>.

Traducido por Angel Nadales. lhm