Litta

Litta fue el nombre de una familia noble de Milán que le dio dos distinguidos cardenales a la Iglesia.

Alfonso Litta

Alfonso Litta fue arzobispo de Milán; nació en 1608 y murió en Roma el 22 de agosto de 1679. Luego de ocupar otras importantes posiciones, Inocencio X lo nombró gobernador de las Marcas, fue nombrado arzobispo de Milán en 1652 y recibió la púrpura en 1666. Murió poco después del cónclave que eligió a Inocencio XI. Hombre culto y caritativo, defendió con valentía las inmunidades eclesiásticas contra los oficiales del rey de España. Argelati enumera sus obras en la "Bibliotheca Scriptorum Mediolanensium" (Milán, 1745); su vida fue escrita por M. Bardocchi (Bolonia, 1691).

Lorenzo Litta

Lorenzo Litta nació en Milán el 25 de febrero de 1756; murió en Monte Flavio el 1 de mayo de 1820. Distinguido littérateur, jugó un papel destacado en la historia eclesiástica contemporánea. Cuando era joven, sus padres lo enviaron al Colegio Clementino de Roma, donde hizo un rápido progreso en las letras y el derecho. Poco después de completar sus estudios Pío VI lo nombró protonotario apostólico. En 1793 fue consagrado arzobispo titular de Tebas y enviado como nuncio a Polonia, a donde llegó en marzo de 1794, poco antes del estallido de la Revolución. A pesar de la dificultad de su propia posición, usó su influencia con Kosciuszko a favor de la Iglesia y los eclesiásticos, y salvó la vida de Monseñor Skarzewski, obispo de Chelm, ya condenado a muerte, aunque no tuvo tanto éxito con respecto al obispo de Wilna y Livonia.

En las negociaciones para la tercera partición de Polonia, hizo todo lo posible para que los tres Estados garantizaran la preservación de la organización y la propiedad de la Iglesia —garantías que fueron violadas vergonzosamente por Catalina II. A la muerte de esta, Litta fue enviado en misión extraordinaria a Moscú para la coronación de Pablo I, de donde fue trasladado como embajador de Pío VI a San Petersburgo, para resolver, según el deseo de Pablo, los asuntos de la Iglesia Latina y la uniata rutena. Consiguió la erección, o más bien la restauración, de seis diócesis de rito latino y tres de ruteno (Polotsk, Lutsk y Brest). El Santo Sínodo impidió la restauración de la sede de Kiev. La propiedad de la Iglesia sólo se restauró en parte, aunque el Gobierno se vio obligado a establecer asignaciones adecuadas para el clero. Litta también indujo a los metropolitanos de Gnesen (Posnania) y Lemberg (Galicia) a renunciar a su jurisdicción sobre las diócesis de rito latino en territorio ruso, las cuales fueron transferidas a la nueva metrópoli de Mohileff. Gracias a sus esfuerzos también se restauró la Orden Basiliana. En abril de 1789 tuvo que abandonar Rusia.

A la muerte de Pío VI fue a Venecia para asistir al cónclave. Cuando regresó a Roma, se le asignó un cargo en la tesorería papal que le permitió erradicar muchos abusos e introducir una mejor administración. En 1801 fue creado cardenal y prefecto de la Congregación del Índice y, más tarde, de Estudios. En 1809 fue expulsado de Roma con Pío VII y enviado a Saint-Quentin en el Sena. Durante este exilio tradujo la Ilíada y escribió una serie de cartas que contenían una brillante refutación de los cuatro artículos galicanos de 1682, entonces tema de mucha discusión. Algunas de estas cartas estaban dirigidas al propio Napoleón y luego se publicaron de forma anónima. Al regresar a Roma con Pío VII, Litta fue nombrado prefecto de Propaganda, que, bajo su administración, pronto recuperó su estado anterior. En 1814 se convirtió en obispo suburbicario de Sabina y en 1818 cardenal vicario de Roma. Está enterrado en Roma en SS. Giovanni e Paolo.

Bibliografía: Una biografía fue publicada por BARULDI (Florencia, 1828); vea también LITTA, Famiglie celebri italiane.

Fuente: Benigni, Umberto. "Litta." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9, págs. 293-294. New York: Robert Appleton Company, 1910. 16 agosto 2021 <http://www.newadvent.org/cathen/09293a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina