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Martes, 19 de marzo de 2024

Libera Nos

De Enciclopedia Católica

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Libera Nos son las primeras palabras del embolismo de la oración del Señor en el rito romano. La mayoría de las liturgias contienen una oración que desarrolla la idea de la última cláusula del Padre Nuestro (y líbranos del mal) y especifica varios males de los que oramos para ser liberados. Esta oración, que siempre sigue inmediatamente al Padre Nuestro, se llama su embolismo (embolismos, inserción).

En muchos ritos (antioqueno, alejandrino, nestoriano) tiene más bien la naturaleza de una inserción en el Padre Nuestro, que repite y amplía sus últimas cláusulas (por ejemplo, el embolismo antioqueno: "Y no nos dejes caer en la tentación, oh, Señor, Señor de los ejércitos que conoces nuestra debilidad, sino que líbranos del maligno, de sus obras y de toda su fuerza y arte, por tu Santo Nombre invocado desde nuestra humildad").

(Para 1910) El celebrante decía en secreto el embolismo romano tan pronto como había añadido amén a la última cláusula del "Pater noster" cantado por el coro (o dicho por el servidor). En el medio (después de omnibus sanctis) hacía la Señal de la Cruz con la patena y la besaba. Durante la última cláusula (Per eundem Dominum nostrum...) pone la patena debajo de la Hostia, descubre el cáliz (en la Misa Mayor el diácono), hace una genuflexión, parte la Hostia sobre el cáliz, pone una pequeña fracción en el cáliz y el resto en la patena. Este rito es la fracción común a todas las liturgias. Las últimas palabras (Per omnia sæcula sæculorum) se cantan (o dicen) en voz alta, formando la “ecphonesis” antes de la Paz). Solo el Viernes Santo la canta en voz alta, al tono de una colecta ferial, y el coro responde Amén. En este caso, la fracción no tiene lugar hasta que finaliza el embolismo. En los ritos milaneses y mozárabes lo canta, y el coro responde Amén. Para el embolismo galicano (de Germán de París, m. 576), véase Duchesne, "Origines du Culte chretien (París, 1898), 211.

La forma milanesa actual (a 1910) es muy similar a la de Roma. Se encontrará con su canto en cualquier edición del Misal Ambrosiano. El embolismo mozárabe con su canto está en el "Missale Mistum" (PL LXXXV, 559-60). En ambos ritos la fracción precede al Padre Nuestro. Los embolismos de los ritos orientales aparecen en Brightman, "Eastern Liturgies", (Oxford, 1896), a saber: antioqueno, 60, 100; alejandrino, 136, 182; nestoriano, 296; armenio, 446. En todos estos el embolismo se dice en secreto, con las últimas palabras en voz alta (ecphonesis); el pueblo responde Amén. El bizantino no tiene embolismo del Padrenuestro, sino sólo la cláusula final: "Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria, del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. R. Amén” (ibid., 392 y 410). Que alguna vez tuvo esta oración, como el rito padre de Antioquía, parece seguro por el hecho de que hay un embolismo en las liturgias nestoriana y armenia, ambas derivadas en una fecha temprana de la de Constantinopla.

(N. de la T.: El embolismo es la siguiente oración, que recita el sacerdote después del Padre Nuestro y antes de la Paz: "Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.")


Fuente: Fortescue, Adrian. "Libera Nos." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9, págs. 214-215. New York: Robert Appleton Company, 1910. 8 Nov. 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/09214b.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina