Redención en el Antiguo Testamento
De Enciclopedia Católica
Redención significa o bien estrictamente la liberación mediante el pago de un precio o rescate, o simplemente la liberación de la opresión, la violencia, el cautiverio, etc., por medio del poder. En el texto hebreo, la idea de redención está directamente expresada por los verbos y ga´al y padah, y por sus derivados a los que la palabra kophér (rescate) está íntimamente relacionada. De estos dos verbos, el primero, ga'al, se utiliza técnicamente en la Ley mosaica para el rescate por precio de una herencia, o de cosas prometidas por votos, o de los diezmos; la segunda, padah, para el rescate del primogénito, de niños o de animales. Fuera de la Ley, y en relación con el Dios de Israel, ambos verbos se usan simples de salvación o liberación por poder.
En el Nuevo Testamento, la redención es específicamente la del hombre del pecado por la muerte de Cristo. La idea es claramente expresada por el verbo griego: lutroûmai (a partir de lútron, "un rescate") y sus derivados; también es directamente transmitida por el término ’agorázo (comprar, compra) y por su compuesto eksagorázo. El siguiente es simplemente un tratamiento de la redención legal.
Rescate de personas
El primogénito varón de cada familia judía estaba consagrado a Yahveh y tenía que ser rescatado por el precio de cinco siclos o alrededor de $ 2.75 (Éx. 13,2.13; Núm. 18,16; etc.). Todo israelita, ya fuese hombre o mujer, podía ser consagrado a Dios por un voto personal, o por el voto de aquellos a quienes él o ella pertenecieran. La inmolación real de la hija de Jefté como consecuencia de su voto en relación con ella (Jc. 11,31-39) era contrario a la Ley. Muchos israelitas llevaron a cabo su entrega a Dios, bajo la forma del voto de nazir. La mayoría, sin embargo, se beneficiaron del rescate permitido por la ley. La suma entonces a pagar por personas entre 20 y 60 años de edad era de 50 siclos sagrados por los hombres y 30 por las hembras; por niños entre 5 y 20 años, 20 siclos por los varones y 10 por las hembras; por los infantes entre un mes a 5 años de edad, por los varones, 5 siclos, y por las niñas, 3 siclos;, y finalmente, por las personas mayores de 60 años, 15 siclos por los varones y 10 por las hembras. Los pobres que no pudiesen pagar esta cantidad, tenían que pagar el precio fijado por el sacerdote, de acuerdo con sus medios (Lev. 27,2-8). Las personas que estuviesen bajo anatema no podían ser redimidas.
Rescate de animales
De acuerdo con la Legislación de Moisés, el primogénito macho de los animales era sagrado para el Señor, y, si era el primogénito de animales legalmente limpios y sin mancha, tenía que ser ofrecido en sacrificio. Como los animales impuros no debían ser inmolados a Yahveh, su primogénito debía ser redimido según la tasación del sacerdote, con la adición de una quinta parte al precio, o vendido y su valor debía ser entregado al sacerdote (Lev. 27,27). El primogénito de un asno, sin embargo, tenía que ser redimido con un cordero, o, si no se redimía, había que desnucarlo (Éx. 13,13). Fuera de los primogénitos, cualquier animal podía ser dedicado a Dios por un voto. Podía ser rescatado sólo si era legalmente inadecuado para el sacrificio, en cuyo caso el precio de su rescate quedaba sujeto a la tasación del sacerdote, a lo que se añadía una quinta parte del valor (Lev. 27,11-13).
Rescate de tierras, casas y diezmos
La propiedad en terreno, el todo o una parte, que un israelita se viese obligado a vender por pobreza, podía ser redimida por su pariente más cercanos (el Go'el (goel)), o por el propio dueño cuando estuviese de nuevo en condiciones de hacerlo. El precio de rescate era entonces fijado según el número de años faltantes antes del año jubilar, en cuyo caso la propiedad se revertiría libremente a su dueño original o a sus herederos (Lev. 25,25-28). También se podía redimir un pedazo de tierra dedicada a Dios. Su valor se calculaba de acuerdo a la cantidad de semilla necesaria para sembrarlo, y una reducción en proporción a la cantidad de años hasta el próximo año jubilar. El propietario de la tierra podía redimirla a ese precio, además de una quinta parte; y si no la redimía, pasaba al dominio de los sacerdotes en el año del jubileo. Pero si el que consagraba la tierra se la había comprado a una tercera persona que se la vendió a causa de su pobreza, entonces en el jubileo se le devolvería a este último, y el que la consagró tenía que recompensar al santuario mediante el pago de su precio de rescate calculado previamente (Lev. 27,16-25).
Con respecto al rescate de las casas vendidas, la Ley distinguía entre las viviendas en las ciudades amuralladas y las viviendas en lugares sin muros. Para las primeras, el derecho de rescate duraba sólo un año completo a partir del día de la venta, al final del cual regresaban para siempre a sus respectivos compradores. Para las últimas, no había término fijado para su rescate, y si no se rescataban antes del jubileo, entonces se revertían libremente a sus dueños originales. Sin embargo, las casas de los levitas podían ser rescatadas en cualquier momento, y volvían a ellos si no las rescataban antes del año jubilar (Lev. 25,29-34). Las casas que simplemente habían sido prometidas a Dios mediante un voto, podían ser rescatadas mediante el pago del valor establecido por el sacerdote, más una quinta parte de ese valor (Lev. 27,14-15). Los diezmos le pertenecían a Dios como el verdadero dueño de la tierra, y por lo tanto, no podía ser objeto de votos. Los diezmos de los productos agrícolas podían ser conmutados por su valor en efectivo, más una quinta parte; pero el diezmo del ganado no podía ser rescatado (Lev. 27,31-33).
Bibliografía: JAHN, Biblical Archæology (tr. Nueva York, 1839); OEHLER, Theology of the Old Testament (tr. Nueva York, 1883); KEIL, Manual of Biblical Archæology (tr Nueva York, 1887, 1888); BOSWELL, Biblical Antiquities (Filadelfia, 1888); DENZINGER, Hebräische Archäologie (Friburgo im Br., 1894); NOWACK, Lehrbuch der Hebräische Archäologie (Friburgo im Br., 1894); SCHÜRER, Gesch. des Jüdischen Volkes im Zeitalter Jesu Christi (4ta. ed., Leipzig, 1901-11); SCHWALM, La Vie privée du Peuple Juif à l'Epoque de Jésus-Christ (París, 1910).
Fuente: Gigot, Francis. "Redemption in the Old Testament." The Catholic Encyclopedia. Vol. 12. New York: Robert Appleton Company, 1911. 1 Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/12681a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.