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Martes, 3 de diciembre de 2024

Resurrección General

De Enciclopedia Católica

Revisión de 00:49 27 sep 2016 por Luz María Hernández Medina (Discusión | contribuciones) (Dogma de la Resurrección)

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Introducción

La resurrección es levantarse de entre los muertos, la reanudación de la vida. El Cuarto Concilio de Letrán enseña que todos los hombres, ya sea elegidos o reprobados, "se levantarán con los propios cuerpos que ahora tienen" (cap. "Firmiter"). En el lenguaje de los credos y las profesiones de fe esta vuelta a la vida se llama resurrección del cuerpo (resurrectio carnis, resurrectio mortuorum, anastasis ton nekron) por un doble motivo: en primer lugar, ya que el alma no puede morir, no se puede decir que vuelve a la vida; segundo, se debe excluir la afirmación herética de Himeneo y Filito de que las Escrituras denotan por resurrección no el retorno del cuerpo a la vida, sino el revivir del alma de la muerte del pecado a la vida de la gracia. (El tema de la Resurrección de Jesucristo aparece en un artículo separado, aquí sólo se tratará el tema de la resurrección general del cuerpo.)

"Ninguna doctrina de la fe cristiana", dice San Agustín, "tiene una oposición tan vehemente y obstinada como la doctrina de la resurrección de la carne" (In Ps. LXXXVIII, sermo II, n. 5). Esta oposición se había iniciado mucho antes de la época de San Agustín: "Trababan conversación también con él (Pablo) algunos filósofos epicúreos y estoicos", nos dice el escritor inspirado (Hch. 17,18.32), "…Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: ‘Sobre esto ya te oiremos otra vez’”. Entre los adversarios de la resurrección nos encontramos, naturalmente, con los primeros que negaron la inmortalidad del alma; en segundo lugar, todos aquellos, al igual que Platón, que consideraban el cuerpo como la prisión del alma y la muerte como un escape de la servidumbre de la materia; en tercer lugar las sectas de los gnósticos y maniqueos que consideraban toda la materia como mala; en cuarto lugar, los seguidores de estas últimas sectas, los priscilianos, los cátaros y los albigenses; en quinto lugar, los racionalistas, los materialistas y los panteístas de tiempos recientes. Contra todos éstos, primero estableceremos el dogma de la resurrección, y luego consideraremos las características del cuerpo resucitado.

Dogma de la Resurrección

Los credos y profesiones de fe y definiciones conciliares no dejan dudas de que la resurrección del cuerpo es un dogma o un artículo de fe. Podemos apelar, por ejemplo, al Credo de los Apóstoles, los llamados credos de Nicea y de Atanasio, el Credo del Undécimo Concilio de Toledo, el Credo de León IX, suscrito por el obispo Pedro y todavía en uso en la consagración de los obispos, la profesión de fe suscrita por Miguel Paleólogo en el Segundo Concilio de Lyon, el Credo de Pío IV, y el decreto del Cuarto Concilio de Letrán (c. "Firmiter") contra los albigenses. Este artículo de fe se basa en la creencia del Antiguo Testamento, en la enseñanza del Nuevo Testamento y en la tradición cristiana.

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

La Tradición

Características del Cuerpo Resucitado

Fuente: Maas, Anthony. "General Resurrection." The Catholic Encyclopedia. Vol. 12, pp. 792-793. New York: Robert Appleton Company, 1911. 26 Sept. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/12792a.htm>.

Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina