Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Domingo, 24 de noviembre de 2024

Actus et Potentia

De Enciclopedia Católica

Revisión de 03:07 5 ago 2016 por Luz María Hernández Medina (Discusión | contribuciones)

(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a: navegación, buscar

Una expresión técnica en la terminología escolástica

I. Los términos actus y potentia fueron utilizados por los escolásticos para traducir la energeia o entelecheia de Aristóteles, y dynamis. No hay una sola palabra en inglés que sea una traducción exacta de cualquiera de ellas. Acto, acción, realidad, perfección, determinación, expresan los diversos significados de actus; potencia, potencialidad, poder, capacidad, los de potentia. En general, potentia significa una aptitud para cambiar, para actuar o para ser influido, para otorgar o recibir alguna determinación nueva. Actus significa el cumplimiento de tal capacidad. Así, potentia se refiere siempre a algo futuro, que al presente existe sólo como un germen a ser desarrollado; actus denota la realidad completa correspondiente. En una palabra, potentia es el ser determinable, actus el ser determinado. Por lo tanto, el término actus tiene una extensión más amplia que acto u operación. Toda operación es un actus, porque es el complemento de un poder; pero todas las demás perfecciones y determinaciones, cualquiera sea su naturaleza, son también actus. Por otro lado, el ser in potentiâ no se ha de identificar con el ser posible. Este último pertenece al orden lógico, es una noción cuyos elementos no implican contradicción. El primero pertenece al orden real; existe en un sujeto que, aunque indeterminado, es capaz de determinación. Potentia es más que una mera afirmación de futuridad, que hace referencia sólo al tiempo; implica una aptitud positiva a ser realizada en el futuro.

Sería un error identificar los términos escolásticos actus y potentia con la energía real y potencial de la física. Estos términos se aplican sólo a substancias materiales, y son exclusivamente dinámicos; significan la capacidad para hacer un trabajo o la ejecución real de un trabajo. Los términos escolásticos se aplican a todo los seres, incluidos los seres espirituales, y se refieren a cualquier realidad que posean o puedan adquirir. La "energía" (actus) aristotélica como tal, es decir, considerada como realidad, nunca puede ser potencial, al ser estos dos términos opuestos entre sí. Realidad y potencia son mutuamente excluyentes, dado que uno significa la presencia, y el otro la ausencia, de la misma determinación. Más aún, en todos los seres, excepto Dios (ver ACTUS PURUS) hay una combinación de realidad y potencia; poseen algunas determinaciones y son capaces de adquirir otras. Además, la misma realidad puede ser considerada como realidad o potencia, según que tengamos un punto de vista retrospectivo o prospectivo. En el hombre, la habilidad y la ciencia son realidades si las comparamos con la naturaleza humana que ellas presuponen. Pero si las comparamos con las acciones mismas, o con el recuerdo real del conocimiento adquirido a la conciencia, ellas son poderes o potentiae. Si conservamos el mismo punto de vista, es imposible que la misma cosa sea al mismo tiempo in actu e in potentia con respecto a la misma determinación.

Aristóteles y Santo Tomás explican esta teoría mediante muchas imágenes, una de las cuales será suficiente. La estatua existe potencialmente en el bloque de mármol, ya que el mármol tiene una aptitud para recibir la forma de una estatua. Esta aptitud es algo real en el mármol, dado que muchas otras substancias están privadas de ella. Es una potencia receptiva. Respecto a la estatua misma, el escultura escultor tiene el poder, mediante su acción, de esculpir el mármol en la forma de una estatua. El suyo es un poder activo, una habilidad o capacidad real, de la que carecen muchas otras personas. Con el fin de tener la estatua real (actus), es necesario que el escultor ejerza (actus) su habilidad real (potentia) sobre una sustancia que todavía no es una estatua, pero que tiene una aptitud real (potentia) para convertirse en una. No puedo formar una idea de la potencia del mármol o de la habilidad del escultor, a menos que yo primero conozca lo que se entiende por una estatua real. De la misma manera, el hombre ciego de nacimiento es incapaz de comprender lo que significa la facultad de la visión. En general, potentia no tiene significado y no puede ser definida, excepto a través de los actus correspondientes.

II. La distinción entre potentia y actus está en la base de, y penetra, todo el sistema escolástico de filosofía y teología. Cualquier cosa que es determinable es considerada como potencial respecto a la determinación real. Género y especie, sujeto y predicado, cantidad y forma, niño y adulto, materia y forma de los sacramentos, etc., son ejemplos de potencia y acto. Aquí tenemos que limitarnos a las aplicaciones fundamentales en metafísica y en psicología

  • (1) En metafísica, la distinción recorre las diez categorías aristotélicas. Todo ser, ya sea sustancia o accidente, es o in actu o in potentiâ. La esencia de las criaturas es una potencia respecto a su existencia. Las substancias materiales están compuestas de materia prima y forma sustancial (vea materia y forma), al ser la materia una potencia pura, es decir, totalmente indeterminada, y al ser la forma la primera determinación dada a la materia. La causa eficiente es también una aplicación de potencia y acto; la causa, cuando está en reposo, conserva la capacidad de actuar. El cambio es una transición del estado de potencia al de realidad. Generación, crecimiento y evolución supone una capacidad que se realiza.
  • (2) En psicología se pone un énfasis especial en la realidad de las potentiae o facultades, y en su distinción tanto desde el alma como desde sus operaciones. Los sentidos externos son determinados por un estímulo externo (ver ESPECIE), que les da la determinación necesaria para el acto de percepción. Los sentidos internos (sensus communis, phantasia, memoria, aestimativa) dependen de las sensaciones externas para su ejercicio. La memoria y la imaginación preservan in potentia rastros de impresiones pasadas, y cuando se verifican las condiciones apropiadas, la imagen se hace real. No tenemos ideas innatas, sino que al comienzo la inteligencia humana es simplemente un poder para adquirir ideas. Por su operación, el poder activo del intelecto (intellectus agens) forma las species intelligibilis o la determinación necesaria a la inteligencia (intellectus possibilis) para su acto cognitivo. Toda tendencia y deseo es realizada por algún bien que uno se esfuerza en adquirir. En la psicología racional se concibe al hombre como un ser substancial, compuesto de cuerpo y alma, de materia y forma, unidas como potentia y actus.

Hoy en día hay una tendencia en casi todas las ciencias hacia las teorías de "realidad". Pero si se analizan cuidadosamente, tales teorías producirán necesariamente elementos potenciales. En todas las cosas encontramos capacidades para un desarrollo y una evolución ulterior, fuerzas y aptitudes que serán utilizadas poco a poco. En la terminología escolástica, éstas ahora son reales pero no actuales. Existen solamente como potentiae que, para manifestarse ellas mismas, esperan la actualización apropiada.


Fuente: Dubray, Charles. "Actus et Potentia." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 4 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/01124a.htm>.

Traducido por José Arturo Quarracino.