Santa Apolonia
De Enciclopedia Católica
- "En aquel tiempo Apolonia, la parthénos presbûtis (virgo presbytera, con lo cual posiblemente denota no una virgen entrada en años, sino una diaconisa) era tenida en gran estima. Estos hombres también la capturaron y le rompieron todos los dientes a golpes. Construyeron una hoguera en las afueras de la ciudad, y la amenazaron con quemarla viva si se negaba a repetir palabras impías luego de ellos (ya fuese blasfemias contra Cristo, o una invocación a los dioses paganos). Al otorgársele un respiro, pedido por ella, se lanzó rápidamente al fuego y ardió hasta morir.”
Apolonia pertenece, por lo tanto, a esa clase de los primeros mártires cristianos que no esperaron por la muerte con que se les amenazaba, sino más bien para preservar su castidad, o al ser confrontados con la alternativa de renunciar a su fe o sufrir la muerte, abrazaron ésta voluntariamente en la forma preparada para ellos. Al rendir honor a sus mártires la Iglesia no hizo distinción entre éstas mujeres y las otras. San Agustín trata esta cuestión en el primer libro de "La Ciudad de Dios", a propósito del suicidio (Ciudad de Dios, 1.26); al referirse al tema del suicidio (De.Civ.Dei, I, 26); "Se dice que en tiempos de persecución se supo de ciertas santas mujeres se sumergieron en el agua con la intención de ser arrastradas por las olas y ahogarse, y así preservar su castidad amenazada. Aunque abandonaron la vida de este modo, no obstante, reciben el alto honor como mártires en la Iglesia Católica y sus fiestas se observan con gran ceremonia.
Este es un tema sobre el que no me atrevo a juzgar a la ligera, pues yo sólo sé que la Iglesia fue autorizada por Dios a través de revelaciones confiables para honrar así la memoria de estos cristianos. Puede ser que este sea el caso. ¿Podría ser también que éstos actuaron de tal manera, no por capricho humano sino por mandato divino, no erróneamente, sino por obediencia, través de la obediencia, como lo debemos creer en el caso de Sansón? Sin embargo, cuando Dios da una orden y la da a conocer claramente, ¿quién podría juzgar la obediencia en ello como un crimen o condenar tal devoción piadosa y servicio efectivo?” La narración de Dionisio no sugiere el menor reproche a este acto de Santa Apolonia; a sus ojos ella era tan mártir como las demás, y como tal fue venerada en la Iglesia de Alejandría.
Con el tiempo, su fiesta fue también muy popular en Occidente. Una leyenda posterior le asignó un martirio similar a Apolonia, una virgen cristiana de Roma durante el reinado de Juliano el Apóstata. Sin embargo, hubo una sola mártir con ese nombre, es decir, la santa de Alejandría. La Iglesia Romana celebra su memoria el 9 de febrero, y se le invoca popularmente contra los dolores de dientes debido al tipo de tormento que sufrió. Artísticamente se le representa sosteniendo unas pinzas que aprietan un diente. Existía una iglesia dedicada a ella en Roma, pero de ella sólo queda la plaza en la que éste se ubicaba, la cual se llama "Piazza Sant'Apollonia".
Bibliografía: Acta SS., Feb., II, 278 ss.; Katholik (1872), I, 226 ss.; Bibliotheca hagiographica latina, ed. BOLLAND. (Bruselas, 1898), 103 ssq.; NEUMANN, Der römische Staat und die allgemeine Kirche (Leipzig, 1890) I, 252 ss.; BUTLER, Lives, 9 Feb.
Fuente: Kirsch, Johann Peter. "St. Apollonia." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01617c.htm>.
Traducido por Cecilia Nieto B., L H M.
Selección de imágenes: José Gálvez Krüger