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Miércoles, 30 de octubre de 2024

Alejandro

De Enciclopedia Católica

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Siete Varones Llamados Alejandro

1. Alejandro el grande: Rey de Macedonia, hijo de Filipo, 336-323 a. C. Es mencionado en 1 Mac. 1,1-10; 6,2. También es supuestamente mencionado en Dan. 2.39; 7,6; 8,5-7; 11,3-4.

2. Alejandro Balas: Undécimo rey de Siria, 150-145 a. C. En 1 Mac. 10,1-89 se pueden ver sus luchas por el trono, sus promesas a Jonatán, su política pro-judía. Fue derrotado por su suegro, Ptolomeo Filometor de Egipto, y por lo tanto, Siria pasó a manos de Demetrio II (1 Mac. 11,1-19).

3. Alejandro: Un hijo de Simón de Cirene mencionado en el Evangelio según San Marcos (15, 21) y que cargó la Cruz con Jesús.

4. Alejandro: Un miembro de la corte que juzgó a Pedro y a Juan (Hch. 4,6); algunos lo identifican con Alejandro Lisímaco, hermano de Filón y amigo de Claudio antes que ascendiera al trono.

5. Alejandro: Judío o judeo-cristiano (Hch. 19,33-34) que intentó defender a San Pablo en sus dificultades en Éfeso. Algunos lo identifican con el hijo de Simón de Cirene.

6. Alejandro: Un cristiano de Éfeso que apostató (1 Tim. 1,20), y que junto a Himeneo fue entregado a Satanás por los Apóstoles.

7. Alejandro: Hojalatero de Éfeso (2 Tim. 4,14,15), que le hizo mucho daño a San Pablo. Algunos lo identifican con el Alejandro mencionado en el número anterior.

Seis Obispos Llamados Alejandro:

1. Alejandro de Jerusalén: Amigo de Orígenes, y su compañero de estudios en Alejandría bajo Panteno y Clemente. Fue elegido obispo en una sede en Capadocia (¿o Cilicia?) a principios del siglo III, hospedó por un tiempo a su maestro Clemente, y él mismo sufrió prisión por la fe (204-212). Tras su liberación, visitó Jerusalén, y fue elegido coadjutor de Narciso, el anciano ocupante de aquella sede. Este fue el primer caso de un traslado episcopal y nombramiento de coadjutor y tuvo que ser ratificado por la jerarquía de Palestina reunida en Jerusalén (Valesio en Eusebio, Hist Eccl., VI.11; Sócrates, Hist. Eccl., VII.36). La primera biblioteca teológica cristiana fue creada por él en Jerusalén. (Eus., Hist. Eccl., V, 20). Defendió a Orígenes contra su obispo Demetrio, cuando éste se ofendió por la autorización concedida a Orígenes para exponer las Sagradas Escrituras públicamente en las iglesias de Cesarea en la presencia de obispos, siendo éstos los únicos expositores autorizados del texto sagrado. Alejandro y Teoctisto (Obispo de Cesarea) escribieron una carta conjunta a Demetrio, en la que solicitaban el uso eclesiástico de otros lugares (Eus., Hist. Eccl., VI, 19). Al final Orígenes fue ordenado sacerdote por sus dos protectores (c. 230). Él da testimonio personal al comienzo de su primera homilía sobre el Libro de los Reyes del amigable carácter de Alejandro. Éste murió en prisión en Cesarea (251) durante la persecución de Decio. Algunos fragmentos de sus cartas se conservan en el sexto libro de la Historia Eclesiástica de Eusebio.

2. Alejandro de Bizancio: (Como Constantinopla era llamada entonces) Fue obispo de esa sede durante las controversias arrianas originales. Tenía 73 años cuando fue nombrado (313 ó 317), y gobernó la sede durante 23 años. Apoyó a su homónimo de Alejandría contra Arrio. Participó en el Primer Concilio de Nicea (325) y se negó a recibir al archi hereje a la comunión, a pesar de ser amenazado con la deposición y el destierro. La repentina muerte de Arrio fue vista por los católicos de entonces como una respuesta a las oraciones del buen obispo, a quien Teodoreto (Hist. Eccl., I.3) califica de "hombre apostólico". No sobrevivió mucho tiempo a este trágico evento.

3. Alejandro de Basilinópolis: En Bitinia, un amigo de San Juan Crisóstomo, a quién le debía su nombramiento como obispo; tras la caída de su patrono se retiró (c. 410) a su natal Tolemaica en Egipto, donde experimentó el odio de Teófilo de Antioquía y la amistad privada de Sinesio (Epp. 61,67).

4. Alejandro de Antioquía: Trigésimo octavo obispo de dicha sede (413-421), elogiado por Teodoreto (Hist. Igl. V.35) "por la santidad y austeridad de su vida, su desprecio por las riquezas, su amor por la sabiduría y su poderosa elocuencia." Él sanó los últimos remanentes del cisma meleciano en Antioquía y logró que se restituyera el nombre de San Juan Crisóstomo a los dípticos en Constantinopla.

5. Alejandro de Apamea: Un obispo sirio en el Concilio de Éfeso (431), y uno de los ocho obispos delegados por los partidarios de Juan de Antioquía ante el Emperador Teodosio.

6. Alejandro de Hierápolis (Eufratense): Inflexible opositor de San Cirilo en el Concilio de Éfeso (431), y un igualmente obstinado abogado de Nestorio. Incluso cuando Juan de Antioquía y la mayoría de los obispos orientales cedieron, y se produjo una reconciliación general, Alejandro se mantuvo fuera contra la "abominación de Egipto". Su carácter es vívidamente retratado en la correspondencia por su amigo y admirador, el historiador Teodoreto, como un hombre grave, santo y piadoso y amado por su pueblo, pero desesperadamente terco en lo que a él le parecía la ortodoxia de la fe. Tras el agotamiento de todas las medidas para superar su resistencia, fue desterrado por decreto imperial a las minas de Famutin en Egipto, donde murió (Tillemont, Mem., XIV, XV).


Fuente: Maas, Anthony. "Alexander, name of seven men." Shahan, Thomas. “Alexander (Early Bishops)” The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01285a.htm>. <http://www.newadvent.org/cathen/01285b.htm>.

Traducido por O.A. lhm