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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Pentecostés (fiesta judía)

De Enciclopedia Católica

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La segunda en importancia de las grandes fiestas judías.

El término, adoptado de los judíos de habla griega (Tob. 2,1; 2 Mac. 12,32; Josefo, “Ant.”, III, X, 6; etc.), alude al hecho de que la fiesta caía en el día quincuagésimo después “del día siguiente al Sabbath” de la Pascua (Lev. 23,11). En el Antiguo Testamento se le conocía como “fiesta de la cosecha de las primicias” (Éx. 23,16), “la fiesta de las semanas” (Éx. 34,22; Deut. 16,10; 2 Crón. 8,13), “el día de las primicias” (Núm. 28,26), y los judíos posteriores lo llamaron ‘asereth o ‘asartha (asamblea solemne, y probablemente “festival de cierre”, pues Pentecostés era el festival de clausura de la cosecha y de la temporada pascual). La interpretación de Lev. 23,11 fue discutida desde muy temprano; en el tiempo de Jesucristo había dos opiniones respecto al día exacto de la celebración de la fiesta. La mayoría de los doctores (y la mayor parte del pueblo) comprendían (sobre la fuerza de Levítico 23,07 ) que el “sabbath” a que se refería el versículo 11 era el primer día de los panes ázimos, 15 de nisán; mientras que los saduceos (más tarde también los caraítas) sostenían que lo denotaba era el Sabbath semanal que caía durante la Pascua (Talmud, Treat. Menach. , X, 1-3; Chagiga, II, 4). Dejaremos sin decidir cuál es la opinión más de acuerdo con el significado natural del pasaje; el disentimiento terminó hace tiempo y los judíos celebran Pentecostés el quincuagésimo día después del 16 de nisán.

Dado que la ofrenda de una gavilla de cebada marcaba el comienzo de la temporada de cosecha, así la ofrenda de panes de trigo nuevo marcaban su conclusión. Esta no es una prueba de que Pentecostés fuese originalmente un simple festival de la naturaleza, sino que demuestra que la legislación de Moisés tenía en mente una población agrícola, a cuyas necesidades especiales y disposición se adaptó perfectamente. Desde el final de los tiempos bíblicos, los judíos le han atribuido a la fiesta un significado totalmente nuevo, nunca tan insinuado en la Escritura: el día de Pentecostés se celebra para conmemorar la entrega de la Ley en el Monte Sinaí, que, según Éx. 19,1, tuvo lugar el quincuagésimo día después de la salida de Egipto. Este punto de vista, admitido por varios Padres de la Iglesia (San Jerónimo, "Epist.", LXXVIII, 12, P.L., XXII, 707; San Agustín, "Cont. Faust", XXXII, 12, P.L., XLII, 503; San León, "De Pent. Serm.," I, P.L., LIV, 400), ha pasado a algunos libros litúrgicos judíos modernos, donde se describe la fiesta como "el día de la entrega de la Ley" (Maimon. More Neb., III, 41).

De acuerdo con esta interpretación, los judíos modernos pasan la víspera en la lectura de la Ley y otras Escrituras adecuadas. Entre ellos la fiesta dura dos días, una tradición que data a partir de la dificultad que tuvieron los judíos de la diáspora en determinar exactamente en qué día comienza el mes en Palestina (Talmud, Treat. Pesach., LII, 1; Rosh hashsh., V, 1). No se permitía ningún trabajo servil en el día de Pentecostés (Lev. 23,21). La oblación consistía de dos hogazas de pan fermentado hecho con dos décimas de efá (alrededor de siete cuartos y un quinto) de harina de trigo nuevo (Lev. 23,17; Éx. 34,22). El pan con levadura no se podía colocar en el altar (Lev. 2,11), y solamente se mecía ( B.D., "levantada", ver ofrendas); un pan se le daba al sumo sacerdote, y el otro se dividía entre los sacerdotes que lo comían en el recinto sagrado.

También se ofrecían como ofrenda de paz dos corderos de un año, un macho cabrío como sacrificio por el pecado, junto con un holocausto de siete corderos sin defecto, un becerro y dos carneros (Lev. 23,18-19). De acuerdo con Núm. 28,26-31 el total de víctimas a ofrecerse en holocausto en ese día se diferencia del anterior. Los judíos de épocas posteriores consideraban las dos leyes como complementarias (Jos., "Ant"., III, X, 6; Talmud, Treat. Menach., IV, 2, 5). La fiesta era una ocasión para reuniones sociales y alegres (Deut. 16,11) y a partir del Nuevo Testamento se puede inferir que era, al igual que la Pascua, una fiesta muy concurrida a la que venían a Jerusalén muchos judíos de todas partes del mundo ( Hch. 2,5-11).

Vea también Pentecostés ( fiesta cristiana).


Bibliografía: GREEN, The Hebrew Feasts (1886); BÄHR, Symbolik des Mosaischen Cultus (Heidelberg, 1839); BENZINGER, Hebräische Archäologie (Friburgo, 1894); HITZIG, Ostern und Pfingsten (1838); SCHEGG, Biblische Archäologie (Friburgo, 1887); SCHÜRER, Gesch. des Jüdischen Volkes im Zeitalter J.C. (Leipzig, 1886-90); WELLHAUSEN, Prolegomena zur Gesch. Israels (Berlín, 1895); WOGUE, Catéchisme (París, 1872); IKEN, Antiquitates Hebraicæ (Bremen, 1741); RELAND, Antiquitates Sacræ (Utrecht, 1741).

Fuente: Souvay, Charles. "Pentecost (Jewish Feast)." The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911. <http://www.newadvent.org/cathen/11661a.htm>.

Traducido por L H M.