Clodoveo
De Enciclopedia Católica
Clodoveo, hijo de Childerico, rey de los francos salios; nació en el año 466; murió en París el 27 de noviembre de 511. Sucedió a su padre como rey de los francos de Tournai en 481. Su reino fue probablemente uno de los Estados que surgieron de la división de la monarquía de Clodión, como los de Cambrai, Tongres y Colonia. Aunque era pagano, Childerico había mantenido relaciones amistosas con los obispos de la Galia, y cuando Clodoveo ascendió al trono recibió una carta de felicitación muy cordial de San Remigio, arzobispo de Reims. El joven rey comenzó temprano su curso de conquista al atacar a Siagrio, hijo de Egidio, el conde romano. Siagrio se estableció en Soissons y adquirió autoridad soberana sobre tan gran parte de la Galia septentrional que sus contemporáneos lo conocían como el rey de Soissons. Al ser derrotado, Siagrio huyó a buscar protección de Alarico II, rey de los visigodos, pero este, alarmado por un emplazamiento de Clodoveo, devolvió a Siagrio a su conquistador, el cual lo mandó a decapitar en 486. Clodoveo permaneció entonces como amo de los dominios de Siagrio y se instaló en Soissons.
Parecería que el episodio del famoso vaso de Soissons fue un incidente de la campaña contra Siagrio, y demuestra que, aunque era pagano, Clodoveo continuó la política de su padre al permanecer en términos amistosos con el episcopado galo. El vaso, tomado por los soldados francos cuando saqueaban una iglesia, formaba parte del botín que sería dividido entre el ejército. Fue reclamado por el obispo (¿San Remigio?), y el rey trató de que se lo asignaran a él para poder devolverlo intacto al obispo, pero un soldado insatisfecho dividió el vaso con su hacha y le dijo al rey: “Recibirás solo la parte que te asigne el destino”. Clodoveo no se ofendió abiertamente por el insulto, pero al año siguiente, al revisar a su ejército, se encontró con este mismo soldado y, reprendiéndolo por la condición defectuosa de sus brazos, le partió el cráneo con un hacha y dijo: "Fue así que trataste el vaso de Soissons". Este incidente a menudo se ha citado para mostrar que aunque en tiempo de guerra un rey tiene autoridad ilimitada sobre su ejército, después de la guerra su poder está restringido y que en la división del botín se deben respetar los derechos de los soldados.
Después de la derrota de Siagrio, Clodoveo extendió su dominio hasta el Loira. Fue gracias a la ayuda que le brindó el episcopado galo que ganó la posesión del país. Es bastante seguro que los obispos trazaron el régimen que prevaleció luego. A diferencia de lo adoptado en otros reinos bárbaros fundados sobre las ruinas del Imperio Romano, este régimen estableció la igualdad absoluta entre los nativos galo-romanos y sus conquistadores germánicos, donde todos compartían los mismos privilegios. Procopio, un escritor bizantino, nos ha dado una idea de este acuerdo, pero lo conocemos mejor por sus resultados. No había distribución del territorio galo por parte de los vencedores; establecidos en las provincias belgas, tenían tierras allí a las que regresaban después de cada campaña. Todos los hombres libres en el reino de Clodoveo, ya fuesen de origen romano o germánico, se llamaban francos, y debemos cuidarnos del antiguo error de mirar a los francos después de Clodoveo como no más que bárbaros germánicos.
Amo de la mitad de la Galia, Clodoveo regresó a Bélgica y conquistó los dos reinos salios de Cambrai y Tongres (?), donde reinaban sus primos Ragnacairo y Cararico. Estos eventos se nos han dado a conocer solo a través de la tradición poética de los francos que los ha distorsionado singularmente. De acuerdo con esta tradición, Clodoveo llamó a Cararico para que lo ayudara en su guerra contra Siagrio, pero la actitud de Cararico durante toda la batalla fue muy sospechosa, ya que se abstuvo de tomar partido hasta que vio cuál de los rivales saldría victorioso. Clodoveo anhelaba vengarse. Mediante una artimaña se apoderó de de Cararico y su hijo y los arrojó a prisión; luego les afeitaron la cabeza, y ambos fueron ordenados, el padre al sacerdocio y el hijo al diaconado. Cuando Cararico se lamentó y lloró por esta humillación, su hijo exclamó: "Las hojas de un árbol verde han sido cortadas pero volverán a brotar rápidamente; ¡que así de rápido perezca el que hizo esto!" Se le informó a Clodoveo sobre este comentario, y este mandó a decapitar a padre e hijo.
La tradición continúa diciendo que Ragnacairo, rey de Cambrai, era un hombre de moral tan laxa que apenas respetaba a su propia familia, y Farrón, su favorito, era igualmente licencioso. Tan grande era el enamoramiento del rey por este hombre que, si se le daba un regalo, lo aceptaba para sí mismo y para su Farrón. Esto llenaba de indignación a sus súbditos y Clodoveo, para ganarlos para su lado antes de entrar en campaña, distribuyó entre ellos dinero, brazaletes y tahalíes, todo en cobre dorado en imitación fraudulenta de oro genuino. En diferentes ocasiones, Ragnacairo envió espías para determinar la fuerza del ejército de Clodoveo, y al regresar le dijeron: "Es un gran refuerzo para usted y su Farrón". Mientras tanto Clodoveo avanzó y comenzó la batalla. Al ser derrotado Ragnacairo huyó, pero fue atrapado, hecho prisionero y traído ante Clodoveo con sus manos atadas atrás. “¿Por qué”, le preguntó su conquistador, “has permitido que nuestra sangre sea humillada al dejarte encadenar? Hubiese sido mejor que hubieras muerto.” Y diciendo esto, Clodoveo le asestó el golpe mortal. Luego, volviéndose hacia Ricairo, el hermano de Ragnacairo, que había sido hecho prisionero con el rey, dijo: "Si hubieras ayudado a tu hermano, no lo habrían atado", y decapitó también a Ricairo. Después de estas muertes, los traidores descubrieron que se les había dado oro falsificado y se quejaron ante Clodoveo, pero este solo se rió de ellos. Rignomiro, uno de los hermanos de Ragnacairo, fue ejecutado en Le Mans por orden de Clodoveo, quien tomó posesión del reino y del tesoro de sus víctimas.
Bibliografía: ARNDT (ed.), GREGORIO DE TOURS, Historia ecclesiastica Francorum in Mon. Germ. Hist:. Script. RR. Merovingicarum; JUNGHANS, Die Gesdichte der frankischen Konige Childerich und Chlodovich (Gottingen, 1857), tr. POR MONOD como Histore critique de rois Childeric et Clovis (París, 1879); RAJNA, Le origini dell' epopea francese (Florencia, 1884); KURTH, Histoire poetique des Merovingiens (París 1893): IDEM, Clovis (Tours, 1896, and París, 1901).
Fuente: Kurth, Godefroid. "Clovis." The Catholic Encyclopedia. Vol. 4, págs. 70.72. New York: Robert Appleton Company, 1908. 18 Dec. 2019 <http://www.newadvent.org/cathen/04070a.htm>.
Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina