Bendición apostólica

La bendición solemne (urbi et orbi) que, antes de 1870, el Santo Padre daba él mismo desde los pórticos de:

• la Basílica de San Pedro el Jueves Santo y Pascua;
• San Juan de Letrán el día de la Ascensión; y
• Santa María la Mayor, en la Fiesta de la Asunción de María.

Muy a menudo los Papas delegaban a otros el poder de dar esta bendición en respuesta a peticiones de príncipes, en el cierre de misiones, y en tales ocasiones. El 3 de septiembre de 1762 el Papa Clemente XIII restringió este poder a los patriarcas, primados, arzobispos y obispos que lo pidiesen a la Sede Apostólica; pueden dar la bendición apostólica el domingo de Pascua y en algunas otras fiestas. Los prelados que tienen el uso de los pontificales y jurisdicción sobre un territorio determinado pueden darla sólo una vez al año. Se prescribe una fórmula determinada. Los superiores de ciertas órdenes religiosas, especialmente los franciscanos, la pueden dar dos veces al año en las iglesias de su propia orden; deben utilizar una fórmula y pedir permiso al ordinario (30 de agosto de 1763). A veces se le concede la facultad a sacerdotes particulares, regulares o seculares, para dar la bendición apostólica a su regreso de Roma, en la clausura de las misiones o retiros; en este caso no se requiere rito solemne.

La bendición apostólica es un sacramental con el que se concede la indulgencia plenaria (bajo las condiciones usuales), pero no la absolución de las censuras eclesiásticas. Esta bendición no se puede dar durante el año santo del jubileo. Un rasgo especial de la misma es la bendición apostólica in articulo mortis, o sea la bendición que se da a los que están en peligro de muerte por sacerdotes que posean la facultad requerida. El Papa Benedicto XIV prescribió una fórmula; para ganar la indulgencia es necesario recibir los sacramentos, invocar el Santísimo Nombre de Jesús, y resignarse a la voluntad de Dios. En los países de misión los obispos pueden subdelegar en cada sacerdote la concesión de esta indulgencia (5 de abril de 1772). No se suspende por un jubileo.

Fuente: Holweck, Frederick. "Apostolic Blessing." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/02602a.htm>.

Traducido por Sara Campis Ortega.