Inocencio X, Papa
De Enciclopedia Católica
(Giambattista Pamfili)
Nació en Roma el 6 de mayo de 1574 y murió allí mismo el 7 de enero de 1655. Sus padres fueron Camillo Pamfili y Flaminia de Bubalis. Los Pamfili residían originalmente en Gubbio, en Umbría; llegaron a Roma durante el pontificado del Papa Inocencio VIII. De joven estudió jurisprudencia en el Colegio Romano y se graduó como bachiller en leyes a los veinte años. Poco después, el Papa Clemente VIII le nombró abogado consistorial y auditor de la Rota. El Papa Gregorio XV le nombró nuncio en Nápoles. Urbano VIII le envió a Francia y España, como datario con el legado cardenal Francesco Barberini y después le nombró patriarca latino titular de Antioquía y nuncio en Madrid. Fue nombrado cardenal-presbítero de San Eusebio el 30 de agosto de 1626, aunque no vistió la púrpura hasta el 19 de noviembre de 1629. Fue miembro de las comisiones del Concilio de Trento, de la Inquisición y de Jurisdicción e Inmunidad.
El 9 de agosto de 1644 el cónclave celebrado en Roma para elegir al sucesor de Urbano VIII fue tormentoso. La facción francesa había acordado no dar el voto a nadie que fuera amigo de España. El cardenal Firenzola, candidato de España, fue rechazado por ser adversario reconocido del primer ministro francés, cardenal Mazarino. Temiendo que fuera elegido un enemigo manifiesto de Francia, los cardenales franceses se pusieron de acuerdo con el partido español para elegir a Pamfili, a pesar de su conocida simpatía por España. Fue elegido el 15 de septiembre y ascendió al trono papal como Inocencio X.
Poco después Inocencio creyó necesario tomar acciones legales contra los Barberini por apropiación indebida de dinero público. Para escapar al castigo, Antonio y Francesco Barberini huyeron a París, donde encontraron un poderoso protector en Mazarino. Inocencio confiscó su propiedad y el 19 de febrero de 1646, emitió una bula ordenando que todos los cardenales que habían abandonado o abandonasen en el futuro los Estados Pontificios sin el permiso del Papa y no volvieran dentro de seis meses, fueran privados de sus beneficios eclesiásticos y hasta del cardenalato.
El Parlamento francés declaró nulas e invalidas las ordenanzas papales, pero el Papa no cedió hasta que Mazarino se preparó para enviar tropas a Italia para invadir los Estados Pontificios. En adelante la política papal hacia Francia fue más amistosa y poco después los Barberini fueron rehabilitados. Pero cuando Mazarino arrestó al Cardenal de Retz, en 1652, Inocencio protestó solemnemente contra este acto de violencia cometido contra un cardenal y protegió a Retz después de su huída en 1654
En Italia Inocencio reafirmó su autoridad como soberano sobre el duque Ranuccio II de Parma que rehusó redimir los bonos (monti) de los Farnesio de los acreedores romanos, como se había estipulado en el Tratado de Venecia el 31 de marzo de 1644. Es más, el duque no quiso reconocer a Cristóbal Guarda, a quien al Papa había nombrado obispo de Castro. Por lo tanto, cuando el nuevo obispo fue asesinado en su camino para tomar posesión de su sede, Inocencio hizo a Ranuccio responsable del crimen. El Papa tomó posesión de Castro, lo destruyó hasta los cimientos y transfirió la sede episcopal a Acquapendente. El duque se vio forzado a entregar la administración de su distrito en manos del Papa, quien se encargó de pagar a los acreedores.
Las relaciones papales con Venecia, que se habían tensado durante el pontificado de Urbano VIII, fueron amistosas durante el gobierno de Inocencio X; éste ayudó a los venecianos financieramente contra los turcos en la lucha por Candia (Creta), y los venecianos permitieron a Inocencio libertad total en el nombramiento de obispos en sus territorios, un derecho que previamente se habían atribuido.
En Portugal, la insurrección popular de 1640 llevó a la secesión de España y a la elección de Juan IV de Braganza como rey de Portugal. Tanto Urbano VIII como Inocencio X, por deferencia hacia España, rehusaron reconocer al nuevo rey y retuvieron la aprobación de los obispos nominados por él. Así se dio la circunstancia que hacia el final del pontificado de Inocencio X había un solo obispo en todo Portugal.
El 26 de noviembre de 1648 Inocencio emitió la famosa Bula "Zelo domus Dei", en la que declara nulos e inválidos los artículos de la Paz de Westfalia que fueran perjudiciales a la religión católica. En su Bula "Cum occasione", emitida el 31 de mayo de 1653, condenaba cinco proposiciones tomadas del “Augustinus” de Jansenio, dando con ello impulso a las grandes controversias jansenistas en Francia.
Inocencio X amaba la justicia y llevaba una vida sin tacha; pero era con frecuencia irresoluto y desconfiado. La gran mancha de su pontificado fue su dependencia de Donna Olimpia Maidalchini, esposa de su hermano fallecido. Durante un corto tiempo su influencia hubo de ceder ante la del joven Camillo Astalli, un familiar lejano del Papa al que Inocencio elevó al cardenalato. Pero el Papa parecía incapaz de seguir sin ella y siguiendo su consejo privó a Astalli de la púrpura y lo alejó del Vaticano. La acusación lanzada por Gualdus (Leti) en su "Vita di Donna Olimpia Maidalchini" (1666), de que su relación con Inocencio era inmoral ha sido rechazada como calumniosa por todos los historiadores de reputación.
Bibliografía: CIAMPI, Innocenzo X Pamfili e la sua corte (Imola, 1878); FRIEDENSBURG, Regesten zur deutschen Geschichte aus der Zeit des Pontifikats Innocenz X en Quellen und Forschungen, editado por el Instituto Histórico Prusiano de Roma, V (1902), VI (1903); RANKE, Die römischen Päpste, tr. FOSTER, II (Londres, 1906), 321-9; BAROZZI E BERCHET, Relazioni degli stati Europei lette al senato dagli Ambasciatori Veneti nel secolo decimosettimo, Serie III: Italia, Relazioni di Roma, II (Venecia, 1878), 43-161; PALATIUS, Gesta Pontificum Romanorum, IV (Venecia. 1688), 571-94.
Ott, Michael. "Pope Innocent X." The Catholic Encyclopedia. Vol. 8. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/08020b.htm>.
Traducido por Pedro Royo. L H M.