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La '''resurrección''' es levantarse de entre los muertos, la reanudación de la vida. El [[Cuarto Concilio de Letrán]] enseña que todos los [[hombre]]s, ya sea [[elegido]]s o reprobados, "se levantarán con los propios cuerpos que ahora tienen" (cap. "Firmiter"). En el lenguaje de los [[credo]]s y las [[Profesión de Fe |profesiones de fe]] esta vuelta a la vida se llama resurrección del cuerpo (''resurrectio carnis, resurrectio mortuorum, anastasis ton nekron'') por un doble motivo: en primer lugar, ya que el alma no puede morir, no se puede decir que vuelve a la [[vida]]; segundo, se debe excluir la afirmación [[herejía |herética]] de Himeneo y Filito de que las [[Biblia |Escrituras]] denotan por resurrección no el retorno del cuerpo a la vida, sino el revivir del [[alma]] de la muerte del [[pecado]] a la vida de la [[gracia]]. (El tema de la [[Resurrección de Jesucristo]] aparece en un artículo separado, aquí sólo se tratará el tema de la resurrección general del cuerpo.)
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La '''resurrección''' es levantarse de entre los muertos, la reanudación de la vida. El [[Cuarto Concilio de Letrán]] enseña que todos los [[hombre]]s, ya sea [[elegido]]s o reprobados, "se levantarán con los propios cuerpos que ahora tienen" (cap. "Firmiter"). En el lenguaje de los [[credo]]s y las profesiones de [[fe]] esta vuelta a la vida se llama resurrección del cuerpo (''resurrectio carnis, resurrectio mortuorum, anastasis ton nekron'') por un doble motivo: en primer lugar, ya que el alma no puede morir, no se puede decir que vuelve a la [[vida]]; segundo, se debe excluir la afirmación [[herejía |herética]] de Himeneo y Filito de que las [[Biblia |Escrituras]] denotan por resurrección no el retorno del cuerpo a la vida, sino el revivir del [[alma]] de la muerte del [[pecado]] a la vida de la [[gracia]]. (El tema de la [[Resurrección de Jesucristo]] aparece en un artículo separado, aquí sólo se tratará el tema de la resurrección general del cuerpo.)
  
 
"Ninguna [[Doctrina Cristiana |doctrina]] de la [[fe]] [[cristianismo |cristiana]]", dice [[Vida de San Agustín de Hipona |San Agustín]], "tiene una oposición tan vehemente y obstinada como la doctrina de la resurrección de la carne" (In Ps. LXXXVIII, sermo II, n. 5). Esta oposición se había iniciado mucho antes de la época de San Agustín: "Trababan conversación también con él ([[San Pablo |Pablo]]) algunos [[filosofía |filósofos]] [[epicureísmo |epicúreos]] y [[Estoicos y Filosofía Estoica |estoicos]]", nos dice el escritor [[Inspiración de la Biblia |inspirado]] ([[Hechos de los Apóstoles |Hch.]] 17,18.32),  "…Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: ‘Sobre esto ya te oiremos otra vez’”.    Entre los adversarios de la resurrección nos encontramos, naturalmente, con los primeros que negaron la [[inmortalidad]] del [[alma]]; en segundo lugar, todos aquellos, al igual que [[Platón y Platonismo |Platón]], que consideraban el cuerpo como la [[prisión]] del alma y la muerte como un escape de la servidumbre de la [[materia]]; en tercer lugar las [[secta]]s de los [[gnosticismo |gnósticos]] y [[maniqueísmo |maniqueos]] que consideraban toda la materia como [[mal]]a; en cuarto lugar, los seguidores de estas últimas sectas, los [[priscilianismo |priscilianos]], los [[cátaros]] y los [[albigenses]]; en quinto lugar, los [[racionalismo |racionalistas]], los [[materialismo |materialistas]] y los [[panteísmo |panteístas]] de tiempos recientes.  Contra todos éstos, primero estableceremos el [[dogma]] de la resurrección, y luego consideraremos las características del cuerpo resucitado.   
 
"Ninguna [[Doctrina Cristiana |doctrina]] de la [[fe]] [[cristianismo |cristiana]]", dice [[Vida de San Agustín de Hipona |San Agustín]], "tiene una oposición tan vehemente y obstinada como la doctrina de la resurrección de la carne" (In Ps. LXXXVIII, sermo II, n. 5). Esta oposición se había iniciado mucho antes de la época de San Agustín: "Trababan conversación también con él ([[San Pablo |Pablo]]) algunos [[filosofía |filósofos]] [[epicureísmo |epicúreos]] y [[Estoicos y Filosofía Estoica |estoicos]]", nos dice el escritor [[Inspiración de la Biblia |inspirado]] ([[Hechos de los Apóstoles |Hch.]] 17,18.32),  "…Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: ‘Sobre esto ya te oiremos otra vez’”.    Entre los adversarios de la resurrección nos encontramos, naturalmente, con los primeros que negaron la [[inmortalidad]] del [[alma]]; en segundo lugar, todos aquellos, al igual que [[Platón y Platonismo |Platón]], que consideraban el cuerpo como la [[prisión]] del alma y la muerte como un escape de la servidumbre de la [[materia]]; en tercer lugar las [[secta]]s de los [[gnosticismo |gnósticos]] y [[maniqueísmo |maniqueos]] que consideraban toda la materia como [[mal]]a; en cuarto lugar, los seguidores de estas últimas sectas, los [[priscilianismo |priscilianos]], los [[cátaros]] y los [[albigenses]]; en quinto lugar, los [[racionalismo |racionalistas]], los [[materialismo |materialistas]] y los [[panteísmo |panteístas]] de tiempos recientes.  Contra todos éstos, primero estableceremos el [[dogma]] de la resurrección, y luego consideraremos las características del cuerpo resucitado.   

Revisión de 00:12 27 sep 2016

Introducción

La resurrección es levantarse de entre los muertos, la reanudación de la vida. El Cuarto Concilio de Letrán enseña que todos los hombres, ya sea elegidos o reprobados, "se levantarán con los propios cuerpos que ahora tienen" (cap. "Firmiter"). En el lenguaje de los credos y las profesiones de fe esta vuelta a la vida se llama resurrección del cuerpo (resurrectio carnis, resurrectio mortuorum, anastasis ton nekron) por un doble motivo: en primer lugar, ya que el alma no puede morir, no se puede decir que vuelve a la vida; segundo, se debe excluir la afirmación herética de Himeneo y Filito de que las Escrituras denotan por resurrección no el retorno del cuerpo a la vida, sino el revivir del alma de la muerte del pecado a la vida de la gracia. (El tema de la Resurrección de Jesucristo aparece en un artículo separado, aquí sólo se tratará el tema de la resurrección general del cuerpo.)

"Ninguna doctrina de la fe cristiana", dice San Agustín, "tiene una oposición tan vehemente y obstinada como la doctrina de la resurrección de la carne" (In Ps. LXXXVIII, sermo II, n. 5). Esta oposición se había iniciado mucho antes de la época de San Agustín: "Trababan conversación también con él (Pablo) algunos filósofos epicúreos y estoicos", nos dice el escritor inspirado (Hch. 17,18.32), "…Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: ‘Sobre esto ya te oiremos otra vez’”. Entre los adversarios de la resurrección nos encontramos, naturalmente, con los primeros que negaron la inmortalidad del alma; en segundo lugar, todos aquellos, al igual que Platón, que consideraban el cuerpo como la prisión del alma y la muerte como un escape de la servidumbre de la materia; en tercer lugar las sectas de los gnósticos y maniqueos que consideraban toda la materia como mala; en cuarto lugar, los seguidores de estas últimas sectas, los priscilianos, los cátaros y los albigenses; en quinto lugar, los racionalistas, los materialistas y los panteístas de tiempos recientes. Contra todos éstos, primero estableceremos el dogma de la resurrección, y luego consideraremos las características del cuerpo resucitado.

Dogma de la Resurrección

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

La Tradición

Características del Cuerpo Resucitado

Fuente: Maas, Anthony. "General Resurrection." The Catholic Encyclopedia. Vol. 12, pp. 792-793. New York: Robert Appleton Company, 1911. 26 Sept. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/12792a.htm>.

Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina