Tenebrario
De Enciclopedia Católica
El candelabro triangular para el oficio de tinieblas se remonta por lo menos hasta el siglo VII, ya que se mencionó en un ordo de esa época publicado por Mabillon. Sin embargo, el número de velas ha variado en diferentes épocas y en diferentes lugares. Así Amalario de Metz habla de un candelabro de veinticuatro velas; otras referencias muestran que se usaban tenebrarios de treinta, doce, nueve e incluso siete velas. Para 1912 el tenebrario era hecho para sostener quince velas, todas las cuales, de acuerdo con el "Caeremoniale Episcoporum" (II, XXII, 4), debían ser de cera sin blanquear, aunque en algunas iglesias se usaba una vela blanca en el vértice del triángulo. Durante el servicio, estas velas se apagaban gradualmente, una al final de cada salmo, alternativamente a cada lado del candelabro, comenzando con la más baja. Debido a que hay nueve salmos en los maitines y cinco en las laudes, sólo se deja encendida la vela más alta del triángulo después de haber cantado todos los salmos. Según se cantan cada uno de los últimos seis versículos del Benedictus, se apaga una de las seis velas en el altar, también de cera sin blanquear. Del mismo modo, se apagan todas las demás luces de la iglesia, a excepción de la vela en la cima del triángulo. Entonces se quita esta vela de su lugar, y se esconde detrás del altar, para ser sacada de nuevo, aún encendida, al final del servicio.
El simbolismo del tenebrario y sus velas es explicado de diversas maneras. Se dice que el triángulo mismo simboliza a la Santísima Trinidad; de acuerdo a algunos, la vela más alta representa a Cristo, mientras que las otros catorce representan a los once Apóstoles y a las tres Marías. También se nos dice que la vela del centro es un tipo de la Santísima Virgen, que fue la única que creyó en la Resurrección, mientras que la extinción gradual de las demás simboliza la fe menguante de los Apóstoles y discípulos. (Ver OFICIO DE TINIEBLAS).
Bibliografía: Una buena descripción del tenebrario, con una discusión sobre el origen de la costumbre de apagar las velas gradualmente, se puede hallar en THURSTON, Lent and Holy Week (Londres, 1904); ROCK, The Church of Our Fathers, ed. HART AND FRERE (4 vols., Londres, 1903), II, 399 ss., describe y da ilustraciones de la Antigua carroza fúnebre. Para la ceremonia de apagar las velas y otras luces, descrita arriba, vea Caeremoniale Episcoporum (II, xxii, 4 sqq.). Cf. WISEMAN, Four Lectures on Holy Week (Baltimore, 1854); POPE, Holy Week in the Vatican (Boston, 1874); Handbook to Christian and Ecclesiastical Rome: Liturgy (Londres, 1897).
Fuente: Kelly, Leo. "Tenebrae Hearse." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. 12 Mar. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/07162c.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.