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Miércoles, 30 de octubre de 2024

San Bernwardo

De Enciclopedia Católica

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San Bernwardo fue el decimotercer obispo de Hildesheim, Alemania; nació a mediados del siglo X; murió el 20 de noviembre de 1022. Afirmaba ser descendiente de una noble familia sajona, que contaba entre sus miembros con hombres distinguidos en la Iglesia y el Estado. Su abuelo fue Atelbero, conde palatino de Sajonia. Habiendo perdido a sus padres a una edad temprana, quedó bajo el cuidado de su tío Volkmar, obispo de Utrecht, quien confió su educación a Thangmar, el piadoso y erudito director de la escuela catedralicia de Heidelberg. Allí Bernwardo progresó rápidamente en la piedad cristiana así como en ciencias y en las artes liberales e incluso mecánicas. Se volvió muy competente en matemáticas, pintura, arquitectura y particularmente en la fabricación de vasijas eclesiásticas y adornos de plata y oro.

Completó sus estudios en Maguncia, donde fue ordenado sacerdote por el arzobispo Willigis, canciller del Imperio (975-1011). Declinó un valioso cargo en la diócesis de su tío, el obispo Volkmar, y decidió quedarse con su abuelo Atelbero para consolarlo en su vejez. A la muerte de este último (987) se convirtió en capellán de la corte imperial, y poco después la emperatriz regente, Teófano, lo nombró tutor de su hijo Otón III, que entonces tenía seis años. Se sabe que el joven emperador fue un príncipe erudito y religioso, por lo que estaba en deuda en gran medida con su instructor. Bernwardo permaneció en la corte imperial hasta 993, cuando fue elegido obispo de Hildesheim. Su largo episcopado de casi treinta años fue prolífico en grandes resultados para la diócesis de Hildesheim.

Thangmar, su antiguo tutor, que luego se convirtió en su biógrafo, describe en términos elocuentes cómo el santo, luego de realizar sus funciones episcopales en la catedral, solía visitar los diversos talleres relacionados con la escuela de la catedral, y con sus propias manos fabricaba vasijas de oro y plata para el enriquecimiento de los altares. Bajo su dirección surgieron numerosas iglesias y otros edificios, incluso fortificaciones para la defensa de su ciudad episcopal contra las invasiones de los normandos paganos. Como evidencia de su habilidad en la práctica de las artes mecánicas todavía se conserva en Hildesheim una cruz de mano de obra rica y exquisita, conocida como la "Cruz de Bernwardo", la famosa columna de Bernwardo, con relieves sinuosos que representan escenas de la vida de Cristo, dos puertas de bronce de la catedral de Hildesheim, que muestran escenas de las Escrituras, y dos candeleros simbólicos de Cristo, luz del mundo.

Un monumento de su celo y habilidad es la iglesia abacial de San Miguel en Hildesheim —ahora protestante—, una de las basílicas más magníficas en Alemania. Su conocimiento y práctica de las artes fueron totalmente puestos al servicio de la Iglesia. Fue un hombre de extraordinaria piedad, muy dado a la oración y a la práctica de la mortificación. Poco después de su muerte (1022) fue investido con el hábito benedictino. Fue canonizado por el Papa Celestino III en 1193. Su fiesta se celebra el 20 de noviembre.


Bibliografía: Stimmen aus Maria Laach (1885), XXVIII; GFR RER, Papst Gregor VII, V, XXXIII, LIV; KUHN, Allgemeine Kunst-Geschichte, XIII.

Fuente: Birkhaeuser, Jodoc Adolphe. "St. Bernward." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2, pág. 513. New York: Robert Appleton Company, 1907. 7 agosto 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/02513a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina