Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Miércoles, 30 de octubre de 2024

San Andrés Apóstol

De Enciclopedia Católica

Saltar a: navegación, buscar

El nombre "Andrés" (del griego andreia, hombría o valor), como otros nombres griegos, parece haber sido común entre los judíos de los siglos II o III a.C.

San Andrés, el Apóstol, hijo de Jonás, o Juan (Mateo 16,17; Juan 1,42), nació en Betsaida de Galilea (Jn. 1,44). Fue el hermano de Simón Pedro (Mt. 10,2; Jn. 1,40). Ambos fueron pescadores (Mt. 4,18; Marcos, 1,16), y al comienzo de la vida pública de Nuestro Señor ocuparon la misma casa en Cafarnaúm (Mc. 1,21.29).

Por el cuarto Evangelio aprendemos que Andrés fue discípulo del Bautista, cuyo testimonio condujo a Andrés y a Juan a Jesús (Jn. 1,35-40). Andrés inmediatamente reconoció a Jesús como el Mesías, y se apresuró a presentárselo a su hermano, Pedro, (Jn. 1,41). Desde entonces los dos hermanos fueron discípulos de Cristo. En otra ocasión, antes del llamado final al apostolado, fueron llamados a una compañía más cercana, y luego dejaron todo para seguir a Jesús (Lucas 5,11; Mt. 4,19-20; Mc. 1,17-18).

Finalmente Andrés fue elegido para ser uno de los Doce; y en las varias listas de los Apóstoles dadas en el Nuevo Testamento (Mt. 10,2-4; Mc. 3,16-19; Lc. 6,14-16; Hechos 1,13) siempre aparece entre los primeros cuatro. La única otra referencia explícita a él en los Sinópticos aparece en Mc. 13,3, donde se nos dice que se unió con Pedro, Santiago y Juan en la formulación de la pregunta que llevó a Nuestro Señor a dar su gran discurso escatológico. Además de esta exigua información, aprendemos del cuarto Evangelio que en ocasión de la milagrosa alimentación de los cinco mil, fue Andrés quien dijo: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces: pero ¿qué es eso para tantos?” (Jn, 6,8-9); y cuando, unos pocos días antes de la muerte de Nuestro Señor, algunos griegos le preguntaron a Felipe si ellos podrían ver a Jesús, Felipe le refirió el asunto a Andrés como a quien tiene gran autoridad, y luego ambos se lo anunciaron a Cristo (Jn. 12,20-22). Como sucede con la mayoría de los Doce, Andrés no es nombrado en el libro de los Hechos, a excepción de las listas de los Apóstoles, donde el orden de los cuatro primeros es Pedro, Juan, Santiago y Andrés; tampoco hay mención alguna de Andrés en las Epístolas ni en el Apocalipsis.

Por lo que conocemos de los Apóstoles en general podemos, claro está, completar un poco estos escasos detalles. Como uno de los Doce, Andrés fue admitido a una cercana familiaridad con Nuestro Señor durante su vida pública; estuvo presente en la Última Cena; vio al Señor resucitado; fue testigo de la Ascensión del Señor; compartió las gracias y dones del primer Pentecostés, y ayudó, entre amenazas y persecuciones, a establecer la fe en Palestina.

Cuando los Apóstoles salieron a predicar a las naciones, parece que Andrés tomó una parte importante, pero desafortunadamente no tenemos certeza de la extensión o del lugar de sus trabajos. Eusebio (Hist. Ecl. III,1), basándose, aparentemente, en Orígenes, señala a Escitia como su campo de misión: Andras de (eilechen) ten Skythian; mientras San Gregorio Nacianceno (Or. 33) menciona a Epiro; San Jerónimo (Ep. ad Marcell.) indica a Acaya; y Teodoreto (sobre Ps. CXVI), a Hellas. Probablemente estos varios relatos son correctos, ya que San Nicéforo (H.E. II:39), basado en escritores antiguos, afirma que Andrés predicó en Capadocia, Galacia y Bitinia, luego en la tierra de los antropófagos y de los desiertos de Escitia, luego en el mismo Bizancio, donde designó a San Stachys como su primer obispo, y finalmente predicó en Tracia, Macedonia, Tesalia y Acaya. Generalmente se afirma que fue crucificado por orden del gobernador romano, Aegeas o Aegeates, en Patrae de Acaya, y que fue atado, no clavado, a la cruz para prolongar sus sufrimientos. Se dice también que la cruz en la cual sufrió fue una cruz en forma de X, que ahora se conoce como cruz de San Andrés, aunque la evidencia para esta opinión parece no ser más antigua que el siglo XIV. Su martirio tuvo lugar durante el reinado de Nerón, el 30 de noviembre del año 60 d.C.; y ambas iglesias, la Griega y la Latina, celebran su fiesta el 30 de noviembre.

Las reliquias de San Andrés fueron trasladadas desde Patrae a Constantinopla, y depositadas allí en la Iglesia de los Apóstoles, alrededor del año 357. Cuando Constantinopla fue tomada por los franceses a principios del siglo XIII, el Cardenal Pedro de Capua trajo las reliquias a Italia y las colocó en la Catedral de Amalfi, donde todavía permanece la mayoría de ellas. San Andrés es honrado como patrono principal en Rusia y en Escocia.


Nota del Director de la Enciclopedia Católica

Las venerables reliquias de San Andrés permanecieron en Roma hasta junio de 1964, cuando por voluntad del Papa Pablo VI la cabeza fue devuelta en señal de amistad hacia la Iglesia ortodoxa al obispo metropolitano de Patras, donde hoy se conserva en la iglesia dedicada a san Andrés, edificada en el lugar que la tradición señala como el de su martirio. En 1969, Pablo VI entregó también una reliquia de san Andrés a la Catedral de Santa María de Edimburgo, donde se venera con otra donada por el arzobispo de Amalfi en 1879, tras el restablecimiento de la jerarquía católica en Escocia.

José Gálvez Krüger



Fuente: MacRory, Joseph. "St. Andrew." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01471a.htm>.

Traducido por Juan Ramón Cifre. rc