Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Sábado, 21 de diciembre de 2024

Pietro Pomponazzi

De Enciclopedia Católica

Saltar a: navegación, buscar

(Pomponatius, también conocido como Peretto debido a su baja estatura.)

Filósofo y fundador de la escuela aristotélica-averrroísta; nació en Mantua en 1462; murió en Bolonia en 1525. Enseñó filosofía en Padua, Ferrara y Bolonia. Entre sus discípulos hubo laicos y eclesiásticos eminentes, muchos de los cuales fueron luego sus opositores. Desde 1300 las cátedras de filosofía en Padua eran dominadas por el averroísmo, introducido allí especialmente por el físico Pietro d’Albanio y representado por Nicoletto Vernias y Alessandro Achillini. Pomponazzi se opuso a ese sistema, basándose en los comentarios de Alejandro Afrodisias para la defensa de las doctrinas aristotélicas sobre el alma y la Providencia.

Sus principales obras son: "Tractatus de immortalitate animæ" (Bolonia, 1516), en defensa de la cual escribió su "Apologia" (1517) y "Defensorium" (1519) contra Contarini y Agostino Nifo; "De fato, libero arbitrio, de prædestinatione et de providentia libri quinque" (1523), donde afirma la opinión tradicional sobre el destino; "De naturalium effectuum admirandorum causis, sive de incantationibus" (1520), para probar que en la filosofía de Aristóteles los milagros son imposibles.

En oposición a los averroístas, Pomponazzi negó que el intellectus possibilis es uno y el mismo en todos los hombres; pero con Alejandro, afirmó que el intellectus agens es uno y el mismo, siendo Dios mismo, y en consecuencia inmortal, mientras que el alma intelectiva es idéntica a la sensible y, en consecuencia, mortal en consecuencia, de manera que, cuando se separa del cuerpo y se priva de la imaginación que alimenta su objeto, ya no podrá decidir y por lo tanto debe perecer con el cuerpo; además, el alma sin sus elementos vegetativos y sensitivos sería imperfecta; las apariciones de las almas de los difuntos son fábulas y alucinaciones. Si la religión y la ley humana presuponen la inmortalidad del alma, es porque este engaño permite a los hombres abstenerse del mal con más facilidad. Sin embargo, Pomponazzi a veces propone esta tesis como dudosa o problemática, o sólo sostiene que la inmortalidad no se puede demostrar filosóficamente, siendo la fe la única que nos ofrece la certeza; e incluso en este punto expresa su voluntad de someterse a la Santa Sede.

En controversia con Contarini declara expresamente que la razón prueba de forma apodíctica la mortalidad del alma, y que sólo la fe nos asegura de lo contrario, siendo la inmortalidad, por lo tanto, injustificada y gratuita, o sobrenatural. El libro de Pomponazzi fue consignado a las llamas públicamente en Venecia por orden del dux, por lo que en el libro III de su "Apología", se defiende contra el estigma de la herejía. La refutación por Nifo, ya un averroísta, fue escrita por orden del Papa León X. Cuando se condenó la doctrina en el Quinto Concilio de Letrán (1513; Ses VIII, Const. Apost Regiminis") no se mencionó el nombre de Pomponazzi, pues su libro no había sido publicado. El cardenal Bembo lo defendió, pero en 1518 León X lo obligó a retractarse. Sin embargo, publicó su "Defensorium" contra Nifo, la cual, como sus segunda y tercera apologías, contiene la más amarga invectiva contra sus oponentes, mientras que Nifo y Contarini se abstuvieron de personalismos. La filosofía de Pomponazzi tiene sus raíces en ideas antiguas y medievales. Los más notables de sus discípulos y defensores son los napolitanos Simone Porta y Julio César Escalígero; este último es más conocido por ser un filósofo erudito.


Bibliografía: FIORENTINO, Pietro Pomponazzi (Florencia, 1868); PODESTA (Bolonia, 1868); RENAN, Averroe et l'Averroisme (París, 1862); SCHAAF, Conspectus Historiæ philosophiæ recentis (Roma, 1910), 103-50, where Pomponazzi's doctrine is fully expounded.

Fuente: Benigni, Umberto. "Pietro Pomponazzi." The Catholic Encyclopedia. Vol. 12. New York: Robert Appleton Company, 1911. <http://www.newadvent.org/cathen/12227a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina. rc