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Martes, 19 de marzo de 2024

Atrio

De Enciclopedia Católica

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I. El atrio es un espacio abierto o patio frente a una iglesia. Consistía en un cuadrado grande rodeado por paseos entre columnatas en sus cuatro lados que formaban un pórtico o claustro. Estaba situado entre el porche o vestíbulo y el cuerpo de la iglesia. En el centro del atrio había una fuente o pozo, donde los fieles se lavaban las manos antes de entrar a la iglesia. Un remanente de esta costumbre aún sobrevive en el uso de la fuente de agua bendita, o de la jofaina, a menudo colocada cerca de la entrada interior de la iglesia. A los que no se les permitía avanzar más, y más concretamente la primera clase de penitentes, se paraban en el atrio para pedir las oraciones de los fieles que entraban a la iglesia. También fue utilizado como cementerio, al principio sólo para las personas distinguidas, pero después para todos los creyentes.

La parte techada a la entrada de la iglesia se llamaba el nártex y era el lugar para los penitentes. Las basílicas en Rávena por lo general parecen haber tenido un nártex cerrado, mientras que en las de Roma estaban abiertos a Occidente. Un mosaico de San Apolinar Nuovo, Ravena, muestra un nártex abierto cerrado por cortinas. El atrio existió en algunas de las más grandes de las primeras iglesias cristianas, como la antigua Basílica de San Pedro en Roma en el siglo IV, y Santa Sofía en Constantinopla, en el VI. En las residencias (palatia, domus) de la aristocracia romana, donde al principio los cristianos romanos rendían el culto cristiano, había una triple división: en primer lugar, al entrar, un patio llamado atrium; y luego, más adentro, otra patio entre columnas llamado el perystile, y luego el tablinum, donde probablemente se colocaba el altar, y donde se realizaban los servicios (vea BASÍLICA). Un área tan grande para un ante patio requería un solar de terreno costoso y difícil de obtener en una gran ciudad. Por esta razón el antiguo atrio romano sobrevivió sólo en ocasiones, en las Iglesias Orientales y occidentales. ejemplos típicos se pueden ver en las iglesias de San Clemente, en Roma, y San Ambrosio, en Milán; también en las iglesias del siglo VII de Novara y Parenzo.

II. En la arquitectura secular el atrio era la sala de entrada principal y apartamento en una casa romana, y formaba el recibidor. Estaba iluminado por una abertura en el techo, llamada el compluvium, con el techo inclinado a fin de arrojar el agua de lluvia en una cisterna en el piso llamada impluvium. En las casas grandes estaba rodeado por una columnata.


Fuente: Poole, Thomas. "Atrium." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2, pág. 59. New York: Robert Appleton Company, 1907. 6 agosto 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/02059b.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina