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Sábado, 21 de diciembre de 2024

Análisis

De Enciclopedia Católica

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Análisis (ana = “arriba” o “atrás”, y lyein = “soltar”) significa una separación; es el desarmar lo que estaba unido, y corresponde exactamente a la forma latina "resolución" (re + solvere). Su opuesto es la síntesis de (syn, "juntos", y tithenai, "poner", de ahí, "poner juntos", una "composición"). De acuerdo con esta etimología, el análisis, en general, es el proceso por el cual algo complejo se resuelve en simple, o, por lo menos, en partes o elementos menos complejos. Este complejo puede ser: (1) concreto, es decir, una substancia individual, cualidad o proceso, ya sea en el orden físico o mental. (2) Abstracto e ideal; incapaz, por lo tanto, de existir aparte de la mente que lo concibe.

(1) En el caso de un objeto concreto, debemos distinguir tres grados de análisis. A veces se efectúa una separación o aislamiento real. Proceder analíticamente es resolver un compuesto químico en sus elementos, o la luz blanca en los colores elementales, diseccionar un organismo, desmontar una máquina en piezas. Pero el aislamiento real con frecuencia es imposible. Así, los factores de un movimiento o de un proceso psicológico no pueden ser apartados y estudiados por separado. Si el proceso ocurre en absoluto, debe ser uno complejo. Podemos, sin embargo, llegar a un resultado analítico por medio de síntesis sucesivas diferentes, es decir, por las variaciones en el agrupamiento de los elementos o circunstancias. Con el fin de comprobar la naturaleza individual de cualquier elemento, factor o circunstancia determinado, se mantiene en el estado de permanencia, mientras que se eliminan o cambian los elementos acompañantes; o, por el contrario, puede ser eliminado o modificado, mientras que los otros permanecen constantes. Los cuatro métodos de inducción pertenecen a este tipo de análisis. También es en gran medida el método de experimento psicológico y de análisis introspectivo. Por último, puede ser imposible efectuar cualquier disociación real de una cosa o evento concreto, ya sea porque no se puede ser alcanzado o controlado, o porque es pasado. Entonces se usan la disociación mental y la abstracción. En un objeto complejo la mente considera separadamente alguna parte o rasgo que no puede ser separado realmente. La analogía y comparación de tales casos con ejemplos similares en los cuales se ha efectuado la disociación son de gran valor, y los resultados ya comprobados se aplican en el caso bajo examen. Esto ocurre a menudo en las ciencias física y psicológica; es también el método usado por el historiador o el sociólogo en el estudio de eventos e instituciones.

(2) Cuando lo complejo es una idea, el análisis consiste en dividirlo en ideas más simples. Estamos en el orden abstracto y debemos permanecer ahí; en consecuencia, no tomamos en consideración la extensión de una idea, es decir, su ámbito de aplicabilidad a cosas concretas, sino su intensión, o connotación, es decir, su contenido ideal. Analizar una idea es singularizarla en otras ideas cuya complejidad ideal, o cuya connotación, no sea tan grande. Lo mismo debe decirse del razonamiento analítico. La verdad de una proposición o de una instrucción compleja se demuestra analíticamente revirtiendo desde la proposición misma a principios superiores, a partir de la declaración compleja a una verdad más general. Y esto no sólo se aplica a las matemáticas, cuando un determinado problema se resuelve mostrando su relación necesaria con una proposición ya demostrada, o con un axioma evidente por sí mismo, sino también a todas las ciencias en las que a partir de los hechos, los efectos y lo condicionado inferimos la ley, la causa y la condición. Principio, ley, causa, naturaleza, condicionado, son menos complejos que conclusión, hecho, efecto, acción, condicionado, ya que estas son aplicaciones concretas y determinaciones ulteriores de la primera. Una ley física, por ejemplo, es una expresión simplificada de todos los hechos que gobierna. En una palabra, por lo tanto, es posible caracterizar el análisis como un proceso de resolución y regresión; síntesis, como un proceso de progresión y progresión.

La confusión que ha existido y todavía existe en la definición y el uso de los términos análisis y síntesis se debe a las diversas naturalezas de los complejos que tienen que ser analizados. Además, el mismo objeto puede ser analizado desde diferentes puntos de vista y, en consecuencia, con diversos resultados. Es especialmente importante tener en cuenta la distinción entre la connotación y la denotación de una idea. Como las dos varían en razón inversa, es claro que, en una idea, la sustracción de ciertos elementos connotativos implica un aumento de la extensión. De ahí que el análisis connotativo es necesariamente una síntesis extensiva, y viceversa. Así, si mi idea de un niño es la de "un ser humano por debajo de cierta edad", mediante el análisis connotativo puedo omitir la última determinación "por debajo de cierta edad"; lo que queda es menos complejo que la idea "niño", pero se aplica a un mayor número de individuos, es decir, a todos los seres humanos. Con el fin de limitar la extensión a un menor número de individuos, se debe aumentar la connotación, es decir, hay que añadir otras determinaciones. De la misma manera, cuando un hecho se reduce a una ley, ya sea en el orden físico, mental o histórico, se reduce a algo que tiene una extensión mayor, ya que se supone rija todos los hechos de la misma naturaleza, pero la ley es menos compleja en connotación, ya que no comparte los caracteres individuales de los hechos concretos.

La necesidad de análisis viene del hecho de que el conocimiento comienza con la percepción de lo concreto y lo individual, y que todo lo que es concreto es complejo. De ahí que la mente, incapaz de comprender claramente toda la realidad a la vez, debe dividirla, y estudiar las partes por separado. Además la tendencia innata de la mente hacia la unificación y la clasificación la lleva a descuidar ciertos aspectos, a fin de alcanzar verdades más generales y leyes cuyo campo de aplicación es más amplio. La utilidad relativa de análisis y síntesis en las diversas ciencias depende de la naturaleza de los problemas a ser resueltos, en el conocimiento ya a mano, en la actitud de la mente y en la etapa de desarrollo de la ciencia. La inducción es principalmente analítica; la deducción, principalmente sintética. A medida que una ciencia natural se vuelve más sistemática, es decir, cuando se formulan leyes más generales, el proceso sintético se utiliza más libremente. Los análisis previos entonces le permite a uno "componer", o deducir la experiencia futura. Cuando, por el contrario, la ley tiene que ser descubierta, la observación y el análisis son dominantes, aunque, aun así, la síntesis es indispensable para la verificación de la hipótesis. Algunas ciencias, como la geometría euclidiana, proceden de forma sintética, a partir de nociones y axiomas simples a verdades más complejas. Análisis tiene la ventaja de adherirse más estrictamente al punto bajo investigación; la síntesis está en peligro de perderse, ya que desde el mismo principio se pueden sacar muchas conclusiones, y una multitud de acontecimientos reales o posibles se rigen por la misma ley. Por esta misma razón, sin embargo, la síntesis, en ciertas ciencias, por lo menos, es probable que sea más fructífera que el análisis. También tiene la ventaja de partir de lo que tiene una prioridad natural, pues lo acondicionado presupone la condición. Cuando el resultado ya es conocido, y la relación entre un principio y alguna de las conclusiones así comprobadas, la síntesis es una gran ayuda para enseñar a otros. En síntesis se requiere el rigor del razonamiento lógico. La precisión y la exactitud en la observación de los fenómenos, la atención a todos sus detalles, el poder de abstracción mental y la generalización son cualidades indispensables en el proceso analítico.


Bibliografía: La literatura de análisis incluye todas las obras sobre lógica y sobre los métodos científicos. Damos solo algunas referencias. DUGALD STEWART, Philosophy of the Human Mind, P. II, iv, § 3; WUNDT, Logik (2da. ed., Stuttgart, 1895), II, I; DUHAMEL, Des méthodes dans les sciences de raisonnement (París, 1865-73); BAIN, Logic, P. II, Induction (2da. ed., Londres, 1873); ROBERTSON, art. Analysis in Encyclopædia Britannica, 9na. ed. — Sobre el análisis psicológico, entre otros, ROYCE, Outlines of Psychology, IV, §§ 40-47 (Nueva York, 1903).

Fuente: Dubray, Charles. "Analysis." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 25 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/01450a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina.