Gian Matteo Giberti
De Enciclopedia Católica
Gian Matteo Giberti fue cardenal y obispo de Verona; hijo natural de Francesco Giberti, un capitán naval genovés; nació en Palermo en 1495; murió en Verona el 30 de diciembre de 1543. En 1513 fue admitido en la casa del cardenal Giulio de' Medici, y progresó tan rápidamente en latín y griego que pronto se convirtió en un miembro eminente de la "Academia Romana". Más tarde fue nombrado secretario del cardenal, y León X, con quien tuvo tratos políticos, valoró mucho sus opiniones y consejos. En 1521 fue el principal intermediario con el enviado de Carlos V. Usó su gran influencia sobre el Papa para proteger y ayudar a hombres de letras en apuros. Los intelectos más selectos se reunían en su casa.
Llevaba una vida severamente religiosa, y fue miembro del Sodalitium Divini Amoris de San Cayetano y el Cardenal Caraffa. Luego de su ordenación al sacerdocio, y de la muerte de León X, su patrono, el cardenal Giulio, le envió a una misión a Carlos V, y regresó a Roma con el nuevo Papa, Adriano VI. Inmediatamente después de su elección, Clemente VII lo nombró datario (1523), y en 1524, a pedido del dux de Venecia, fue nombrado obispo de Verona. Obligado, contra su voluntad, a permanecer en Roma, se hizo representar en Verona por un celoso vicario general. Giberti fue escogido como miembro del Comité de Reforma decretado por el Quinto Concilio de Letrán, pero los acontecimientos políticos pronto pusieron fin a esas labores.
En Pavía (1525) trató de hacer las paces entre Francisco I y Carlos V. Fue a instancias suyas que Clemente VII defendió la causa de Francia; la Liga de Cognac (22 de mayo de 1526) fue también obra suya. Después del saqueo de Roma (1527) se le hizo sentir la venganza de los imperialistas; fue tomado como rehén, encarcelado y apenas escapó de la muerte. Logró escapar y se fue a Verona (1528) donde intentó dedicarse totalmente al gobierno de su diócesis. Había terminado con la político, mucho más debido a que el Papa se había pasado a la causa imperial. Sin embargo, aparecía de vez en cuando en la Curia. Paulo III lo llamó a Roma para el trabajo del Comité de Reforma; entre otras comisiones, fue enviado a Trento para hacer los preparativos para el concilio. Sus esfuerzos sabios e incansables para reformar su diócesis, cuyo clero se encontraba en un estado deplorable, fueron coronados con un éxito inesperado. En esa sede las reformas tridentinas se pusieron en vigor mucho antes de que se reuniera el concilio.
San Carlos Borromeo, antes de tomar posesión de su sede en Milán, deseaba estudiar el sistema de Giberti en Verona, y eligió como vicario general a un sacerdote de Verona entrenado en la escuela de Giberti. Su primer objetivo era mejorar el estándar del conocimiento eclesiástico. Giberti instaló una imprenta en su propio palacio, la cual produjo muchas espléndidas ediciones de los Padres griegos, en cuyos escritos era muy erudito. Reformó la escuela de coro de Verona, que había sido famosa durante mucho tiempo; Para la instrucción de los jóvenes, había impreso el catecismo conocido como "Diálogo", obra de Tullio Crispoldi (Roma, 1539). Además, en Verona reunió a su alrededor un grupo de hombres eruditos para ayudarlo en sus esfuerzos en la reforma.
Sus obras completas fueron editadas por los famosos estudiosos Girolamo y Pietro Ballerini ("Constitutiones Gibertinae", "Costituzioni per le Monache", "Monitiones generales", "Edicta Selecta", "Lettere Scelte", etc., Verona, 1733, 1740), junto con un apéndice que contiene la historia de su vida, una "Dissertatio de restitutâ ante concilium Tridentinum per Jo. Matth. Giberti ecclesiasticâ disciplina", y dos panegíricos, uno en latín por Fumani, el otro en italiano por Castiglione.
Fuente: Benigni, Umberto. "Gian Matteo Giberti." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6, pp. 549-550. New York: Robert Appleton Company, 1909. 27 Oct. 2019 <http://www.newadvent.org/cathen/06549d.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.