Ludwig van Beethoven
De Enciclopedia Católica
Cuando Beethoven contaba unos treinta años, contrajo un catarro que comenzó a desmejorar su sentido auditivo y que, por un tratamiento negligente unido a su vida descuidada y desordenada, degeneró en una sordera casi total. Este padecimiento estaba destinado a causar un impacto trascendental en su vida, y a determinar en grado sumo el carácter de todas sus producciones. Verse impedido en gran medida del trato social que siempre había procurado por requerimiento de su generosa naturaleza, junto con su incapacidad para oír incluso sus propias creaciones, fue el destino que le afligió hasta el final de sus días. El aislamiento y la pesadumbre producidos por su dolencia, el engaño por parte de las personas en quienes había confiado, y los extravíos del sobrino a quien había adoptado, quien le involucraba en todo tipo de problemas económicos, le provocaron períodos de depresión que casi rayaban en la desesperación. A sus cada vez más numerosas desgracias se añadieron la hipersensibilidad, irritabilidad y desconfianza hacia casi todos aquellos con quienes se veía obligado a tratar. El deterioro general de su salud evolucionó en hidropesía. En las últimas etapas de su enfermedad, fue operado cuatro veces sin que ello le aliviase; pero, aun atravesando tal período de pruebas, nunca dejó de componer. Hasta en su lecho de muerte compuso una nueva sinfonía. Falleció durante una tremenda tormenta de granizo, tras haber recibido devotamente los últimos sacramentos.
Beethoven nos legó unas 135 obras; entre ellas música de cámara de todo tipo, 9 sinfonías, 1 oratorio, 1 ópera y 2 Misas. La mayoría de estas creaciones deben ser clasificadas entre las más sublimes composiciones musicales que haya producido la mente humana. En Beethoven halla culminación la música instrumental, vehículo del subjetivismo por excelencia, tras un desarrollo gradual que se extendió durante casi tres siglos. En sus manos se convierta en la voz más poderosa del Zeitgeist en boga. Viviendo en una era y en un clima de liberalismo religioso, cuando el panteísmo hegeliano impregnaba la literatura contemporánea, especialmente la ficción y la poesía de Goethe, no se pudo sustraer a tan ofuscadora influencia. Su afirmación de que “la perfección y la religión son asuntos indiscutibles” da idea tanto del espíritu de su tiempo como de su propia actitud; también explica aquella otra frase de que “la música debe arrancar fuego de la mente del hombre”.
Se ha señalado que en la mayoría de sus obras instrumentales, no menos que en su ópera “Fidelio” y en la Novena Sinfonía, el último final que se cierra con un coro final sobre la “Oda a la Alegría” de Schiller, Beethoven revela y representa la lucha interior contra y victoria triunfal sobre la duda. Sus dos Misas comportan el mismo carácter subjetivo: son magnas obras de arte sacro, pero deben considerarse aparte del servicio litúrgico, al cual no se sujetan. Mientras la primera y más corta en Do mayor, encargada por el príncipe Estherhazy, no excede en longitud y forma a los cánones de su época y contiene pasajes de excepcional devoción y belleza; considerada como un todo, resulta, no obstante, de expresión demasiado individual y violenta como para ser aceptada para uso litúrgico. Esto es cierto en mayor grado para su “Misa Solemne” en Re mayor, en cuya composición trabajó durante casi dos años. Esta obra monumental fue concebida como una catedral de San Esteban en tonos. Su excesiva longitud y los numerosos recursos necesarios para interpretarla adecuadamente ---orquesta, órgano, solistas, cuarteto y un gran coro, junto con la resistencia casi sobrehumana que exige a los sopranos y tenores – son por ellos solos razón suficiente para excluirla del servicio litúrgico. En una sala de conciertos, interpretada bajo condiciones adecuadas, resulta en una poderosa profesión de fe en un Dios personal por uno de los más grandes genios de todos los tiempos, quien la compuso en medio de la creciente incredulidad y la inminente descomposición moral y espiritual de su época.
Bibliografía: SCHINDLER y MOSCHELES, Life of Beethoven (Londres, 1841); WEGELER V. RIES, Biograph. Notizen über L. van Beethoven Leben u. Schaffen (Berlín, 1875); Beethovens Briefe (Viena y Leipzig, 1911); THAYER-DEITERS-RIEMANN, Ludwig van Beethovens Leben (Leipzig, 1911); AMBOS, Cultur-histor. Bilder aus dem Musikleben der Gegenvart, Das etische u. religöse Moment in Beethoven (Leipzig, 1860).
Fuente: Otten, Joseph. "Ludwig Van Beethoven." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/15265b.htm>.
Traducido por José Benito Freijanes Martínez. rc
Selección de imágenes: José Gálvez Krüger
Enlaces externos
[1] Claro de luna.
[2] Para Elisa.
[3] Primera Sinfonía.
[4] Segunda Sinfonía.
[5] Tercera Sinfonía.
[6] Quinta Sinfonía.
[7] Sexta Sinfonía.
[8] Séptima Sinfonía.
[9] Octava Sinfonía.
[10] Novena Sinfonía.
Selección de José Gálvez Krüger