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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Sagrada Comunión

De Enciclopedia Católica

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Se entiende por Comunión la recepción propiamente dicha del Sacramento de la Eucaristía. Los escritores ascéticos hablan:

  • de una recepción puramente sacramental; esto es, cuando la Eucaristía es recibida por una persona apta realmente para los frutos pero falta de alguna disposición tal que los efectos no se producen;
  • de una recepción espiritual, esto es, por un deseo acompañado por sentimientos de caridad, y
  • de una recepción sacramental y espiritual, esto es, por aquellos que están en estado de gracia y tienen la necesaria disposición.

Es de esta última clase de la que se discute aquí. Para la recepción real de la Sagrada Eucaristía se requiere que las especies consagradas sean recibidas en el estómago, puesto que esto sólo es el comer indicado por nuestro Señor (Juan 6,58). Bajo el aspecto moral se debe considerar, respecto a la Sagrada Comunión: necesidad; sujeto; disposiciones. El aspecto litúrgico constará de: ministro del sacramento; método de administración.

ASPECTO MORAL

Necesidad

La doctrina de la Iglesia es que la Sagrada Comunión es moralmente necesaria para la salvación, es decir, sin las gracias de este sacramento será muy difícil resistir graves Tentacióntentaciones y evitar dolorosos pecados. Además, según los teólogos, hay un precepto divino por el cual todos están obligados a recibir la Comunión al menos algunas veces durante su vida. No es fácil determinar cuán a menudo este precepto obliga fuera del peligro de muerte, pero muchos sostienen que la Iglesia prácticamente ha determinado el precepto divino por la ley del Cuarto Concilio de Letrán (c. XXI) confirmado por Trento, que obliga a los fieles a recibir la Comunión una vez al año durante la Pascua.

Sujeto

El sujeto de la Sagrada Comunión es todos los capacitados para recibir los efectos del Sacramento, esto es, todos los bautizados y quienes, si adultos, tienen la intención necesaria (ver Comunión de Niños).

Disposiciones

Esa Sagrada Comunión puede ser recibida no sólo validamente, sino también provechosamente, pero se requieren ciertas disposiciones tanto del cuerpo como del alma. Para lo anterior, la persona debe estar en ayunas desde dos horas antes de cualquier cosa de naturaleza de alimento o bebida. La excepción general a esta regla es el Viático, y, dentro de ciertos límites, la Comunión de los enfermos. Además del ayuno se recomienda con vistas a una mayor dignidad, observar la continencia corporal y modestia exterior en la vestimenta y apariencia. La principal disposición necesaria del alma es por lo menos estar libre de pecado mortal y de censura eclesiástica. Para aquellos en un estado de pecado grave es necesaria la confesión. Esto es “el probarse uno mismo” indicado por San Pablo (1 Cor. 11,28). El único caso en el cual alguien en pecado mortal puede dispensarse de confesión y estar en paz con una perfecta contrición, o perfecta caridad, es cuando por un lado la confesión aquí y ahora es imposible moralmente hablando, y donde, por otro lado existe una real necesidad de la Comunión.

ASPECTO LITURGICO

Ministro

El ministro ordinario de la Sagrada Comunión es alguien que ha recibido al menos los órdenes sacerdotales. En la Iglesia primitiva a menudo se designaban diáconos para este oficio. Los sacerdotes pueden ahora por costumbre general administrar la Comunión a todos los asistentes a sus Misas en iglesias públicas y oratorios. Para el Viático es ordinariamente necesario el permiso del sacerdote de la parroquia. La comunión debe ser administrada a todo aquel que la solicite razonablemente, excluyendo, al menos hasta que hagan suficiente reparación, a los pecadores públicos y aquellos que llevan abiertamente vidas escandalosas. Así, además, no se le dará a aquéllos que sea probable la traten con irreverencia, o a los mentalmente perturbados o aquellos que sufren de cierto tipo de enfermedades.

Método de Administración

En cuanto a la administración, las circunstancias de tiempo, lugar y manera, y las ceremonias pueden ser mencionadas aquí, otros detalles, como reservas, efectos, etc., están considerados en otro lugar. (Ver Eucaristía.) En tiempo ordinario por causas razonables se justifica su administración fuera de la Misa, siempre que esto ocurra dentro del período en el cual está permitida la celebración de la Misa. Existen algunas excepciones: el viático puede ser administrado a cualquier hora; está permitido en casos de enfermedad y de un indulto especial. Sólo se puede dar como viático desde la conclusión de la exposición del Jueves Santo hasta el Sábado Santo. La Comunión puede darse en todas las iglesias y en oratorios públicos o semipúblicos, que no estén bajo interdicto, y, de acuerdo a un edicto reciente de la Congregación de Ritos (8 de mayo de 1907), incluso en oratorios domésticos. Los fieles reciben la Comunión bajo una especie, siendo usado el pan fermentado en las Iglesias Orientales, y sin fermentar en Occidente, bajo ambas especies. Cada uno la recibirá de acuerdo al Rito al que pertenece. Cuando administra la Sagrada Comunión fuera de la Misa el sacerdote siempre debe vestir sobrepelliz y estola, y debe haber dos luces encendidas sobre el altar. En dichas Misas Comunión puede entregarse usando vestimentas negras.


Bibliografía: Ritual Romano: CATALANI, Rituale Romanum de communione (Rome, 1850); BARUFFALDO. Rituale romanum commentarum, XXIII,XXIV (Florencia, 1847); LEHMKUHL,Theoliga Moralis II, De Eucharistiae Sumptione (Friburgo, 1900); GIHR, L'Eucharistiae Sacramento (Rome 1900); DE HARDT, Praxis Liturgiae Sacrae, III, De Eucharistiae Administratione (Friburgo im Br., 1904); DALGAIRNS, Sagrada Comunión (Dubl[in, 1892); HEDLEY, La Sagrada Eucaristía (Londres, 1907); MOUREAU Y DUBLANCHY en VACANT, Dictionnaire de theologie catholique, s.v. Communion Eucharistique.

Fuente: Morrisroe, Patrick. "Holy Communion." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/07402a.htm>.

Traducido por Miguel A. Casas. L H M.