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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Sanedrín

De Enciclopedia Católica

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El consejo supremo y tribunal de justicia entre los judíos. El nombre Sanhedrin se deriva originalmente de la palabra griega sunédrion, que modificada variamente, pasó al vocabulario arameo en un período desconocido. Entre los judíos de habla griega, gerousía, “la asamblea de los ancianos” fue aparentemente el nombre común del Sanedrín, por lo menos al principio; en el hebreo post-bíblico el apelativo Beth-Din, “casa de juicio”, parece haber sido bastante popular.

Historia

A una institución tan famosa como el Sanedrín, naturalmente, la tradición judía le atribuyó una muy venerable y sagrada antigüedad. Algunos doctores, de hecho, no vacilaron en reconocer al Sanedrín en el consejo de los setenta ancianos fundado por Moisés (Núm. 11,16); otros pretendieron descubrir los primeros vestigios del Sanedrín en el tribunal creado por Josafat (2 Crón. 19,8); pero ninguna de estas instituciones lleva, en su composición o en sus atribuciones, ninguna semejanza al Sanedrín como lo conocemos. Tampoco debe buscarse el origen del Sanedrín en la Gran Sinagoga, cuya tradición le atribuye su fundación a Esdras, y que se consideró como el nexo de unión entre el último de los profetas y los primeros escribas; pues aparte de la gran oscuridad que se cierne sobre las funciones de este una vez famoso cuerpo, su existencia misma es, entre los eruditos modernos, el tema de las más serias dudas. Sin embargo, puede ser que el Sanedrín surgiese a partir del consejo de los nobles, los jefes y los ancianos, gradualmente desarrollado y organizado, en el que recayó el gobierno de la comunidad restaurada en tiempos de Nehemías y Esdras (Neh. 2,16; 4,8.13; 5,7; 7,5; Esd. 5,5.9; 6,7.14; 10,8). De todos modos, la primera mención indiscutible que poseemos respecto al gerousía de Jerusalén se relaciona con el reinado de Antíoco el Grande (223 a 187 a.C.; Josefo, "Antiq.", XII, III, 3). A partir de ese momento, podemos seguir la historia del Sanedrín hasta su desaparición en el derrocamiento de la nación judía.

Dado que bajo los gobernantes griegos a los judíos se les permitía un alto grado de autogobierno, a los sumos sacerdotes y a los gerousía les tocó decidir sobre muchos puntos de la administración civil y religiosa. Pero cuando, después de las guerras de los Macabeos, tanto los poderes reales como sacerdotales recayeron en la persona de los reyes asmoneos, la autoridad del Sanedrín fue lanzada naturalmente a último término por la de los gobernantes autocráticos. Aún así el Sanedrín, donde dominaba una mayoría de fariseos, siguió siendo "la casa de justicia de los asmoneos" ("Talm.”, Aboda zara, 36b;. Sanh, 82a). Un coup d’etat (golpe de estado) de Juan Hircano hacia el final de su reinado provocó un "Sanedrín saduceo" ("Antiq.", XVI, XI, 1; Sanh, 52b;. Meguilat Taanith, 10), que duró hasta Janeo, pero debido a los conflictos entre la nueva asamblea y Alejandro, fue restaurado en breve, para volver a ser derrocado por la reacción farisea, bajo el gobierno de Alejandra. La intervención de Roma, ocasionada por la contienda entre los hijos de Alejandra, fue uno momentáneamente fatal para el Sanedrín, en la medida en que el procónsul romano Gabinio, mediante el establecimiento de asambleas similares en Gadara, Jericó, Amathonte y Sapphora, limitó la jurisdicción de la gerousía de Jerusalén a la ciudad y al distrito vecino (57 a.C.).

En el 47, sin embargo, el nombramiento de Hircano II como etnarca de los judíos resultó en la restauración de la autoridad del Sanedrín en todo el país. Uno de los primeros actos de la ahora todopoderosa asamblea fue pasar juicio sobre Herodes, el hijo de Antípatro, acusado de crueldad en su gobierno ("Antiq.", XI, IX, 4). No era probable que el vengativo príncipe olvidara este insulto. Apenas, en efecto, había establecido su poder en Jerusalén (37 a.C.) cuarenta y cinco de sus ex jueces, más o menos relacionados con el partido de Antígono, fueron condenados a muerte ("Antiq.", XV, I , 2). Sin embargo, Herodes le permitió al Sanedrín continuar; pero este nuevo Sanedrín, que fue llenado con sus criaturas, fue utilizado de ahí en adelante como una mera herramienta a su disposición (como por ejemplo en el caso del anciano Hircano).

Luego de la muerte de Herodes, la jurisdicción territorial de la asamblea se vio disminuida de nuevo y reducida a Judea, Samaria e Idumea, y la “etnarquía” fue asignada a Arquelao. Pero este estado de cosas no iba a durar; pues después de la deposición del etnarca y la anexión de la provincia romana de Siria (6 d.C.), el Sanedrín, bajo el control de los procuradores, se convirtió en la autoridad suprema del pueblo judío; sólo las sentencias capitales pronunciadas por la asamblea tal necesitaban la confirmación del oficial romano antes de que pudieran llevarse a cabo. Tal era el estado de las cosas en la vida pública del Salvador y los siguientes treinta años (Mt. 26,57; Mc. 14,55; 15,1; Lc. 22,66; Jn. 11,47; Hch. 4,15; 5,21; 6,12; 22,30; 23,1 ss; 24,20; "Antiq.", XX, IX, 1; X; ".. Bell Jud", II, xv, 6, "Vita", 12, 13, 38, 49, 70).

Finalmente, cuando el mal gobierno de Albino y Gesio Floro incitó a la nación a la rebelión, fue el Sanedrín el que organizó por primera vez la lucha contra Roma, pero pronto los zelotes tomaron el poder en Jerusalén, y pusieron la famosa asamblea fuera del camino. A pesar de una resurrección nominal primero en Jamnia, inmediatamente después de la destrucción de la Ciudad Santa, y más tarde en Tiberíades, el gran Beth-Din de Jerusalén en realidad no sobrevivió a la ruina de la nación, y los autores judíos posteriores tienen razón cuando, al hablar de los tristes acontecimientos relacionados con la caída de Jerusalén, que deploran el cese del Sanedrín (Sota, IX, final;. Echa Rabbathi de Lam. 5,15).

Composición

Jurisdicción y procedimiento

Bibliografía

Además de los tractos Sanhedrin en ambos Talmudes, y las obras de JOSEFI}O, que son las principales fuentes de información sobre el asunto, podemos citar las siguientes obras: MAIMÓNIDES, De synedriis et pænis, Heb. y Lat. (Amsterdam, 1695); REIFMANN, Sanhedrin, Heb. (Berdichef, 1888); SELDEN, De synedriis et præfecturis juridicis veterum Ebræorum (Londres, 1650); UGOLINI, Thesaurus antiquitatum, XXV (Pari}ís, 1672); BLUM, Le sanhédrin … son origine et son histoire (Estrasburgo, 18899); RABBINOWICZ, Législation criminelle du Talmud (París, 1876); IDEM, Législation civile du Talmud (París, 1877-80); STAPFER, La Palestine au temps de Jésus-Christ (3ra. ed., París, 1885), IV; BÜCHLER, Das Synedrion in Jerusalem (Viena, 1902); JELSKI, Die innere Einrichtung des grossen Synedrion zu Jerusalem und ihre Fortsetzung en späteren palästinensichen Lehrhause bis zur Zeit des R. Jehuda ha-Nasi (Breslau, 1804); LANGEN, Das jüdische Synedrium und die römische Procurator in Judäa in Tübing. theol. Quartalschr. (1862), 441-63; LEVY, Die Präsidentur in Synedrium in Frankel's Monatschr. (1885); SCHÜRUR, Geschichte des jüd. Volkes im Seitalter Jesu Christi, II (3ra. ed., Leipzig, 1898), 188 ss.

Fuente: Souvay, Charles. "Sanhedrin." The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912. <http://www.newadvent.org/cathen/13444a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina. rc