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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Evangelio según San Marcos»

De Enciclopedia Católica

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(Contenido, Selección y Disposición del Asunto)
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==Contenido, Selección y Disposición del Asunto==
 
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El segundo Evangelio, al igual que los otros dos [[Sinópticos]], trata principalmente sobre el ministerio de [[Jesucristo|Cristo]] en [[Galilea]], y los acontecimientos de su última semana en [[Jerusalén]].  En una breve introducción se tocan ligeramente el ministerio del [[San Juan el Bautista|Precursor]] y la preparación inmediata de Cristo para su obra oficial por su [[bautismo]] y las [[tentación|tentaciones]] (1,1-13); luego sigue el cuerpo del Evangelio, que trata del ministerio público, la [[Devoción a la Pasión de Cristo|Pasión]], Muerte y [[Resurrección de Jesucristo]] (1,14 - 16,8); y, por último, la obra en su forma actual, da un relato resumido de algunas apariciones del Señor resucitado, y termina con una referencia a la [[Ascensión]] y a la predicación universal del Evangelio (16,9-20).  El cuerpo del Evangelio cae naturalmente en tres divisiones: el ministerio en Galilea y los distritos adyacentes: [[Fenicia]], [[Decápolis]] y el país al norte hacia Cesarea de Filipo (1,14 - 9,49), el ministerio en [[Judea]] y (''kai peran'', con B, ''Aleph'', C*, L, Psi, en X, 1) Peræ, y el viaje a Jerusalén (10,1 - 11,10); los eventos de la última semana en Jerusalén (11,11 - 16,8).
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Comenzando con el ministerio público (cf. [[Hechos de los Apóstoles|Hch.]] 1,22; 10,37), [[San Marcos]] pasa en [[silencio]] sobre los eventos preliminares registrados por los otros Sinópticos:  la concepción y el nacimiento del Bautista, la [[genealogía de Jesucristo|genealogía]], la concepción y el nacimiento de Jesús, la llegada de los [[Reyes Magos]], etc.  Él está mucho más interesado en los actos de Cristo que en sus discursos; sólo da dos de ellos de una extensión considerable (4,3-32; 13,5-37).  Narra los milagros más gráficamente y les da gran prominencia, le dedica a ellos casi una cuarta parte de todo el Evangelio (en la [[Revisión de la Vulgata|Vulgata]] 164 versos de 677), y parece haber un deseo de impresionar a los lectores desde el principio con la [[omnipotencia]] de Cristo y el dominio sobre toda la [[naturaleza]]. 
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El mismo primer capítulo registra tres milagros: la expulsión de un espíritu inmundo, la curación de la suegra de [[San Pedro|Pedro]] y la curación de un [[lepra|leproso]], además de aludir resumidamente a muchos otros (1,32-34), y de los dieciocho milagros registrados en total en el Evangelio, todos menos tres (9,16-28; 10,46-52, 11,12-14) ocurren en los primeros ocho capítulos.  Sólo dos de estos milagros (7,31-37, 8,22-26) son peculiares de Marcos, pero, con respecto a casi todos, hay toques gráficos y detalles minuciosos que no se encuentran en los otros Sinópticos.  De las [[parábolas]] propiamente dichas Marcos tiene sólo cuatro: el sembrador (4,3-9), la semilla que crece en secreto (4, 26-29), la semilla de mostaza, (4,30-32) y los viñadores homicidas (12,1-9); la segunda de ellas no aparece en los otros [[Evangelios]].  Se presta especial atención a todos los sentimientos humanos y emociones de Cristo, y al efecto que producen sus milagros en la multitud.  Las debilidades de [[los Apóstoles]] son mucho más evidentes que en los relatos paralelos de [[San Mateo]]  y San Lucas; lo cual se puede deber probablemente a los discursos gráficos y sinceros de Pedro, sobre los que la [[Tradición y Magisterio vivo|tradición]] dice que se basa Marcos. 
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La repetición de notas de [[tiempo]] y lugar (por ejemplo, 1,14.19.20.21.29.32.35) parece mostrar que el [[evangelista]] pretende organizar en orden cronológico al menos una serie de eventos que él recuerda.  En ocasiones, falta la nota de tiempo (por ejemplo, 1,40; 3,1; 4,1: 10,1.2.13) o es vaga (por ejemplo, 2,1.23; 4,35) y, en tales casos, él puede por supuesto apartarse del orden de los acontecimientos.  Pero el mismo hecho de que en algunos casos habla tan vaga e indefinidamente hace más [[necesidad|necesario]] considerar que sus notas definidas de tiempo y secuencia en otros casos indican el orden cronológico.  Nos enfrentamos aquí, sin embargo, con el testimonio de [[San Papías]], que cita a un anciano (presbítero), con quien al parecer concuerda, diciendo que Marcos no escribió en orden: "Y el anciano le dijo también esto: Marcos, habiéndose convertido en intérprete de Pedro, escribió con exactitud todo lo que [[memoria|recordó]], sin embargo, no registró en orden lo que dijo o hizo Cristo.  Pues él no escuchó al Señor, ni tampoco le siguió, sino que luego, como he dicho (él asistió a) Pedro, que adaptó sus instrucciones a las necesidades (de sus oyentes), pero no tenía el diseño de dar un relato coherente de los [[oráculo]] (v. l. “palabras) del Señor.  Entonces Marcos no cometió ningún [[error]] [Schmiedel "cometió ninguna falta"], mientras que él escribió algunas cosas (''enia'' según las recordó; pues él fue muy cuidadoso de no omitir nada de lo que había oído, o dejar cualquier declaración [[falsedad|falsa]] en el mismo" ([[Eusebio de Cesarea|Eusebio]] "Hist. Eccl.", III, XXXIX, en PG, XX, 300).  Algunos de hecho han entendido este famoso pasaje como que significa simplemente que Marcos no escribió una obra literaria, sino simplemente una serie de notas relacionadas del modo más simple (cf. Swete, "The Gospel acc to Mark”, págs. LX-LXI).  El autor presente, sin embargo, está convencido de que lo que Papías y el anciano le niegan a nuestro Evangelio es el orden cronológico, puesto que para ningún otro orden habría sido necesario que Marcos debería haber escuchado o seguido a Cristo.  Pero el pasaje no necesita ser entendido nada más que para significar que Marcos ocasionalmente se sale del orden cronológico, algo que estamos muy dispuestos a admitir.  No podemos decir cuál consideraban Papías y el anciano el [[verdad]]ero orden; ellos apenas se pueden haber imaginado que se representó en el primer Evangelio, que tan evidentemente agrupa (por ejemplo, 8 - 9), ni, al parecer, en el Tercer Evangelio, puesto que Lucas, como Marcos, no había sido un [[discípulos de Cristo|discípulo de Cristo]].  Es muy posible que, como ellos pertenecían a [[Asia Menor]], tuvieran en [[mente]] el [[Evangelio según San Juan]] y su [[cronología general|cronología]].  En cualquier caso, su juicio sobre el Segundo Evangelio, aunque sea justo, no nos impide afirmar que Marcos, en cierta medida, organiza los eventos de la vida de Cristo en orden cronológico.
  
 
==Autoría==
 
==Autoría==

Revisión de 23:23 27 feb 2010

El tema se tratará bajo los siguientes encabezados:

Contenido, Selección y Disposición del Asunto

El segundo Evangelio, al igual que los otros dos Sinópticos, trata principalmente sobre el ministerio de Cristo en Galilea, y los acontecimientos de su última semana en Jerusalén. En una breve introducción se tocan ligeramente el ministerio del Precursor y la preparación inmediata de Cristo para su obra oficial por su bautismo y las tentaciones (1,1-13); luego sigue el cuerpo del Evangelio, que trata del ministerio público, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo (1,14 - 16,8); y, por último, la obra en su forma actual, da un relato resumido de algunas apariciones del Señor resucitado, y termina con una referencia a la Ascensión y a la predicación universal del Evangelio (16,9-20). El cuerpo del Evangelio cae naturalmente en tres divisiones: el ministerio en Galilea y los distritos adyacentes: Fenicia, Decápolis y el país al norte hacia Cesarea de Filipo (1,14 - 9,49), el ministerio en Judea y (kai peran, con B, Aleph, C*, L, Psi, en X, 1) Peræ, y el viaje a Jerusalén (10,1 - 11,10); los eventos de la última semana en Jerusalén (11,11 - 16,8).

Comenzando con el ministerio público (cf. Hch. 1,22; 10,37), San Marcos pasa en silencio sobre los eventos preliminares registrados por los otros Sinópticos: la concepción y el nacimiento del Bautista, la genealogía, la concepción y el nacimiento de Jesús, la llegada de los Reyes Magos, etc. Él está mucho más interesado en los actos de Cristo que en sus discursos; sólo da dos de ellos de una extensión considerable (4,3-32; 13,5-37). Narra los milagros más gráficamente y les da gran prominencia, le dedica a ellos casi una cuarta parte de todo el Evangelio (en la Vulgata 164 versos de 677), y parece haber un deseo de impresionar a los lectores desde el principio con la omnipotencia de Cristo y el dominio sobre toda la naturaleza.

El mismo primer capítulo registra tres milagros: la expulsión de un espíritu inmundo, la curación de la suegra de Pedro y la curación de un leproso, además de aludir resumidamente a muchos otros (1,32-34), y de los dieciocho milagros registrados en total en el Evangelio, todos menos tres (9,16-28; 10,46-52, 11,12-14) ocurren en los primeros ocho capítulos. Sólo dos de estos milagros (7,31-37, 8,22-26) son peculiares de Marcos, pero, con respecto a casi todos, hay toques gráficos y detalles minuciosos que no se encuentran en los otros Sinópticos. De las parábolas propiamente dichas Marcos tiene sólo cuatro: el sembrador (4,3-9), la semilla que crece en secreto (4, 26-29), la semilla de mostaza, (4,30-32) y los viñadores homicidas (12,1-9); la segunda de ellas no aparece en los otros Evangelios. Se presta especial atención a todos los sentimientos humanos y emociones de Cristo, y al efecto que producen sus milagros en la multitud. Las debilidades de los Apóstoles son mucho más evidentes que en los relatos paralelos de San Mateo y San Lucas; lo cual se puede deber probablemente a los discursos gráficos y sinceros de Pedro, sobre los que la tradición dice que se basa Marcos.

La repetición de notas de tiempo y lugar (por ejemplo, 1,14.19.20.21.29.32.35) parece mostrar que el evangelista pretende organizar en orden cronológico al menos una serie de eventos que él recuerda. En ocasiones, falta la nota de tiempo (por ejemplo, 1,40; 3,1; 4,1: 10,1.2.13) o es vaga (por ejemplo, 2,1.23; 4,35) y, en tales casos, él puede por supuesto apartarse del orden de los acontecimientos. Pero el mismo hecho de que en algunos casos habla tan vaga e indefinidamente hace más necesario considerar que sus notas definidas de tiempo y secuencia en otros casos indican el orden cronológico. Nos enfrentamos aquí, sin embargo, con el testimonio de San Papías, que cita a un anciano (presbítero), con quien al parecer concuerda, diciendo que Marcos no escribió en orden: "Y el anciano le dijo también esto: Marcos, habiéndose convertido en intérprete de Pedro, escribió con exactitud todo lo que recordó, sin embargo, no registró en orden lo que dijo o hizo Cristo. Pues él no escuchó al Señor, ni tampoco le siguió, sino que luego, como he dicho (él asistió a) Pedro, que adaptó sus instrucciones a las necesidades (de sus oyentes), pero no tenía el diseño de dar un relato coherente de los oráculo (v. l. “palabras) del Señor. Entonces Marcos no cometió ningún error [Schmiedel "cometió ninguna falta"], mientras que él escribió algunas cosas (enia según las recordó; pues él fue muy cuidadoso de no omitir nada de lo que había oído, o dejar cualquier declaración falsa en el mismo" (Eusebio "Hist. Eccl.", III, XXXIX, en PG, XX, 300). Algunos de hecho han entendido este famoso pasaje como que significa simplemente que Marcos no escribió una obra literaria, sino simplemente una serie de notas relacionadas del modo más simple (cf. Swete, "The Gospel acc to Mark”, págs. LX-LXI). El autor presente, sin embargo, está convencido de que lo que Papías y el anciano le niegan a nuestro Evangelio es el orden cronológico, puesto que para ningún otro orden habría sido necesario que Marcos debería haber escuchado o seguido a Cristo. Pero el pasaje no necesita ser entendido nada más que para significar que Marcos ocasionalmente se sale del orden cronológico, algo que estamos muy dispuestos a admitir. No podemos decir cuál consideraban Papías y el anciano el verdadero orden; ellos apenas se pueden haber imaginado que se representó en el primer Evangelio, que tan evidentemente agrupa (por ejemplo, 8 - 9), ni, al parecer, en el Tercer Evangelio, puesto que Lucas, como Marcos, no había sido un discípulo de Cristo. Es muy posible que, como ellos pertenecían a Asia Menor, tuvieran en mente el Evangelio según San Juan y su cronología. En cualquier caso, su juicio sobre el Segundo Evangelio, aunque sea justo, no nos impide afirmar que Marcos, en cierta medida, organiza los eventos de la vida de Cristo en orden cronológico.

Autoría

Lenguaje Original, Vocabulario y Estilo

Estado e Integridad del Texto

Lugar y Fecha de Composición

Destinatarios y Propósito

Relación con los Evangelios de Mateo y Lucas

Bibliografía: Vea el artículo Evangelio según San Lucas para la decisión de la Comisión Bíblica (26 de enero de 1913).

Fuente: MacRory, Joseph. "Gospel of Saint Mark." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/09674b.htm>.

Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina