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Martes, 19 de marzo de 2024

Fisiólogo

De Enciclopedia Católica

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Fisiólogo” es una obra cristiana primitiva de tipo teológico popular, que describe animales reales o fabulosos y le dan a cada uno una interpretación alegórica. Así se cuenta la historia del león cuyos cachorros nacen muertos y reciben la vida cuando el viejo león sopla sobre ellos, y del fénix que se quema hasta la muerte y al tercer día se levanta de las cenizas; ambos son tomados como tipos de Cristo. El unicornio también que sólo se permite ser capturado en el regazo de una virgen pura es un tipo de la Encarnación; el pelícano que derrama su propia sangre con el fin de rociar con ella sus hijos muertos, para que puedan vivir de nuevo, es un tipo de la salvación de la humanidad por la Muerte de Cristo en la Cruz. Algunas alegorías exponen las tentaciones engañosas del diablo y su derrota por Cristo; otras presentan cualidades como ejemplos a imitar o evitar.

El libro, escrito originalmente en griego en Alejandría, quizás con propósitos de instrucción, apareció probablemente en el siglo II, aunque algunos sitúan su fecha a fines del siglo III o en el siglo IV. En siglos posteriores ha sido atribuido a varios Padres célebres, especialmente San Epifanio, San Basilio y San Pedro de Alejandría. Orígenes, sin embargo, lo había citado bajo el título "Physiologus", mientras que Clemente de Alejandría y quizás incluso San Justino Mártir parecen haberlo conocido. No es correcta la afirmación de que el método del “Fisiólogo” presupone la exégesis desarrollada por Orígenes; la llamada “Epístola de Bernabé” ofrece, antes de Orígenes, un modelo suficiente, no solo para el carácter general del “Fisiólogo” sino también para muchos de sus detalles. Difícilmente puede afirmarse que las recensiones posteriores, en las que se ha conservado el texto griego, presenten incluso en los mejores y más antiguos manuscritos una transcripción perfectamente fiable del original, especialmente porque éste era un tratado anónimo y popular.

“Fisiólogo” no es el título original; éste le fue dado al libro porque el autor introduce sus historias a partir de la historia natural con la frase: “el fisiólogo dice”, es decir, el naturalista dice, los filósofos naturales, las autoridades para la historia natural dicen. Cerca del año 400 el “Fisiólogo” fue traducido al latín; en el siglo V al etíope [editado por Hommel con una traducción al alemán(Leipzig, 1877), traducción alemana revisada en "Romanische Forschungen", V, 13-36]; al armenio [editada por Pitra en "Spicilegium Solesmense", III, 374-90; traducción al francés por Cahier en "Nouveaux Mélanges d'archéologie, d'histoire et de littérature" (París, 1874)]; al sirio [editado por Tychsen, "Physiologus Syrus" (Rostock, 1795), una versión siria posterior y una arábiga editada por Land en "Anecdota Syriaca", IV (Leyden, 1875)].

Numerosas citas y referencias al "Fisiólogo" en los Padres griegos y latinos muestran que fue una de las obras más generalmente conocidas de la antigüedad cristiana. Varias traducciones y revisiones fueron corrientes en la Edad Media. La traducción más antigua al latín fue seguida por varias recensiones, entre ellas el "Dicta Johannis Chrysostomi de naturis bestiarum", editada por Heider en "Archiv für Kunde österreichischer Geschichtsquellen" (II, 550 ss., 1850). Un “Fisiólogo” latino métrico fue escrito en el siglo XI por un cierto Teobaldo, e impreso por Morris en "An Old English Miscellany" (1872), 201 ss.; también aparece entre las obras de Hildeberto Cenomanensis en P.L., CLXXI, 1217-24. A éstos se debe añadir la literatura de los bestiarios, en los que se usó el material del “Fisiólogo2; el "Tractatus de bestiis et alius rebus", atribuido a Hugo de San Víctor, y el "Speculum naturale" de Vicente de Beauvais.

Las traducciones y adaptaciones a partir del latín introdujeron el “Fisiólogo” a casi todos los idiomas de Europa Occidental. Una traducción al alemán del siglo XI fue impresa por Müllenhoff y Scherer en "Denkmäler deutscher Poesie und Prosa" (No. LXXXI); una traducción posterior (siglo XII) ha sido editada por Lauchert en "Geschichte des Physiologus" (págs. 280-99); y una versión rimada aparece en Karajan, "Deutsche Sprachdenkmale des XII. Jahrhunderts" (págs. 73-106), ambas basadas en el texto latino conocido como "Dicta Chrysostomi". Todavía existen fragmentos en forma métrica de un “Fisiólogo” anglosajón del siglo IX; fueron impresos por Thorpe en "Codex Exoniensis" (págs. 335-67), y por Grein en "Bibliothek der angelsächsischen Poesie" (I, 223- 8). Alrededor de mediados del siglo XIII apareció un bestiario métrico inglés, una adaptación del latín "Physiologus Theobaldi"; éste ha sido editado por Wright y Halliwell en "Reliquiæ antiquæ" (I, 208-27), también por Morris en "An Old English Miscellany" (1-25).

La literatura islandesa incluye un “Fisiólogo” perteneciente a la primera parte del siglo XIII, editado por Dahlerup (Copenhagen, 1889). En los siglos XII y XIII aparecieron los bestiarios de Philippe de Thaun, una versión métrica en francés antiguo, editada por Thomas Wright en "Popular Treatises on Science Written during the Middle Ages" (74-131), y por Walberg (Lund y Paris, 1900); el de William el Clérigo de Normandía, llamado "Bestiare divin", y editado por Cahier en su "Mélanges d'archéologie" (II-IV), también editado por Hippeau (Caen, 1852), y por Reinsch (Leipzig, 1890); el "Bestiario" de Gervasio, editado por Paul Meyer* en "Romania" (I, 420-42); el "Bestiario" en prosa de Pierre le Picard, editado por Cahier en "Mélanges" (II-IV). Una adaptación singular se encuentra en la antigua literatura valdense, y ha sido editada por Alfons Mayer en "Romanische Forschungen" (V, 392 sqq.).

En cuanto a los bestiarios italianos, un “bestiario” tosco-veneciano ha sido editado por (Goldstaub y Wendriner, "Ein tosco-venezianischer Bestiarius", Halle, 1892). Extractos del "Fisiólogo" en provenzal han sido editados por Bartsch, "Provenzalisches Lesebuch" (162-66). El “Fisiólogo” sobrevivió en las literaturas de Europa Oriental en libros de animales escritos en griego medio, entre los eslavos a quienes le llegó a través de los bizantinos, y en una traducción rumana del eslavo original (editada por Gaster con una traducción al italiano en "Archivio glottologico italiano", X, 273-304). La literatura poética medieval está llena de alusiones al “Fisiólogo”, y también ejerció una gran influencia sobre el simbolismo del arte eclesiástico medieval; símbolos como los del fénix y el pelícano son todavía bien conocidos y populares.


Bibliografía: LAUCHERT, Gesch. d. Physiologus (Estrasburgo, 1889), suplementada en Romanische Forschungen, V, 3-12, y en Zeitschrift für katholische Theologie, XXXIII (1909), 177-79; KEPPLER, D. mittelalterliche Physiologus en Archiv für christ. Kunst, IX (1891), n. 2-4, pp. 14-16, 23-4, 32-6; MICHAEL, Gesch. d. deutschen Volkes, III (Friburgo, 1903), 413-17; PITRA, en Spicilegium Solesmense, III (París, 1855), 338-73; KARNEJEV, D. Physiologus d. Moskauer Synodalbibliothek en Byzantinische Zeitschrift, III (1894), 26-63; PETERS, D. griechische Physiologus u. seine orientalischen Uebersetzungen (Berlin, 1898); el texto en latín ha sido editado por CAHIER Y MARTIN, Mélanges d'archéologie, d'hist. et de litt., II-IV (Paris, 1851- 56); GOLDSTAUB, D. Physiologus u., seine Weiterbildung besonders en d. lateinischen u. byzantinischen Lit. en Philologus, vol. sup. VIII (1901), 337-404; KRUMBACHER, Gesch. d. byzantinischen Lit. (2da ed., Munich, 1897), 874-77; STRZYGOWSKI, D. Bilderkreis d. griechischen Physiologus en Byzantinischen Archiv, II (Leipzig, 1899); LEITSCHUH, Gesch. d. karolingischen Malerei (Berlín, 1894), 405 sq.; SCHMID, Christ. Symbole aus alter u. neuer Zeit (2nd ed., Friburgo, 1909); DREVES, D. Jagd d. Einhorns en Stimmen aus Maria-Lauch, XLIII (1892), 66-76.

Fuente: Lauchert, Friedrich. "Physiologus." The Catholic Encyclopedia. Vol. 12. New York: Robert Appleton Company, 1911. 30 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/12068a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina