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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Bestiarios

De Enciclopedia Católica

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Se le llama bestiarios a los libros medievales sobre animales, en los que las características reales o fabulosas de animales realmente existentes o imaginarios (tales como el grifo, el dragón, la sirena, el unicornio, etc.) eran tratados figuradamente como símbolos religiosos de Cristo, del diablo, de las virtudes y de los vicios. Los orígenes de un simbolismo de este tipo, tomado de la naturaleza, deben ser buscados en la antigüedad y sobre todo en el antiguo Oriente.
La bestia dominada por el Santo
La literatura oriental, así como la grecorromana dependiente de aquella, atribuyó a ciertos animales, ya fueran fabulosos o reales (el león, el tigre, la serpiente, el águila), una cierta relación con la vida y las acciones del hombre y los dioses e hizo de ellos el uso religioso correspondiente. Esto se ejemplifica en el culto a los animales en Oriente y especialmente en Egipto. En el Antiguo Testamento se encuentran muchas reminiscencias de este simbolismo de los animales. Desde los inicios la fantasía [|cristianismo |cristiana]] interpretó estos animales según el simbolismo del Antiguo Testamento y así los representó en el arte cristiano.
Grifo
Así, por ejemplo, en las catacumbas algunos simbolizan el bien, por ejemplo el cordero o las ovejas representan el alma o el creyente; la paloma, el alma; el fénix, a Cristo o la inmortalidad; y el pavo real, la inmortalidad. Otros simbolizan el mal, por ejemplo, la serpiente representa al diablo; otros, especialmente en la época tardía, han de interpretarse en varios sentidos; así el león puede simbolizar tanto a Cristo como al diablo.
Ave Fénix

Una de las primeras compilaciones de tales interpretaciones alegóricas de la naturaleza de las plantas y de los animales, compuesta en parte de materiales antiguos, todavía existe en el "Fisiólogo", la “historia natural” más reproducida y más utilizada en la Edad Media y la base de todos los bestiarios posteriores. Compilaciones similares son el "Liber formularum" de Euquerio, algunas partes del "Libri originum" de Isidoro, partes de los escritos de Beda y Rábano y el tratado por largo tiempo adscrito a San Melitón de Sardes del siglo II, y conocido como “Clavis” o “La Llave”, que apareció en su forma presente hacia el siglo XI. Los bestiarios posteriores obtuvieron material valioso y abundante del "Libri Moraliumi" de Gregorio Magno. Los bestiarios medievales son traducciones más o menos exactas o imitaciones del "Fisiólogo"; por ejemplo, el bestiario de Philippe de Thaun (hacia 1121), editado por Thomas Wright (Londres, 1841) y dos bestiarios del siglo XIII, uno de Pierre de Picardy, el otro de William el Clérigo publicado por Hippeau (Caen, 1852). El bestiario aparece totalmente desarrollado en el "Bestiaire d'Amour" de Richard de Fournival, escrito en el siglo XIV y publicado por Hippeau (París, 1860), en el tratado "De animalibus" atribuido a San Alberto Magno, en el "Tractatus de bestiis et aliis rebus" atribuido a Hugo de San Víctor y sobre todo en el "Speculum naturale" de Vincent de Beauvais.

La influencia del simbolismo de los bestiarios se ve claramente en las variadas formas de la vida intelectual medieval. Era evidente en el sermón y también en la liturgia, como se muestra por el uso simbólico de la abeja en la bendición de los cirios pascuales, la bendición del vino en la fiesta de San Juan como un preventivo del envenenamiento por mordeduras de serpientes. En especial, las fábulas métricas sobre animales evidencian el gusto generalizado por esta forma de alegoría. La influencia del simbolismo de los bestiarios es aún más manifiesta en la escultura medieval, tanto en la románica como en la gótica. Aunque el uso de los motivos animales en el arte irlandés y merovingio más antiguo no tiene al parecer un objetivo más profundo que el disfrute de las formas grotescas, sin embargo, el simbolismo animal surge desde la fecha más primitiva como un elemento del arte románico, especialmente en la miniatura y la escultura, en ambas de las cuales exhibe a menudo una estrecha dependencia de los bestiarios. (Vea ANIMALES EN EL ARTE CRISTIANO, SIMBOLISMO).


Bibliografía: Eckl, Die symbolische Zoologie in Organ fur christ. Kunst (1869), No. XII-XXII; KOLLOFF, Die sagenhafte und symbolische Tiergesch, des Mittelalters in RAUMER, Taschenbuch (1867), 177-269; KREPNER, Ueoer die Tierbucher des Mittelalters en HERRIG, Archiv, Vol. LV; Katholischer Seelsorger (1898), 460 ss.

Fuente: Sauer, Joseph. "Bestiaries." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. 28 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/02529b.htm>.

Traducido por Francisco M. Moreno del Valle