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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Autos Sacramentales

De Enciclopedia Católica

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El auto sacramental (español, auto, resolución u ordenanza; sacramental, relativo a los sacramentos) es una forma de literatura dramática peculiar de España, aunque en algunos aspectos es de carácter similar a las antiguas “moralidades” de Inglaterra. El auto sacramental se puede definir como una representación dramática del misterio de la Eucaristía. Al menos esta es la definición que se aplicaría al auto de la época de Calderón. Sin embargo, no corresponde muy bien con los del siglo anterior, muchos de los cuales eran de carácter sacramental solo porque se presentaban durante la Fiesta de Corpus Christi. Por lo general, son alegóricos, pues los personajes representan, por ejemplo, Fe, Esperanza, Aire, Pecado, Muerte, etc. En realidad, hubo algunos en los que no apareció un solo personaje humano, sino personificaciones de las Virtudes, los Vicios, los Elementos, etc.

Ya para el siglo XIII las exhibiciones religiosas habían sido populares entre las masas en España. Generalmente tomaban la forma de un diálogo simple y se presentaban durante fiestas religiosas, por ejemplo, en Navidad y Pascua. Pero no es hasta principios del siglo XVI que tenemos el primer auto sacramental verdadero que tiene como tema el misterio de la Eucaristía: este fue “El Auto de San Martín” de Gil Vicente. Durante los siglos XVI y XVII estos autos continuaron apareciendo, y fueron gradualmente mejorados y elaborados hasta Calderón los llevó a su máximo estado de desarrollo.

El auto sacramental siempre se presentaba en las calles en relación con la celebración de la Fiesta de Corpus Christi. Era precedido por una solemne procesión por las calles principales de la ciudad, y se decoraba las casas a lo largo de la ruta en honor a la ocasión. En la procesión marchaban los sacerdotes portando la Hostia bajo un espléndido dosel, seguidos de una multitud devota, en la que, en Madrid, a menudo aparecían el rey y su corte sin distinción de rango, y por último, en hermosos autos, venían los actores de los teatros públicos que iban a participar en la actuación. La procesión generalmente se detenía ante la casa de algún dignatario mientras los sacerdotes realizaban ciertas ceremonias religiosas, mientras la multitud se arrodillaba como si estuviera en la iglesia. Al final de estas se representaba el auto. Estas representaciones, y también la procesión, se realizaban con mucho esplendor y a un gran costo, limitado solo por los recursos de la ciudad particular en la que se realizaban.

Entre los escritores más conocidos de este tipo de literatura dramática puede mencionarse a Juan de la Encina y Gil Vicente, que escribieron en los siglos XV y XVI, mientras que entre los que escribieron autos cuando estaban en la cima de su éxito están Lope de Vega, que compuso no menos de cuatrocientos, de los cuales existen muy pocos. Entre sus mejores están “La Siega” y “El Lobo que se Volvió Pastor”. Luego viene Montalbán, cuyo “Polifemo” fue su auto más conocido; Valdivieso, quien escribió “El Hijo Pródigo”; y por último, el más exitoso de todos, Calderón. Aunque no tan prolífico como Lope de Vega, Calderón dejó alrededor de 70 autos, de los cuales los más conocidos son “El Divino Orfeo”, una obra de considerable mérito poético; “La Devoción a la Misa” y “El Cautiverio del Arca”. Estos autos sacramentales producían un gran efecto en el pueblo. Desde tiempos inmemoriales las alegorías de todo tipo les habían atraído poderosamente, y estos autos se apoderaron fuertemente del favor popular, al venir, como lo hicieron, durante las fiestas religiosos, con su música y su esplendor, junto con el hecho de que eran representados con el gasto público y con la sanción de la Iglesia. En 1765 Carlos III prohibió su representación pública, pero los hábitos de los siglos no pudieron superarse tan fácilmente, y durante muchos años después continuaron presentándose en algunas de las ciudades más pequeñas.


Bibliografía: FITZMAURICE-KELLY, Historia de la Literatura Española (Madrid, 1901), passim; TRENCH, Essay on the Life and genius of Calderon (Londres, 1880); SCHACK, Geschichte der dramatischen Literatur und Kunst in Spanien (Berlín, 1846), III.

Fuente: Fuentes, Ventura. "Autos Sacramentales." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2, pág. 143. New York: Robert Appleton Company, 1907. 30 junio 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/02143a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina