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Lunes, 6 de mayo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Bestiarios»

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[[Archivo:Bestiario 3.jpg|300px|thumb|left]]Libros medievales sobre animales en los que las características reales o fabulosas de animales realmente existentes o imaginarios (tales como el grifo, el dragón, la sirena, el unicornio, etc.) eran tratados como símbolos religiosos de Cristo, del diablo, de las virtudes y de los vicios. Los orígenes de un simbolismo de estas características, tomado de la naturaleza, deben ser buscados en la antigüedad y sobretodo en el antiguo oriente. [[Archivo:Bestiario 6.jpg|300px|thumb|left|La bestia dominada por el Santo]]La literatura oriental, así como la grecorromana dependiente de aquella, atribuyó a ciertos animales, ya fueran inventados o reales (el león, el tigre, la serpiente, el águila), una cierta conexión con la vida y las acciones del hombre y los dioses y creó con ellos un símil religioso. El arte oriental y en especial el trabajo artístico de los animales en Egipto son un ejemplo. Muchas reminiscencias de este simbolismo de los animales se encuentran en el Viejo Testamento. Desde los inicios la fantasía cristiana interpretó estos animales según el simbolismo del Viejo Testamento y así se representaron en el Arte Cristiano. Así, por ejemplo, en las Catacumbas algunos simbolizan el bien, e.g. el cordero o las ovejas que representan el alma o a los creyentes; la paloma, el alma; el Fénix a Cristo o la inmortalidad, también representada por el pavo real. Otros simbolizan el mal, e.g. la serpiente que representa al diablo y otros incluso, especialmente en la época tardía, han de ser interpretados en varios sentidos: el león tanto puede simbolizar a Cristo como al diablo. Una de las primeras compilaciones de tales interpretaciones alegóricas de la naturaleza de las plantas y de los animales, compuesta en parte por materiales antiguos, sigue siendo el "Physiologus", la historia natural más reproducida y más utilizada en la Edad Media y la base de todos los bestiarios posteriores. Compilaciones similares son el "Liber Formularum" de Eucherius, algunas partes del "Libri Originum" de Isidoro, partes de los escritos de Beda y de Rabanus así como el tratado supuestamente del siglo II de Melito de Sardis conocido como "Clavis" o "La Llave", que apareció tal y como hoy lo conocemos en el siglo XI. Los bestiarios posteriores obtuvieron material valioso y abundante del "Libri Moraliumi" de Gregorio Magno. Los bestiarios medievales son traducciones más o menos exactas o imitaciones del "Physiologus"; por ejemplo, el bestiario de Philippe de Thaun (hacia 1121), editado por Thomas Wright (Londres, 1841) y dos bestiarios del siglo XIII, uno de Pierre de Picardy, el otro de Guillaume de Normandía publicado por Hippeau (Caen, 1852). El bestiario aparece totalmente desarrollado en el "Bestiaire d'Amour" de Richard de Fournival, escrito en el siglo XIV y publicado por Hippeau (París, 1860), en el tratado "De animalibus" atribuido a San Alberto Magno, en el "Tractatus de bestiis et aliis rebus" atribuido a Hugo de San Víctor y sobretodo al "Speculum naturale" de Vincent de Beauvais.  
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[[Archivo:Bestiario 3.jpg|300px|thumb|left]] Se le llama '''bestiarios''' a los libros [[Edad Media |medievales]] sobre [[Animales en la Biblia |animales]], en los que las características reales o fabulosas de animales realmente existentes o imaginarios (tales como el grifo, el dragón, la sirena, el unicornio, etc.) eran tratados figuradamente como [[simbolismo |símbolos]] [[religión |religiosos]] de [[Jesucristo |Cristo]], del [[diablo]], de las [[virtud]]es y de los [[vicio]]s. Los orígenes de un [[simbolismo]] de este tipo, tomado de la naturaleza, deben ser buscados en la antigüedad y sobre todo en el antiguo Oriente. [[Archivo:Bestiario 6.jpg|300px|thumb|left|La bestia dominada por el Santo]] La [[Literatura Bizantina |literatura oriental]], así como la grecorromana dependiente de aquella, atribuyó a ciertos animales, ya fueran fabulosos o reales (el león, el tigre, la serpiente, el águila), una cierta relación con la vida y las [[Actos Humanos |acciones]] del [[hombre]] y los [[deidad |dioses]] e hizo de ellos el uso [[religión |religioso]] correspondiente.   Esto se ejemplifica en el culto a los animales en Oriente y especialmente en [[Egipto]].  
  
La influencia del simbolismo de los bestiarios se aprecia con claridad en varios estratos de la vida intelectual medieval. Resulta evidente en el sermón y también en la liturgia, como se deduce del uso simbólico de la abeja en la bendición de los Cirios Pascuales, así como en el del vino en el banquete de San Juan como prevención de la picadura venenosa de la serpiente. En especial, las fábulas en verso sobre animales evidencian el gran interés por esta forma de alegoría. La influencia del simbolismo de los bestiarios sigue siendo más manifiesta en la escultura medieval, tanto en la Románica como en la Gótica. Aunque el uso de los motivos animales en el arte irlandés antiguo y en el Merovingio no tiene al parecer más interés que el del disfrute de formas grotescas. Por otro lado, el simbolismo animal surge ya desde fecha temprana como elemento del arte Románico, especialmente en la miniatura y la escultura, en las cuales se deja entrever a menudo una estrecha dependencia de los bestiarios. (Véase los ANIMALES EN EL ARTE CRISTIANO; SIMBOLISMO.)
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En el [[Antiguo Testamento]] se encuentran muchas reminiscencias de este [[simbolismo]] de los animales.  Desde los inicios la fantasía [|cristianismo |cristiana]] interpretó estos animales según el simbolismo del Antiguo Testamento y así los representó en el [[Arte Cristiano |arte cristiano]]. [[Archivo:Bestiario 5.jpg|300px|thumb|left|Grifo]]  Así, por ejemplo, en las [[Catacumbas Romanas |catacumbas]] algunos simbolizan el [[bien]], por ejemplo el [[Cordero (en el Simbolismo Cristiano Primitivo) |cordero]] o las ovejas representan el [[alma]] o el creyente; la [[paloma]], el alma; el fénix, a [[Jesucristo |Cristo]] o la [[inmortalidad]]; y el pavo real, la inmortalidad. Otros simbolizan el [[mal]], por ejemplo, la serpiente representa al [[diablo]];  otros, especialmente en la época tardía, han de interpretarse en varios sentidos; así el león puede simbolizar tanto a Cristo como al diablo. [[Archivo:Bestiario 4.jpg|300px|thumb|left|Ave Fénix]] 
  
Eckl, Die symbolische Zoologie in Organ fur christ. Kunst (1869), No. XII-XXII; KOLLOFF, Die sagenhafte und symbolische Tiergesch, des Mittelalters in RAUMER, Taschenbuch (1867), 177-269; KREPNER, Ueoer die Tierbucher des Mittelalters in HERRIG, Archiv, Vol. LV; Katholischer Seelsorger (1898), 460 sqq.  
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Una de las primeras compilaciones de tales interpretaciones alegóricas de la naturaleza de las [[Plantas en la Biblia |plantas]] y de los [[Animales en la Biblia |animales]], compuesta en parte de materiales antiguos, todavía existe en el "[[Fisiólogo]]", la “historia natural” más reproducida y más utilizada en la [[Edad Media]] y la base de todos los bestiarios posteriores.  Compilaciones similares son el "Liber formularum" de Euquerio, algunas partes del "Libri originum" de [[San Isidoro de Sevilla |Isidoro]], partes de los escritos de [[San Beda el Venerable |Beda]] y [[Mauro Magnencio Rábano |Rábano]] y el tratado por largo tiempo adscrito a [[San Melitón de Sardes]] del siglo II, y conocido como “Clavis” o “La Llave”, que apareció en su forma presente hacia el siglo XI.  Los bestiarios posteriores obtuvieron material valioso y abundante del "Libri Moraliumi" de [[Papa San Gregorio I Magno |Gregorio Magno]]. Los bestiarios [[Edad Media |medievales]] son traducciones más o menos exactas o imitaciones del "Fisiólogo"; por ejemplo, el bestiario de Philippe de Thaun (hacia 1121), editado por Thomas Wright (Londres, 1841) y dos bestiarios del siglo XIII, uno de Pierre de Picardy, el otro de [[William el Clérigo]] publicado por Hippeau (Caen, 1852). El bestiario aparece totalmente desarrollado en el "Bestiaire d'Amour" de Richard de Fournival, escrito en el siglo XIV y publicado por Hippeau (París, 1860), en el tratado "De animalibus" atribuido a [[San Alberto Magno]], en el "Tractatus de bestiis et aliis rebus" atribuido a [[Hugo de San Víctor]] y sobre todo en el "Speculum naturale" de [[Vincent de Beauvais]].
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La influencia del [[simbolismo]] de los bestiarios se ve claramente en las variadas formas de la vida [[intelecto |intelectual]] [[Edad Medina |medieval]].  Era evidente en el [[homilía |sermón]] y también en la [[liturgia]], como se muestra por el uso simbólico de la abeja en la [[bendición]] de los [[Cirio Pascual |cirios pascuales]], la bendición del [[Vino de Altar |vino]] en la [[Fiestas Eclesiásticas |fiesta]] de [[San Juan Evangelista |San Juan]] como un preventivo del envenenamiento por mordeduras de serpientes.    En especial, las fábulas métricas sobre animales evidencian el gusto generalizado por esta forma de alegoría. La influencia del simbolismo de los bestiarios es aún más manifiesta en la [[escultura]] medieval, tanto en la románica como en la gótica. Aunque el uso de los motivos animales en el arte [[Irlanda |irlandés]] y merovingio más antiguo no tiene al parecer un objetivo más profundo que el disfrute de las formas grotescas, sin embargo, el simbolismo animal surge desde la [[Fechas y Datación |fecha]] más primitiva como un elemento del arte románico, especialmente en la miniatura y la escultura, en ambas de las cuales exhibe a menudo una estrecha dependencia de los bestiarios.  (Vea [[Animales en el Arte Cristiano |ANIMALES EN EL ARTE CRISTIANO]], [[simbolismo |SIMBOLISMO]]). 
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'''Bibliografía''':  Eckl, Die symbolische Zoologie in Organ fur christ. Kunst (1869), No. XII-XXII; KOLLOFF, Die sagenhafte und symbolische Tiergesch, des Mittelalters in RAUMER, Taschenbuch (1867), 177-269; KREPNER, Ueoer die Tierbucher des Mittelalters en HERRIG, Archiv, Vol. LV; Katholischer Seelsorger (1898), 460 ss.
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'''Fuente''':  Sauer, Joseph. "Bestiaries." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. 28 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/02529b.htm>.
  
JOSEPH SAUER
 
Transcrito por Anita Gorman
 
 
Traducido por Francisco M. Moreno del Valle
 
Traducido por Francisco M. Moreno del Valle

Última revisión de 03:43 29 ago 2016

Bestiario 3.jpg
Se le llama bestiarios a los libros medievales sobre animales, en los que las características reales o fabulosas de animales realmente existentes o imaginarios (tales como el grifo, el dragón, la sirena, el unicornio, etc.) eran tratados figuradamente como símbolos religiosos de Cristo, del diablo, de las virtudes y de los vicios. Los orígenes de un simbolismo de este tipo, tomado de la naturaleza, deben ser buscados en la antigüedad y sobre todo en el antiguo Oriente.
La bestia dominada por el Santo
La literatura oriental, así como la grecorromana dependiente de aquella, atribuyó a ciertos animales, ya fueran fabulosos o reales (el león, el tigre, la serpiente, el águila), una cierta relación con la vida y las acciones del hombre y los dioses e hizo de ellos el uso religioso correspondiente. Esto se ejemplifica en el culto a los animales en Oriente y especialmente en Egipto. En el Antiguo Testamento se encuentran muchas reminiscencias de este simbolismo de los animales. Desde los inicios la fantasía [|cristianismo |cristiana]] interpretó estos animales según el simbolismo del Antiguo Testamento y así los representó en el arte cristiano.
Grifo
Así, por ejemplo, en las catacumbas algunos simbolizan el bien, por ejemplo el cordero o las ovejas representan el alma o el creyente; la paloma, el alma; el fénix, a Cristo o la inmortalidad; y el pavo real, la inmortalidad. Otros simbolizan el mal, por ejemplo, la serpiente representa al diablo; otros, especialmente en la época tardía, han de interpretarse en varios sentidos; así el león puede simbolizar tanto a Cristo como al diablo.
Ave Fénix

Una de las primeras compilaciones de tales interpretaciones alegóricas de la naturaleza de las plantas y de los animales, compuesta en parte de materiales antiguos, todavía existe en el "Fisiólogo", la “historia natural” más reproducida y más utilizada en la Edad Media y la base de todos los bestiarios posteriores. Compilaciones similares son el "Liber formularum" de Euquerio, algunas partes del "Libri originum" de Isidoro, partes de los escritos de Beda y Rábano y el tratado por largo tiempo adscrito a San Melitón de Sardes del siglo II, y conocido como “Clavis” o “La Llave”, que apareció en su forma presente hacia el siglo XI. Los bestiarios posteriores obtuvieron material valioso y abundante del "Libri Moraliumi" de Gregorio Magno. Los bestiarios medievales son traducciones más o menos exactas o imitaciones del "Fisiólogo"; por ejemplo, el bestiario de Philippe de Thaun (hacia 1121), editado por Thomas Wright (Londres, 1841) y dos bestiarios del siglo XIII, uno de Pierre de Picardy, el otro de William el Clérigo publicado por Hippeau (Caen, 1852). El bestiario aparece totalmente desarrollado en el "Bestiaire d'Amour" de Richard de Fournival, escrito en el siglo XIV y publicado por Hippeau (París, 1860), en el tratado "De animalibus" atribuido a San Alberto Magno, en el "Tractatus de bestiis et aliis rebus" atribuido a Hugo de San Víctor y sobre todo en el "Speculum naturale" de Vincent de Beauvais.

La influencia del simbolismo de los bestiarios se ve claramente en las variadas formas de la vida intelectual medieval. Era evidente en el sermón y también en la liturgia, como se muestra por el uso simbólico de la abeja en la bendición de los cirios pascuales, la bendición del vino en la fiesta de San Juan como un preventivo del envenenamiento por mordeduras de serpientes. En especial, las fábulas métricas sobre animales evidencian el gusto generalizado por esta forma de alegoría. La influencia del simbolismo de los bestiarios es aún más manifiesta en la escultura medieval, tanto en la románica como en la gótica. Aunque el uso de los motivos animales en el arte irlandés y merovingio más antiguo no tiene al parecer un objetivo más profundo que el disfrute de las formas grotescas, sin embargo, el simbolismo animal surge desde la fecha más primitiva como un elemento del arte románico, especialmente en la miniatura y la escultura, en ambas de las cuales exhibe a menudo una estrecha dependencia de los bestiarios. (Vea ANIMALES EN EL ARTE CRISTIANO, SIMBOLISMO).


Bibliografía: Eckl, Die symbolische Zoologie in Organ fur christ. Kunst (1869), No. XII-XXII; KOLLOFF, Die sagenhafte und symbolische Tiergesch, des Mittelalters in RAUMER, Taschenbuch (1867), 177-269; KREPNER, Ueoer die Tierbucher des Mittelalters en HERRIG, Archiv, Vol. LV; Katholischer Seelsorger (1898), 460 ss.

Fuente: Sauer, Joseph. "Bestiaries." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. 28 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/02529b.htm>.

Traducido por Francisco M. Moreno del Valle