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Martes, 3 de diciembre de 2024

Meneftá I

De Enciclopedia Católica

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(1234? - 1214 a.C.). Cuarto rey de la Dinastía XIX de Egipto y supuesto faraón durante el Éxodo; fue el décimo tercer hijo de Ramsés II a quien sucedió en o cerca de 1234 a.C., habiendo ya pasado la mediana edad. Su reinado duró unos veinte años, durante los cuales realizó considerables operaciones de construcción en el Delta, y en particular en Tanis (Zoan), donde, de hecho como en otros lugares, usurpó una serie de algunos de los monumentos de sus predecesores. Sus obras originales son relativamente pocas e insignificantes. Su nombre se encuentra constantemente en los monumentos de su padre; aparece también en Nubia, y en las antiguas canteras en la península del Sinaí. En su tercer año, sofocó una rebelión al noreste, posiblemente excitado por los hititas, y en su quinto año repelió la invasión de los libios y sus aliados a Egipto, cuya victoria es jactanciosamente descrita en una estela de granito negro hallada en 1896 en su templo funerario en Tebas, y que tiene la referencia más antigua conocida a Israel.

Comúnmente se le considera como el faraón del Éxodo por los siguientes motivos:

  • Por un lado, los descubrimientos egipcios han demostrado que Ramsés II fundó las ciudades representadas en Éx. 1,11, construidas por los hebreos oprimidos, y por lo tanto señalan a él como el faraón opresor.
  • Por otra parte, Éx. 2,23 y 4,19 implican que el sucesor inmediato de ese faraón estaba en el trono, cuando Moisés regresó a Egipto, donde pronto liberó a su pueblo. De ahí que no es poco natural deducir que Meneftá I, hijo y sucesor de Ramsés, es el Faraón del Éxodo.

La principal objeción a este punto de vista es que parece estar en contradicción con la estrofa final del “Himno de Victoria” de Meneftá, el cual se refiere a su victoria sobre los libios y el cual está inscrito en la estela de granito ya mencionada. Después de relatar el sometimiento de Canaán y de Ascalón por los egipcios, esta inscripción añade: "Israel está en mal estado, su semilla ya no existe, para Egipto, Palestina se ha convertido en una viuda." ¿Cómo puede ser que Meneftá I sea faraón del Éxodo, ya que según el obvio significado de este pasaje, cuando él derrotó a los israelitas ya éstos se habían establecido en Palestina, un asentamiento que, según conocemos por la Biblia, se llevó a cabo sólo después de cuarenta años de vagar y por lo tanto después de la muerte de Meneftá? Esta dificultad ha llevado a muchos eruditos a considerar a un rey anterior como el faraón del Éxodo, mientras que otros han respondido de diversas maneras.

La siguiente es la solución más probable. Los estudiosos no esperan que se dijera la verdad exacta en una inscripción de Egipto sobre la catástrofe del Éxodo, y al darse cuenta de que en la estrofa final del “Himno de Victoria” de Meneftá una tergiversación jactanciosa real de su relación con los hititas precede casi de inmediato la clara referencia a Israel como "estropeado", fácilmente piensan que la gloria reclamada allí por Meneftá sobre los israelitas debe tomarse como una declaración jactanciosa de lo que realmente le sucedió a él como el faraón del Éxodo. La momia de Meneftá fue descubierta en 1896 e identificada en 1900. Este hallazgo no desvirtúa la identidad de este monarca con el Faraón del Éxodo, pues nada en el Texto Sagrado requiere la admisión de que el Faraón en persona persiguió a los israelitas, o se ahogó como resultado.


Fuente: Gigot, Francis. "Merneptah I." The Catholic Encyclopedia. Vol. 10. New York: Robert Appleton Company, 1911. <http://www.newadvent.org/cathen/10208b.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina.