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Miércoles, 11 de diciembre de 2024

Idumea

De Enciclopedia Católica

Revisión de 01:09 28 may 2009 por Luz María Hernández Medina (Discusión | contribuciones) (Página nueva: El país habitado por los descendientes de Edom. La palabra Idumea es la forma grecizada del nombre hebreo 'Edôm (egipcio, Aduma; Asirio, U-du-um-ma-...)

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El país habitado por los descendientes de Edom. La palabra Idumea es la forma grecizada del nombre hebreo 'Edôm (egipcio, Aduma; Asirio, U-du-um-ma-ai, U-du-mu, U-du-mi), que parece haber sido aplicado a la región por el color rojo de sus acantilados areniscos. Idumea estaba situada al sur de Judá y del Mar Muerto, pero sus límites, fronterizos con el desierto, son difíciles de determinar. Según Génesis 36,8 ss., al dejar Canaán Esaú fijó su residencia en el Monte Seír, entonces el hogar de los horitas (Gén. 14,6; D.V.: Chorreans). Comúnmente se piensa que el Monte Seír es el Jebel esh-Shera, una cordillera que prolonga las montañas de Moab, al este de la 'Arabah; sin embargo, varias indicaciones sugieren una localización más occidental y llevó a algunos a creer que el Monte Seír debía ser buscado más bien en las tierras altas entre Cadés y la parte sur del Mar Muerto. Las Tablas de Tell el-Amarna ciertamente hablan de She-e-ri como un país al sur de la Palestina Oriental; los mismos documentos mencionan en esa región una ciudad de U-du-mu (Edom), en la cual se reconoce a Ed-Dome (Ruma de Josué 15,52 -- D. V.; Hebreo, Dûmah), al sur sureste de Hebrón, y a veces el nombre se usa para designar el país de los edomitas. Por otro lado, la ruta seguida por los Israelitas, regresando de Cadés a Esyon Guéber (Deut. 2,8) y ladeando al este de la Arabá a través de Salmona (desconocida), Phunon (Khirbet Fenân) y Oboth (prob. Wady Weibeh), luego yendo al noreste a Jeabarim (Kh. 'Ai, este, sureste de Kerak), para "rodear la tierra de Edom" (Núm. 21,4), la que no se le permitió cruzar (Núm. 20,17), indica que esta tierra no se extendía más allá de la Arabá. Usualmente se entiende bajo el nombre de Idumea, no sólo el Monte Seír, sino toda la región circundante habitada por tribus que reclaman ser descendientes de los edomitas.

En tiempos antiguos los edomitas eran gobernados por 'allûphîm o "duques"; pero durante la estadía de los hebreos en el desierto el Monte Seír estaba bajo el control de un rey. Génesis 36,31-39, da una lista de "los reyes que gobernaron la tierra de Edom, antes de que el pueblo de Israel tuviera un rey”; por esta lista sabemos que la monarquía edomita era electiva. A pesar de la relación de sangre que unía a Israel y a Edom, los dos pueblos estaban frecuentemente en conflicto. Saúl había vuelto su ejército contra los edomitas (1 Sam. 14,47); David conquistó y guarneció el país (2 Sam. 8,14) y Salomón ocupó sus puertos en el Mar Rojo (1 Ry. 9,26). Durante el reinado de Joram, Idumea logró sacudirse por un tiempo del yugo de Jerusalén, pero Amasías obligó una vez más a los edomitas a estar bajo el dominio de Judá; finalmente bajo Ajab ganaron su independencia. Con la caída de Judá a manos de los babilonios, a quienes se habían unido en su riña, el poder de los edomitas se volvió mayor, y tomaron posesión de todo el sur de Palestina, haciendo a Hebrón su capital. Pero a pesar de su alianza con los sirios durante la guerra de los Macabeos, no pudieron resistir la fuerte acometida de los patriotas israelitas que los expulsaron del sur de Judá. Al perder sus posesiones al este de la Arabá, que habían caído hacía tiempo en manos de los nabateanos, los hicieron una presa fácil para sus vecinos, y en 109 a.C fueron conquistados por Juan Hicarno, quien, sin embargo, les permitió quedarse en el país con la condición de que adoptaran el judaísmo. Cuando a la muerte de Alejandra (69), Aristóbulo trato de arrebatarle la corona a su hermano Hircano II, Antipater, gobernador de Idumea, se alineó con este último en el conflicto, y a la llegada de los romanos, se adhirió fuertemente a ellos. La ayuda que le prestó a su ejército en varias expediciones, y los servicios que le rindió a Julio César fueron recompensados en 47 con el muy codiciado título de ciudadano romano y el nombramiento de procurador de Judea, Samaria y Galilea. Su hijo fue Herodes el Grande.


Bibliografía: BURCKHARDT, Viajes por Siria y la Tierra Santa (Londres, 1822); ROBINSON, Investigaciones Bíblicas en Palestina, II (Londres, 1856); PALMER, El Desierto del Éxodo (Cambridge, 1871); HULL, Monte Seír (Londres, 1889); IDEM, Memoria sobre la Geología y Geografía de Arabia Petra, Palestina y los distritos adyacentes (Londres, 1889); MUSIL, Arabia Petra, II, Edom. Topographischer Reisebericht (Vienna, 1907); BUHL, Geschichte der Edomiter (Leipzig, 1893); LAGRANGE. L'Itinéraire des Israélites du Pays de Gessen aux bords du Jourdain. De Cadès à 'Asion-Gaber in Revue Biblique (1900), 280; JAUSSEN, SAVIGNAC, and VINCENT, 'Abdeh in Revue Biblique (1904), 403; (1905), 74, 235.

Fuente: Souvay, Charles. "Idumea." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/07638a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina.