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Martes, 3 de diciembre de 2024

Individuo, Individualidad

De Enciclopedia Católica

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Individuo, Individualidad: (Latín, individuum; alemán, Einzeln; francés, individuel). Santo Tomás define un ser individual como “quod est in se indivisum, ab aliis vero divisum” (un ser no dividido en sí mismo pero separado de los otros seres). Implica, por lo tanto, unidad y separación o distinción. La individualidad en general puede ser definida o descrita como la propiedad o conjunto de propiedades por la cual el individuo posee esta unidad y se separa de los demás seres. ¿Qué es lo que constituye un individuo, o individualidad? Este es un problema que ha preocupado a la mayor parte de las grandes escuelas de filosofía. Se puede considerar desde el punto de vista metafísico o psicológico, aunque éstos están íntimamente relacionados. Además, hay un sentido en el cual la individualidad le presenta cuestiones interesantes a la ética y la pedagogía.

Metafísica

El universo circundante se nos manifiesta, en todo caso, a primera vista, como una pluralidad, una colección de cosas individuales. Reconocemos como seres individualmente distinto a una multiplicidad de objetos materiales: animales, personas y similares. Hablamos de las pilas de maíz o de las piedras esparcidas sobre un campo como muchas cosas individuales. Sin embargo, un poco de reflexión nos revela que la naturaleza de la unidad, y en consecuencia de la individualidad, que poseen muchos de estos objetos es de un tipo muy imperfecta. Una pila es después de todo un mero agregado de mazorcas de maíz separadas; y una piedra no es más que un grupo de pequeñas piedras o partículas de materia en contacto local accidental, y unidas por algún otro tipo de materia. La unidad de tal objeto es totalmente extrínseca y accidental, mientras que la separación se debe simplemente a la discontinuidad de la clase de material del que se compone el objeto. Algunas partes de materia inerte tienen así sólo un tipo inferior o imperfecto de individualidad. Más alto en la escala de los seres vienen las plantas y organismos animales, aunque en las formas inferiores de vida a menudo es un problema difícil para el científico decidir si un espécimen particular se describe mejor como un único ser vivo o una colonia de seres.

Sin embargo, sigue siendo amplio el hecho de que miramos el mundo real que se presenta a nuestros sentidos como compuesto de un gran número de seres individuales separados. Por otra parte, tan pronto como nuestra mente comienza a pensar, a juzgar a razonar, o a hacer cualquier tipo de declaraciones significativas acerca de estos objetos, ella los concibe bajo aspectos universales. No los manipula como simples individuos desconectados, sino que los agrupa bajo ciertos puntos de vista comunes. Si la mente ha de hacer algún progreso en absoluto en el conocimiento, se ve obligada a organizar sus experiencias sensibles, para manejar los hechos individuales que le sean presentados por medio de ideas universales. La génesis psicológica de estas ideas, su carácter preciso y la naturaleza de la realidad fuera de la mente que le corresponde a ellas –-en otras palabras el gran problema de las universales--- fueron discutidos profundamente por Platón y Aristóteles, y se convirtieron en una cuestión aún más candente en las escuelas cristianas y arábigas de filosofía desde el siglo X al XII (vea IDEA). Sin embargo, un homólogo del mismo problema es la cuestión del individuo. Y este último tema en la forma de la controversia respecto al principium individuationis se volvió casi tan prominente en las escuelas durante los siglos XIII y XIV.

¿Qué constituye un ser individual? ¿Qué le da su propia peculiar individualidad? ¿Qué lo distingue de todos los demás seres, y sobre todo, de los demás seres de la misma especie? Una respuesta obvia se da en la enumeración de diferencias tales como las de lugar, tiempo, figura. Pero éstas son simplemente relaciones extrínsecas. Ni tampoco es totalmente inconcebible la identidad perfecta, incluso en lugar, entre dos seres. Estas diferencias extrínsecas, de hecho, presuponen diferencias intrínsecas. Dos cosas primero deben diferir en relación la una a la otra antes de que puedan diferir en relación a una cosa tercera o extrínseca, tal como el espacio. De ahí que la pregunta que preocupaba a las escuelas filosóficas se refería especialmente a la diferencia intrínseca. ¿Cuál es el principio intrínseco de individuación por el cual un ser es distinto de otro? En la teoría aristotélica los objetos corporales que nos rodean son seres compuestos constituidos en última instancia de dos principios, uno pasivo y determinable (materia), el otro activo y determinante (forma). Esta última le da al ser su naturaleza específica. La primera es la base de la divisibilidad y multiplicidad; y esta es para Aristóteles la fuente de la individuación. La pregunta, sin embargo, recibió desarrollo y discusión mucho más completos en la Edad Media, y nos encontramos con una serie de diferentes respuestas presentadas por diferentes filósofos.

Psicología

Ética

Pedagogía

Bibliografía: On the Principle of Individuation: STO. TOMÁS, Opusculum de princ. indiv. en Opp., XVI (Parma, 1865), 328 ss.; DUNS SCOTUS, In II Sent., disp. III, q. VI, en Opp., XII (París, 1893); SUÁREZ, Disput. met., V, en Opp., XXV (París, 1861); LEIBNITZ, De principio individui in Werke, ed. GERHARDT (Berlín, 1875-90); IDEM, Nouveaux essais sur l'entendement humain (Nueva York y Londres, 1896), II, XXVII; UEBERWEG, History of Philosophy, I (Londres, 1874). On Individuality and Personality: BUTLER, Dissertation on Personal Identity in Works, I (Oxford, 1896), 387 ss.; REID, Essay on the Intellectual Powers, III (Edimburgo, 1812); LADD, Philosophy of Mind (Nueva York y Londres, 1895); HUME, Enquiry concerning Human Understanding (Londres y Edimburgo, 1764); MILL, Examination of Hamilton's Philosophy (Londres, 1865), XII; JAMES, Principles of Psychology (Nueva York y Londres, 1901); MAHER, Psychology (Nueva York y Londres, 1906). The value of Individuality in Education: MILL, On Liberty (Nueva York y Londres, 1875); HERBART, The Science of Education, tr. FELKIN (Nueva York and Londres, 1897).

Fuente: Maher, Michael. "Individual, Individuality." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7, pp. 762-765. New York: Robert Appleton Company, 1910. 9 Sept. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/07762a.htm>.

Esta siendo traducido por Luz María Hernández Medina