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Martes, 19 de marzo de 2024

Studia Limensia Capítulo III: Las murallas de la Ciudad de los Reyes, y su relación con los Arcángeles Arcabuceros

De Enciclopedia Católica

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1626 Planta de la ciudad de los Reyes para el Consejo de Estado de Guerra de su Magestad Con explicaciones y dibujos de cañones. (Gonzalo Borda)
1626 Planta de la ciudad de los Reyes para el Consejo de Estado de Guerra de su Magestad Con explicaciones y dibujos de cañones. (Gonzalo Borda)
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El capítulo II concluye diciendo que Lima, sus murallas, sus habitantes y la fe, quedarán incólumes. En el barroco, los asuntos materia de controversia o defensa, eran representados, en clave bélica. Por ejemplo, en el caso de la defensa de la Pura y Limpia Concepción, se representaba a los campeones de la Virgen Gloriosa y Bendita, cantando victoria y blandiendo sus plumas doctorales, en la parte más elevada de las almenas y baluartes de una fortaleza teológica. Porque la pluma fue el arma, que obtuvo la victoria.

Entonces, es típica la representación de fortalezas guardadas por servidores de Dios. Los santos ángeles son los servidores de Dios por antonomasia. Se les representa con alas, porque “vuelan”[1] a cumplir la voluntad de Dios. Por tanto, se puede, y se debe aplicar a los Ángeles peruanos [2] , la misma lógica que rige la pedagogía de los doctores combatientes. Esto facilita la comprensión del significado de los arcángeles arcabuceros. La emblemática lo permite, y hay más de un ejemplo. Respecto de Lima, habría que imaginar la muralla protegida por ángeles arcabuceros o artilleros. Los ángeles artilleros, reemplazan en este caso concreto, la tradicional representación del combate entre sagitarios angélicos y sagitarios diabólicos.

Tanto en el plano individual, como el plano colectivo, veremos plasmada la idea de la defensa del castillo interior, conformado por murallas concéntricas. Este concepto es válido tanto para lo hercotectónico-alegórico [3] - que veremos en este capítulo-, como para la experiencia mística. El hombre goza de la compañía, consejo y protección del Santo Ángel de la Guarda. Según la Tradición los hombres gozan de la protección del Ángel de la Guarda. Las Naciones, gozan, igualmente, de la protección de un Ángel tutelar. Sabido esto, es fácil comprender el protagonismo de los Santos Ángeles en la Historia de la Salvación. Además, explica el origen del afecto, y la gratitud general frente a estos auxilios sobrenaturales.

Es preciso explicar la vinculación de los arcángeles arcabuceros en la defensa de la ciudad, y el afecto particular de la ciudad, a los Santos Ángeles. Por coherencia, y correspondencia iconográfica, podemos afirmar, rotundamente, que existe trabazón lógica entre el tema de los Santos Arcángeles Arcabuceros y la defensa de la ciudad de Los Reyes, lo mismo que con otros temas de la iconografía religiosa virreinal.

El parapeto de los Arcángeles Arcabuceros

El grabado comentado en el capítulo II. Nos muestra que la ciudad está sometida a asedio constante, por el Enemigo Malo. En el contexto defensivo, el Guardián asiste al Guardado, en esta guerra de resistencia. Nuestra intuición, debe llevarnos, a ver con ojos imaginativos, lo que podría estar detrás de las representaciones de los arcángeles arcabuceros. Cuanto mayor sea el conocimiento del Arte de la Guerra de ese siglo, la composición de lugar que se haga, será más perfecta, más acabada, y más informativa. La Ciudad de los Reyes, fue una urbe-fortaleza. Los arcángeles arcabuceros poblaban los palacios de Lima. Los santos ángeles, eran guardianes del hogar doméstico, y de la Ciudad, que es hogar común. La vida del hombre es indesligable de los ángeles.

El tema de los arcángeles arcabuceros no es de origen cuzqueño, ni es privativamente peruano. Es uno de los temas pictóricos subordinados al tema de la Virgen del Rosario, y la Victoria de Lepanto, sobre la armada del Soberbio Turco [4] . El Camarín de la Virgen del Rosario, adosado a la iglesia de Santo Domingo, despliega sus bóvedas y pechinas, los asuntos referidos al combate contra la armada de la media luna. Entre esos temas, está el de los arcángeles arcabuceros, el generalato de San Miguel Arcángel, y la presencia de la Virgen María, la divina Belona. Los Santo Ángeles participaron realmente en el combate de Lepanto, vestidos de blanco, armados de espadas, dirigiendo el fuego de arcabucería, que terminó diezmando a los arqueros otomanos. La presencia de los Santos Ángeles, en el momento crucial del combate, fue atestiguada por combatientes turcos [5] .

La Ciudad de los Reyes, ve veía a sí mismo como Nueva Sión, Nueva Damasco, y Ciudad de Dios: No es Ciudad Santa, pero es Ciudad de Santos. Sin embargo, por ser “Ciudad de Dios”, es Ciudad Santa “in fieri” (en devenir): Urbe con vocación de santidad. La santidad se alcanza al final de muchas luchas, y tras revertir muchas derrotas. El carácter defensivo espiritual y militar de la ciudad, tiene antecedentes La planta de la fortaleza de los Caballeros Hospitalarios[6], y los diseños Urbanos de Eximenis [7] , solo por mencionar dos. La pedagogía de este capítulo se basa en tres ideas: 1) La Cristianópolis tiene como centro, como Castillo interior, al Sagrado Corazón Eucarístico, que Reina desde la Iglesia del Sagrario. San Miguel Arcángel es el capital general de esa fortaleza [8] . 2) El asiento del alma del cristiano es su corazón. Es su castillo interior, en el que mora Cristo-Eucaristía, merced a la manducación del Santísimo Sacramento. El Santo Ángel de la Guarda, es el custodio de este castillo personal. 3) Los Arcángeles combaten a los enemigos del Reino de Dios, que son loos demonios, los secuaces del falso profeta, y los observantes de la Ley Mosaica. Los Arcángeles Arcabuceros combaten a los enemigos del Reino del Perú, que no son otros que los enemigos del Reino de Dios. La Sagrada Eucaristía es la savia vital de la Urbe, y el alimento del cristiano.

Los Sermonarios, la Poesía Histórica, la Poesía Heroica, los Emblemas Heroicos, la Música de Capilla de la Ciudad de los Reyes, y de la Ciudad de México brindan pruebas confirmatorias. Los devocionarios ponen de relieve la gratitud del orbe cristiano a San Miguel Arcángel, a las Milicias Celestiales, y en especial al Santo Ángel de la Guarda: La alusión bélica mana de las Sagradas Escrituras, tanto para Dios Todopoderoso [9], las Legiones de Ángeles [10] , la Legión de demonios [11], y la Virgen Gloriosa y Bendita [12].

Distorsión contemporánea del significado de los Arcángeles Arcabuceros El asunto de los arcángeles arcabuceros ha sido la incógnita dominante, de la interpretación pictórica del Arte Barroco, desde finales del siglo XX. Sobre este asunto, se han publicado muchos libros, presentado incontables tesis, y pronunciado conferencias por todo el mundo. No es cierto que los ángeles arcabuceros sean exclusivos del Virreinato del Perú. También se les encuentra en España, en la localidad de Chera. No es cierto que sea una apropiación y manifestación sincrética de los arcabuceros del Tercio de Flandes, grabados por Jacobo de Gheyn. Aunque Gheyn, es ciertamente el modelo.

Las colecciones de arcángeles arcabuceros conocidos, nos los muestran con los atributos de un ejército regular. Hay gonfalones, clarines, cajas, espadas, picas y arcabuces, además de otros atributos, figurados en flores pasionistas. Los primeros, son atributos militares y bélicos. Los segundos son virtudes, o las Armas de Cristo, figuradas floralmente.. La presencia del gonfalón, indica que es un ejército real. El clarín y la caja, sonando juntos, anuncian que una Persona Real – en este caso María – entra al campo de Batalla. El atabal marca el ritmo de las maniobras de combate, en tanto que el clarín comunica las órdenes a piqueros, arcabuceros y esgrimistas.

Jenízaros del Demonio y los santos ángeles de Dios

Además de haber separado a los Santos Ángeles de su contexto pedagógico Barroco, se incurrió en un nuevo error al momento de catalogar a los Santos Ángeles cuzqueños: Separándolos entre "Los Arcabuceros" y los "Virtuosos". Al hacer esta distinción lo que de facto se hizo, fue ¡desarmar a los Ángeles! Las Armas de todos los Ángeles son Las Virtudes. Cuanto más sirven a Dios son más virtuosos, y por tanto, más poderosos, más sabios, más fieles y más fuertes. En sentido opuesto, cuando los ángeles caídos decidieron no servir a Dios, se malignizaron cada vez más, cayeron de un abismo de maldades a otros más profundos, en un proceso sin término. Perdieron su luz y su gloria.

El carácter pedagógico aglutinante y sintético del Barroco resume, en estas representaciones, la lucha contra el Mal. Dado el contexto, el Mal es sinónimo de Islam, imperio turco, Lutero, los herejes, y los apóstatas. Es decir, los instrumentos del demonio: el Falso Profeta, el que altera "la iota de la Escritura", el que niega la Divinidad de Cristo, y la Virginidad perpetua de María, Madre de Dios. Entre los Ejércitos del Mal, el más rabioso, es el de los jenízaros [13] . La Milicia Celeste más gloriosa, es la de los Santos Arcángeles. La primera adolece de la debilidad de los vicios, y la segunda goza de la fortaleza de todas las virtudes, y de todas las gracias que Dios concede a los que le aman. En el Arte Barroco, todo refiere a algo. Los arcángeles arcabuceros, remiten opuestamente a la guardia jenízara, de la que se tenían representaciones, pero asumen como modelo al arcabucero cristiano. El modelo y la aplicación deben ser entendidos como cañones paralelos de la misma escopeta. Es decir, una moraleja para asuntos Temporales, y una catequesis para asuntos Eternos. Al abstraer a los Santos Arcángeles Arcabuceros de su contexto barroco -que no es otro que el de la lucha contra el Islam - de inmediato se enmudeció la imagen, porque se quebró el binomio “imagen y palabra”, propio de la pedagogía pictórica barroca. Esta mudez no desalentó a los intérpretes, y buscaron hacerlos hablar, pero por mala boca: las huacas inmundas, y los testimonios de los cronistas. Las representación de Arcángeles Arcabuceros, nos pone en presencia de una milicia celestial, pero alegorizada humanamente. Lo hemos dicho en otro lugar, y conviene recordarlo aquí: No hay soldado sin armadura, ni soldado que no pertenezca a un ejército, ni ejército sin escalafón, ni combate sin enemigo; ni asedio sin plaza fuerte, real o alcázar que se defienda. Como tampoco hay nave que maree sin vela y sin gobernalle, menos aún sin puerto para atracar y fondeadero para ancorar. La pintura, la música y la retórica del Barroco, se articulan en torno de estas ideas fuerza: El mílite cristiano revestido con la armadura de la fe; las Legiones de Ángeles que derrotan a las legiones infernales, el camino ancho y el angosto, la barca que navega en mar proceloso, que no naufraga porque en ella descansa el Salvador del Mundo; La Nave mística de la Iglesia Latina , el Puerto de Salvación y la Jerusalén celeste, la ciudad de Dios, la urbe de la Verdad etc. Tienen la oposición del Obrador del Mal, la Legión de demonios, el camino ancho y espacioso, y el Infierno.

La absurda pretensión sincrética

La prescindencia de la pedagogía barroca en el análisis de los arcabuceros angélicos, abrió el ánfora de Pandora, de las mil y una afirmaciones absurdas: Se sumaron, en una sola ecuación, las Jerarquías angélicas de San Dionisio Aeropagita, los Ángeles de los escritos apócrifos, y elementos del panteísmo idolátrico andino, por mencionar solo a aquellas fuentes que parecían ser idóneas. Se creyó, simplemente, que el problema estaba resuelto identificando las imágenes con las jerarquías angélicas; con decir qué nombres eran canónicos, y cuáles no. Para explicar la presencia de arcabuces se usó la puerta falsa del escape; es decir el sincretismo. De ahí en adelante, los Santos Ángeles de Dios, espíritus gloriosos, quedaron reducidos a la mera antropomorfización del rayo, del trueno y del relámpago.

El fuego como arma angélica

Los afectos divinos se representan ígnea y lumínicamente, como recuerdo de la zarza ardiente, y de la Gloria Tabórica. Los que aman a Dios, están contemplando su Hermoso Rostro. Los que están en estado de purgatorio se abrasan de amor por verle, en un fuego de amor purificador, tal como en el crisol se separa el oro de las escorias. Los que Le odian, se calcinan en su odio, se abrasan en sus pecados dominantes, en un fuego de eterno tormento. El Sagrado Corazón es Horno de Caridad Ardiente, que vino a incendiar el mundo con el fuego de su amor [14] , que purifica, refrigera y restaura los corazones heridos [15] . El fuego que vomita el demonio abrasa los corazones en la combustión de sus pasiones, vilezas y pecados. El fuego satánico maligniza, calcina y degenera al corazón impenitente [16] .

Las antiguas representaciones de Sagitarios divinos incendiando el mundo con el fuego del amor, lo mismo que los sagitarios diabólicos, serán, de ahora en adelante, arcabuceros. Habrá cambiado el armamento, pero la pedagogía sigue siendo la misma. Los Ángeles, convierten en munición y metralla el Fuego del Amor divino, para herir de Amor el corazón del Hombre,

El generalato de San Miguel Arcángel

La serie de “Arcángeles Arcabuceros” forma parte de la panoplia iconográfica conmemorativa de la Victoria sobre el Gran Turco, en Lepanto. Lo que se deduce de la iconografía se puede probar bibliográficamente. El empleo de voces tales como “Milicia Christiana”, “Capitán General”, “Turcos”, “Batalla Naval” y “Lepanto” puede encontrarse en numerosos sermonarios barrocos. Basta con consultar las tablas de materias, de dichas publicaciones. No se puede negar que éste, fue un asunto predicable. Veamos lo que consiga un glosario barroco: “Son Exércitos celestiales. Fueron vistos vestidos de blanco y con espada, peleando contra los Turcos en la Batalla Naval. Son innumerables. Batalla: La que dio en el Mar de Lepanto la Liga Católica contra la Armada del Turco. La que dio el Pontífice León contra los Moros y les venció con el patrocinio de la Virgen del Rosario. Capuchinos: Iban treinta en las Galeras del Pontífice por Capellanes en la Batalla Naval contra los Turcos. Las Cruz es el Árbol de la Nave de la Iglesia. Demonios: Huyen cuando invocamos a la Virgen María. Tres son las principales armas con la es vencido el demonio: Oración, temor de Dios, y dolor de los pecados, y Misericordia de Dios. Leyendo los epítetos dedicados a San Miguel, comprenderemos cuán gloriosa fue la misión que le cupo en Lepanto.

Epítetos gloriosos de San Miguel Arcángel

Del Glorioso san Miguel Arcángel, solo suele decirse que es el Príncipe de las Milicias Celestiales. Sin embargo, en tiempos barrocos, fue muy amado, y se le compusieron elogios que sin duda causarán sorpresa. Se le dispensan dictados tan gloriosos, que solo ceden paso a aquellos con que la Iglesia obsequia a la Virgen Gloriosa y Bendita. En estos elogios, se le moteja: Alférez de Cristo. Presidente del Paraíso. Príncipe tres veces Santo. Príncipe Gloriosísimo. Príncipe Potentísimo. Príncipe de la Iglesia Triumphante [sic]. Príncipe de la Iglesia Militante. Príncipe de los Príncipes Celestiales. Príncipe de las Jerarquías Angélicas. Sumo Ministro de la Santísima Trinidad. Sumo Sacerdote de la Divina Majestad. Espejo clarísimo de la Divinidad. Ejemplar admirable de la humildad. Fulminador del Capitán de la Soberbia. Fulminador Glorioso del Anticristo. Espíritu de la Boca del Señor. Espíritu de los Labios del Salvador. Confortador del Angustiado Redentor. Ángel de Paz. Ángel de Victoria. Custodio de los Ángeles. Custodio de los Fieles. Distribuidor de los Ángeles Custodios. Patrón Protector de la Iglesia. Patrón Protector de la Naturaleza Humana. Secretario del Altísimo. Vice Dios dignísimo. Mayordomo de Dios fidelísimo. Gran Capitán de los Ejércitos de Dios. Máximo Defensor de los Ejércitos Cristianos. Máximo Defensor de la Fe Católica. Promulgador de la Ley Escrita. Propagador de la Ley de Gracia, y Naturaleza. Primogénito de todos los Dones de Gracia y Naturaleza. Clarísima Estrella de la Angélica Belleza. Padre de la República Celestial. Lumbrera del Orbe. Ilustrador de los Santos. Fiador de los Pecados. Juez y recibidor de las Almas. Cabeza de los Ángeles. Emperador de los Arcángeles, Virtud de las Virtudes. Potencia de las Potestades. Príncipe de los Principados. Señor de las Dominaciones. Majestad de los Tronos. Primado de los Querubines. Primado de los Serafines. Corifeo de todos los Espíritus infernales [17].

El carácter seráfico de las Órdenes Conventuales: El caso de San Agustín

En la Ciudad de los Reyes, Además de la efigie de la Virgen Gloriosa, fueron manifiestamente ostensibles las efigies de San Miguel Arcángel y San Agustín. Líneas arriba hemos recopilado los elogios, con los que la Cristiandad saluda a San Miguel Arcángel. Del Santo Obispo de Hipona se dice: Capitán General de la Milicia Christiana. Defensor acérrimo de la Fe Catholica. Lumbrera grande de la Iglesia. Órgano y lengua de la Sabiduría Divina. La Cítara más armoniosa de la Trinidad Santísima. Sal y Sazón de las Ciencias. Armería espiritual contra el infierno. Fénix glorioso de la Africa. Camino seguro de la vida, y de la mayor santidad, norma, y pauta rectísima [sic]. Estos dictados, que son análogos de los que se predican de otros fundadores de Órdenes, lo elevan al rango de Padres Seráficos, tal como ocurre con San Francisco, San Ignacio de Loyola y Santo Domingo. Órdenes, cuyos predios, son en la Ciudad de los Reyes, lglesias-baluarte de la Iglesia del Sagrario. La moraleja es directa y concreta: La vida es guerra, y en esta batalla, los Ángeles son nuestros aliados, y nuestros más fieles y eficaces defensores. Es comprensible, dado el contexto bélico de aquel tiempo, que se les representara a la manera de las más eficaces fuerzas militares: Los Tercios de Flandes, armados de Picas y Arcabuces.

El uso pedagógico de los “ángeles apócrifos”.

Los siete príncipes de los Ángeles, son validos del Rey del cielo. Son Misioneros, y protectores de la tierra [18] Las pinturas de los Santos Ángeles proponen a nuestra imaginación elementos visuales conocidos desde siempre, para aproximarnos al Misterio angélico y su relación con nuestra existencia terrestre. La devoción a los santos ángeles tal como la conocemos, se propagó en el contexto de las luchas de Religión en el siglo XVI. De hecho, la devoción a los Ángeles tal como la conocemos hoy, surgió del Concilio de Trento. Estaba tan generalizada, que el papa Clemente X la impuso a la Iglesia Universal. A los Ángeles se les ha encomendado un ministerio salvíficio, respecto de los hombres [19] . Los Ángeles están presentes en la Historia. Por encargo de la Providencia, gobiernan el mundo [20], es decir lo orientan enrumbándolo hacia su fin último.

El recurso a los Ángeles de la tradición apócrifa, no es sincretismo como se ha dicho, sino una manera de expresarse bellamente, según cánones literarios de venerable antigüedad y de gran sencillez. Tal como se hace, con frecuencia, al recurrir a las alegorías clásicas depuradas y puestas al servicio de Jesucristo. La literatura inglesa nos brinda un ejemplo de esta afirmación, en el Poema “El Paraíso Perdido ” [21]. Los 7 Ángeles, además de dar cuenta de su virtud personal, aluden a los 7 Sabios de Grecia. Los Sabios de Grecia, remiten a los 7 Grandes Santos de la Cristiandad, que fueron iluminados por los Padres Griegos: San Ignacio de Loyola, San Agustín, San Ambrosio, Santo Tomás de Aquino, Francisco Suárez, Gabriel Vasquez, Juan Duns Scoto, como se colige de Clarissimorum maiorum imagines sive septem viri sapientes graecensis[22] .Se entiende, que es el ámbito de la Sabiduría, y de la Santidad.

Francisco Pizarro, Ángel de Dios y Mílite Cristiano.

El Ángel es un enviado. Es un Mílite celeste que acude en auxilio del Mílite terrestre. Esta afirmación nace de la comparación de los atributos iconográficos de ambos. Tal como la armadura se adecua a los contornos del cuerpo del “mílite cristiano”, la muralla de la Ciudad de los Reyes debe adecuarse al objeto que es materia de protección y custodia: el Sagrado Corazón Eucarístico, que reina desde la Iglesia del Sagrario. El mílite cristiano revestido con la armadura de la fe, coaligado con las legiones de ángeles, derrota y arroja al abismo a las legiones infernales. Los ángeles suelen estar representados o bien vestidos con túnicas, o bien revestidos con armadura de estilo romano imperial. Por lo general, las prendas militares los revisten cuando el demonio maldito, ataca con el mayor furor, “con osado ardor protervo” como diría Roque Ceruti en el villancico de batalla "Al Campo sale María". En este trance, los Santos ángeles, y quienes pertenecen a Cristo, se revisten con la armadura de la fe, cuyo yelmo es la Gracia de Dios. La loriga es la Justicia, es escudo la Fe, el cíngulo la verdad y las calzas indican que se transitan los senderos de justicia que preparan la paz evangélica. La emblemática muestra dos tipos de ostentación triunfal: la ostentación de las armas vencedoras (virtudes, fortaleza) y la ostensión de los despojos de los vencidos (vicio, debilidad). Lima, en la portada de las Maravillas hace ostensión de armas, como medio de disuadir a los potenciales enemigos. En el interior de la ciudad, las Armas de Cristo, e forma de Cruz de los improperios [23] , son prenda del triunfo escatológico venidero.

Al parecer nadie ha notado, hasta el momento, la similitud entre los atributos iconográficos de San Miguel Arcángel, y el esforzado y valiente Fundador de Lima, Francisco Pizarro. Ambos son “enviados”. Ambos llevan a cabo una misión providencial; ambos son capitanes generales. Por tanto sus representaciones, forzosamente tienen que ser parecidas. Como se ha visto los arcángeles arcabuceros forman parte del discurso emblemático de Lima amurallada, porque por atribución iconográfica están relacionados con los Ángeles custodios de la Jerusalén Celeste, los arcabuceros de Lepanto, del marqués gobernador y del Mílite cristiano. En todos hay el común denominador del “envío”, la “misión”, la “pugna”, la “justa” y la “victoria” [24] y el “triunfo” sobrenaturales.

José Gálvez Krüger ©

Sociedad Peruana de Historia

Director de la Enciclopedia Católica

Notas

[1] La expresión “volar” debe ser entendida por la prontitud y velocidad con las que cumplen los mandatos del Altísimo.

[2] La representación de ángeles armados con arcabuces no es exclusivamente peruana.

[3] Pedro de Peralta, presenta la idea de una Lima inexpugnable, en lo material. Gracias a sus fortificaciones, sus armerías, sus polvorines, sus maestranzas, sus soldados y su armamento. Por coherencia barroca, se sigue que Lima espiritual es inexpugnable por que la defiende la Iglesia militante, y la Guarda el Ejército celestial.

[4] Murcia, Fr. Juan Bautista de. Clarin Evangelico Panegyrico en una centuria de semones paara todas las festividades colendas de Cristo, de María Santísima, de los Santos y otras de devoción. “Guerra fomentó el bárbaro Turco contra la Iglesia de Dios; y siendo efecto de su barbaridad, quedo castigado en su arrogancia. Rara vez el atrevimiento alcanzó vanagloria de dichoso; pues casi siempre tubo debida pena en las diligencias con que su ambición solicitaba su mayor dicha. In feliz acierto se promete, quien emprende diligencias arduas, sin mirar el término de su arrojo. De ordinario fue malogro de lo que quietamente se goza, lo que altivamente se intenta. Al Poner Luzbel el pie en la misma vanidad, se deslizó de presumido y se deslució maltratado. Y al intentar Ícaro fiar en las alas de su presunción el vuelo, se anegó de puro altivo, y se sumergió de abrasado. Intentó el bárbaro Turco ser dueño de la Cristiandad, destruyendo y aniquilando la Iglesia de Dios; venía por estos mares tan ufano, y soberbio, en busca de la Armada de los Cristianos, que al que le llevó la noticia de estar ya en el mar de Lepanto, le dio en albricias una aljuba de Damasco, que traía vestida; pero en esas diligencias altivas, quedó sumergido de soberbio: y el que codiciaba mayores poderíos, vino a perder lo que en tranquilidad poseía. Deshízose su fantasía al poder de los Fieles Católicos, y Cantóse la victoria por Esto; que nunca Dios desampara a los suyos: Dissipa gentes, quae bella volunt”. Pág 171.

[5]Corte-Real, Jerónimo, ; Ribero, Antonio, printer; Ticknor, George, Felicissima victoria concedida del cielo al señor don Iuan d'Austria en el golfo de Lepánto de la poderosa armada Othomana : en el año de nuestra saluacion de 1572, 1578. Cater, Jacques de, 1593-1657; Hoe, Robert, 1839-1909, Los siete angeles del Apocalypsis en siete sermones de los siete miercoles de Quaresma, que predico en la Iglesia Catedral de Lima, el R.P.M. Francisco Xavier Salduendo de la Compañia de Iesus, catedratico de filosofia, que fue en el Colegio Maximo de San Pablo. Y de sagrada theologia en la Real Vniversidad de la Plata. Virtutes cardinales ethico emblemate expressae : ad praenob. et generos. dominum D. Franciscum de Kinschot, equitem ordinis S. Iacobi, etc, Amberes, 1645. Oracion panegirica, dicha a el Glorioso General de los Exercitos Angelicos San Miguel Arcangel el dia que le voto por su patron la Ciudad de Zeuta, en su Catedral, que fue a los 15 de Mayo. año 1648. José del Espiritu Santo (O. de M.); René, Antonio. Málaga 1648.

[6] Castillo Hospitalario de Belvoir, pocas millas al sur del Lago Tiberíades (Mar de Galilea). Primer Castillo concéntrico, construido poco después de 1168. Las fortificaciones interiores servían no solo como fortificaciones, sino como monasterio de clausura.

[7] Antelo Iglesias, Antonio. La ciudad ideal según fray Francesc Eiximenis y Rodrigo Sánchez de Arévalo. En La <<Ciudad Hispánica>>, Madrid, Editorial de la Universidad Complutense, 1985.

[8] Una fortaleza que tiene una guarnición arquitectónica, figurada en los portales de Escribanos y Botoneros. La alineación de columnas, a manera de escolta y guardia de honor, es jeroglífico de la jerarquía, fortaleza y belleza angélica. La fuente mayor, es jeroglífico del Corazón Eucarístico. Siendo Cristo, el centro del actuar angélico, se entiende que esas columnas alineadas, son figurativas de los Ángeles que están al pie del Trono de Dios.

[9] Dios de los Ejércitos: 2 Re 6, 17. Jos 5, 13-15. I Sam 17-45. I Re 22, 19. Is 34, 2. Ap. 9, 16.

[10] Mt 26, 53. “¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?”.

[11] “Mi nombre es Legión, porque somos muchos.”

[12] Castrorum acies ordinata. Cnt. 6, 10.

[13] La voz jenízaro proviene del turco yeniçeri, que significa "nuevas tropas [o] soldados") Tropa de infantería altamente entrenados.

[14] Lc. 12, 49. <<He venido a traer fuego a la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!>>

[15] Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridady espiritual unción”.

[16] Esta idea va a ser reiterada y reforzada a lo largo del libro`.

[17] Basoas, Juan de. Novena a señor S. Miguel y los Angeles para pedir las Mercedes, que deseamos alcanzar del Señor. Sevilla , 1701.

[18]Serrano S.J., Andrés. Los siete principes de los Angeles: validos del Rey del cielo. Misioneros, y protectores de la tierra. Bruselas, 1707.

[19] Cfr. Hb 1, 14.

[20] Dn 10, 13-21.

[21] Milton, J. El paraiso perdido: Poema inglés, Volumen 1. Madrid, 1814. Una constante mención a Uriel. Págs:124, 128, 136, 159, 160, 248.

[22] Bernardi S.I., Petrum. Clarissimorum majorum imagines sive septem viri sapientes Graecensis Theologiae Patris.

[23] En los muros pretiles.

[24] Hay un ejemplo de Vítor en los exteriores de la iglesia de Santa Rosa de las monjas. Probablemente en recuerdo de una gracia o favor, obtenidos por la intercesión de la más esclarecida ciudadana de Los Reyes.

LIBRO STUDIA LIMENSIA ©

Libro Studia Limensia

Studia Limensia Introducción: Consideraciones preliminares para la interpretación de la Emblemática Político-Moral de los Reyes, y sus simbologías

Studia Limensia Capítulo I: El Hypogrammon de la Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo II: La Planta urbana de la Ciudad de los Reyes, y su emblemática política, moral y religiosa

Studia Limensia Capítulo III: Las murallas de la Ciudad de los Reyes, y su relación con los Arcángeles Arcabuceros

Studia Limensia Capítulo IV: El Puente de piedra y el Arco Triunfal

Studia Limensia Capítulo V: La Plaza Mayor, y las tres plazas ceremoniales de Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo VI:La Plaza Mayor y su Fuente Apocalíptica

Studia Limensia Capítulo VII: La Sangre de Cristo en la Arquitectura de la Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo VIII: El altar mayor del Señor de los Milagros de Lima y sus simbolismos cardiomórficos

Studia Limensia: Anexo I El Niño-Dios del Cuzco y sus diferentes atributos pictóricos en el contexto de la Cardiomorfosis

Studia Limensia Anexo II: Representación de las Sirenas en el Sur Andino

Studia Limensia Anexo III:Emblemática de una pintura de Santa Teresa de Ávila

Studia Limensia Anexo IV: Cariátides y atlantes en la restablística barroca del Perú

Studia Limensia Anexo V: La Última Cena en el Arte virreinal peruano y su correcta interpretación. El tema central de la "Última Cena" de Diego de la Puente S. J.

Studia Limensia Anexo VI: Simbolismos de la retablística de los órganos barrocos, en el contexto de la Cardiomorfosis

Studia Limensia Anexo VII: Simbolismos del muro de la iglesia de Santa Rosa de Lima

Studia Limensia Anexo VIII: Simbolismos del pozuelo de Santo Domingo

Studia Limensia Anexo IX: Simbolismos del Hospital de San Andrés de la Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Anexo X: Simbolismos de la pintura funeraria de la cripta de la cofradía de indios de la Virgen del Rosario


Revelan los "secretos" de histórica iglesia de San José en Perú [1]