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Martes, 19 de marzo de 2024

San Próspero de Aquitania

De Enciclopedia Católica

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La primera fecha segura en la vida de Próspero es la de su carta a San Agustín, escrita en las siguientes circunstancias: en 428 ó 429 un tal Hilario le escribió a San Agustín sobre las dificultades levantadas contra su doctrina en Marsella y cercanías. Hilario desconfiaba de su propia habilidad para dar a San Agustín una buena descripción de la situación así que convenció a un amigo, al que describía como hombre distinguido tum moribus, tum eloquio et studio (por su moral, elocuencia y celo), a que le escribiera también. Este amigo era Próspero, que aunque no había conocido a San Agustín, pero sí había mantenido correspondencia con él. Las dos cartas salieron al mismo tiempo, y se puede decir que abrieron la controversia del semipelagianismo. San Agustín respondió a la consulta que se le hizo con dos tratados, "De Praedestinatione" y "De Dono Perseverantiae." Por entonces escribió Próspero lo que era en realidad un corto tratado sobre la gracia y la libre voluntad, bajo la forma de una carta dirigida a un tal Rufino, y su gran poema dogmático de más de mil líneas hexámetras, "De Ingratis", sobre los semipelagianos, quienes eran enemigos de la gracia y eran representados como vivificadores de los errores del pelagianismo. Dos epigramas de doce y catorce líneas respectivamente contra un "obtrectator" de San Agustín parece que también fueron compuestos mientras el santo aún vivía. Tres opúsculos pertenecen al tiempo inmediatamente después de la muerte de San Agustín (430):

  • "Responsiones ad capitula Gallorum." Estos capitula eran una serie de quince proposiciones atribuidas a San Agustín por sus oponentes; por ejemplo, ”el Salvador no fue crucificado por todo el mundo”. A cada uno de ellos Próspero respondió con un breve responsio y concluyó el tratado con otras quince correspondientes sententiae, presentando lo que creía la doctrina verdadera.
  • "Ad capitula objectionum Vincentianarum responsiones". Las objeciones de Vicentinas eran como los “capitula Gallorum”, pero más violentas y atacaban tanto a Próspero como a San Agustín. Próspero respondió a ellas una por una. El vicentino que las redactó fue probablemente San Vicente de Lérins (Bardenhewer, Hauck, Valentin), aunque algunos autores no están de acuerdo.
  • "Pro Augustino responsiones ad excerpta Genuensium". Ésta es una explicación de ciertos pasajes de los tratados de San Agustín, "De praedest." y "De dono persev.", que presentaban dificultades a algunos sacerdotes de Génova y pidieron a Próspero una explicación de ellos. Estos tres opuscula son colocados por Bardenhewer después de la visita de Próspero a Roma.

En 431 Próspero y un amigo fueron a Roma para pedir la ayuda del Papa Celestino. El Papa respondió con la carta "Apostolici Verba", dirigida a los obispos de Galia, a los que acusaba de negligencia respecto a los enemigos de la gracia y elogiaba a San Agustín. Al volver a Galia Próspero volvió a tomar la controversia en su "De Gratia Dei et libero arbitrio; liber contra collatorem". El "Collator" era Juan Casiano que en sus “Conferencias” había expuesto doctrinas semipelagianas. La fecha de este escrito, el más importante de Próspero, puede fijarse en el 433, pues el autor habla de que habían pasado veinte años y más desde el comienzo de la herejía pelagiana, es decir, según su “Chronicle” el 413 d.C. Un epitafio irónico sobre las herejías nestoriana y pelagiana fue compuesto probablemente poco después del Concilio de Éfeso. La "Expositio psalmonum" es sustancialmente un resumen de las "Enarrationes" de San Agustín. Probablemente contenía todo el salterio, pero tal como nos ha llegado comenta solamente los últimos cincuenta. Las "Sententiie ex Augustine delibatae" son una colección de dichos extraídos de los escritos de San Agustín. Al darles forma, Próspero trató bastante libremente el texto de Agustín sobre todo por el interés de la prosa rítmica. Los cánones 9, 14, 15, 16 y 18 del Segundo Concilio de Orange fueron tomados de sentencias 22, 222, 226, 160 y 297. El epigrama son un número de sentencias puestas en verso. Estas dos obras deben haber sido compuestas al tiempo del Concilio de Calcedonia y probablemente, entonces, en Roma a donde Próspero fue llamado hacia el año 440 por León el Grande. Según Genadio (De vir. ill., 84) se decía que él había redactado las cartas escritas por este Papa contra Eutiques.

La Crónica de Próspero, desde la creación hasta el año 378 d.C. era un resumen de la de San Jerónimo con algún material adicional, por ejemplo, los cónsules de cada año desde la fecha de la Pasión. Parece que hubo tres ediciones: la primera continuaba hasta el año 433, la segunda hasta 445 y la tercera hasta 455. A veces se llama a esta cónica la “Crónica Consular”, para distinguirla de otra atribuida a Próspero en la que los años se calculan por los años de reinado de los emperadores y que por lo tanto se llama “Crónica Imperial”. Esta no es de Próspero; fue compilada por alguien que no le tenía simpatías a San Agustín y que antes se suponía que era Tiro Próspero y no Próspero de Aquitania, pero esta teoría se ha caído, pues Próspero de Aquitania en algunos manuscritos de la Crónica Consular es llamado Tiro Próspero. Respecto a los escritos de Próspero no mencionados aún, Valentín dice que el poema “De Providentia" es genuino, la “Confessio S. Prosperi", y “De vocatione gentium" probablemente también; la "Epistola ad Demetriadem", la "Praeteritorum sedis Apostolicae auctoritates de Gratia Dei, etc." añadidas a la epístola de San Celestino y el "Poema mariti ad conjugem" muy probablemente también genuinos. El "De vita contemplativa" y "De promissionibus etc." no lo son según Valentin y Hauck. Hauck concuerda con Valentín respecto al "Poema mariti" y la "Confessio", pero se manifiesta en contra de "De vocatione", la "De providentia", y sobre otras obras dudosas no manifiesta opinión.

La historia de que Próspero era obispo de Regio en Italia fue aprovechada por Jacques Sirmond y otros en el siglo XVII. Para el origen de la leyenda, vea Dom Morin en "Révue bénédictine", XII, 241 ss. Próspero no era ni obispo ni sacerdote. Se ha debatido mucho la pregunta de si él suavizó la severidad de la doctrina de San Agustín. La diferencia de opinión probablemente surge más de diferentes puntos de vista respecto a la doctrina de San Agustín que de las diferentes interpretaciones de Próspero. La tendencia general entre los escritores católicos parece estar a favor de la postura afirmativa, por ejemplo, Kraus, Funk, Bardenhewer, Valentin y otros.


Fuente: Bacchus, Francis Joseph. "Tiro Prosper of Aquitaine." The Catholic Encyclopedia. Vol. 12. New York: Robert Appleton Company, 1911. <http://www.newadvent.org/cathen/12487a.htm>.

Traducido por Pedro Royo. L H M.