Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Lunes, 25 de noviembre de 2024

Studia Limensia: Anexo I El Niño-Dios del Cuzco y sus diferentes atributos pictóricos en el contexto de la Cardiomorfosis

De Enciclopedia Católica

Saltar a: navegación, buscar
66417599 2269581296424995 2998452725311602688 n.jpg
41393504 1839410186108777 2983224141374554112 n.jpg
126336960 3417866034929843 8933814224629714241 n (1).jpg
269827085 4561895983860170 5083879296304889105 n.jpg
269685620 4563142967068805 5065188157687568525 n.jpg
269866876 4562988870417548 8436179983038490121 n.jpg
Palta 1.jpg
<<La Justicia y la Verdad son el cenidor de sus lomos>>
60528460 2182978671751925 1470923142355484672 n.jpg
54728358 2086758591373934 1281886423179329536 n.jpg
Corazón eucaristico.jpg
]

Nos ocupa, esta tarde, * el análisis de la bella iconografía del Niño-Dios Inca, en las tres versiones que han generado controversia a lo largo de los últimos años. El análisis se apoyará sobre las bases en las que debe estar apoyada para acertar, y poder reconstruir el binomio <<imagen y palabra>> que es la característica fundamental de toda obra artística religiosa del Barroco. ¿Qué papel cumple la representación de Dios-Niño en el arte catequético del Barroco? En el siglo XVII, los teólogos - especialmente franceses – meditando sobre la Infancia de Jesucristo, descubrieron una inmensa enseñanza. La infancia, de la que se revistió Cristo, genera asombro y admiración. Supone dependencia de otro, estado de sujeción e inutilidad. Cristo no rechazó ninguna de estas miserias, para poder enseñarnos la negación de nosotros mismos. Vista de tal manera, la infancia silenciosa de Jesucristo se convertía para el cristiano, un objeto de meditación, casi tan fecundo como el de la Pasión misma. Su vida, nos enseña obediencia, silencio. Dulzura, humildad, paciencia, modestia, pureza, y el trabajo. La meditación de esta vida, lleva al hombre a amar la vida cristiana, que es baja y oculta. Estas virtudes fueron materia de una pedagogía iconográfica, que apareció publicada, al menos bajo dos formas: Vita Christi perpetua Crux , y Iesu Christi Dei domini salvatoris infantia Conviene preguntarse entonces, ¿es una representación típica? ¿Es atípico alegorizar o representar a Cristo como rey de la Gentilidad? Realmente no es atípico. Es típico, frecuente y conveniente. El Niño-Inca, es un eslabón más, en la larga cadena iconográfica de catequesis. Tal como hay un Infante divino con prendas andinas, hay imágenes del Niño de Nazaret, vestido como rey sajón, rey bohemio, príncipe japónico, emperador chino, cesar latino, Júpiter tonante, o Alejandro apolíneo. Lo que se pone en relieve, es todo aquello que simbolice divinidad, inmortalidad, omnipotencia, piedad, religiosidad, heroísmo, triunfo, apoteosis, despotismo, orden, justicia, beneficencia, magnanimidad, providencia, nobleza, jerarquía, autoridad, majestad, indulgencia, benevolencia y soberanía. Sin olvidar el poder de sanación medicinal y sacramental. En primer lugar, acordemos que es de Cristo, de quien se ocupa la pintura. Es decir, que lleva implícitos todos los Misterios que le atañen: Vida, Pasión, Muerte y Resurrección, lo mismo que todos los asuntos y formas predicables. La pintura, se ocupa de un asunto Teológico, cuyo fundamento es la Resurrección gloriosa de entre los muertos. Sin Resurrección no hay Teología., sin Teología no habría camino de salvación que explicar. Esa, es una verdad, cuyo emblema es un sol y cuyo lema es <<Veritas Filia Dei>> . El sol, es el punto focal del cuadro. Veamos la relación entre el sol, la Teología y la Resurrección . No esta demás decir que el cuadro, en tanto que Cristo es el ideal del ser humano, puede ser considerado un espejo de la verdad. En segundo lugar Identifiquemos los elementos comunes, que componen, las pinturas para atribuirles la carga conceptual barroca. Para tal fin, nos valdremos de dos publicaciones barrocas: El Clarín evangélico , y Epítetos, alabanzas y encomios de la Sagrada Eucaristía . La primera publicación nos brinda un lexicón, que fue común a casi todos los sermonarios hispanos conocidos, y la segunda, ofrece la ventaja de ser una publicación peruana. Cortinas: Representación del Misterio de Cristo (Representatio mysterium Christi) El Niño: Deificación de nuestra humanidad (Deificatio humanitatis nostrae). Virtud secreta que opera invisiblemente bajo la forma visible de creatura El Inca: Símbolo de unidad. (Symbolum unitatis) Corona: Corona nuestra (Corona nostra). Corona de todas las cosas buenas (Corona ómnium bonorum). Corona de los príncipes de España (Corona Principum Hispaniae). Dignidad regia (Regia dignitas).Triunfo del rey hispano-austriaco (Regis hispanici austriachi triumphus). Túnica: La prenda más grande del alma (Indumentum maximum animae). Las vestiduras de oro de los cristianos (Vestis aurea christianorum). Capa: Manto del divino Elías (Pallium divinae Eliae). Ceñidor: La Justicia es el ceñidor de sus lomos. Peana: Dignidad infinita (Dignitatis infinita). Honor de la casa austriaca (Honor domus austriacae). Trono de amor (Thronus amoris). Trono de la gracia de Dios (Thronus gratiae Dei). Triunfo de España y de su rey (Triumphus Hispaniae et regis eius). Océno de Magestad (Pelagus maiestatis). Exaltación y honor de la casa austriaca (Exaltatio et honor domus austriachae). Majestad sobre solio excelso y elevado (Maiestas super solium excelsum et elevatum.) El resplandor corporal: Blancura de la luz eterna (Candor lucis aeternae) Orbe: Gloria del mundo (Decus orbis terrarum). Dios del mundo (Deus orbis terrarum). Improperios: Armas triunfantes contra los ataques diabólicos (Arma triumphalia contra diabólicos incursos). Un campeón de justicia (enviado) para salvar y hablar de justicia cuyas vestiduras son rojos como los que pisan en la prensa. (Propugnator iustutiae ad salvandum et loquens iustitiam cuius rubrum est indumentum et vestimenta sicut calcantium in torculari). Cruz: Pendón de amor. (Vexillum amoris). Victoria de Cristo (Victoria Christi).Pendón de victoria contra los enemigos del cuerpo y del alma (Victoria contra inimicus corporis et animae). La madera que es para ser usada solo por el conquistador y el triunfante de su fuerza. (Lignum endendum tantum vincenti et triumphanti de virii). Pendón de triunfo contra la muerte (Triumphus Christi contra mortem). Pendón de paz eterna (Pax aeterna). Pendón de la paz de Cristo (Pax christi). La representación de la estrella solar: Lámpara del Señor (Lucerna domini). Lámpara de Dios (Lucerna Dei). Luz (Lux). Luz verdadera y durable (Lux vera et durabilis), Luz divina (Lux divina). Luz nuestra (Lux nostra). Luz contra la oscuridad (Lux contra obscuritatem). Sol divino (Sol divinus). Sol de Justicia (Sol iustitiae). Sol que ilumina la Iglesia (Sol illuminans Ecclesiam). La estrella más brillante (Stella rutilantior). Iluminación del intelecto (Illuminatio intellectus). Lámpara refulgente del universo (Lampas universi fulgentissima). Cuerpo solar que ilumina al mundo (Solare corpus illuminans mundum). Amor ardentísimo del Salvador. Vasos de flores: Vaso de oro de la divinidad (Vas auri divinitatis). Vaso de oro macizo adornado con toda piedra preciosa (Vas auri solidum ornamentum omni lapide pretioso). Vaso de todas las gracias (Vas ómnium gratiarum). Olor de suavidad (Odor suavitatis). El olor del campo lleno, que el Señor ha bendecido (Odor agri pleni cui benedixit dominus) Las guirnaldas : Marcan el timbre pasionista del conjunto. Desde el medioevo, los atributos de la Pasión, se han representado de dos maneras: Por medio de la Cruz de los Improperios, y por y un conjunto de flores muy preciso, en el que cada flor predica un dolor, un tormento, una injusticia padecida por Cristo. Y a la vez, un gozo, un deleite, una justificación y una victoria obtenida por Cristo. Ha queda establecida, aquí la relación entre los símbolos y la cristología, la teología y las sagradas escrituras. Ahora bien, la relación entre la figura del Inca con otras figuras imperiales de la Antigüedad, la establece, el lexicón del Clarín Evangélico. Este lexicón fue parte integrante de varios sermonarios y publicaciones apologéticas del Barroco, lo que hizo de él una referencia común. Común. En sus páginas, se mencionan las virtudes de Augusto César Alejandro Magno , Julio César, Calígula , Falaris , y Filipo de Macedonia . Todas pueden ser consideradas mínimamente analogables a Cristo, y a escenas del Evangelio. A esta lista, habría que agregar – siguiendo la misma lógica, las virtudes del Inca, pero sin omitir sus flaquezas, sus errores, sus abusos y crueldades. Es decir, con sus “bajezas y poquedades”, según la conocida expresión de Cieza, cuando menciona a Inca Urco. Todo lo bueno viene de Dios, y es inspirado por el Espíritu Santo. Así, el Barroco ve la figura del Inca, en tanto que dignatario, como una manifestación de buen gobierno, que organiza y comunica el territorio a partir de una administración y una legislación común, para poner fin a la tiranía de los curacas, que fragmentaban el poder, y el territorio. Por todo lo dicho, no debe repugnarnos ver una imagen de Cristo Infante con atavíos de Inca. Lo que hay que hacer es establecer en una serie de dictados del Inca, que puedan ser predicables, en grado sumo, de Jesucristo, y una serie de vicios que hayan sido vencidos, por las virtudes del Señor. Entonces, se entenderá que Cristo es “Victor” y el Inca “Victus”. El Inca, es hijo del Sol. Es sacerdote. Es Legislador. Tiene por trono una sede de piedra. Es un rey guerrero. Es un pachacútec, que da nuevo ser al mundo. Como rey, impone sanciones, impera con la sola mención de su nombre. El inca es un rey distante, que cuando quiere hacerse presente empuña un arma, y hace la guerra a las naciones que no le quieren recibir. Exhibe como señal de realeza el llauto imperial, la borla encarnada y las plumas de corequenque, porque es un príncipe guerrero, rapaz y sanguinario: Es rey tiránico. Concede la paz luego de haber tundido a sus enemigos, y haberlos desangrado, o haberlos condenado a muerte. Incendia pueblos, y borra de la memoria la existencia de las naciones que se le han opuesto. Cristo, es el Hijo de Dios, Omnipotente y Eterno. Es Profeta, Rey y Sacerdote. Es el Legislador del Amor, que promulga la Ley Nueva. Tiene por trono un madero, por divisa un INRI infamante, y reina desde la Cruz. Es el Príncipe de Paz anunciado por las Escrituras. Es el Nuevo Adán que genera la Nueva Creación. Es Rey de Perdón y Misericordia, ante cuyo Nombre se inca toda rodillas en el Cielo, en la Tierra y en los Infiernos. Este Rey, es un Rey cercano, que se deleita al estar en medio de su pueblo. Si el inca iracundo arrojaba al barranco sus hermanos, Cristo manso perdona siete veces siete a quien le ofende, porque es un abismo de Misericordia. Su señal de realeza es la Corona de Espinas, tinta en sangre rubicunda. La corona espinada es indicativa de haber tenido en sus pensamientos a la Humanidad toda, en su Oración Sacerdotal. Humanidad a la que enviaría el Espíritu Santo, que se alegoriza en blanca paloma Este Infante Glorioso concede Mercedes, como Rey Poderoso, que por rescatar a su pueblo permite ser herido y desangrado por el Enemigo Malo, y convierte sus Santas Llagas, en Asilo seguro para quien se hace su Aliado. Y hace Reina a su Madre, para que dispense todas sus gracias y mercedes. Es Rey Filantrópico que viene a perdonar y no a fustigar a su Heredad. Rey que exige como único tributo que se pague el Amor, con amor (“Dad a Dios lo que es de Dios”): “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento”. Cristo, es Redentor que se vende a precio de esclavo, y para tal fin se convierte en Moneda de Harina. Se hace Pan de perro y Alfalfa espiritual. Así rescata a su pueblo esclavizado, para darle pan al hambriento de Dios, y pastura espiritual a su Rebaño. Cristo es Sacerdote. Es Altar y ofrenda; es Oferente y Ofrecido; Verbo de Dios y Víctima de Reconciliación. Este Niño luminoso, traslada a las naciones americanas, la profecía de Simeón: Es <<Luz para ser revelada a los Gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel.>> Para concluir, es correcto afirmar que estamos en presencia de tres muestras típicas del arte religioso emanado del Concilio de Trento, influenciada por la “devotio moderna”, que insistía en el culto a la santa Humanidad de Jesucristo, preferentemente en su aspecto sufriente como fuente de nuestra Redención. Con la salvedad de que los sufrimientos de Cristo, son incruentos, aunque meritorios. Además, es igualmente correcto afirmar que las tres imágenes en nada se apartan de la inveterada tradición de asimilación cultural de la Iglesia Católica Romana, que se vale de elementos vernáculos para que el mensaje de salvación sea mejor comprendido, el bien enaltecido y el mal vituperado. Estos niños forman parte de un desarrollo expositivo mayor, junto a los Manuelitos, Doctorcitos, Espositos y Nazarenitos tal cuyas imágenes muestran a Cristo infante humanizado, pero "glorificado", donde se presentan los elementos de la pasión, como símbolos del triunfo sobre la muerte y la universalidad del mensaje salvífico.

José Gälvez Krüger

Sociedad Peruana de Historia

Notas

[1] Male, Emile. L’art religieux apres le Concile Trente. Páhgs 326- 327.

[2] Andries, Josse. Perpetua crux sive Passio Jesu Christi a puncto Incarnationis ad extremum vitae; quadragenis explicata iconibus, Colonia, 1650.

[3] Anónimo flamenco, Iesu Christi dei domini salvatoris infantia, 1650. Con ilustraciones de A. Wierix.

[4] El sol, como asunto emblemático referido a la verdad, puede encontrarse en diversas publicaciones. Por ejemplo, Menestrier S. J., Claude Francois, Philosophia imaginum id est Sylloge symbolorum amplissima, Ámsterdam, 1695. Págs. 263, 693.

[5] Ripa, Cesare. Iconologia, Venecia, 1645.

[6] La Feiulle, Daniel de, Symbola et emblemata, Ámsterdam, 1705, pág. 76.

[7] Murcia, Juan Bautista de. Clarín evangélico panegírico de todas las festividades, Barcelona, 1753.

[8] Rocha, Diego Andres. Epitheta, laudes, et encomia Divinae Eucharistiae, ex jure canonico, et Sanctis Patribus. Lima, 1674.

[9] Murcia, Juan Bautista de. Op. Cit. Son símbolo de Esperanza. La Flor Gigantea o Girasol sigue al sol en su curso, a quien mira. La Flor Dulipantes vive de mirar al sol y muere en su ausencia. Hay una flor llamada, Flor del Campo, que tiene cinco hojas rubicundas (o sea las cinco llagas). Las flores son alegóricas de la Pasión de Cristo y su recuerdo: La Pasiflora, la Rosa, la Corona de espinas, el clavel disciplinado, la violeta, la campañilla, el diente de perro, la Amarilis, el Narciso Trompetero, la margarita, los Pensamientos, la Siempre viva etc. Las flores pasionarias "brotaron de las lágrimas y sudores de Cristo en el Monte de los Olivos". El lenguaje religioso y pasionista de las flores, es fácilmente perceptible si se las junta: Proclaman la liberación del pecado, el fin del poder del diablo, el fin de la pena del pecado. Anuncian la reconciliación con Dios, la apertura de las puertas del Cielo, y por sobre todas las cosas, son exaltación del propio Cristo.

[10] Ibid. “Levantó un Altar en reverencia del Hijo de Dios, que había de nacer hombre”.

[11] Ibid. “Para conciliar a sí a los del Asia, se vistió de su traje. (Cfr. Con el Narcisco). Su imagen apreciaban mucho aquellos Antiguos, y supersticiosamente se persuadían que con ella no les sucedería ningún infortunio”. Jamás estaba ocioso. Llevaba una campana delante de su ejército para avisar al enemigo. Díjole un Filósofo (buscador de la verdad), que parecía inmortal pues con tanta ansia buscaba la gloria de este mundo. Cuantas riquezas conseguía las daba contentándose con la esperanza de que las había de obtener”.

[12] Ibid. De lo que más se gloriaba era de perdonar injurias y agradecer finezas. Jamás estaba ocioso. Dióle un soldado una queja justificada y quedó sonrosado”.

[13] Ibid. “Doró todos los manjares en un convite”.

[14] Ibid. “Con ser hombre tirano sintió mucho que tuviesen por hombre poco pío, y liberal con huérfanos, pobres y viudas”.

[15] Ibid. “Fue sediento a Conquistar la Ciudad de Macedonia, después de haberla visto dibujada” (cfr. Con el Narciso divino)

Libro Studia Limensia

Studia Limensia Introducción: Consideraciones preliminares para la interpretación de la Emblemática Político-Moral de los Reyes, y sus simbologías

Studia Limensia Capítulo I: El Hypogrammon de la Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo II: La Planta urbana de la Ciudad de los Reyes, y su emblemática política, moral y religiosa

Studia Limensia Capítulo III: Las murallas de la Ciudad de los Reyes, y su relación con los Arcángeles Arcabuceros

Studia Limensia Capítulo IV: El Puente de piedra y el Arco Triunfal

Studia Limensia Capítulo V: La Plaza Mayor, y las tres plazas ceremoniales de Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo VI:La Plaza Mayor y su Fuente Apocalíptica

Studia Limensia Capítulo VII: La Sangre de Cristo en la Arquitectura de la Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo VIII: El altar mayor del Señor de los Milagros de Lima y sus simbolismos cardiomórficos

Studia Limensia: Anexo I El Niño-Dios del Cuzco y sus diferentes atributos pictóricos en el contexto de la Cardiomorfosis

Studia Limensia Anexo II: Representación de las Sirenas en el Sur Andino

Studia Limensia Anexo III:Emblemática de una pintura de Santa Teresa de Ávila

Studia Limensia Anexo IV: Cariátides y atlantes en la restablística barroca del Perú

Studia Limensia Anexo V: La Última Cena en el Arte virreinal peruano y su correcta interpretación. El tema central de la "Última Cena" de Diego de la Puente S. J.

Studia Limensia Anexo VI: Simbolismos de la retablística de los órganos barrocos, en el contexto de la Cardiomorfosis

Studia Limensia Anexo VII: Simbolismos del muro de la iglesia de Santa Rosa de Lima

Studia Limensia Anexo VIII: Simbolismos del pozuelo de Santo Domingo

Studia Limensia Anexo IX: Simbolismos del Hospital de San Andrés de la Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Anexo X: Simbolismos de la pintura funeraria de la cripta de la cofradía de indios de la Virgen del Rosario


Revelan los "secretos" de histórica iglesia de San José en Perú [1]