Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Jueves, 21 de noviembre de 2024

Fachada

De Enciclopedia Católica

Saltar a: navegación, buscar

La fachada es el paramento exterior o el frente de cualquier edificio. En arquitectura eclesiástica, el término se usa generalmente para designar el frente occidental; a veces los frentes del transepto. Por razones rituales, el arquitecto de la Iglesia se vio obligado en todas partes a tratar la pared final de la nave como la gran fachada.

Período Cristiano Primitivo

Las fachadas de las iglesias de la época primitiva generalmente se construyeron según el modelo de las antiguas basílicas romanas, y se construyeron según los métodos romanos, y en gran parte formadas por columnas y otras características tomadas de los edificios paganos. Su interés es principalmente desde un punto de vista arqueológico. Las fachadas de las primeras basílicas romanas eran extremadamente simples en sus superficies superiores. Había solo dos tipos: el frontón central, que usualmente seguía el contorno de la estructura detrás de él; y la fachada de cortina, generalmente hecha para sobresalir con fines de protección, y formada por una proyección gradual de la hilada de ladrillos hacia adelante y hacia los lados. En las iglesias más importantes, toda la superficie estaba oculta por una composición de mosaico que se extendía desde la cumbre hasta el pórtico. Tales fueron San Juan de Letrán, la Basílica de San Pedro, San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor, etc. Esto convirtió la fachada sobre el vestíbulo en un resplandor de color.

Hacia el final de la Edad Media, a veces se abrían más ventanas en la fachada. En San Pedro, en el siglo XIII, junto al rosetón en el frontón, había dos hileras de tres ventanas altas con maineles, y la fila inferior estaba flanqueada por dos más. La parte inferior de la fachada siempre estaba cubierta por un pórtico saliente, que consistía de un lado del atrio cuadrangular o en una arcada o columnata independiente. El espacio de la pared debajo generalmente estaba interrumpido por tantas puertas como naves hacia la iglesia, normalmente tres, a veces cinco. En las basílicas menores solo había una puerta, y en casos excepcionales, como en San Pedro, había una puerta suplementaria para ocasiones especiales.

Por lo general, las fachadas bizantinas se dejaban relativamente lisas, en parte, sin duda, debido a su ubicación y entorno. Una iglesia bizantina generalmente se erigía aparte en un recinto, y cuando era posible se plantaban árboles a su alrededor para darle sombra. En los pueblos, la iglesia, sus terrenos, etc. estaban generalmente rodeados por muros. Se entraba a través de un patio o atrio enclaustrado, en el centro del cual estaba la redoma, o fuente, donde se habían las abluciones requeridas. Al otro lado de la parte inferior del frente de la iglesia se extendía el nártex o vestíbulo, que a veces tenía un porche o pórtico frente a él. Muchas iglesias tenían un vestíbulo doble, el exterior se llamaba “eso-nártex”, generalmente designado para las mujeres. El nártex comunicaba con la iglesia por medio de tres puertas; la del centro era más grande y más ricamente ornamentada. Las otras dos, situadas una a cada lado, eran pequeñas y poco notables. La puerta central se llamaba la “Puerta Hermosa”, a veces la puerta de basílica o real.

Fachadas Románicas

Fachadas Góticas

Fuente: Poole, Thomas. "Façade." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5, págs. 745-747. New York: Robert Appleton Company, 1909. 4 agosto 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/05745c.htm>.

Está siendo traducido por Luz María Hernández Medina